7 enero 2009

Considera que la ministra actuó frívolamente y que sólo buscaba llamar la atención

EL MUNDO de Pedro J. Ramírez Codina acusa a la ministra Carmen Chacón Piqueras de utilizar la Pascua Militar como «su pasarela personal»

Hechos

El 7.01.2009 el diario EL MUNDO publicó el editorial «Entre el protocolo informal y la guerra humanitaria».

Lecturas

El 7 de enero de 2009 se celebró la Pascua Militar. La ministra de Defensa, Dña. Carmen Chacón Piqueras, acudió al acto con un traje masculino, chaqué y corbata. El periódico El Mundo que dirige D. Pedro J. Ramírez Codina sacó esa imagen en su portada con el titular ‘La ministra en su pasarela’ y en su editorial acusó a la Sra. Chacón Piqueras de haber acudido a ese acto sólo buscando “llamar la atención, provocar y diferenciarse”.

Desde TVE, la televisión pública, en el programa ’59 Segundos’ de Dña. Ana Pastor García, sus comentaristas deploraron la actitud de El Mundo. Dña. Esther López Palomera (La Razón) se declaró indignada y consideró la polémica ‘machista’. El director del diario ABC, D. Ángel Expósito Mora pasó al ataque personal al preguntarse en antena: “¿Qué hubiera pasado si en vez de ir como ha ido hubiera ido con un traje de Ágata Ruiz de la Prada largo y hasta los pies con una bandejita en vez de flores hubiera tenido unos misilitos? Entonces a lo mejor como era largo no hubiera habido editorial correspondiente”.

Era una referencia al hecho de que la diseñadora de vestuario Dña. Ágata Ruiz de la Prada Sentmenat era la pareja estable de D. Pedro J. Ramírez Codina.

ÁNGEL EXPÓSITO MORA (ABC): «¿HUBIERA DICHO LO MISMO SI EL TRAJE HUBIERA SIDO DE ÁGATA RUIZ DE LA PRADA?»

AngelExposito_59seg En el programa ’59 Segundos’ de TVE que conduce Dña. Ana Pastor, tanto ella como varios de sus tertulianos como Dña. Esther Palomera criticaron la decisión de EL MUNDO de publicar un editorial contra la Sra. Chacón sobre ese tema. Aunque el que lanzó el dardo más duro fue el director de ABC, D. Ángel Expósito: «¿Si Chacón hubiera llevado un traje de Ágata Ruiz de la Prada, entonces no hubiera habido editorial?» dijo el Sr. Expósito en referencia a la condición de diseñadora de originales y vistosos trajes de la pareja del Sr. Ramírez.

07 Enero 2009

Entre el protocolo informal y la guerra humanitaria

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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La ministra de Defensa dio ayer la nota al acudir a la Pascua Militar con un atuendo y un discurso destinados sólo a llamar la atención, provocar y diferenciarse.

Respecto al vestuario, la Casa Real es clara en sus exigencias de etiqueta para una ocasión en la que casi toda seguridad lo más importante es el protocolo: chaqué para ellos, vestido largo para ellas. Incluso a los periodistas que no son invitados y están allí para cubrir el acto, se les impone como indispensable acudir con chaqueta y corbata o con indumentaria adecuada si son mujeres.

El vestuario de la ministra exhibido ayer no sólo no fue el adecuado, sino que evidencia un frívolo deseo de convertirse en el centro de todas las miradas. Por un lado, su afán por aparentar una marcada masculinidad da mucho que pensar, porque si ella asume que ésta combina mejor con el cargo de Defensa resultaría difícil encontrar un ejemplo más claro de pensamiento machista. Por otro lado, resulta un tanto ofensivo para el resto de asistentes su disposición a saltarse las reglas a su antojo, dando a entender que mientras los demás son unos anticuados o unos conformistas, ella es capaz de vestirse de gala marcando un estilo propio e informal

No deja de tener su lógica que después de utilizar ayer la Pascua Militar como una pasarela personal, la ministra aprovechara su discurso para lanzar una admonición, entre pacifista y utópica a Israel.

Así, Carme Chacón anunció que el Gobierno reformará las normas de conducta para los militares españoles, las Reales Ordenanzas, para incluir la obligación de ‘distinguir entre combatientes y no combatientes entre objetivos militares e instalaciones civiles añadiendo la coletilla de que son ‘principios de trágica actualidad que nos gustaría ver respetados” una alusión tan poco velada como diplomática dirigida al Estado judío.

Estamos seguros de que cualquiera que haya tenido que acudir a un acto regido por un estricto protocolo habrá sentido el deseo de romperlo unilateralmente y marcar su personalidad imponiendo sus gustos. De la misma forma, el sueño no sólo de cualquier militar, sino de todo ser humano, es que las guerras sean humanitarias, cosa que lamentablemente la realidad hace imposible. Lo que distingue a la actualidad ministra de Defensa no es por tanto su deseo de vestirse de forma heterodoxa o de desear que las armas no hagan daño. Lo que la hace diferente es la frivolidad con que traza esos círculos cuadrados, como si hubiera percibido que en ese romper moldes radica la receta de su repentino éxito.

08 Enero 2009

Chacón se viste por los pies

Irene Lozano

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Era la primera vez que una mujer pronunciaba un discurso en la Pascua Militar. Entre los asistentes, escuchaba atento el ministro Rubalcaba, la frente ampliada hasta las estribaciones del cogote. Hombre ponderado, opta por recogerse el pelo en la barba, para compensar la despoblación propia de los varones de cierta edad. En los corrillos, el metrosexual Bono disertaba sobre los implantes capilares y el divino tesoro de la juventud.
La ministra de Defensa elogió la vocación de servicio de las Fuerzas Armadas. Si hay una institución benigna en España, es el Ejército, que habla poco y hace mucho. Otros, en cambio, hablan demasiado. Elevan a categoría la anécdota de un traje, aunque es cierto que en la Pascua Militar hubo mucho atuendo estrafalario. Allí se vio a hombres planchados de almidón, porque no se arrugan ni ante el cóctel más temible; se vio esa androginia de la guerrera envarada de virilidad y ceñida a la cintura como si buscara un talle femenino; y se vio mucha ostentación en las joyas: medallas y charreteras, flecos y cordones, condecoraciones de seda, oro y plata. El susodicho Rubalcaba y el presidente Zapatero, haciendo gala de la obsesión masculina por el uniforme, optaron por el mismo chaqué (intolerable, por cierto, que prescindieran del sombrero de copa). Flanqueaban ambos a la ministra con insistencia, como si los hubieran mandado a cobrar una deuda. Pero ¿cómo?, si se habían dejado el maletín. En tiempos de morosidad galopante, el acoso habrá multiplicado la popularidad de Carme Chacón. Y ella, impertérrita, mientras las bombas israelíes caían sobre escuelas de la ONU, comprometía a nuestros ejércitos con la elemental distinción entre combatientes y civiles. Qué oportuno discurso el de la ministra.