El mexicano Roberto Alcántara compra el 9,3% del Grupo PRISA y se convierte en el mayor accionista individual

A pesar de las críticas que no paraba de recibir D. Juan Luis Cebrián por hundir PRISA, lo cierto es que el grupo sobrevivía. EL PAÍS y la SER seguían siendo negocios rentables y su viabilidad se había puesto en duda básicamente por la deuda acumulada por la OPA Sogecable y el resto de ruinosos negocios audiovisuales del grupo.  El Gobierno Rajoy había ayudado a contener a los acreedores, en un estilo similar a lo que hizo el Gobierno Felipe González con las deudas de ABC en 1983, ahora tocaba encontrar inversores para paliar la deuda.

No obstante aún con aquellas inversiones, la realidad es que PRISA no tenía un dueño claro y rotundo como lo había sido la familia Polanco hasta 2009. Desde entonces habían aterrizado D. Nicolás Bergrruen (cuyo grupo controlaba el 30%), D. Carlos Slim y ahora, D. Roberto Alcántara, unido al hecho de que varios de los acreedores de PRISA habían pasado a ser accionistas como los bancos o Telefónica. Pero la pregunta es cuanto duraría PRISA con un capital mixto y cuánto habría que esperar para que el grupo regido por el Sr. Cebrián volviera a tener un dueño claro como durante la era polanquista.

J. F. Lamata