16 septiembre 1985

Los informativos de TVE emiten una pieza para negar que ninguno de los fichajes tenga carné del PSOE

El director de Informativos de TVE, Enric Sopena, realiza una contratación masiva de nuevos fichajes en Torrespaña y es acusado de constituir una ‘redacción paralela de comisarios’

Hechos

El 16 de septiembre de 1985 el presidente de AP, Manuel Fraga denunció que los Informativos de TVE habían contratado a comisarios del PSOE para Torrespaña.

Lecturas

El director de Informativos de TVE, Enric Sopena, tenía dos enemigos claros. El enemigo externo que representaba la formación política Alianza Popular, de Manuel Fraga, y el enemigo interno dentro de la propia TVE, el sindicato APLI que lideraba Mauro Muñiz.

Mauro Muñiz hizo un serial de artículos en ABC contra Calviño, no ya usando el seudónimo Spectador, sino con su propio nombre y bajo el encabezamiento «Señor, presidente», que le valieron expedientes porque era un empleado de RTVE. En agosto, el sindicato APLI hizo un amplio informe sobre el elevado número de contrataciones realizadas por Calviño y Sopena. En la etapa de UCD las contrataciones, como las de Ana Rosa Quintana o Carmen Tomás, fueron recibidas con gran hostilidad por parte de los sindicatos de izquierda. En la etapa de Enrique Vázquez hubo contrataciones puntuales de figuras en informativos (como Pepe Navarro o Manuel Campo Vidal).

En 1985 Sopena y Calviño incrementaron la práctica y realizaron más de cincuenta contrataciones de periodistas. APLI criticó un sesgo ideológico progresista en ellos, afín al Gobierno y a Alfonso Guerra. De los contratados, hasta veintidós fueron a los telediarios. El resto, a programas de influencia en Informativos. El informe daba a entender que el felipismo consideraba que no controlaba lo suficiente los informativos de TVE por no tener un equipo humano suficientemente afín y era necesario, por tanto, formar una redacción paralela de comisarios políticos para que tomaran el control. APLI publicó la lista de nombres y sus sueldos. Fue reproducida por la revista Alianza, ilustrada con el retrato de Amalia Sánchez Sampedro. En la lista, junto con los nombres de figuras tan progresistas como María Antonia Iglesias o Manuel Saco Cid, también estaba Carlos Herrera Crusset (en aquel momento señalado por AP como «comisario socialista»).También estaban identificados en la lista Josefa Rodríguez Voces y Alejandro Caballero Mateos. Es irónico que fueran estigmatizados como parte de una redacción paralela progresista, y ser señalados por lo contrario en 2015.

El 16 de septiembre de 1985 el presidente de AP, Manuel Fraga, encabezó la campaña contra la redacción paralela de contratados socialistas al declarar que «muchos de los responsables de los Servicios Informativos, claramente tienen carné del PSOE» y que ejercían «como comisarios políticos». Amenazó con dar los nombres si no cesaban en sus manipulaciones. En declaraciones a El País publicadas al día siguiente, Fraga Iribarne ampliaba su acusación: «El señor Calviño ha hecho una purga masiva de profesionales en TVE. Tan masiva que no encontró otros profesionales, y hoy los Servicios Informativos más importantes están llevados por contratados, la mayor parte de los cuales tienen claramente el carné del PSOE y han sido enviados especialmente para ello».

Los veintidós contratados que fueron a Informativos en aquella presunta redacción paralela publicaron un comunicado conjunto contra el líder de la oposición: «Miente usted, señor Fraga, no es cierto ni que seamos comisarios políticos, ni que tengamos ninguno de nosotros un carné del PSOE». Aseguraron que sus informaciones eran veraces, honestas y objetivas. Entre los firmantes estaban Enric Sopena, María Antonia Iglesias, Elena Sánchez Caballero, Javier Gilsanz, Josefa Rodríguez Voces, José Antonio Martínez Soler, Francisco Lobatón, Ángeles Caso o Amalia Sánchez Sampedro. Aquellos periodistas tenían derecho a defender su honor, pero confrontando con el presidente de AP, estaban dificultando que pudieran ser catalogados como objetivos.

 Pieza emitida en TVE en la que los contratados acuden a la sede del PSOE para que conste ante notario que no están afiliados al PSOE. Entre ellos se personaron Martínez Soler, María Antonia Iglesias, Amalia Sánchez Sampedro, Javier Gilsanz o Paco Lobatón. 

La siguiente medida de defensa por parte de la presunta redacción paralela de comisarios socialistas fue algo más esperpéntica. El 19 de septiembre de 1985 los informativos de TVE emitieron una anómala pieza en la que estos veintidós periodistas se desplazaban a la sede central del PSOE de Madrid, en compañía de un notario, para que, y ante las cámaras, teclearan sus nombres en el ordenador de la sede. El registro del partido debía consignar que ninguno era militante del PSOE. El primero que hizo la comprobación fue Sopena. Tras él irían también Sánchez Sampedro, Iglesias y Martínez Soler. Los telespectadores comprobaron que, en el archivo del PSOE, no constaban como afiliados (en la prueba no participó Francisco Caparrós, que era militante socialista). Poco valor se puede dar a aquel gesto teatral. No tener carné solo acredita que no pagas cuota y la lealtad al PSOE mostrada por Sopena o Iglesias, posiblemente, superase a la de muchos afiliados al partido de la época.

Para los partidarios de Manuel Fraga, la demostración de que TVE estaba controlada por comisarios políticos se confirmaba en el trato que daban al presidente de AP. Un ejemplo de esto lo encontramos en un discurso electoral de Fraga en el que se jactó de que él acabaría con el terrorismo en unos meses si estuviera en el Gobierno. La réplica a la aseveración del líder de AP no la hizo el PSOE, sino RTVE desde sus telediarios el 19 de junio, con una pieza donde se recordó que Fraga había sido ministro del Interior (de Gobernación) y no acabó con el terrorismo, remarcando que en ese periodo se produjeron tragedias como las matanzas de Vitoria y Montejurra. La pieza la realizó el todoterreno Arturo Pérez-Reverte, de acuerdo a lo publicado por Pilar Urbano, y bajo la dirección de uno de los redactores jefe, José Luis Martínez. En última instancia, bajo la responsabilidad de Sopena y Calviño. La pieza anti Fraga provocó la dimisión de los cuatro miembros de Coalición Popular en el Consejo de Administración de RTVE y una recogida de firmas por parte de los aliancistas pidiendo la cabeza de Calviño. Aseguraron tener 490.000, lo cual no era más que otro gesto teatrero sin demasiada utilidad.

En ese contexto, Calviño inauguró unas instalaciones de RTVE y pronunció su célebre alegato: «¡Haré todo lo posible para que don Manuel Fraga no gobierne jamás en este país!». TVE asumió así de manera oficial que formaba parte del aparato del PSOE para derrotar a la derecha. No hubo ningún comunicado de trabajadores de TVE distanciándose de las palabras de su jefe. ¿Qué importancia podía tener la militancia o no en el partido al que ni ellos mismos parecían dudar que servían?