18 enero 2011

Los señalados desmienten la vinculación que recoge, entre otros, los testimonios de López Luengos, Alejandro Campoy y María de Andrés Urtasún

El diario EL PAÍS airea los supuestos vínculos de ‘HazteOír.org’, ‘Derecho a Vivir’ y ‘Profesionales por la Ética’ con El Yunque

Hechos

El 2.01.2011 el diario EL PAÍS publicó un reportaje que vinculaba a las plataformas ‘HazteOír.org’ y ‘Profesionales por la Ética’ con la organización identificada como ‘El Yunque’.

02 Enero 2011

Los secretos del Tea Party español

José Luis Barbería

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Un día no pude más y les pregunté a mis jefes si eran del Bien Común. No me lo negaron, lo que me dijeron fue que eso no era asunto de mi incumbencia; pero ¡claro que lo era!, ¿cómo vas a trabajar en un proyecto si no sabes a qué y a quiénes sirves?", indica el antiguo colaborador de una de las plataformas.

En el bullicioso campo del neoconservadurismo e integrismo católico español emerge la sospecha de que una sociedad secreta opera a la sombra de la Iglesia y en los aledaños del PP. Muy activa en las grandes movilizaciones antigubernamentales, esa organización concilia el arcaico fundamentalismo con las modernas técnicas de difusión digital.

«Desde que me advirtieron de que Hazteoir.org y sus filiales Derechoavivir.com, Profesionalesporlaetica.org y otras de fines aparentemente filantrópicos son iniciativas de la sociedad secreta mexicana El Yunque, trato de deshacerme de ellos. Al principio, desinformada de su interés político sectario y de su capacidad de manipulación, colaboré económica y directamente. Hoy quiero que desaparezcan de mi correo electrónico y no lo consigo (…). Si alguien puede aconsejarme cómo escaparme de las redes de esa organización…». Este mensaje, publicado en la Red en junio de 2009, quedó sepultado por el intenso tráfico digital, pese a que llevaba la firma y el DNI de María de Andrés Urtasun, profesora de Historia de la Universidad San Pablo CEU.

La palabra Yunque no volvió a aparecer asociada al secretismo conspirativo hasta que, el pasado 8 de marzo, ReligionenLibertad.com publicó lo siguiente: «Yunque, Organización del Bien Común, Mariachis, tanto da; estamos ante una organización que intenta pasar por inexistente y actuar de espaldas a la sociedad. ¿Son conscientes de que su modo de captación, basado en el secreto y dirigido a los adolescentes y jóvenes, ha creado situaciones dramáticas en muchas familias? (…). ¿Se han planteado el papelón que están haciendo algunos obispos?». Tan revelador como el texto es que fue escrito por Alejandro Campoy, el antiguo portavoz de la plataforma digital Hazte Oír (HO), que alcanzó cierta notoriedad cuando colocó en el escaño del presidente Zapatero una fotografía de Miguel Ángel Blanco y dos rosas blancas manchadas de mercromina. Por anacrónica y extravagante que resulte, la sospecha de que existe una sociedad secreta de elementos juramentados se ha abierto paso en los entramados digitales del neoconservadurismo católico y dentro de la propia Iglesia.

La pregunta es si estamos ante un secreto a voces conservado en la ausencia de pruebas o ante rumores que se superponen, huérfanos de asidero estable. «Cada vez es más vox pópuli que esa asociación que unos llaman El Yunque -nombre que, por lo visto, ha cambiado hace poco-, y que la gracia hispana ha bautizado como los mariachis usa muy malos modos contra los que les desenmascaran», ha escrito Javier Paredes, catedrático de Historia de la Universidad de Alcalá de Henares, en el portal digital Infocatólica.com. ¿Cómo se explica que católicos conservadores de acendrado compromiso denuncien a activistas que han dinamizado la lucha contra el aborto, el matrimonio homosexual y la política educativa y generado un clima de efervescencia antigubernamental que ha arrastrado a los obispos a la cabeza de la manifestación? La respuesta traza una línea entre lo lícito y lo ilícito.

«Bajo su apariencia angelical, ellos están en la dialéctica del golpe en la mesa. No entienden que después de la Guerra Civil y de la dictadura, los españoles hayamos aprendido a convivir y que nos ha costado demasiado llegar a la separación de poderes entre Iglesia y Estado como para que ahora queramos volver al pasado. En las reuniones nos decían que había que pedir a los obispos que lideraran la protesta contra el aborto. Y es que en el fondo de su estrategia hay un proyecto monolítico», sostiene hoy María de Andrés Urtasun en declaraciones a EL PAÍS.

¿Estamos ante una masonería blanca inspirada en el poderoso Yunque mexicano y amamantada en el extremismo ideológico neocon del Phoenix Institute de Arizona (EE UU), como aseguran algunos denunciantes, o ante un simple lobby, como afirman los denunciados?

La distinción no es baladí porque de ella depende que esa organización pueda ser considerada legal o no. Y es que los artículos 22 de la Constitución española y 515 del Código Penal prohíben expresamente las asociaciones secretas y las de carácter paramilitar. El Código de Derecho Canónico establece, a su vez, que todas las asociaciones de fieles deben tener estatutos, título y estar sometidas a la autoridad eclesiástica. «Esa sociedad va creando asociaciones que se coordinan por consignas y están dirigidas por las mismas personas que salen por una radio, un periódico, una televisión. Parecen que son muchos, cuando en realidad son pocos y siempre los mismos», ha señalado Javier Paredes. «Nunca dudes de que un grupo pequeño de ciudadanos reflexivos y comprometidos puede cambiar el mundo», se proclama a modo de divisa en esos medios. Hazteoir.org (HO), con Ignacio Arsuaga como presidente; Profesionales por la Ética (Jaime Urcelay), Nasciturus (Pablo Gutiérrez), Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (Marcial Cucarella), Escuela de Liderazgo Social y Político (Carlos Gredilla), Instituto de Política Familiar (Eduardo Hertfelder, Dolores Velarde), Justicia y Libertad (Ángel Serrano) y Fundación Burke (Antonio Arcones) formarían parte de ese mosaico.

«HO es una sociedad civil española registrada en el Ministerio de Interior. No tenemos nada que ver con El Yunque», se defiende Arsuaga. Sí admite que él y algún otro fundador de HO pasaron por el Phoenix Institute americano, un think tank (fábrica de ideas) neoconservador que dirigen, entre otros, John Hamm, presidente de la Universidad de Tejas, y John X. Evans, profesor emérito de la Universidad del Estado de Arizona.

«La primera campaña de alertas en defensa de la familia que lanzamos a través de los teléfonos móviles la hicimos bajo el patrocinio del Phoenix Institute, en 2001, pero luego empezamos a andar por nuestra cuenta», afirma Arsuaga.

En sus folletos propagandísticos, el Phoenix Institute pone el acento en que sus alumnos «suelen participar activamente en la vida política, económica, académica y social». Como prueba, señalan que entre sus egresados mexicanos se contabilizan, a día de hoy, dirigentes de grandes partidos políticos, varios diputados federales, el representante de México ante el Consejo de Europa, prestigiosos profesores universitarios, importantes directivos en el ámbito bancario y empresarial… Sus fundaciones becan a adolescentes para que hagan determinados cursos en EE UU y ya hay casos en los que padres muy conservadores se escandalizan a la vista de las ideas con que vuelven sus hijos. «El Phoenix Institute cambia nuestras vidas», dice un alumno en uno de los folletos de los cursos de verano.

Los representantes de esa organización en España son Pablo Nuevo, profesor de la Universidad Abad Oliva de Barcelona, propiedad de la Asociación Católica de Propagandistas, y Luis Losada Pescador. Este último es un licenciado en Empresariales metido a periodista de INTERECONOMÍA, grupo multimedia en el que Marcial Cuquerella ocupa el puesto de director general del área televisiva. Es también fundador de HazteOír y conferenciante ocasional de la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos. Su esposa, Victoria Uroz, fundó la Asociación Víctimas del Aborto (AVA), que preside la psicóloga Beatriz Mariscal. Muchos de los componentes del lobby publican, dirigen programas e intervienen en las tertulias del circuito que constituyen INTERECONOMÍA, la revista ÉPOCA, el diario LA GACETA, el semanario ALBA y hasta la Universidad Francisco de Vitoria, propiedad de los Legionarios de Cristo, un conglomerado, construido por Julio Ariza Irigoyen, donde el integrismo religioso se da la mano con la derecha extrema. «Los de HO tenemos relación con el Instituto de Política Familiar, Profesionales por la Ética, etcétera, pero también conocemos a mucha gente en INTERECONOMÍA, LA GACETA, LA RAZÓN y ABC. No formamos un grupo, vemos más efectiva la lucha de guerrillas», indica Ignacio Arsuaga.

Aunque se les supone una querencia mexicana y lo suyo es cultivar el fundamentalismo católico, el perfil ideológico y hasta el estilo se ajusta más al modelo wasp (blanco, anglosajón, protestante) característico de los neocon republicanos estadounidenses. «No aceptan el evolucionismo, son creacionistas. Creo que su misión en España es constituir un lobbyconservador fuera del control de la jerarquía eclesiástica. Durante la Transición captaron adolescentes en los círculos carlistas y los ambientes preconciliares de la extrema derecha, pero estos nuevos respiran, sobre todo, ideología neocon», subraya el profesor de Historia de San Pablo CEU José Luis Orella Martínez. La nueva hornada la componen economistas, abogados, periodistas y militares inactivos situados en la cuarentena y, en ocasiones, emparentados con apellidos tradicionalmente asociados al Opus Dei o a Comunión y Liberación, movimientos vistos ahora como antiguallas.

Son pocos, puede que no más de un centenar, en un país con 100.000 kikos (seguidores del Camino Neocatecumenal de Kiko Argüello), 35.000 miembros del Opus Dei, 5.000 legionarios del Regnum Christi (rama laica de los Legionarios de Cristo) y otros 1.000 de Comunión y Liberación. Son pocos, pero tienen largos e influyentes tentáculos y han encontrado una veta en ese 2,5% de católicos prestos a movilizarse. «En HO crecemos exponencialmente. De los 1.800 asociados de hace dos años, hemos pasado a 4.200 y tenemos ya 200.000 suscriptores que reciben nuestras alarmas y avisos en sus teléfonos móviles», asegura Arsuaga.

Dicen sus detractores que el secreto es la mayor fuerza de ese grupo de borrosos contornos organizativos, ultramontanos en lo religioso y lo político. Les dibujan como una organización obsesionada por capitanear las movilizaciones cívico-religiosas y piensan que si se envuelven en las banderas del Vaticano y de España es para enredar a los obispos en su estrategia y crear una cabeza de playa democristiana dentro del PP. El objetivo último sería trocar en radicalismo político el sentimiento religioso latente en esas protestas.

En la inauguración del Congreso del PP en Valencia el 20 de junio de 2008, Hazte Oir.org lanzó una campaña de firmas para pedir a Mariano Rajoy que aceptara las propuestas sobre el modelo de familia presentadas por los diputados Eugenio Nasarre y José Eugenio Azpiroz. «Si el PP asume como propio el gaymonio, ya será casi imposible recuperar el matrimonio, al menos en décadas», enfatizaba HO.

«Nuestros votantes son mayoritariamente católicos, pero viven el catolicismo a su manera, con la permisividad y tolerancia con que lo hace la mayoría de la sociedad. En el congreso de Valencia hubo debates muy enconados sobre estas y otras cuestiones, pero finalmente se logró una posición de razonable equilibrio», recuerda Esteban González Pons, vicesecretario de comunicación del PP.

El lobby de la versión religiosa española del Tea Party despliega sus dotes seductoras sobre los políticos más identificados con la fe cristiana. Jaime Mayor Oreja y Eugenio Nasarre han sido galardonados por HO. No les faltan recursos, sentido del marketing y dominio de las tecnologías digitales con las que han movilizado a decenas de miles de ciudadanos, presionado a los políticos «tibios» y acosado a los «enemigos de la vida y la libertad»; esto es, defensores de las leyes sobre el aborto y el matrimonio homosexual y el derecho a una muerte digna. Aunque cultivan la política y la diplomacia de salón, y lucen elegantes en las galas, su obsesión es reventar las calles de manifestantes airados.

Una mirada retrospectiva en la Red muestra igualmente que a primeros de abril, varias asociaciones de padres objetores a la asignatura Educación para la Ciudadanía (EpC) denunciaron el comportamiento de Profesionales por la Ética. «Ahora nos consta que el movimiento objetor al que pertenecemos está estrechamente vinculado desde su origen a personas que forman parte de una organización o asociación de naturaleza secreta o reservada, cuyo funcionamiento y alcance nos es desconocido», indicaban. En el mismo texto, los padres objetores señalaban que habían expuesto el problema al presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Rouco Varela, y que este les había aconsejado que se desvincularan de Profesionales por la Ética. No ha sido el único encontronazo que el grupo ha tenido con otras asociaciones cívico-religiosas. El Foro de la Familia, que lidera Benigno Blanco, expulsó en marzo a los directivos de HO por su intento de capitalizar la manifestación contra el aborto.

El vicepresidente de la asociación Educación y Persona, Fernando López Luengos, doctor en Filosofía por la Universidad Complutense, ha entregado a la jerarquía eclesiástica un informe con testimonios recabados entre personas que han tenido relación con El Yunque o Bien Común. Algunos católicos se preguntan por qué la Iglesia no exige transparencia a esa organización que tiene en la boca permanentemente a los obispos.

«La Conferencia Episcopal no ha tratado este asunto, pero puede que lo hayan hecho algunos obispos», admiten fuentes episcopales. «Aunque oficialmente no se ha dicho nada, es verdad que nuestro obispado alertó a los fieles sobre Hazte Oír y demás porque algunos de ellos se habían sentido engañados en su buena fe», reconoce el canciller del obispado de Getafe, en Madrid, Francisco Armenteros. Dice que el obispo de la diócesis, Joaquín López Andújar, tuvo noticia de la existencia de esa sociedad El Yunque o Bien Común hace ya siete años.

La de EL PAÍS no es la mejor tarjeta de presentación en estos ambientes de derecha radical. «Me repugna El Yunque, pero también la manipulación que ha hecho su periódico de las movilizaciones contra la asignatura EpC», espeta López Luengos al periodista interesado en conocer el contenido de su informe.

«Allí me encontré con mucha gente de extrema derecha y hasta con carlistas de esos que siguen defendiendo el origen divino del poder. Cuando empecé a ver complicidades y cosas raras, consulté con un sacerdote amigo, quien me explicó que detrás de esas sociedades pantalla había una organización secreta interesada en infiltrarse en las estructuras de poder. Me alarmé, pero luego hablé con el arzobispo de Toledo, monseñor Antonio Cañizares, y él me indicó que continuara, que esas personas hacían un buen trabajo. Un día no pude más y les pregunté a mis jefes si eran del Bien Común. No me lo negaron, lo que me dijeron fue que eso no era asunto de mi incumbencia; pero ¡claro que lo era!, ¿cómo vas a trabajar en un proyecto si no sabes a qué y a quiénes sirves?», indica el antiguo colaborador de una de las plataformas.

«Si se tratara de una sociedad secreta, sería gravísimo que hubieran instrumentalizado a un obispo, pero si fueran un lobby, la cosa sería legal y, por tanto, diferente», apunta una fuente episcopal. «Me consta que monseñor Rouco les siguió la corriente hasta que se dio cuenta de que eso no era un juego y que esta gente trata de controlar amplias áreas de la sociedad y de la Iglesia», asegura un profesor universitario que sigue colaborando en una de las empresas del lobby fundamentalista católico.

La pregunta clave es quién los financia. ¿De dónde salen los miles y miles de camisetas y gorras, los alquileres de autobuses y de hoteles para sus actos y premios, los sueldos de los nuevos liberados y colaboradores, la compra de los equipos multimedia, las nuevas sedes? Hay quien supone que el dinero viene del otro lado del Atlántico: México o Arizona, quizá de las fundaciones norteamericanas Carnegie y Goldwater, pero Ignacio Arsuaga lo niega. «Sale de las pequeñas cuotas de nuestros asociados y de las aportaciones de donantes», responde. Según el presidente de HO, su asociación ingresó en 2008 unos 350.000 euros, y en 2009, 800.000, una cifra que en el presente ejercicio debería sobrepasarse ampliamente habida cuenta del «incremento exponencial» de asociados. Disponen, pues, de un amplio margen de maniobra presupuestario, ya que en HO hay únicamente seis puestos remunerados y solo uno a tiempo completo. «El dinero lo gastamos en las campañas. Ahora, por ejemplo, vamos a repartir, gratis, 100.000 ejemplares del libro Proyecto Zapatero, crónica de un asalto a la sociedad», anuncia Arsuaga.

«Hablar de El Yunque, o del Bien Común como se dicen ahora, puede parecer una broma, algo inocuo y pintoresco, pero tiene su riesgo, créame, porque ellos son poderosos. Lo he comprobado. Te pueden cortar las alas profesionalmente, y quizá algo más. Prométamelo: nadie debe saber que estoy hablando. No soy un héroe», pide una persona que trabaja en uno de esos medios supuestamente controlados por el Bien Común. Así que también el miedo guarda ese secreto a voces. Ya dijo Voltaire que «la religión mal entendida es una fiebre que puede terminar en delirio».

José Luis Barbería

02 Enero 2011

Rouco llama a la reconquista

Juan G. Bedoya

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Que HazteOir.org quiere un partido católico es un secreto a voces, expresado sin tapujos al propio Rouco. Pero la ACdP no está por la labor. Y ante la jerarquía, los propagandistas son la vanguardia a tener en cuenta, pese a que suman apenas 308 socios activos, 175 socios cooperadores y 111 aspirantes.

La consigna de los obispos es que urge una movilización general para reconquistar España. Es la consecuencia de la visión del cardenal Rouco de España como «país de misión». El debate es cómo hacerlo: a través de un partido político propio o mediante otras plataformas. Además, en el integrismo emerge la sospecha de que una sociedad secreta, amparada por la mexicana El Yunque, opera a la sombra de la Iglesia y en los aledaños del PP.

«Hoy, subsecretario; mañana, ministro», retaba a los suyos, con sorna, Fernando Martín-Sánchez Juliá, el segundo presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). Sucedió en el cargo al mítico cardenal Ángel Herrera Oria y los dos caminan hacia los altares por iniciativa del cardenal de Madrid, Antonio María Rouco. Es el agradecimiento de la jerarquía romana a dos líderes indiscutibles de la vanguardia del catolicismo español. Pero el reto del poder se ha ensombrecido. Lo que Rouco busca hoy son propagandistas inasequibles al desaliento, más que subsecretarios y ministros, que siempre los ha tenido la Iglesia en abundancia cuando ha gobernado la derecha o en dictadura, e incluso ahora con la izquierda socialista.

España, percibida antaño como la «reserva espiritual de Occidente», es hoy «una viña devastada por los jabalíes del laicismo», según Benedicto XVI. Es, incluso, un «país de misión», en palabras de Rouco. Tierra de reconquista en suma, y, sobre todo, «un mal ejemplo» para Europa. El diagnóstico lo sostiene el Vaticano entero, informado por el cardenal Antonio Cañizares, ex primado de Toledo y actual ministro del Papa para el Culto Divino. Por eso dijo Benedicto XVI en noviembre pasado, a punto de tomar tierra en el aeropuerto de Santiago de Compostela, que venía a un país maltratado por un «laicismo agresivo». La consigna de la jerarquía es que urge una movilización general. La ocasión, hoy mismo, es la multitudinaria jornada europea por la familia que desde hace tres años convoca Rouco en Madrid por Navidad. Se celebra este domingo en la plaza de Colón y cuenta con una intervención especial del Papa vía satélite.

La cuestión es cómo organizar la reconquista. ¿Procede crear un partido católico, como urgen algunos sectores con ganas de reabrir un debate que cerró el cardenal Vicente Enrique y Tarancón tras la muerte del dictador Francisco Franco? ¿Bastaría con practicar entrismo en los partidos actuales, como hasta ahora?

En casi todos los Gabinetes ministeriales ha habido en el último siglo cuatro o cinco ministros de la ACdP, fuese con Romanones, con el general Primo de Rivera, en la II República, con el caudillo Franco o conAdolfo Suárez y José María Aznar. Los nombres saltan a la vista: desde José María Gil Robles hasta Alberto Martín-Artajo y Joaquín Ruiz-Giménez; de Federico Silva Muñoz y Fernando Castiella a Marcelino Oreja o Alfonso Osorio. Este último fue un poderoso vicepresidente del Gobierno con Suárez y lideró el sector democristiano mejor colocado para la formación de un partido propio. Se llamó el Grupo Tácito y sus propuestas desde las páginas del diario Ya destacaron en la política del momento. Pero el cardenal Tarancón abortó la idea y los propagandistas aceptaron la orden. Tuvieron en cuenta una de las consignas de su primer presidente, el que llegaría a ser cardenal Herrera Oria: «La ACdP no es un partido político ella misma, sino madre de partidos políticos».

La experiencia, sin embargo, ha sido amarga. «Con Aznar tuvimos en el Gobierno muchos preclaros católicos, incluido el propio presidente. Pero se notó muy poco. Ni siquiera se derogó la ley del aborto», se lamenta Hazte Oír. Esta organización no espera nada mejor de un hipotético Gobierno presidido por Mariano Rajoy, también confeso católico. El propio Rouco alzó la voz con ese lamento cuando Aznar dejó clara la posición al principio de su mandato, en 1996. «Aparecer muy cercano a los obispos quita votos», confesó el presidente.

Que HazteOir.org quiere un partido católico es un secreto a voces, expresado sin tapujos al propio Rouco. Pero la ACdP no está por la labor. Y ante la jerarquía, los propagandistas son la vanguardia a tener en cuenta, pese a que suman apenas 308 socios activos, 175 socios cooperadores y 111 aspirantes. Esta es la tesis de su presidente desde hace cuatro años, el letrado del Consejo de Estado en excedencia Alfredo Dagnino: «Resulta imperiosamente necesaria la presencia de los católicos en la política, pero la prioridad de acción no es la de un partido. Hacen falta católicos en las plataformas civiles y también en los partidos actuales, pero católicos que vivan esta misión como una auténtica vocación y con compromiso moral».

Más contundente es José Francisco Serrano Oceja, decano de la Facultad de Humanidades San Pablo-CEU y director del Congreso Católicos y Vida Pública, una de las exhibiciones anuales de presencia mediática de la ACdP. Dice: «Pensar en un partido católico es una tentación de nostalgia. La inversión de futuro es que los propagandistas desarrollemos nuestra vocación de vida pública en los partidos. Pero la prioridad no es la política, sino lo prepolítico. Es decir, trabajar para crear grupos de acción y de pensamiento dedicados al análisis de las causas que han llevado a la desvertebración social. Hay que encontrar procedimientos para generar una nueva ciudadanía capaz tanto de resistencia como de innovación».

Pese a diferir sobre los mecanismos de actuación, propagandistas y dirigentes de Hazte Oír comparten la misma visión sobre los achaques del catolicismo en España. Se sienten marginados, incluso maltratados, y ven políticas activas anticlericales (incluso antirreligiosas) y leyes de Estado «radicalmente inmorales». Su pesimismo es tan profundo como el de las jerarquías, y ni siquiera rectifican ante el dato de que siete de cada 10 euros manejados por la Iglesia romana en España -la suma total supera los 6.000 millones- proceden de Hacienda o de subvenciones públicas. Tampoco liberan de culpa al Gobierno socialista pese a haber incrementado este un 34% la contribución del Estado para financiar a los obispos mediante la casilla del IRPF de cada donante católico.

Alfredo Dagnino llega a calificar la situación de «emergencia nacional». Esta es su queja: «El laicismo actual no es el viejo anticlericalismo decimonónico. No. Se trata más bien de una voluntad deliberada de prescindir de Dios en la visión que el hombre tiene de sí mismo y del origen y del término de su existencia. Hoy, el laicismo ideológico comporta un modo de pensar y de vivir en el que la referencia a Dios es considerada como una deficiencia en la madurez intelectual y en el pleno ejercicio de la libertad».

¿Cómo romper esa tendencia? Frente a los radicales que pretenden iniciar la reconquista desde el Valle de los Caídos, donde reposa el nacionalcatolicismo franquista, urgiendo la creación de un partido católico, los dirigentes de la ACdP reivindican la vigencia de las tesis de Herrera Oria: «Formar hombres para la vida pública y crear instituciones sociales influyentes y de largo recorrido». Pero reconocen que también en su interior existen voces pidiendo la creación de un partido propio.

«Nuestro problema es que hemos dilapidado la herencia que nos dejó don Ángel Herrera. Él se caracterizó por una valentía sin igual, que nacía de la confianza en Dios y de la seguridad de un catolicismo hispano que se había caracterizado por ser fecundo culturalmente. Sus santos más leídos fueron Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús y Juan de Ávila, e hizo del catolicismo español un catolicismo moderno. Si la ACdP quiere ser eficaz dentro de la Iglesia, debe contribuir a rehacer ese catolicismo moderno», afirma Serrano Oceja.

Abogado del Estado con apenas 22 años y vocación sacerdotal muy tardía, el santanderino Herrera Oria fue el católico más influyente del siglo pasado y tuvo clara la estrategia a seguir desde la presidencia de la ACdP. Había que buscar a los mejores y formarlos para dominar lo que llamó «las dos grandes fortalezas enemigas: la enseñanza y la prensa». Él mismo se puso a la tarea con gran eficacia. Con dinero de católicos vascos dueños ya de un gran periódico en Bilbao -La Gaceta del Norte,ya desaparecida-, se hizo con el diario EL DEBATE en Madrid, creó una cadena de medios en provincias, fundó la Editorial Católica y la Biblioteca de Autores Cristianos, puso en marcha la primera escuela de periodismo en España e impulsó organizaciones para atraer a obreros, a estudiantes y a todo tipo de élites. En suma, hizo para el sector católico lo que en el campo liberal había impulsado unos años antes el pedagogo Francisco Giner de los Ríos con la Institución Libre de Enseñanza (ILE).

La obra de Herrera Oria, cuya causa de beatificación acaba de remitir el cardenal Rouco a Roma con la esperanza de que Benedicto XVI la tramite con cariño, se resume ahora en la propiedad de 22 centros educativos de diversos niveles y con decenas de miles de alumnos. La Fundación Universitaria San Pablo-CEU es la cabeza visible de todo ese imperio. Pero la ACdP ha perdido presencia en la «fortaleza» de la prensa. Con la desaparición de la cadena de medios en provincias y el cierre delYa en Madrid y de la agencia de noticias Logos, el catolicismo oficial está recluido en lo que el obispo de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez, llama «el jardín de los domingos». Se refiere a las hojas parroquiales o boletines diocesanos que se reparten a los fieles en las misas. Esa pérdida es percibida como «un cataclismo muy grande», en palabras de Dagnino.

Pese a todo, los obispos cuentan con una cadena de radio, la COPE; con una televisión, POPULAR TV; con Radio María, y con dos docenas de revistas que editan las congregaciones religiosas, con mucho prestigio pero poca difusión. Así que «la asignatura pendiente de los propagandistas es la comunicación», advierte Serrano Oceja. «Así como hemos superado la asignatura de la educación, nos falta la de la comunicación como apuesta por la creación de un grupo no amateur, que tenga relevancia social y desde donde proponer un proyecto católico para la regeneración del tejido social. Esa apuesta no debe circunscribirse a la información religiosa, sino que debe salir del huerto del domingo y tener algo que decir todos los días de la semana», añade.
¿Cómo reconstruir esa presencia pública? «No es fácil hacer un medio de comunicación sostenible», admite Dagnino. Los propagandistas no renuncian a nada, pero mientras logran medios propios, se conforman con tener hombres en los medios ajenos. La ACdP los forma en sus tres facultades de Ciencias de la Información de Madrid, Valencia y Barcelona.

Juan González Bedoya

02 Enero 2011

José Luis Barbería, agente de Rubalcaba y Zapatero con licencia para calumniar

Ignacio Arsuaga

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Lo más relevante: el reportaje-basura de Barbería es una encomienda de La Moncloa (Zapatero-Rubalcaba) de hacer daño a uno de los pocos movimientos sociales que siguen activos y que más daño a hecho a las expectativas electorales del Gobierno socialista…

Como comentaba esta mañana en el blog, hoy domingo, el diario pro-gubernamental El País publica un extenso reportaje, lleno de falsedades y de manipulaciones, en el que relaciona a HazteOir.org con una supuesta entidad secreta mejicana que llama “el yunque”. El reportaje lo firma José Luis Barbería. Pero… ¿quién es José Luis Barbería?

José Luis Barbería Armendáriz – no hay ninguna foto suya en Internet – es corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco… Aunque es algo más que eso. Es un periodista del núcleo de confianza de La Moncloa, como demuestra esta entrevista que le hizo al presidente Zapatero en julio.

No a todos los redactores se les encarga la elaboración de una entrevista con el presidente del Gobierno. De hecho, es tradición que en los grandes diarios, ese momento periodístico está al alcance de los directores y redactores-jefes de Nacional.

¿Por qué un redactor de EL PAÍS en el País Vasco viene a Madrid a hacerle una entrevista claramente hagiográfica (como se puede apreciar, al leerla) al presidente Zapatero?

La clave, a mi juicio, hay que buscarla en que Barbería es uno de los periodistas, junto al señor Luis R. Aizpeolea, también vasco (el redactor acreditado por EL PAÍS para las ruedas de prensa de los Consejos de Ministros y, en general, para la cobertura de toda la actividad de La Moncloa), que dio toda la información/intoxicación sobre la negociación con ETA durante la anterior legislatura, suministrada obviamente por el propio Gobierno (Moncloa, Ministerio del Interior) en función de los intereses políticos de Zapatero.

Fruto de esa experiencia como redactor privilegiado por La Moncloa en la dosificación de la información sobre los contactos con ETA, es el libro del Sr. Barbería, “Cómo hemos llegado a esto“, publicado por Taurus, una editorial del Grupo PRISA. En ese libro, se cuenta la versión del PSOE sobre el 11-M y sobre la negociación con ETA.

Con anterioridad publicó, junto a Joaquín Prieto, El enigma del «Elefante». La conspiración del 23-F (El País Aguilar, 1991).

Más inquietante es la participación de Barbería en el equipo fundador del diario proetarra Egin, periódico que abandonó a los seis meses.

Mis tesis son las siguientes:

José Luis Barbería no es un simple free lance ni un simple corresponsal en el País Vasco: estamos ante un periodista de confianza de La Moncloa.

Se trata de un periodista alimentado de información por los Servicios de Seguridad e Inteligencia del Estado.

Resta por resolver el misterio de la participación de José Luis Barbería en la fundación del diario proetarra EGIN. ¿Simpatizó o simpatiza con la banda terrorista ETA? ¿Ha pertenecido o pertenece a los Servicios de Seguridad e Inteligencia del Estado y por eso se infiltró en los comienzos de EGIN?

Lo más relevante: el reportaje-basura de Barbería es una encomienda de La Moncloa (Zapatero-Rubalcaba) de hacer daño a uno de los pocos movimientos sociales que siguen activos y que más daño a hecho a las expectativas electorales del Gobierno socialista…
Conclusión final:

Si el Gobierno de Zapatero utiliza el diario de mayor difusión nacional para arremeter contra HO con un bulo, sin aportar ni una sola prueba, con el único objetivo de desarticular un movimiento social que le es incómodo… señal de que vamos por el buen camino.

03 Enero 2011

Carta de Ignacio Arsuaga al director de EL PAÍS

Ignacio Arsuaga

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HazteOir.org no tiene ninguna relación con el Yunque, ni con ninguna asociación secreta.

Le he enviado esta mañana, a la atención de Javier Moreno, Director de EL PAÍS:

Sr. Director:

Ayer domingo 2 de enero, EL PAÍS publicó dos extensos reportajes en los que se hacía referencia a la asociación que tengo el honor de presidir, HazteOir.org. Se trata de “Rouco llama a la reconquista”, firmado por Juan G. Bedoya y “Los secretos del Tea Party español”, firmado por José Luis Barbería.

Tras la lectura de ambos reportajes me dirijo a Vd. para pedirle que publique esta carta rectificando algunas de las informaciones erróneas o falsas contenidas en los citados textos.

En el reportaje “Rouco llama a la reconquista”, la información sobre HazteOir.org no se contrastó conmigo, ni con ningún otro miembro del Equipo de nuestra asociación. En realidad, contra lo que se afirma en el reportaje, sin citar ninguna fuente, HazteOir.org no quiere crear un “partido católico”. Así lo he aclarado en numerosas ocasiones, como se puede comprobar en Google, o en la entrevista que me hizo Alba en septiembre de 2009.

En el reportaje “Los secretos del Tea Party español” las informaciones erróneas o falsas son mucho más numerosas. Teniendo en cuenta que el autor del artículo, José Luis Barbería, me entrevistó por teléfono, me llama poderosamente la atención el escaso aprecio por la verdad que demuestra su redactor.

En definitiva, le comunico lo siguiente:

1. HazteOir.org no tiene ninguna relación con el Yunque, ni con ninguna asociación secreta.

2. HazteOir.org no depende ni recibe consignas de ninguna otra entidad, secreta o no. HazteOir.org es una asociación sin fines lucrativos debidamente inscrita en el Registro del Ministerio del Interior que depende única y exclusivamente de sus 4.200 socios.

3. El Foro de la Familia en ningún caso ha expulsado a los directivos de HazteOir.org de ninguno de sus órganos. HazteOir.org, como entidad, se dio de baja voluntariamente en el Foro de la Familia en octubre de 2009.
Atentamente,

Ignacio Arsuaga

03 Enero 2011

Carta de Jaime Urcelay al Director de EL PAÍS

Jaime Urcelay

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Los aludidos hechos son del todo falsos y su divulgación causa perjuicio a nuestra entidad, por cuanto Profesionales por la Ética es una asociación civil legalmente constituida e inscrita en el Registro de Asociaciones del Ministerio del Interior en el año 1992.

Muy señor mío:

Me pongo en contacto con Vd. para rogarle rectifique, de acuerdo con la Ley Orgánica 2/1984, de 26 de marzo, reguladora del Derecho de Rectificación, la información que más abajo se especifica, publicada el 2 de enero pasado en el periódico que Vd. dirige, concretamente en el artículo titulado «Los secretos del Tea Party español».

Los hechos que se desean rectificar son los siguientes:

En el segundo párrafo del citado artículo se afirma que la asociación Profesionales por la Ética es una filial de HazteOir.org y una iniciativa “de la sociedad secreta mexicana El Yunque” y en otro párrafo -en concreto el séptimo- que nuestra entidad forma parte de un “mosaico” que, según parece deducirse de la confusa información, también sería parte de El Yunque. Similar conclusión se obtiene de la ilustración que aparece en la segunda página del artículo.

Los aludidos hechos son del todo falsos y su divulgación causa perjuicio a nuestra entidad, por cuanto Profesionales por la Ética es una asociación civil legalmente constituida e inscrita en el Registro de Asociaciones del Ministerio del Interior en el año 1992. Además, nuestra entidad es independiente de todo tipo de asociaciones o instituciones de cualquier naturaleza.

Una información más completa sobre el estatuto y el origen y evolución de Profesionales por la Ética puede encontrarse en la siguiente dirección de internet:

http://www.profesionalesetica.org/quienessomos/

Confiando en el rigor y el buen hacer profesional de su periódico, quedo a su disposición para cualquier consulta o aclaración.

Atentamente,

Jaime Urcelay Alonso
Presidente de Profesionales por la Ética