1 marzo 2007
El PP y sus medios afines acusan al Gobierno de haber 'cedido' ante los chantajes de ETA
El Gobierno Zapatero concede la libertad al asesino Iñaki de Juana Chaos después de que se pusiera en huelga de hambre
Hechos
El 1.03.2007 el ministerio de Interior decidió conceder la prisión atenuada a Iñaki de Juana Chaos, a pesar de haber sido condenado a 3 años un mes antes.
Lecturas
El ministro del Interior, D. Alfredo Pérez Rubalcaba, asumió la responsabilidad de la orden de conceder la ‘prisión atenuada’ a De Juana que permitía al asesino quedar en libertad.
–
La polémica judicial:
El juez titular del juzgado de Instrucción Nº1 de la Audiencia Nacional, D. Fernando Grande Marlaska imputó en enero de 2005 al asesino Iñaki de Juana Chaos (cuando estaba a punto de quedar en libertad) por amenazar a funcionarios de prisiones en dos artículos.
D. Santiago Pedraz sucedió al juez Grande Marlaska como titular del juzgado de Instrucción Nº1. Inicialmente optó por no procesar a De Juana por faltar de pruebas, peor finalmente lo hizo tras petición expresa de la sala.
El fiscal D. Jesús Alonso, solicitó 96 años de prisión para Iñaki de Juana, pero horas antes del inicio del juicio fue sustituído.
El fiscal D. Fernando Burgos rebajó la petición de prisión por 4 años de cárcel. Finalmente sería condenado a 3.
–
01 Marzo 2007
La jauría afila sus dientes
La jauría afila sus dientes porque ha olido la presa. Pero ésta no es el sanguinario etarra De Juana Chaos sino el presidente del Gobierno, porque hace tiempo que para los dirigentes del PP el objetivo a batir no es la organización terrorista sino las instituciones del Estado, por encima de las cuales quieren saltar para buscar un atajo por donde llegar a La Moncloa.
La ecuación es muy sencilla: el Gobierno entiende que se lucha mejor contra el terrorismo evitando la muerte del preso etarra que asistiendo a su constitución como héroe para el submundo que está deseando imprimir su efigie en camisetas y póster. Se trata de impedir la muerte de un preso para que no se constituya en fetiche.
Se puede estar de acuerdo o discrepar de la decisión adoptada por el Ministerio de Interior, pero no se puede dudar de su legitimidad para tomar esta medida. Se pude discutir su conveniencia, pero no es de recibo agarrar esta decisión como un ariete contra el Gobierno, estableciendo juicios de intención de que el Gobierno quiere favorecer al terrorista y beneficiar a ETA.
En los próximos días asistiremos a una escalada en la confrontación del PP y sus aliados mediáticos contra esta decisión del Gobierno, pero solo será un peldaño más en la utilización del terrorismo como arma política. El margen para ejercer la crítica legítima a las decisiones del Gobierno se achica con cada nueva brutalidad en la forma de ejercer el terrorismo. La posición del PP se constituye objetivamente en una llamada para cerrar filas con el Gobierno y el efecto boomerang de las iniciativas del partido que lidera Mariano Rajoy, es el fortalecimiento de quienes entendemos que el Gobierno se merece el derecho a equivocarse porque el enemigo no puede ser otro que la organización terrorista.
La peor consecuencia de las iniciativas del Partido Popular es el secuestro de la crítica inherente a la acción política. Tenemos que impedir que el juego de la confrontación termine por motivar la desafección de los ciudadanos de la participación en la democracia. Se trata ahora de no permitir que la irresponsabilidad del PP en debilitar al Gobierno termine por fortalecer al terrorismo. Lo terrible de lo que va a pasar es que el PP y ETA van a coincidir en denunciar que el sanguinario terrorista ha doblegado al Gobierno. Aunque solo fuera comprobar en el espejo que ambos, PP y ETA, tienen el mismo discurso, debiera ser motivo suficiente para motivar a los dirigentes populares a revisar su propia posición.
02 Marzo 2007
El mal menor
Es más fácil criticar lo que deciden otros que decidir cuando lo que se decide supone optar entre dos males. El ministro Rubalcaba asumió ayer la responsabilidad de conceder al recluso De Juana Chaos, en huelga de hambre desde noviembre, un régimen penitenciario equivalente al de prisión atenuada que le permitirá cumplir en su domicilio la parte de la condena de tres años por un delito de amenazas que tiene pendiente.
Se trata de una decisión muy impopular. Lo son todas las decisiones favorables a los etarras condenados por asesinato; mucho más las relativas a este preso, responsable de 25 muertes y autor de comentarios repugnantes sobre el placer que le producían determinados crímenes de ETA. Al decidir lo que ha decidido, Rubalcaba asume esa carga de impopularidad, reforzada por movilizaciones como la de la semana pasada de la AVT. El ministro explicó ayer sus razones. Lo hizo de manera algo sesgada, pero con argumentos de peso; y con el valor moral necesario para ir contracorriente en una cuestión cargada de emotividad a flor de piel.
Dijo el ministro haber tomado la decisión por razones legales y humanitarias. La ley no obliga a atenuar la prisión de De Juana, por lo que sería más exacto decir que la decisión entra dentro de lo que la ley permite, y aun esto con una interpretación favorable. Es esa interpretación la que encuentra su justificación en razones humanitarias. Es cierto que la situación de peligro de muerte en que se pone un recluso en huelga de hambre no puede equipararse a la del preso con una enfermedad terminal al que se concede el régimen abierto por presumírsele «escasa peligrosidad». Pero el riesgo para la vida de De Juana es real, según los médicos, y ello aconsejaba, según el ministro, aplicar el artículo del reglamento penitenciario que permite una flexibilización, en ciertas circunstancias, de la estricta clasificación en grados, combinando medidas de cada uno de los tres previstos en esa norma.
El dilema planteado, la elección entre dos males, no deriva de la flexibilidad en la aplicación de las normas, sino del hecho de que la decisión aparezca como respuesta al pulso planteado con la huelga de hambre. Según Acebes, el Gobierno ha cedido a ese chantaje, humillando a las víctimas de De Juana. Son palabras mayores. Muy posiblemente la medida no se habría adoptado sin el chantaje de muerte voluntaria. No hay por qué disimular esa realidad. Sin embargo, cualquiera que hubiera sido la solución habría tenido consecuencias indeseables, y tal vez los mismos que critican la adoptada habrían criticado también una que pasase por la muerte del preso en la cárcel, con efectos fáciles de imaginar.
El Estado, responsable de la vida de los presos bajo su custodia, estaba obligado a evitar la muerte, si había la posibilidad de hacerlo en los márgenes de la ley. Así lo recordaba ayer, en un auto muy medido de respaldo a la medida, el juez central de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional. Por otra parte, lo que se ha decidido no afecta al cumplimiento íntegro de la condena, que se mantiene, sino a las condiciones de cumplimiento de lo que resta de ella: 18 meses. Y la decisión no tiene nada que ver con la condena por los 25 asesinatos, que De Juana ya cumplió tras 18 años en prisión. Se trata del último preso de ETA que ha podido beneficiarse del antiguo sistema de redención por el trabajo, ya suprimido.
02 Marzo 2007
La humillación del Estado
02 Marzo 2007
De Juana, Héroe, Mártir y Asesino suelto
La historia general de la infamia relatará que el día 1 de marzo de 2007 una ambulancia que conducía camino de un hospital a un terrorista convicto y contumaz, Ignacio de Juana Chaos, liberado por el día de la infamia relatará que el día 1 de marzo de 2007 una ambulancia que conducía camino de un hospital a un terrorista convicto y contumaz, Ignacio de Juana Chaos, liberado por el gobierno español con toda clase de subterfugios torticeros tras dos medidas huelgas de hambre a cámara lenta, fue recibido como un héroe por sus fanáticos partidarios, que apostados en la carretera hacían flamear banderas y enseñas de celebración para recibirle como si de un vencedor del Tour de Francia se tratara, en vez de un sujeto que ha pasado en la cárcel menos de nueve meses -la gestación al revés: una ironía siniestra- por cada uno de los veinticinco asesinatos perpetrados, que acaso repetiría de no impedirlo la desaparición física de sus víctimas.
11 Marzo 2007
Ahora, Rajoy
José Ignacio de Juana Chaos (Iñaki para Zapatero, Rubalcaba y sus medios) disfruta de las atenciones dispensadas «con todo cariño» por un equipo médico al mando de José Artetxe, manifestante habitual a favor de la excarcelación de etarras. Dispone de dos habitaciones con vistas a la capital donostiarra bloqueadas para él y sus visitantes de la «izquierda abertzale», un amplio cuarto de baño y, según la versión gubernamental, un estupendo sofá y una televisión. Una semana de victoria terrorista ha bastado para que el líder del Partido Popular catalizara la tristeza y la desolación de todas las personas que sienten como propio el dolor y el desgarro de las víctimas. Y con ellas, la esperanza en el futuro.
Mariano Rajoy Brey ha dado en el clavo. Una marea humana ha inundado el centro de Madrid el 10 de marzo, en una jornada serena, emocionada, con la sensibilidad a flor de piel de más de dos millones de españoles conscientes de que debían ofrecer una respuesta cívica ante un desafío histórico. Con la victoria del criminal en serie, José Luis Rodríguez Zapatero ha cavado su tumba política. Y además no puede, no debe ser de otra manera.
Vanos resultan los múltiples y feroces ataques al Partido Popular. Ni siquiera el diario polanquista pudo tragar con los burdos y mezquinos argumentos esgrimidos por el presidente ante el Senado para distorsionar la realidad de la primera cesión ante la banda terrorista ETA. No cuela el sucio ventilador puesto en marcha por La Moncloa y Ferraz por potentes que sean sus aspas.
El gallego ha sabido capitanear y situarse al frente de un sentimiento gigantesco que excede el color político de las papeletas ante las urnas. Una auténtica oleada histórica de resistencia y dignidad española. Un sentimiento que crece cada día por encima de partidos y que engrandece a los españoles, personas de todas las edades, ideologías y sexos, unidas ante la colosal cesión infringida por un débil y traidor Gobierno para garantizarse su continuidad en el poder. Porque ésta es sólo la primera claudicación ante el chantaje terrorista; las demás ya están en marcha.
Quedan poco más de dos meses para que las urnas hablen en cada municipio y en casi todas las comunidades autónomas. El ensayo general de unas legislativas en las que Zapatero cuenta con el apoyo de ETA, con la que jugará su baza electoral. Pero la elección de su socio, de su compañero de viaje, le ha erigido ya su cenotafio impreso en letras manchadas con sangre en la historia de la nación española. Es la hora de Rajoy, de la sensatez, de la honradez política, del interés general, en definitiva, la hora de las víctimas, de la dignidad y de la justicia; la hora de España.
02 Marzo 2007
El Gobierno paga por primera vez un precio político a ETA
El chantaje al que ha sido sometido este Gobierno por De Juana Chaos quedó escenificado ayer cuando el etarra anunció el final de su huelga de hambre nada más llegar a San Sebastián.
Desde el primer día, el etarra tenía un propósito ganar un pulso al Estado y lograr la excarcelación mediante la coacción. Ello pone en evidencia la inconsistencia de las explicaciones dadas por el ministro Pérez Rubalcaba, que justificó la decisión de prisión atenuada en su domicilio por razones humanas.
Las razones humanitarias que esgrimió Rubalcaba son una cortina de humo para ocultar que se trata de una decisión política del Gobierno y, muy particularmente de su presidente, por mucho que el ministro se atribuyera ayer la responsabilidad de la excarcelación. Estamos, pues, ante una de las decisiones más importantes de Zapatero en esta legislatura, sólo comprable por su trascendencia negativa, al impulso del catastrófico estatuto de Catalunya.
Varios dirigentes socialistas han recurrido estos días al argumento de que Aznar acercó a decenas de presos de ETA. Es cierto, pero lo hizo libremente. En cambio, no accedió cuando se lo exigió la banda tras secuestrar a Miguel Ángel Blanco. Esa es la gran diferencia con lo que ha ocurrido ahora: que Zapatero si se ha plegado al chantaje a pesar de que no estaba en juego la vida de una tercera persona.
Al margen de la afrenta a las víctimas la decisión de Zapatero pone en evidencia la dramática debilidad de un Gobierno que no ha sabido resistir el pulso de un preso de ETA. No faltará quien vea hoy esta concesión como parte de una estrategia para reanudar el diálogo con la banda terrorista, que no ha hecho ni el más mínimo gesto tras el coche bomba de Barajas.
Zapatero quedará marcado por su incapacidad para resistir este chantaje y sufrirá probablemente un alto coste electoral por esta decisión en que el Gobierno se ha plegado por primera vez de forma evidente a pagar a ETA un precio político para no tener que afrontar la incomodidad de una escalada de kale borroka en vísperas de las municipales y no ver esfumarse para siempre su mitificado proceso de paz.
02 Marzo 2007
ETA gana su pulso al estado
El chantaje funciona y la violencia terrorista es eficaz: esta es la lección última que ha sacado ETA a propósito del caso De Juana Chaos. Hace cuatro meses, el autor de 25 asesinatos retó al Estado de Derecho con una huelga de hambre para alcanzar su excarcelación. Lo ha conseguido. La banda terrorista exigió en enero, en su comunicado sobre el atentado mortal de Barajas, que se pusiera en libertad a De Juana como condición básica para seguir negociando. Lo ha conseguido. Ayer mismo el diario GARA publicaba un ultimátum editorial reclamando la libertad del terrorista. Lo ha conseguido. Y una vez que todos ellos han alcanzado el objetivo común el preso ha decidido abandonar la huegla de hambre. La conclusión sale por sí misma y es lógico que el conglomerado etarra celebrara ayer el regreso del terrorista como una gran victoria y le rindiera homenaje como a un héroe en varias localidades del País Vasco.
Las explicaciones ofrecidas por el ministro de Interior no son fiables. Su afán por presentar una decisión personal como si el presidente del Gobierno fuera ajeno a tan grave asunto, merma credibilidad al resto de su discurso y trata de ocultar su naturaleza política. Es comprensible que trate de proteger a Rodríguez Zapatero del coste político, pero su esfuerzo es baldío. De Juana seguiría hoy en prisión, con o si nhuelga de hambre si no estuviera en marcha un proceso de negociación con ETA que puso en marcha el presidente del Gobierno.
Sin pedir perdón. El balance de este nefasto episodio para el Estado de Derecho y para la convivencia democrática se resume en unos pocos hechos irrebatibles: De Juana ha sido excarcelado por el Gobierno de Zapatero sin que haya pedido perdón por sus 25 asesinatos, sin que haya expresado la más leve muestra de arrepentimiento, sin que haya condenado el terrorismo como método político y sin haber abominado de sus brindis cada vez que ETA asesinaba. Éste es el mensaje que en estos momentos están celebrando los casi seiscientos presos de ETA mientras aguardan en las cárceles el momento de seguir los pasos de De Juana. Éste es también el mensaje que ha llegado nítidamente a los jóvenes que se foguean con la kale borroka para operaciones futuras de mayor cuantía. Si hasta ahora les sobraba fanatismo, desde ayer tienen un héroe al que imitar.
02 Marzo 2007
La menos mala
EL ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, tomó ayer, sin duda, la decisión más difícil de su larga trayectoria política. Planteadas las cosas al límite por el preso de ETA De Juana Chaos, con evidente riesgo para su vida tras 115 días de huelga de hambre, y cumpliendo condena de tres años por sendos artículos publicados en Gara, de los que ya ha cumplido más de la mitad de la pena ¿debía dejarlo morir o concederle la prisión atenuada? Aunque su decisión afecta en puridad a esta única pena, la realidad es mucho más compleja y ha presidido buena parte del debate en la opinión pública española: sobre De Juana Chaos recae una sentencia ya cumplida por 25 asesinatos y de los que acabó cumpliendo tan sólo 18 años de prisión en virtud del ya modificado Código Penal. Analizadas todas las posibles variables del caso, cabe concluir que el ministro ha tomado la menos mala de las decisiones. Nadie adopta una resolución como la del ministro del Interior con una íntima satisfacción interior, sino ponderando muchas otras cosas. Confundir esto con una cesión al chantaje de una banda terrorista es un error. La grandeza del Estado de derecho es que los gobernantes no se comportan como los asesinos y se concede un enorme valor a la vida humana. Incluso la de los asesinos en todas y cada una de las circunstancias. Rubalcaba ha decidido y no se ha equivocado.
02 Marzo 2007
Y después se fumó un puro
Henchido de ardor guerrero y sacando pecho de patriota solemne, Mariano Rajoy declaró ayer en un hotel de Vitoria: “No acepto esta situación, no quiero que los españoles se sientan derrotados, no quiero que cunda el desánimo, no nos vamos a conformar. Hago mío el propósito de recuperar la dignidad de los españoles, esta historia no termina aquí.
El líder del PP cargó naturalmente contra el presidente Rodríguez Zapatero al que acusó de “debilidad” ya que “ETA ha logrado doblegar al Gobierno”. ¿También ha doblegado ETA al juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis de Castro? El auto de este juez sobre el asunto De Juana Chaos puntualiza: “Dicho modelo de ejecución, propuesto por la Junta de Tratamiento del centro penitenciario en el caso del interno referido, no constituye ningún beneficio penitenciario (…)”.
Añade el juez: “Se encuentra clasificado en segundo grado por estrictas razones sanitarias derivadas del estado de salud en el que se encuentra, producido por una actitud de huelga de hambre, que, según los informes médicos, podrían provocar lesiones orgánicas irreversibles o incluso producirle la muerte súbita”.
Tras aclarar que “el segundo grado (…) no puede conducir en el momento actual a la concesión de la libertad condicional”, De Castro sostiene: “No debe obviarse que el Estado de Derecho no puede renunciar a la aplicación de disposiciones legales que encuentren su fundamento en los principios de humanidad (…). Ello supone la auténtica grandeza del Estado de Derecho”.
Rajoy, hace unas semanas y tras el mantenimiento de la pena de doce años a De Juana por haber escrito unas amenazas -bastante dudosas por otra parte- en el diario Gara, confesó que esa decisión judicial (más tarde corregida por el Tribunal Supremo) le había proporcionado una de “las mayores alegrías” de su “vida”.
Pero ayer el veredicto de otro juez le sustrajo la alegría de modo que, dejando de lado el criterio judicial, confundió de repente a De Castro con Zapatero. Cuando la decisión de los jueces beneficia a Rajoy, gran júbilo; quizá ganemos las elecciones. Cuando le perjudica, la culpa es de Zapatero. “La auténtica grandeza del Estado de Derecho” le parece a Rajoy una futilidad. Dijo: “Esta historia no termina aquí”. Y después se fumó un puro.