5 mayo 2004

Escándalo mediático en la Generalitat: CiU difunde un informe del Gobierno Tripartido con ‘listas negras’ de periodistas

Hechos

El 5 de mayo de 2004 CiU denunció que el Gobierno de la Generalitat (del tripartido PSC-ERC-ICV) encargaba informe sobre periodistas.

Lecturas

LO QUE DICE EL INFORME INTERNO DE LA GENERALITAT SOBRE EL PERIODISMO:

Sobre LA VANGUARDIA:

«La punta de lanza acusadora es el jefe de política, Jordi Barbeta, que censura y manipula los artículos de los redactores que a menudo se niegan a firmar porque sus crónicas están cambiadas o recortadas. La línea editorial manipulada ha sido criticada por el Consejo Profesional de Redacción. La redacción está muy incómoda y quiere ver la caída de su Urdaci».

«Todo el equipo directivo está implicado en los ataques al Gobierno de la Generalitat, aunque intenten hacer creer que los subdirectores, Jordi Juan y Enric Juliana, son próximas a ERC y PSC, respectivamente- El actual director José Antich fue colocado por el PP y apoyado por CiU llevó a cabo la política que le dictaban Aznar, Rajoy, Jorge Fernández, Piqué, Durán y Mas. Además de la línea directa con la cuerda del antiguo sector de los negocios de CiU, especialmente Prenafeta y Villarubí, que fue puente con el PP a través de Telefónica».

Sobre EL PAÍS:

«En el orden interno, han influido en la reconducción realizada en el diario la pérdida de peso influyente del sector editorialista vasco-pro-PP (Pradera, Unzueta y Savater). Refuerzo del sector Cebrián, contrario a la identificación PSOE-PP promovida por los anteriores en el tema de Euskadi y favorable a un mapa federalista. Lluís Basset hombre de confianza de Cebrián, gana peso en la dirección del diario y tiene efectos positivos directos de Catalunya».

«El director adjunto, Xavier Vidal-Folch ha tenido un papel muy importante en la defensa del Gobierno de la Generalitat. Esperan una subvención que dicen no haber recibido nunca».

Sobre EL PERIÓDICO:

«Tienen una actitud positiva respecto al Gobierno de la Generalitat, especialmente con el PSC.  Esperan un trato presupuestario mejor de la Generalitat que consideran que es más justo la imprimir una edición en catalán: que LA VANGUARDIA sin hacerlo sea mejor tratada es considerado un agravio comparativo. La transición en la cúpula por la muerte de Antonio Asensio. Impás en la dirección por la enfermedad (ya superada) de Antonio Franco y el nombramiento del director adjunto, Albert Montagut. Crisis de bajada de ventas provocada por un cambio de diseño mal entendido.

«A esto se debe añadir el fracaso de la Cadena Ona Catalana que culinó con la marcha de Josep Cuní, su buque insignia».

Sobre AVUÍ:

«La línea editorial es cercana a Convergencia i Unió. El año 2001 registró unas pocas pérdidas de 2,9 millones de euros. Los principales creditores son Hacienda y la Seguridad Social que tienen el futuro del diario».

Sobre Agencia EFE:

«En el orden político Miguel Platón ha ejercido el papel de Urdaci en la agencia como el verdadero brazo ejecutor del PP. Ahora cambiarán los cuadros directivos y la línea pro-PP y de ofensa contra el Gobierno de la Generalitat».

06 Mayo 2004

Vileza con antifaz

José Antich

Leer

Un informe elaborado en algún nivel del Gobierno catalán – la investigación anunciada ayer por el portavoz del Ejecutivo, el conseller Joaquim Nadal, debe aclarar cuál – y dado a conocer por Convergencia i Unió levantó la protesta unánime de buena parte de la profesión periodística.

Con un estilo literario perfectamente reconocible, las personas que han participado en la elaboración del documento desprecian la libertad de prensa y de información profieren todo tipo de infamias que deshonran a sus autores sobre compañeros de profesión intachables y honestos sólo porque no les gusta que no escriban al dictado y, finalmente, se inventan situaciones que no se han producido nunca. Todo demasiado grave para callar y silenciarlo y por eso lo publicamos en la sección Político.

Todo demasiado ruin para que pase mucho tiempo sin decisiones drásticas y se depuren las consecuentes responsabilidades. Es loable el rápido desmarque del documento de miembros del Gobierno como el conseller en cap o el portavoz del Ejecutivo. Pero, evidentemente, no es suficiente. Había indicios que ya hacían prever que esta situación podía llegar a producirse desde que se asignaron responsabilidades en algún mando intermedio del Govern. Conviene que el Gobierno catalán reacciones para que este episodio no acabe dañando su credibilidad.

 

08 Mayo 2004

Prensa y poder

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

Leer

Un informe aparentemente apócrifo sobre política de medios, atribuido por CiU al actual Gobierno tripartito de la Generalitat y rechazado por éste, ha levantado un agrio debate y una lógica preocupación. Sea cual sea su autoría -y Pasqual Maragall se ha comprometido a esclarecerla-, ejemplifica exactamente lo que no se debe hacer desde la Administración. Sugerir cambios en la línea o en la dirección de periódicos, condenar o bendecir líneas editoriales en función de afinidades ideológicas, o insinuar sin pudor el intercambio de subvenciones por apoyos editoriales es propio de comisarios políticos y de obsoletas ideologías intervencionistas.

La política de medios de los gobiernos de Pujol ha sido todo menos ejemplar. No ha habido transparencia ni objetividad en las subvenciones. Ahora se ha conocido la existencia de inyecciones directas en dinero público a la cuenta de explotación de empresas privadas. Estos hechos, sospechados durante años, no justifican que el Gobierno de izquierdas siga una línea similar o ni tan sólo que albergue propósitos del mismo calibre, como se deduce del informe ahora conocido. Pero la publicación de este informe de vocación controladora tampoco justifica que se extienda una capa de olvido sobre las prácticas usuales durante los últimos 23 años.

La polémica y el escándalo son una buena ocasión para que el Parlamento catalán investigue a fondo ambas cuestiones: los propósitos intervencionistas del pequeño Maquiavelo provinciano que ha crecido a la vera de Maragall y las prácticas de compra de adhesiones y de control de medios públicos y privados por parte de Pujol. Las subvenciones a los medios -que pueden tener justificación en casos concretos como son los de promoción de la lengua catalana- deben concederse de manera transparente y pública, con criterios reglados y procedimientos de control. Cualquier discrecionalidad en esta materia será motivo de sospecha. Y esta regla vale para todas las administraciones públicas, no sólo para la catalana.