8 noviembre 2004
Polémica entre el Director de TELEMADRID y el Consejero de RTVE, Miguel Ángel Sacaluga (PSOE)
EL PAÍS desvela los principales sueldos a presentadores de TELEMADRID y que su Director, Manuel Soriano, pide 10 millones de aportación extra de la comunidad
Hechos
El reportaje de EL PAÍS fue publicado el 8 de noviembre de 2004.
Lecturas
El contrato de D. Germán Yanke (director y presentador de Diario de la noche) en 10.000 euros mensuales.
La cifra de 6.000 euros mensuales es el contrato de Dña. Encarnación Curri Valenzuela, moderadora de la tertulia de mediodía Alto y claro.
La periodista Dña. Isabel San Sebastián, al mando de un espacio semanal, ‘Los Debates’, percibe 4.200 euros por programa.
El contrato de D. Fernando Sánchez Dragó, responsable del espacio literario Las noches blancas, que se emite en la programación de madrugada de los lunes, asciende a 6.600 euros por entrega, según fuentes del ente público.
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Polémica D. Manuel Soriano – D. Miguel Ángel Sacaluga.
08 Noviembre 2004
TELEMADRID pide a Aguirre 10,2 millones de aportación extra
El ente público RTV-Madrid solicitará a la Comunidad, a través del denominado contrato-programa, una subvención para el próximo año de 69,3 millones de euros, lo que supone un incremento del 9,7% respecto a 2004. La aportación pública representa casi la mitad de los ingresos presupuestados, pero eso no impedirá que el grupo de radio y televisión autonómico arroje pérdidas superiores a los cinco millones. Las principales partidas de gastos corresponden a costes externos de producción de programas y a personal, área que se ha fortalecido esta temporada con el fichaje de presentadores estrella.
Las cuentas elaboradas para el próximo año por el director general de RTV-Madrid, Manuel Soriano, cifran los ingresos del ente autonómico en 148.990.800 euros, frente a unos gastos de 154.165.800 euros, lo que implica unas pérdidas de 5.175.000 euros. A este déficit hay que añadir el que Telemadrid ha ido acumulando a lo largo del año, provocado en parte por la bajada de la audiencia y el descenso en la captación de ingresos publicitarios.
Con el respaldo de los representantes del PP y la abstención de los vocales del PSOE e IU en el consejo de administración de la compañía, Soriano aspira a recibir de la Comunidad, antes de que acabe el presente año, una aportación extraordinaria de 10,2 millones de euros. Esta solicitud al Gobierno que preside Esperanza Aguirre tiene como objetivo enjugar los gastos provocados por los nuevos programas que han saltado a la parrilla de Telemadrid desde la llegada del nuevo equipo gestor, a finales de 2003. Las cuentas se han descuadrado también como consecuencia del aumento de los costes de personal. En el último año se han incorporado a Telemadrid diversos asesores y presentadores estrella contratados, la mayoría de ellos por obra.
En realidad, los gastos se han disparado más de lo previsto y han rebasado en 11,2 millones el presupuesto del que disponía el actual equipo directivo. Pero se estima que de esa cifra un millón será neutralizado por una rebaja en los gastos financieros contabilizados inicialmente. De estos 11,2 millones, uno ha sido invertido en la campaña de comunicación, 2,4 corresponden al sobrecoste de la plantilla por la incorporación de periodistas con contratos millonarios y el resto se atribuye al área de programas.
Nuevos telediarios
Telemadrid argumenta que «la renovación de los contenidos de la parrilla no se ha hecho sin impacto económico» y recuerda que en el mes de abril se reestructuraron los telediarios y se pusieron en marcha informativos matinales, nocturnos y de fin de semana. En junio nacieron dos nuevos magacines, Abierto por la mañana, conducido por Belinda Washington y desaparecido tras cosechar una audiencia muy inferior a la media de la cadena, y Gran Vía de Madrid, que, con Marta Robles al frente, se mantiene en emisión pese a obtener un discreto seguimiento.
«Los nuevos programas han implicado un incremento en los costes directos externos de producción con respecto a la parrilla inicialmente planteada» y la ampliación de la producción propia «ha tenido como consecuencia un aumento de los costes de personal de plantilla en el área de explotación para ajustar al alza la capacidad de producción», según consta en el informe sobre la ejecución del presupuesto de 2004, entregado hace unos días al consejo de administración.
Detrás de estos costes de personal aparecen contratos millonarios. Fuentes del ente público cifran, por ejemplo, el contrato de Germán Yanke (director y presentador de Diario de la noche) en 10.000 euros mensuales, y en 6.000 el de Curri Valenzuela, moderadora de la tertulia de mediodía Alto y claro. La periodista Isabel San Sebastián, al mando de un espacio semanal, percibe 4.200 euros por programa, mientras que el contrato de Fernando Sánchez Dragó, responsable del espacio literario Las noches blancas, que se emite en la programación de madrugada de los lunes, asciende a 6.600 euros por entrega, según fuentes del ente público.
No sólo el encarecimiento de los gastos tiene efectos negativos en las cuentas. El nuevo equipo directivo ha visto cómo, paralelamente, caían los ingresos publicitarios. Ya se sabe que el precio de los anuncios va en consonancia con el número de espectadores y en el último año la cadena autonómica ha perdido alrededor de dos puntos de audiencia. Telemadrid estima que este año obtendrá entre un 5% y un 6% menos de los ingresos presupuestados por publicidad.
Pese a estos datos, y a la probable entrada en recesión del mercado, Telemadrid prevé captar un 3% más de ingresos por publicidad durante el año 2005, hasta alcanzar 70,2 millones. Esto significa que la emisión de anuncios seguirá siendo el principal mecanismo de financiación, aunque el ente autonómico necesitará recurrir también a las arcas públicas. Telemadrid solicitará a la Comunidad 69,3 millones de euros, frente a los 63,2 de este año. «En los últimos ejercicios la aportación pública no ha subido ni el índice de precios al consumo», comentan fuentes de la dirección.
A la hora de justificar el presupuesto de 2005, Telemadrid expone que el 20% del tiempo total de emisión estará dedicado a programas informativos (1.759 horas). Y asegura que dentro de los espacios del producción propia predominan los de contenido «de interés público», entre los que cita Alto y claro, Gran Vía de Madrid, Madrid directo, Sucedió en Madrid, El debate, Madrid no duerme y Madrid más joven.
Por partidas, en el presupuesto del próximo ejercicio se estima que la televisión regional gastará en la producción de programas 74,8 millones de euros. Es espectacular la subida (del 122%) que figura en el capítulo destinado a la compra de películas, que contabiliza 1,6 millones.
En su conjunto, los gastos de personal ascienden, según las cuentas del ente autonómico, a 58,6 millones de euros. Telemadrid especifica que los gastos de «personal de plantilla» representan 47,6 millones, tomando como referencia un cuadro laboral de 1.062 trabajadores de media durante el año.
Dentro de los informativos, los principales incrementos corresponden a los gastos por «servicios de profesionales y artistas», que crece el 100%, y los «salarios del personal por obra», que aumentan el 32%.
Asimismo, el ente deberá destinar cinco millones de euros al pago de la deuda financiera, tomando como referencia un interés anual del 2,75%.
09 Noviembre 2004
TELEMADRID, un modelo de calidad y transparencia
Telemadrid emprendió, hace 11 meses, una nueva etapa con el fin de ofrecer a los madrileños la libertad de elegir una televisión de calidad, propia del alto nivel económico, cultural y de cohesión social de que disfruta la Comunidad de Madrid. La nueva dirección no esperó a ser convocada a reuniones oficiales, ni a peligrosas leyes reguladoras y tampoco a dictámenes de sabios. Ya sabíamos cuál era nuestra responsabilidad, trabajar desde el primer momento para que Telemadrid fuera incompatible con la manipulación informativa y con la telebasura. Ése era nuestro principal compromiso y eso es lo que hemos estado haciendo.
Ahora arrecian las críticas hacia el tipo de televisión que tenemos en España y el Gobierno de la nación anuncia medidas de intervención, pero Telemadrid venía siendo pionera en fomentar contenidos televisivos de calidad. Lo hicimos por propia voluntad, sin medidas coercitivas. Ya mediremos el éxito o el fracaso del planteamiento del problema cuando lo desarrollemos en un plazo de tiempo razonable. Pero la gravedad y la complejidad de lo que viene pasando en el sector audiovisual no puede explicarse con medias verdades o falsedades enteras, propias de una labor intoxicadora al servicio de espurios intereses políticos o muy particulares.
Existe una explicación perfectamente justificada y coherente de por qué Telemadrid ha solicitado al Gobierno de la Comunidad una aportación extraordinaria de 10,2 millones de euros para equilibrar el presupuesto de 2004. Al hacerme cargo de la dirección, el 13 de diciembre de 2003, recibo un presupuesto, como no podía ser de otra manera, ya elaborado, cerrado y casi comprometido. La previsión económica era de provisionalidad, propia de un interregno. Estaba destinada a financiar la continuidad de una programación que no coincidía con los planes de cambio de la nueva dirección, ni en contenidos ni en producción propia.
La nueva programación ha tenido un evidente impacto presupuestario y creemos que está justificado porque se han potenciado los servicios informativos -diarios, semanales, especiales y directos- con nuevas franjas horarias y nuevos formatos. El esfuerzo de rigor y pluralidad de los informativos de Telemadrid ha sido reconocido por los madrileños. Un 36% más de espectadores escogen ahora nuestros Telenoticias, en términos absolutos y en relación con el mismo periodo del año anterior.
En cuanto a los programas de entretenimiento, tampoco estuvimos cruzados de brazos administrando un presupuesto congelado y destinado a una programación comercial al uso. Con la cultura, el espectáculo, los debates de actualidad, los concursos… se renovaron las franjas de mañana y tarde, se elaboró una nueva parrilla, fortaleciendo, al tiempo, la oferta deportiva y de cine.
Una programación exigente, alejada de lo que se ha dado en llamar telebasura, también tiene costes que, en nuestro caso, se han mantenido en los parámetros razonables. Nunca se han disparado a causa de la contratación de periodistas, asesores o presentadores estrellas que en Telemadrid no existen y sí los hay en otras cadenas. Se puede demostrar que la suma de todos a los que se les quiere atribuir esa condición de estrellas no llega a 500.000 euros, justificados por la valía y el reconocimiento profesional que tienen cada uno de ellos.
El alza de los gastos de explotación se puede cifrar en 11,2 millones de euros, de los que 2,4 corresponden a la contratación de personal necesario para la realización y emisión de los nuevos programas (técnicos, operadores, iluminadores, etc.). El aumento de la producción propia en directo a nuevas franjas horarias de mañanas, noches y fines de semana explican, obviamente, este incremento.
Respecto al presupuesto de Radiotelevisión Madrid, el contrato-programa se fijó en 63,2 millones de euros para 2004, la misma cantidad que el año anterior, que no recoge la subida del índice de precios al consumo (que fue del 2,6% en 2003) ni tampoco la prevista para este año (actualmente del 3,5%). Si tenemos en cuenta esta variable, computable en toda relación económica, el aumento solicitado por RTVM en el contrato-programa sería de un 3,5%, hasta los 69,3 millones de euros para 2005. De esta forma, con un 9,7% más, se actualizaría el contrato-programa para atender las necesidades de financiación de la nueva programación.
No obstante, la publicidad sigue siendo la principal fuente de ingresos de Telemadrid, que ha aumentado sus ventas, hasta el 30 de septiembre pasado, un 2,1% respecto al año anterior. El mercado publicitario sigue dando muestras de dinamismo, como reflejan los datos de inversión en las distintas cadenas privadas y públicas de televisión. Cabe esperar que así continúe el próximo año, en el que Telemadrid prevé hacer un esfuerzo en el mercado para aumentar sus ingresos por publicidad un 3%, hasta los 70,2 millones.
En cualquier caso, si comparamos los presupuestos para 2004 de Telemadrid y los de las otras televisiones autonómicas, el balance es claramente positivo para la televisión madrileña. Los gastos de explotación por habitante (esto es, lo que le cuesta a cada madrileño mantener su televisión) son un 42% inferiores al promedio de las televisiones autóno-micas de Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana, País Vasco y Galicia. La necesidad de recursos financieros públicos de Telemadrid es un 46% inferior a la del promedio de las otras televisiones autonómicas y nuestra suficiencia financiera es muy superior al promedio del resto de las televisiones de las comunidades autónomas (52% frente a 35%).
Sufrimos tiempos convulsos y de cambios en el audiovisual español, con mucha voracidad política y comercial, una lucha en la que ni siquiera se respetan los datos. Cuando se habla de «espectacular subida del 122% que figura en el capítulo destinado a compra de películas» es rigurosamente falso. La previsión presupuestaria para la compra de películas en 2005 es un 2,53% inferior a la de 2004. No se puede confundir lo que todo el mundo entiende como compra de películas con la amortización de las inversiones financieras en coproducciones de cine español, en cumplimiento de la cuota legal impuesta a todos los operadores de televisión, que no guarda relación alguna con la emisión, y que se ha incrementado, por otra parte, en 915.000 euros.
Tampoco es inocente la tergiversación cuando se dice que dentro de los informativos, los gastos de profesionales y de artistas crecen en Telemadrid el 100% en el presupuesto del próximo año, lo que en términos monetarios supone 300.000 euros. Esto se debe a que en la nueva parrilla participan más colaboradores con el fin de ampliar la pluralidad de las opiniones.
En estos meses de gestión en Telemadrid, la dirección habrá cometido algunas equivocaciones, pero puedo afirmar que ninguna de ellas se ha desviado del necesario control del gasto ni por tener éxito de audiencia pagando un alto coste en valores democráticos y culturales.
Contamos, afortunadamente, con la estabilidad económica y política suficiente para realizar una radiotelevisión que dignifica a los profesionales y que merecen los madrileños. Telemadrid puede y debe ser una gran institución al servicio de todos los madrileños, sin excepción, para ofrecer una información rigurosa, útil y plural, así como un entretenimiento que no destruya la convivencia, las normas legales y el desarrollo económico y cultural en libertad de la Comunidad de Madrid.
01 Diciembre 2004
Los enemigos de la televisión pública
Vaya por delante mi apoyo decidido a una televisión pública fuerte y mi absoluta convicción de su necesidad y razón de ser. Pero no es un apoyo acrítico a cualquier cosa que lleve el rótulo de «público» sino un apoyo exigente. Quiero un servicio público de calidad, independiente, formativo, con estabilidad financiera, riguroso en el gasto, transparente en la gestión y respetuoso con los principios de pluralismo y neutralidad.
No confundamos, pues, a los críticos con los enemigos de la televisión pública. Hoy se alzan multitud de voces críticas hacia los medios públicos, generalmente procedentes del sector privado, pero la mayoría de ellas no postulan su desaparición, ven necesaria su continuidad. Las discrepancias surgen al concretar su dimensión, papel o fuente de ingresos. Este será un asunto que el «Comité de Expertos» deberá resolver.
Los principales enemigos de la televisión pública están en otro sitio, están dentro. Esencialmente los que, asumiendo la máxima responsabilidad de un medio público, practican una política de manipulación informativa, gasto desmedido y contrataciones millonarias de «afines» o de empresas de amigos bien relacionados. Porque dan argumentos a los detractores. Esta actitud se vuelve irritante cuando, envolviéndose en la bandera de la institución, acusan a los críticos de querer «cargarse» lo público.
Hace algunos días en este periódico se publicó una elocuente información sobre la, en mi opinión, desastrosa gestión en Telemadrid. Al día siguiente un artículo del Director General del Ente, Manuel Soriano, titulado Telemadrid, un modelo de calidad y transparencia, criticaba la información y defendía su actuación al frente de la cadena.
En él se decía que la intención de su equipo había sido «trabajar desde el primer momento para que Telemadrid fuera incompatible con la manipulación informativa y la telebasura». Cuesta creer esta voluntad a la luz de los informativos de la cadena autonómica (que han tomado el triste relevo de la TVE de la anterior legislatura), con unos índices desconocidos de manipulación y sectarismo. Por cierto, denunciado por los propios trabajadores. Y es que la manipulación informativa también es telebasura.
Por otra parte, resulta cuanto menos una ironía escudarse en la audiencia para avalar su gestión cuando Telemadrid ha cosechado los datos de audiencia más bajos desde hace diez años y los nuevos programas de la parrilla están por debajo de la media de la cadena. Telemadrid es hoy la televisión con menor share de todas las autonómicas. Soy de la opinión de que no se deben sacralizar las audiencias. Lo importante en un medio público es el servicio que presta y la calidad de la programación. Pero también creo que no se puede utilizar un argumento y su contrario según convenga. Por coherencia.
Lo que Soriano llama «medias verdades o falsedades enteras, propias de una labor intoxicadora al servicio de espurios intereses políticos o muy particulares» son verdades tan grandes como puños. Por ejemplo, que ha solicitado al Gobierno de la Comunidad una aportación extraordinaria de 10,2 millones de euros para equilibrar el presupuesto de este ejercicio; que para 2005 ha pedido casi 70 millones de euros, un 10% más que este año, y que las pérdidas previstas se sitúan en cinco millones de euros.
Tampoco tiene consistencia la comparación con la salud económica de otras cadenas autonómicas. Primero, porque son realidades distintas ya que Telemadrid opera en un territorio reducido y con un mercado publicitario más atractivo y potencialmente más caro y, segundo, porque los malos datos de otros no avalan los incrementos injustificados de gasto. Además, Telemadrid tiene una de las mayores deudas acumuladas de los canales autonómicos (191 millones de euros), lo que genera unos gastos financieros próximos a 5 millones de euros al año.
A 31 de octubre el endeudamiento de la cadena supera en un 8% los cálculos presupuestarios y supone un 22% más que el año pasado.
Sí estoy de acuerdo, en cambio, en que la «nueva programación ha tenido un indudable impacto presupuestario». Como lo ha tenido la política de contrataciones en Informativos, ya sea con contratos millonarios poco rentables; con contratos en precario que han duplicado la estructura orgánica de los informativos para reforzar el control político; o con contratos a tertulianos en teoría para «ampliar la pluralidad de opiniones», en la práctica para reforzar las tesis favorables a la señora Aguirre.
Es cuestionable la afirmación de que la «programación comercial al uso realizada con un presupuesto congelado» sea más barata que una supuesta programación de calidad. ¿Cuáles son esos «elementos de calidad» que han encarecido los nuevos productos? Llamo, en cambio, la atención sobre las nuevas contrataciones con productoras que tienen en su accionariado al ex ministro portavoz y ex director general de RTVE, Pio Cabanillas o al ex-director de TVE, Jorge Sánchez Gallo, que han sido realizadas precisamente por el hoy director de Telemadrid y ex-director de TVE (sustituto en su día de Sánchez Gallo) Martín Vizcaíno. Por cierto no son los únicos «ex-directivos» de TVE de la época del PP que han acabado en Telemadrid.
Y para pagar todo esto se pide a la Comunidad un aumento del contrato programa en un 9% y se presupuesta un 3% más en ingresos publicitarios para el año que viene. Como justificación se dice que en los años anteriores no se subió el IPC en el contrato programa y que los ingresos publicitarios a 30 de septiembre han aumentado un 2,1% con respecto al ejercicio pasado. Sin embargo, se omite que eso se debe a que se ha bajado en casi dos puntos el precio medio por segundo de anuncio y se ha aumentado en un punto la saturación publicitaria en relación al 2003.
Creo que en estos meses se han cometido demasiados errores. Son humanos, es cierto, la tarea es difícil y son tiempos convulsos. Se esta a tiempo de rectificar. Se trata de gastar menos y mejor, de ofrecer unos informativos plurales, de actuar con transparencia en la contratación y no de anatematizar al crítico, dar a los madrileños «gato por liebre» y negar la mayor.
20 Diciembre 2004
Respuesta a Sacaluga
Es mejor para los lectores que el señor Sacaluga se identifique para apostillar aclaraciones mías a informaciones de EL PAÍS sobre TELEMADRID. Pero su doble condición de consejero socialista de RTVE y secretario de Comunicación del PSOE madrileño no le da derecho a tergiversar los datos y a utilizar palabras gruesas en su batalla política.
Sostengo que TELEMADRID ha sido la televisión generalista, en abierto, de toda España, que más tiempo ha dedicado a las dos comparecencias (Aznar y Zapatero) «en su primer y único canal analógico». Oculta el entrecomillado para hacer una comparación falsa con La 2, que es el segundo canal de TVE. ¿Por qué no compara con otros canales autonómicos, incluidos los afines al PSOE, que disponen de un segundo canal? Ninguno ofreció más tiempo que TELEMADRID y tampoco transmitieron en directo las intervenciones de los grupos nacionalistas reclamadas por el dirigente socialista madrileño.
El día antes del reproche, ese mismo periódico había anunciado que sólo La 2 y CNN + realizarían una retransmisión íntegra en directo. Ninguna mención en ese sentido a TELEMADRID, que cumplió con su anuncio previo de emitir un programa especial a lo largo de todo el día y alterando su programación en aras del servicio público.
21 Diciembre 2004
Respuesta a Soriano
No tengo inconveniente en mantener en su periódico una polémica con don Manuel Soriano, director general de Telemadrid y ex jefe de prensa de Esperanza Aguirre, sobre los resultados de su gestión. Eso sí, no quisiera que el tiempo dedicado a escribir cartas y artículos le impida hacer su trabajo, ni que pensara que le exime de rendir cuentas ante la Asamblea Regional y el Consejo de Administración.
Admito que el señor Soriano no se rinde ni ante la evidencia. Y hay cosas evidentes.
1) que Telemadrid no ha sido la televisión que más tiempo dedicó a las comparecencias de Aznar y Zapatero, ya que otras cadenas las transmitieron enteras.
2) Que las razones del «apagón» no fueron profesionales.
3) Que el señor Sacaluga, véase las hemerotecas, siempre se ha identificado.
4) Que el señor Soriano todavía no ha explicado su política de contrataciones con las productoras privadas.
5) Que la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, que nombró al señor Soriano, ha impulsado una reforma, vía Ley de Acompañamiento de Presupuestos, que aumenta de 150.000 a 600.000 euros la capacidad del director general de Telemadrid de contratar sin autorización del Consejo de Administración, lo que, convendremos, no es un paso adelante en la transparencia, sino en la opacidad.
Si quiere el señor Soriano seguimos con el «jueguecito», pero, por favor, que no se olvide de dar explicaciones donde debe.
24 Diciembre 2004
Más de Telemadrid
No querría perder ni un minuto contestando al señor Sacaluga -secretario de Comunicación del PSM-, pero me obliga a ello porque no voy a dejar que arraiguen datos falsos. Las evidencias, que se pueden contrastar son éstas:
1. Ningún «primer» canal en abierto, nacional o autonómico, ha emitido tanto tiempo de las comparecencias de Aznar y Zapatero como Telemadrid.
2. No hubo «apagón» porque nunca estuvo previsto ni se anunció la retransmisión íntegra de la comparecencia del presidente.
3. La gestión de contrataciones con productoras ha sido explicada en el Consejo de Administración y existen las correspondientes actas. Nunca se han dejado de dar explicaciones y no en vano se han celebrado este año 22 consejos de administración y 39 comisiones delegadas: todo un récord en lo que a ofrecer información se refiere.
4. La capacidad del director de Telemadrid de contratar hasta 600.000 euros, sin autorización del Consejo de Administración, es lo que se venía haciendo en virtud de un acuerdo de los consejeros. Ahora se respaldará en la ley. Algunos directores socialistas no tuvieron límite de gasto en la contratación.
Por mi parte doy por cerrada la polémica porque no quiero que el consejero de RTVE y secretario de Comunicación de PSM-PSOE, señor Sacaluga, siga lanzando tinta de calamar para ocultar lo que pasa en RTVE.