21 diciembre 1995

El ex jefe de Prensa del Ministerio de Interior durante el Gobierno de Felipe González vuelve al periodismo por la puerta grande con el Grupo Zeta

El Grupo Zeta reemplaza a José Cavero por Agustín Valladolid en la dirección del diario INTERVIÚ

Hechos

21.12.1995 D. Agustín Valladolid fue nombrado nuevo director de la revista INTERVIÚ reemplazado por D. José Cavero.

Lecturas

jose_cavero  El 21 de diciembre de 1995 Agustín Valladolid Jiménez es nombrado nuevo Director de Interviú en sustitución de José Cavero Jañez por decisión de los directivos del Grupo Zeta que tiene a Antonio Asensio Pizarro como presidente y José Luis Erviti Jimeno como vicepresidente. Asensio Pizarro justifica a Cavero Jañez su cese en los favores que Valladolid Jiménez hizo al grupo cuando trabajaba para el Gobierno.

El imperio del zorro

Santiago Miró

Leer

En junio de 1993, José Luis Erviti ofrece a José Cavero la dirección de INTERVIÚ porque quiere que haga una revista socialdemócrata. Entra, tres meses más tarde en Zeta con la idea burocrática de hacer una especie de periódico.

En su discurso de presentación en octubre de 1993 así lo manifiesta. “Hay que cumplir tantas horas, un poco más que el resto de los redactores de cualquiera de las revistas publicadas y hacer tantos reportajes a la semana”.

Si el cambio promovido en diciembre de 1990 por Paco Mora había sido brutal y traumático, el impulsado por José Cavero, en septiembre del 93 llega a ser si cabe, mortal. Paco Mora había sido para algunos más respetuoso que José Cavero quien, bajo una apariencia de jefe educado y sin dar la cara ni levantar nuncal a voz, se convierte en el verdugo real de la mitad de la readcción, el cada vez más conocido carnicero con guantes de seda, corbata y traje nuevo.

Amigo de José Cavero, Agustín Valladolid había sido invitado por aquel a formar parte de su corte como subdirector. Valladolid le puso reparo por que ganaba mucho más en su puesto ministerial. “Siete millones al año, pero luego le daban ocho millones aparte”. Agustín no parecía estar preocupado por la procedencia de estos millones de los fondos reservados.

En marzo o abril del 94 sale el tema en el diario EL MUNDO, Cavero comenta ante varios testigos que ya lo sabía porque se lo había contado Agustín en persona. “Anda, pues ya lo podrías haber publicado tú”, le comenta un redactor.

En ese momento sus dos revistas más conocidas sufrían un importante declive que empujaba a sus editores a un cambio dramático: 24 despidos de un total de 56 trabajadores.

Cavero reúne a la redacción el 7 de junio y da consejos a sus obreritos. Se recuerda su intervención como uno de los ejemplos más nefastos de un director que elige a sus empleados, según sus gustos personales y exhorta al resto a que coja sus bártulos y se largue con el rabo entre las piernas sin decir ni pío. Así, hacía el trabajo sucio de la empresa, pensando que conseguiría méritos para que le recompensaran con otros cargos más importantes.

Totalmente desprestigiado en la profesión, Cavero, que ya no habla con nadie, ni se pone la corbata, ni el traje, se encierra en su despacho. Desde su enfrentamiento con la redacción es un cadáver ambulante – Cadavero, le llaman-  que se conforma con todo. Con tal de cobrar al final de mes. Habla con Carlos E. Rodríguez, quien le ofrece la dirección de la agencia de noticias, al ser Cavero colaborador de Radio INTERECONOMÍA. Pero, el director general, Dalmau Codina, se entera y le corta directamente las alas.

Seis meses más tarde INTERVIÚ llega a un tope mínimo de ventas, oscilando sobre los cienmil ejemplares, cede al fin su puesto a Agustín Valladolid, el hombre fuerte del Ministerio de Interior con Barrionuevo y Corcuera, al que Cavero había recurrido para que fuera su director.

Más que directores válidos para salvar INTERVIÚ, Paco Mora, Pepe Cavero y Agustín Valladolid son los periodistas apropiados para firmar su discreta defunción. Pase lo que pase, ellos siempre flotarán, trabajando burocráticamente al servicio del que paga, hasta que Asensio se cansa de ellos y prescinde de sus servicios.

Cuando Paco Mora, deja la revista sigue cobrando durante varios meses, hasta que Zeta y ANTENA 3 TV prescidnen simplemente de él como habían prescindido de Basilio Rogado, de Ignacio FOntes y, en cierta forma, de Pepe Cavero tras una entrevista fallida realizada con Aznar. El magnetófono de Cavero se negó a funcionar correctamente con lo que, a partir de ese momento, dejó de colaborar en INTERVIÚ, aunque no en la emisora madrileña INTERECONOMÍA.