2 marzo 1981

Tanto el periódico del Grupo16 como el periódico del Grupo PRISA consideran que el diario de DYRSA podría estar implicado en el intento de Golpe de Estado del 23-F

El director de DIARIO16, Pedro J. Ramírez, hace un llamamiento a lectores y anunciantes para que boicoteen al diario EL ALCÁZAR

Hechos

El 2.03.1981 DIARIO16 publicó un artículo firmado por su director, D. Pedro J. Ramírez sobre el diario EL ALCÁZAR, sus lectores y sus anunciantes.

02 Marzo 1981

Sobre el cierre de EL ALCÁZAR

Pedro J. Ramírez

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Pese a ver constantemente impresos en sus páginas tod tipo de insultos y calumnias contra mi persona, defendí hace algunas semanas el derecho de EL ALCÁZAR a difundir sus ideas integristas frente a la sugerencia de Felipe González de cerrarlo.

Mí error de apreciación consititó en considerar al órgano de la Confederación de Combatientes tan sólo como un periódico de opiniones extremistas. Ahora tengo la convicción moral de que ha desempeñado un decisivo papel como parte del engranaje y la infraestructura del golpe. A ello me lleva la concatenación de una serie de indicios que van desde las relaciones entre el colectivo Almednros y alguno de los militares arrestados – pienso en concreto en el coronel San Martín – hasta las claves camufladas en la portada del domingo 22, pasando por los comentarios que un par de horas antes de la entrada de Tejero en el Congreso podrían escucharse en el ascensor por el que se accede al periódico.

Al margen de que EL ALCÁZAR sea clausurado o no en función de los resultados de las investigaciones en marcha y de la pertinente decisión de un juez, me parece importanet que aquellos ciudadanos de buena fe que adquieren ese diario porque critica ácremente una situación en la que, por desgracia, no faltan elementos agrios, tengan en cuenta que continuar haciéndolo significa apoyar una salvaje bellaquería como la del lunes. Eso mismo han de plantearse sus anunciantes y creo que, por ejemplo, los clientes, impositores y accionistas del Banco Español de Crédito deben empezar a inquerir de los repsonsables de la entidad las razones por las que EL ALCÁZAR recibe suculentas tajadas, impropias de su difusión, a la hora de repartir entre lo medios los presupuestos publicitarios del banco. Idéntico interrogante – con el aditivo de que los afectados somos ya todos los ciudadanos – hemos de transmitir a la administración de la justicia, a la vista de que EL ALCÁZAR es el periódico habitualmente elegido para la inserción de los edictos públicos. Los profesionales de la información hemos de preguntar, completamente, a la junta directiva de esa Asociación de la Prensa [presidida por Luis María Anson] que se arroga la representaión las razones por las que EL ALCÁZAR pudo ufanarse de contar con su amparo tan pronto como el GObierno esbozó sus primeras reacciones precautorias en un momento de verdadera emergencia nacional.

04 Marzo 1981

Personajes

Juan Blanco

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La voz sionista y el gesto onanista del señor Múgica Herzog han comparecido en el coro gili contra EL ALCÁZAR, tirando la piedra y ocultando la mano como es habitual en este individuo cuyo historial de agitador e intoxicador en ambientes universitarios coinciden en el tiempo con aquel en que se prodjo el tiro en la cabeza al joven estudiante falangista Miguel Álvarez. Este submarinismo comunista en el PSOE, este especialista en el manejo de duchas de mano y con palabra fácil para el insulto, la calumnia, la injuria y la delación, se arrastra por covachuelas turbias a la consecuión de objetivos que rozan siempre con la milicia por su pretendido conocimiento del tema militar. El señor Múgica es el señor Herzog, lo cual explica muchas cosas de su actuación, presente y futura.

Otro de los medios en el coro de plañideras y seres equívocos es el señorito del sexto (por favor, no confundir con el mandamiento de igual número, no vaya a ofenderse el joven). El sexto es el número del piso de este mismo edificio donde, para desgracia del resto de los educados vecinos, se encuentra lo que en el mundo de la prensa se conoce por el ‘Grapo 16’ y el señorito del sexto no es otro que Pedro J. Ramírez, un monterilla del tres al cuarto conocido pisaverde, admirado lechuquino e incansable viajero hacia el excusado en la noche del 23 y la madrugada del 24, según es fama en este gigantesco edificio.

Pues bien, querido lector, este enemigo declarado de la gramática, de la profesión periodística (odia lo que desconoce) y de EL ALCÁZAR, moja la pluma en su propia sangre para ofender, horchata para enfrentar peligros, escupitajo, para la delación, y espuramajo para el embuste. Y así tenemos que este saltimbanqui tontiloco se lanza, cegado por el odio, contra el teniente coronel Tejero a quien califica canallescamente de ‘monigote oligofrénico disfrazado de teniente coronel de la Guardia Civil’ con lo cual insulta no sólo al Benemérito Instituto sino al Ejército de España, y contra EL ALCÁZAR. El señorito del sexto, con perdón, nos acusa poco más o menos que de directores del pronunciamiento, pide que, al ‘margen de que EL ALCÁZAR sea clausurado o no’ a nuestros lectores que dejen de comprar el periódico y a nuestros anunciantes que retiren la publicidad, por que si no lo hacen «significaría apoyar una salvaje bellaquería como la del lunes». Culmina al afirmar que la portada del domingo 22 de febrero tenía ‘claves camufladas’, lo cual, aparte otros considerados, muestra su ignorancia al colocar al barda sobre albarda, y al señalar algo incomprensible sobre ‘los comentarios que un par de horas antes de la entrada de Tejero en el Congreso podían escucharse en el ascensor por el que se accede al periódico». Tras la zapateta, el bufón del sexto, con perdón, golpea su vejiga y pide un gobierno de Frente Popular.

El último de los señoríos – los tres están hermanados – en el repelente niño de Vicente, el joven que todo lo aprendió en los libros comprados con el dinero ganado en Falange Española Tradicionalista y de las JONS, y en el Colegio del Pilar, pagado con los mismos fondos. El señorito de EL PAÍS es más listo y ha adquirido superior formación intelectual que el del sexto, con perdón, de ahí que actúe más cauteloso. El señorito Janli Cebrián no firma, no. Hace que sus editorialistas se especialicen en la mentira; y algunos de sus redactores se afine en la denuncia solapada, en el ‘se dice’, ‘se afirma’ o ‘según fuentes oficiosas’. El repelente niño de Vicente, no se compromete, no. Se conforma cn rumiar sus fracasos, sus dios y sus resentimientos.

Señoritos todos: «Sin novedad en EL ALCÁZAR’, según reza el último parte firmado por nuestro director, Antonio Izquierdo. Sepan que no nos vamos a rendir, así que les espera un futuro de sufrimientos, sin claves camufladas, claro.