9 diciembre 2012

El político asegura haber sido víctima de una trampa

El ‘tonto de la muralla’: El diputado del PP Santiago Cervera Soto forzado a dimitir tras ser detenido bajo la acusación de chantaje

Hechos

El 10.12.2012 D. Santiago Cervera dimitió como Diputado del Partido Popular en el Congreso.

Lecturas

El domingo 9 de diciembre de 2012 el diputado del PP D. Santiago Cervera Soto es detenido por la policía.

Un chantajista anónimo exiguía al presidente de Caja Navarra D. José Antonio Asiaín una cantidad de dinero a cambio de no desvelar supuestos secretos íntimos de este, dinero que debía dejar en un agujero situado en una muralla. El Sr. Asiain  informó de lo ocurrido a la polícía y esta le recomendó que pagara para que, en el momento en que el ‘chantajista’ fuera a recoger el dinero, poder detenerle. 

Ante la sorpresa de la policía, quien aparece para recoger el dinero es el diputado del PP, Sr. Cervera Soto, que asegura haber sido víctima de una trampa.

El 10 de diciembre D. Santiago Cervera Soto es forzado a renunciar a su acta de diputado y es expulsado del partido bajo la fórmula de ‘suspensión de militancia’. 

El Sr. Cervera contó su versión de lo sucedido en un artículo publicado en su blog:

 

10 Diciembre 2012

Sobre lo ocurrido ayer.

Santiago Cervera

Blog del político dimitido

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Hace unos días recibí un correo electrónico en el que se me indicaba que podía disponer de cierta documentación sobre asuntos relativos a Caja Navarra, recogiéndola de un determinado lugar de Pamplona. En ese mensaje se me indicaba que se trataba de documentación de relevancia judicial. Respondí al correo diciendo que no me parecía la manera de facilitarme ningún tipo de información, y que si el comunicante quería enviármela podía buscar otros medios para hacerlo. Mi respuesta fue devuelta por el servidor.

Ayer estuve en Pamplona por razones familiares. Tuve curiosidad por saber si la información se había depositado en el lugar que se me indicó, acudí al sitio y en efecto vi que en él había depositado un paquete aparentemente con documentación. Lo tomé, y a continuación aparecieron varios agentes de la Guardia Civil que procedieron a identificarme. Posteriormente fui trasladado ante el Juez de guardia, que escuchó mi versión de los sucedido y decretó un auto de libertad.

Cualquiera que conozca mi trayectoria política en Navarra sabrá que he sido muy crítico con lo sucedido en los últimos años en relación con Caja Navarra, y que este es un asunto que me ha interesado por su gran significancia. Antes del verano escribí un artículo en prensa en el que indicaba que algunas de las cosas sucedidas incluso merecerían la atención de la fiscalía. En fechas recientes, he hecho públicas determinadas críticas sobre asuntos ocurridos hace pocas semanas, en los cuales figuraban como protagonistas algunos de los dirigentes actuales y pasados de la Caja.

Sin duda he cometido una imprudencia, y las consecuencias las pude constatar inmediatamente. El tema tiene vertientes políticas y judiciales. Lamento mucho el perjuicio que estoy causando a mi partido. Como indiqué al Juez y a la Guardia Civil, haré todo lo necesario para aclarar el caso en toda su dimensión. En mi labor pública siempre he tenido un comportamiento íntegro, y creo firmemente que los políticos debemos representar los mejores valores en todas nuestras actuaciones.

Agradezco mucho las muestras de afecto que estoy recibiendo en el día de hoy, en unas circunstancias tan difíciles que nunca imaginé.

Santiago Cervera

10 Diciembre 2012

“En el lugar que le indico se encuentra un sobre oscuro con información”

Fernando Garea

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Contenido del e-mail que recibió Santiago Cervera citándole para entregarle documentación sobre la Caja de Navarra y la respuesta del diputado popular

“En el lugar que le indico se encuentra un sobre oscuro que contiene información absolutamente importante sobre el caso de Caja Navarra”. Así comienza el e-mail que el diputado del PP, Santiago Cervera, asegura que recibió el pasado 29 de noviembre y al que ha tenido acceso EL PAÍS. Cervera, detenido por su implicación en un chantaje relacionado con la entidad, considera que ha sido víctima de una trampa.

En el correo electrónico, un anónimo, que asegura haber trabajado en Caja Navarra, afirma haber conseguido documentos “que pueden hacer que actúe la justicia”. Las indicaciones que el supuesto extrabajador de la entidad da a Cervera son las siguientes: “Se toma el ascensor público que se encuentra frente a la entrada del Club Natación y se sube hasta el fortín de san Bartolomé. Al salir del ascensor se cruza por una pasarela de unos veinte metros. A la izquierda se ve el muro del fortín que mira hacia Txantrea. En ese mismo muro hay dos rendijas verticales prácticamente a ras de la hierba. La que está a la derecha es más profunda y frente a ella hay un foco de suelo. En esa rendija se encuentra el sobre”.

“Me pudo la curiosidad”, ha reconocido Cervera, que fue detenido por agentes de la Guardia Civil cuando apareció por el lugar indicado en el correo electrónico. En su respuesta al anónimo, también por e-mail, el diputado del PP indicaba que no solía “hacer caso a envíos anónimos” y subrayaba que el “sistema de recogida de la información es inaceptable”. Según Cervera, no se podía exponer a acudir a un determinado lugar con “compromiso de su seguridad” e instaba al informante a buscar alguna otra manera “discreta” de hacerle llegar esa información.

Su respuesta fue devuelta por el servidor. El anónimo ya advertía que “no volvería a mantener comunicación alguna con Cervera”. El servidor, www.torservers.net, es uno de los que suelen usar quienes no quieren ser rastreados en el envío de información confidencial o sensible. Es prácticamente ilocalizable el remitente de cualquier correo enviado desde aquí.

Cervera ha asegurado a este periódico que pedirá a un notario que levante acta de la situación de su cuenta de correo y pondrá a disposición de la Justicia los dos correos.

11 Diciembre 2012

Un rocambolesco 'thriller' de chantaje obliga a dimitir a Santiago Cervera

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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EL DIPUTADO del PP y miembro de la Mesa del Congreso Santiago Cervera renunció ayer a su escaño y pidió la baja en el partido, tras ser detenido cuando recogía un paquete en Pamplona. La Guardia Civil creyó que el parlamentario era el autor del correo anónimo recibido por el presidente de Caja Navarra en el que se le exigía que depositara 25.000 euros en un sobre en una grieta de la muralla de Pamplona, bajo la amenaza de destapar trapos sucios de su gestión. Asiáin presentó la denuncia, los agentes hicieron guardia en el lugar indicado por el presunto chantajista y se encontraron con Cervera. El asunto bien podría servir de argumento para un thriller. Cervera asegura que le tendieron una trampa y vincula lo sucedido con sus denuncias de irregularidades cometidas en Caja Navarra. Él también recibió un correo anónimo citándole en el mismo sitio de la muralla, con el señuelo de entregarle documentación comprometida sobre Asiáin. Tampoco cabría descartar que alguien hubiera jugado con los dos. Sea como fuere, tanto si ha incurrido en algún delito como si se ha dejado engañar de una forma tan simple, su dimisión era obligada.

11 Diciembre 2012

Nadie lo diría

Lucía Méndez

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Estupor, sorpresa y pasmo. Con estas palabras cabe resumir la reacción de todas las personas que conocen a Santiago Cervera por la peripecia surrealista que ha dado al traste con su carrera política. Puede que tuviera engañado a todo su partido, a la inmensa mayoría de los medios de comunicación -sin importar la tendencia- y también a sus vecinos de portal, pero nadie hubiera relacionado a Cervera con la corrupción antes del domingo por la tarde. No cabe descartar la sorpresa -teniendo en cuenta la jeta que le han echado algunos que ahora están en la cárcel- pero lo último que alguien hubiera imaginado es una película titulada Cervera, el chantajista. Más bien parecía un caballero. Hasta el domingo, nadie podía creer que necesitara 25.000 euros hasta el punto de extorsionar desde el anonimato a su íntimo enemigo, el presidente de Caja Navarra. Cervera nunca ha sido muy querido por la oficialidad de UPN, tuvo sus más y sus menos con el ex presidente Miguel Sanz y se quedó en el PP navarro cuando ambos partidos decretaron el cese oficial de su convivencia. Casi era el único y le nombraron presidente del partido, aunque él aspiraba a un escaño de diputado. Rajoy se lo concedió por Madrid en un puesto de privilegio: el número 6 de la lista.

Cervera es un hombre de mentalidad abierta, tirando a heterodoxo. Su presencia en las redes sociales y su disposición a atender a los medios de comunicación en cuestiones espinosas de las que sus compañeros suelen huir le habían hecho merecedor de la candidatura al Premio Diputado 2.0 de los periodistas parlamentarios. Sus relaciones con la oposición eran excelentes. Tenía un puesto en la Mesa de la Cámara. Todo esto se le ha ido por una rendija de la muralla de Pamplona en la que recogió un sobre mientras la Guardia Civil le esperaba con las esposas. La explicación que Cervera ha dado de su presencia allí es bastante simple, impropia de una novela negra mínimamente seria. Recibió un anónimo diciéndole que en la muralla le esperaba la prueba de cargo contra el presidente de Caja Navarra. Él respondió que no iría. Pero aprovechando una visita a su padre, gravemente enfermo, se dio una vuelta por Pamplona, le picó la curiosidad y se acercó al lugar indicado por Anonymous. Hay que ser un genio para inventarse una excusa tan naíf. ¿Por qué no acudió a la Guardia Civil con el correo anónimo? ¿Cómo alguien que estuvo amenazado por ETA no guarda las mínimas precauciones de seguridad?

Nadie en el PP ha puesto la mano en el fuego por él, a diferencia de otros casos notorios en los que María Dolores de Cospedal no se rasga las vestiduras ni abre expediente a imputados que siguen en sus escaños. En las Cortes valencianas, por ejemplo. Cervera puede haber sido víctima de su propia obsesión. El odio es una emoción más poderosa que ninguna otra. Pero la historia reciente nos enseña que quizá nadie tampoco deba poner la mano en el fuego por el presidente de Caja Navarra. El relato de Asiáin sí tiene hechuras de novela negra, con sus chantajes, extorsiones y la suprema habilidad de acudir a la Guardia Civil para certificar su versión.

11 Diciembre 2012

Alma de cántaro

Manuel Jabois

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LO MEJOR que ha podido hacer el diputado Santiago Cervera es dimitir y hacerlo además de mañana, sobre la una, cuando medio país se está levantando de la cama gracias a la reforma laboral. Bien es cierto que ya tuvo que dimitir al recibir el correo que dice que recibió, porque más que la carpeta de enviados nos define la de recibidos. Que cualquiera haya pensado que el diputado Cervera estaba por la labor de leer anónimos dice más del diputado Cervera que del anónimo. Los mails que se reciben sin dirección conocida hay que tirarlos sin más salvo los que ofrecen alargamiento de pene, que hay que verificar no vaya a ser el cuento; cualquiera que lea un correo como el recibido por el diputado Cervera lo primero que debe pensar es que algo habrá hecho para que se tomen con él esas licencias. «Alquile un globo y vaya usted a recoger un paquete…». «Mire, venga usted mejor aquí y agáchese». Yo entiendo la adrenalina que habrá supuesto seguir instrucciones precisas en las que sólo faltaba dar un saltito al llegar a la tercera baldosa y reemprender el paso en zigzag para llegar a una ranura y coger un paquete con documentos, al fin y al cabo se nos ofrece ser Marlowe pocas veces en la vida, aunque con suerte acabemos de Closeau. Advierto también la curiosidad que debió de tener el diputado Cervera por saber más de un caso que investiga con celo por ese mandato popular de las urnas que tan pocos colegas suyos llevan a cabo, ensimismados en el café. Está el país para pensar que en su rápida reacción (¡y en la admisión de preguntas!) lleva precisamente la inocencia. Es tradición que los presuntos se metan debajo del escaño, se agarren al palo de la bandera o les proteja su partido con uñas y dientes. Es por esta ecuación que el diputado Cervera se dirige tenebrosamente hacia su inocencia, condenado como una paloma entre lobos.

12 Diciembre 2012

De Cervera a Villanueva

Federico Jiménez Losantos

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LA MORTAL caída de Santiago Cervera a los pies de la muralla de Pamplona es uno de los episodios más rápidos de liquidación política que hemos visto en muchos años. Sólo Antoni Asunción fue tan veloz en dimitir cuando se le escapó Roldán, pero él se fue del Gobierno por su propio pie, no lo echaron del partido a patadas. En cambio, lo de Cervera ha sido una ejecución exprés. A las diez menos cinco de la mañana llegaba a los medios un teletipo de Efe contando lo poco que sabemos de la trampa de los 25.000 euros, acaso el precio más barato por kilo de diputado desde la Transición. A la una y media ya había renunciado al acta, al aforamiento y al carné. No es popular el oficio de verdugo, y menos en Navidad, pero se ha aplaudido a Cospedal por su celeridad con el garrote vil. Desde Pepe Isbert en El Verdugo no veíamos tanta pericia ultimando al prójimo. Lo que ahora debe explicar Cospedal es por qué puede correr los sanfermines y sigue paralizada en Madrid.

Ayer, casi a la misma hora en que sonaron los clarines del miedo para el ex diputado navarro, corrió también como la pólvora en la radio y en la red que Ana Botella iba a ser procesada por prevaricación y homicidio no intencionado en el caso Madrid Arena. La noticia no era muy cierta, porque había presentación de la querella pero no admisión por el juez. Sin embargo, la rauda Cospedal no debería demorarse en decirle a la alcaldesa de Madrid que depure de una vez las responsabilidades políticas en una tragedia inolvidable y que la turbia relación del gallardonismo con la mafia de la noche propicia que siga siendo materia de escándalo. Con de la mitad de lo que EL MUNDO ha revelado sobre la relación del vicealcalde Villanueva con el tal Flores había hecho Cospedal en Navarra un estofado de cesantes sabrosísimo. Y, paradojas de la vida, a la única que ha echado Botella, no sabemos por qué, es a Pilar Marcos, que al correr la lista ha heredado el escaño de Cervera. Pero la noticia falsa de la imputación de Botella por algún presunto delito en el Madrid Arena puede ser cierta cualquier día o cualquier juez; y no podrá decir que ha depurado responsabilidades, porque Villanueva sigue ahí. También Cospedal, majestuosamente quieta, como la Dama de Elche.

18 Junio 2015

La juez absuelve a Santiago Cervera de amenazar a un exdirectivo de banca

Fernando Garea - Javier Doria

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El exdiputado del PP dimitió tras ser sorprendido cogiendo un sobre en la muralla de Pamplona

El exdiputado del Partido Popular de Navarra Santiago Cervera ha sido absuelto en el caso de las amenazas al expresidente de Caja Navarra José Antonio Asiaín, quien el 4 de diciembre de 2012 recibió un correo electrónico en el que un comunicante anónimo le exigía 25.000 euros a cambio de no revelar documentos internos de la entidad crediticia que supuestamente le comprometían. El comunicante le ordenaba a Asiaín que dejara el dinero en un sobre en una rendija de la muralla de Pamplona. Días después de esa comunicación, que Asiaín denunció, el entonces diputado Cervera fue sorprendido recogiendo un sobre en ese lugar, que había sido puesto como señuelo por la Guardia Civil.

El 29 de noviembre anterior, Cervera había recibido un correo electrónico, también anónimo, en el que se le avisaba de que en una rendija de la misma muralla de Pamplona encontraría un sobre con documentación relevante sobre Caja Navarra. Las instrucciones para encontrar el lugar eran idénticas a las que recibió Asiaín en su correo amenazante para dejar el dinero.

Las investigaciones realizadas por la Guardia Civil no han conseguido concretar quién o quiénes son los autores de los ambos correos. La sentencia señala que “no ha quedado acreditado que Santiago Cervera enviara el correo que José Antonio Asiain denunció haber recibido el 4 de diciembre de 2012 ni el que recibió el 29 de noviembre de 2012”. Por lo que se le absuelve en virtud del principio in dubio pro reo [ante la duda, permanece la presunción de inocencia].

En el juicio, que se celebró entre el 1 y el 3 de junio pasados, el fiscal pedía la absolución de Cervera, que dimitió como diputado el mismo día en que fue detenido por el instituto armado mientras recogía el sobre señuelo en la muralla. Solo Asiain mantenía la acusación particular por amenazas.

La juez da la razón a la defensa de Cervera cuando argumenta que no hay pruebas de cargo suficientes para acreditar el delito de amenazas. El exdiputado ha negado tanto en el juicio como durante la fase de instrucción haber enviado el correo electrónico amenazante a Asiain, y ha mantenido siempre que ha sido objeto de una trampa. La acusación sostenía que el correo que Cervera recibió en noviembre de 2012 se lo pudo haber enviado a sí mismo o habérselo hecho enviar “para usarlo de coartada”.

La magistrada juzgadora afirma que “tras una abundante prueba no existe prueba directa que permita atribuir al acusado la autoría de los hechos”. La juez recuerda que los agentes de la Guardia Civil que examinaron los dispositivos electrónicos y ordenadores de Cervera no hallaron rastro alguno que permitiera atribuir al exparlamentario popular el envío del correo amenazante. El Ipad de Cervera había sido “restaurado de fábrica”, es decir, que “toda la información que pudiera contener ha sido borrada y no es posible recuperarla”, recuerda la juez.

En el juicio, los peritos del instituto armado concluyeron que “no pueden conocer quien utilizó la IP desde la que se envió el correo delictivo ya que se trata de una empresa radicada en Hong Kong”, que no está obligada por su legislación a proporcionar la información.

“Pese a que se han agotado todas las posibilidades de investigación sobre el origen de los correo (…) no se ha conseguido averiguar la autoría de los mismos, aspecto éste que en delitos como el presente cometido a través de un ordenador, es fundamental para poder realizar una acusación”, expuso el fiscal en su informe definitivo. “Tampoco se ha podido establecer una mínima relación del imputado señor Cervera con el origen de esos correos a través del examen del contenido de sus ordenadores, de sus teléfonos móviles”, sostuvo el ministerio público.

«NO PIENSO VOLVER A LA POLÍTICA»

El exdiputado del PP Santiago Cervera ha destacado a EL PAÍS que la sentencia del juzgado de lo Penal número 3 de Pamplona «es taxativa» en el hecho de que no hay pruebas alguna de su implicación en un supuesto chantaje.

«He vivido dos años y medio durísimos, en los que he sufrido una instrucción judicial que no ha dejado de investigar intensamente ningún elemento que directa o indirectamente estuviera relacionado con la causa, sin límite de tiempo ni medios empleados. Después de ello, la sentencia es taxativa en el hecho de que no hay pruebas alguna de mi implicación en un supuesto chantaje», afirma.

Sobre su futuro político asegura: «En su momento dimití como diputado pensando no sólo que era una obligación por la honorabilidad que tiene que representar cualquier cargo público, sino para que eso facilitara una acción más rápida de la justicia. No me arrepiento de ello, a pesar de que ésta haya tardado más de dos años y medio en certificar mi inocencia. Hoy tengo otros horizontes profesionales lejos de la política, a la que no pienso volver.»