17 agosto 2001

Emilio Botín, presidente único del Banco Santander tras la renuncia de José María Amusátegui

Hechos

En agosto de 2001 D. José María Amusátegui dimitió como Co-presidente del Banco Santander Central Hispano (BSCH) dejando a D. Emilio Botín como Presidente único.

Lecturas

Las diferencias entre D. Emilio Botín y D. José María Amusátegui se hicieron patentes prácticamente desde el minuto uno de la absorción del Banco Central Hispano por el Banco Santander.

Ante el fracaso del modelo bicéfalo, el Sr. Amusátegui acordó pactar su slaida con el Sr. Botín a cambio de una importante indemnización que daría mucho que hablar.

Portada_Botin_Amusategui

17 Agosto 2001

La renuncia de Amusátegui

LA RAZÓN (Director: José Antonio Vera)

Leer

El Banco Santander Central Hispano ha saldado su crisis de la misma forma que llegó a la cúpula de la banca española hace ahora más de dos años y medio: con suma discreción. José María Amusátegui, co-presidente con Emilio Botín del primer banco español por activos y por resultados ha decidido adelantar su salida del BSCH unos meses. La estabilidad del banco y su credibilidad ante los millones de clientes han primado a la hora de buscar una solución pactada a una crisis que empezó a larvarse en febrero de este mismo año.

Apenas habían transcurrido dos semanas desde que un grupo de países europeos adoptara la disciplina de una moneda única cuando Emilio Botín y José María Amusátegui anunciaban la primera gran fusión de la era del euro. Después

Para ayer, el BSCH tenía convocada su tradicional reunión de directores generales para analizar la marcha de las distintas áreas del banco. En la tarde-noche del miércoles, cuando los españoles disfrutaban del puente más largo del año, se decidió convocar por sorpresa una reunión del consejo de administración. El día a día del banco ha quedado aplazado para hoy.

La solución de la crisis de poder, de formas de entender e interpretar una fusión, es un ejemplo para los mercados de valores, los que finalmente juzgan las decisiones de sus presidentes. El Banco de España fue informado de las diferencias entre los dos copresidentes. Ni la institución monetaria ni el Gobierno han querido intervenir en una crisis que sólo el consejo de administración del banco debía decidir, como así ha sido. El Banco de España y el Gobierno se han limitado a señalar que una solución pactada reforzaría la bien ganada credibilidad de las instituciones financieras españolas. Máxime cuando se trata de una entidad que ocupa el puesto 26 en el ránlkin de ‘The Banker’ de los mil primeras entidades financieras del mundo.

Amusátegui deja el BSCH con la satisfacción del deber cumplido. Botín se lo reconoció del deber cumplido. Botín se lo reconoció en la última intervención pública el pasado 2 de agosto. Sin él, la fusión no hubiera sido posible. Emilio Botín, el banquero con más tradición en España tiene ahora el reto de continuar con los resultados más brillantes de la historia del banco. A su lado, reforzado, tendrá a Ángel Corcóstegui, el hombre de confianza de Amusátegui. A ellos les toca gestionar un futuro prometedor, que no se hubiera logrado sin generosidad ni visión de futuro, como las que los dirigentes del BSCH han demostrado.

08 Agosto 2001

Amusátegui

Raúl del Pozo

Leer

José María Amusátegui de la Cierva nació en San Roque el 12 de marzo de 1932 y, antes de cumplir los 70, lo van a decapitar. Sabe mucho de vinos, es mujeriego, gastrónomo, campechano, hedonista y bon vivant; lleva camisas blancas y chalecos de pico con dibujos horteras. Ahora, espera en la La Toja con Fefé el veredicto.

Esta criatura de Claudio Boada, que dio plutócratas al franquismo y al PSOE, parece muy rudo a la jet. Estudió en un colegio de huérfanos de la Armada. En pleno agosto, dos cajas registradoras han chocado en el espacio. Para B un banco es más divertido que un prostíbulo; A quiso dar una gran zancada con las piernas cortas. Un hombre que vale para banquero, valdría para bucanero o para gángster, por eso, sus recuerdos son depredadores: tienen en sus salones cuernos de caza.

No prestan dinero sin garantía, a no ser que se les pida mucho. Los dos banqueros exhalan el mismo viento y sienten el mismo apetito de poder, pero mientras al banquero craso le gusta irse a desayunar a Nairobi con el avión del banco, el banquero montés busca durante 20 minutos una bola de golf que se le ha perdido en el barranco. B heredó una caja y la multiplicó por cinco. Han dado un gran espectáculo de locura, de celos, de camarillas. Lo dijo Newton, después de tomarse un roast-beef; puedo calcular los movimientos de los cuerpos celestes, pero no la locura humana.

Amusátegui es un temperamental. En una de las cenas de Marbella sentaron a Amalia al lado de un galán pureta y en un ataque de celos hizo cambiar el orden de las mesas. Tal vez le suelten 10.000 en limpio y 5.000 en retinto. Le han resuelto la tercera y última edad, pero cuando el jefe de la facción pierde su poder, los cofrades, también. Amusátegui y Botín tuvieron, como el que tiene un hijo, el mayor banco de España y décimo de Europa. La lucha por el poder estalló antes de lo previsto. Amusátegui pudo con el picador, pero no con el madrugador.

17 Agosto 2001

Botín, ante el reto de administrar su victria

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

Leer

Emilio Botín emerge con el gran vencedor de la crisis del BSCH tras la renuncia de José María Amusátegui a seguir ejerciendo la otra copresidencia de la entidad. El consejo de administración del banco, reunido en sesión extraordinaria, aceptó ayer por unanimidad la salida de Amusátegui, que, según los términos del acuerdo de fusión, acababa su mandato en marzo del año que viene.

Junto a Amusátegui, abandona también el consejo su amigo y colaborador, Santiago Foncillas. Ninguno de estos dos puestos va a ser cubierto, por lo que los antiguos hombres del Santander tendrán mayoría a partir de ahora en el consejo del banco y en la comisión ejecutiva. Botín ha conseguido su doble objetivo: ser el presidente único de la entidad, con un liderazgo que nadie cuestiona, y controlar los órganos de poder del BSCH.

La salida de Amusátegui y Foncillas cierra una larga crisis en la cúpula de la entidad bancaria, que salió a la luz pública en el pasado mes de junio cuando quedaron patentes las diferencias entre los dos copresidentes sobre la unificación de las redes de los bancos fusionados y la elección de una marca única.

La crisis se cerró en falso y, semanas después, Botín forzó la salida de Luis Abril, director de comunicación del banco y hombre de confianza de Amusátegui, al que acusó de propagar las divisiones internas. El cese de Abril, aceptado a la fuerza por Amusátegui y los representantes del BCH, marcó el momento de máxima tensión entre ambos copresidentes, que se declararon virtualmente la guerra.

Durante 48 horas, Amusátegui acarició la idea de entablar acciones legales contra Botín, llegando incluso a contratar a un conocido abogado. Botín esgrimió ante los suyos la posibilidad de presentar un voto de censura contra su colega en el consejo.

Amusátegui ha recapacitado durante las últimas semanas y ha decidido salir por la puerta grande del banco al entender que su enfrentamiento con Botín sólo podía crear incertidumbre e inestabilidad en la entidad, cuyos resultados afortunadamente no se han resentido.

La salida de Amusátegui del banco queda contrapesada por el reforzamiento de la posición de Angel Corcóstegui, el consejero delegado procedente del BCH, con el que Botín habría pactado en las últimas semanas un reparto de poderes y la coexistencia en el banco de las dos familias.

La solución a la crisis es, además, perfectamente aceptable para el Gobierno y el Banco de España, que, con buen criterio, se negaron a intervenir en esta querella interna.

Nunca un banquero había sido tan poderoso como desconocido en nuestro país como lo es Botín, que ha culminado una racha de importantes éxitos. Acostumbrado a dirigir hasta hace pocos años una entidad familiar, Botín ha adquirido reputación de ser un hombre autoritario. A sus 66 años, tiene un largo periplo al frente del BSCH. Su gran reto es ahora administrar con prudencia la victoria y demostrar que es capaz de trabajar codo a codo con un profesional tan solvente como Corcóstegui. El banco saldrá ganando si lo logra.