5 febrero 2002

Todos los medios dieron como vencedor seguro a Mato, que ocupaba le cargo desde 1998

Fernández Tapias elegido Presidente de la Cámara de Comercio de Madrid tras una feroz batalla con Juan Mato

Hechos

Resultado de la votación:

  • Fernando Fernández Tapias – 38 votos
  • Juan Luis Mato Rodríguez – 29 votos

Lecturas

EL OTRO GANADOR

1995_otro_gallardon_yogurin El nombramiento del Sr. Fernández Tapias en la Cámara de Comercio era un triunfo para la Comunidad de Madrid que presidía D. Alberto Ruiz Gallardón (PP), que mantenía buenas relaciones con este.

EL OTRO PERDEDOR

Rato El triunfo del Sr. Fernández Tapias era una derrota para el Ministerio de Economía que regentaba D. Rodrigo Rato que, pese a compartir militancia política con el Sr. Ruiz Gallardón (ambos del PP) había apostado por la candidatura de D. Juan Mato.

16 Diciembre 2001

Rato y el jaque a "Fefé" de Mato

Jesús Cacho

Leer

Juan Mato y Fernández Tapias se enfrentan por la presidencia de la Cámara de Comercio de Madrid, aunque la verdadera pieza a cobrar es el Ifema. A Mato le apoya Rodrigo Rato, mientras que Ruiz-Gallardón tutela la opción de Tapias. ¿Pelea entre clanes de la derecha capitalina o pulso de la sociedad civil contra el Estado?

Cuentan la historia de un nuevo rico británico que, tras varios intentos fallidos por ingresar en un Real Club Náutico de Regatas, consiguió nada menos que la recomendación de Buckinghan acerca del aristócrata de turno que presidía la institución. La respuesta que recibió palacio no se hizo esperar: la junta directiva del club no podía por menos que aceptar al nuevo miembro, pero en el mismo acto presentaba su dimisión en bloque ante lo que consideraba una intolerable intromisión.

La anécdota se ha convertido en tópico de conversación favorito de ciertas elites a la hora de teorizar sobre el grado de desarrollo de la sociedad civil de un país como España, un asunto casi estrafalario teniendo en cuenta que el palco del club de fútbol más conocido se ha convertido en punto de encuentro, auténtica melé de ricos y famosos, a menudo bajo el patronazgo del mismísimo Jefe del Estado.

De sociedad civil versus Estado dicen algunos que va la guerra que ahora mismo divide al cuerpo empresarial madrileño, el más poblado de España, aunque hay quien afirma que se trata de un simple duelo, con tufo de lucha sucesoria, entre clanes de la derecha, pelea de ricos establecidos contra nuevos aspirantes, cruz de navajas al amanecer por el negocio, directo e inducido, del Ifema, aunque probablemente haya un poco de todo. El PSOE, que por historia y vocación tampoco creía en la sociedad civil, fue bastante más sutil a la hora de la ocupación de espacios de lo que ha resultado ser la muchachada liberal del PP, utilizando para ello a hombres frontera del tipo Abril, Moya, Piera o Rubio.

Rodrigo Rato, por el contrario, ha administrado la situación con una audacia tal que ha convertido al dúo Boyer-Guerra en una congregación de clausura. Su tesis, que evidentemente ha endosado su jefe, esa especie de monje soldado lleno de complejos y vanidades, ha sido muy simple: convertir en principio el problema que siempre supone nombrar a un amigo para un cargo, dando cuerpo doctrinal a un axioma del siguiente calibre: sólo los amigos merecen ser nombrados («¡nos ha jodido, a ver si vamos a nombrar a los enemigos!», remachaba un día en privado, lapidario, el propio Rato).

Nos hemos visto así en manos de linces bursátiles, amigos de cuchipandas parisinas, cuñados, testaferros, colegas de juventud del Corrillo de Serrano… gente dispuesta a hacer de su capa un sayo y a captar para la causa aquellos nombramientos que correspondían en exclusiva a la lista de Schindler aznarita (Villalonga y otras hierbas). Cosas, en fin, de la beautyblue.

Y he aquí que el consigliere Norniella, ama de llaves de don Rodrigo, tuvo en una noche de luna llena una idea genial: la posibilidad de hacer un doblete capaz de proporcionar dinero e influencia, poder a manos llenas, uniendo al control de los grandes monopolios privatizados la ocupación de esas instituciones a caballo entre lo público y lo privado que son las Cámaras de Comercio y el Consejo Superior de Cámaras para, a través de ellas, neutralizar a una CEOE en manos de un hombre que, au dessus de la mêlée, sigue diciendo, el muy insensato, lo que piensa.

Lo anterior, unido a una operación rescate de los sindicatos (la otra parte de los agentes sociales), a quienes se abreva con largueza para salvarlos de la quiebra, surtió el efecto de anular casi por completo al meollo de la incipiente sociedad civil hispana.

El empresariado fue testigo desconcertado de este doble episodio. Los últimos años del desastre socialista le tenía tan exhausto, tan al borde del colapso, que cualquier cosa valía con tal de que se confirmara la recuperación económica.

Sólo así se explica que un personaje tan gris como Juan Mato (de sus dotes diplomáticas habla un célebrado brindis ante el presidente de la República de Eslovaquia, de visita en Madrid, a quien animó a «una pronta reunificación con Chequia»), pero que vive en un chalet adosado al del vicepresidente, se encaramase a la Presidencia de la Cámara de Madrid, donde hacía muchos años oficiaba, entre la nada y las grandes iniciativas Ifema es su gran obra , Adrián Piera.

Mato llegó a la presidencia de la Cámara de la mano de CEIM y como producto de una alianza llamada, hasta que estalló Gescartera, a los más altos destinos entre don Rodrigo, presidente, y Ruiz-Gallardón, su vicepresidente y sucesor , en un eventual Gobierno Rato.

Pero Mato no ha cumplido, o eso parece, las expectativas de los empresarios madrileños, que eso poco importa, y tampoco las de Fernando Fernández Tapias, que eso sí que importa, a quien había prometido franquear la entrada del recinto ferial de Madrid.

De modo que Fefé, un hombre convencido de que la presidencia del Ifema es la llave de futuros jugosos negocios, ha decidido deshacer el equívoco y desalojar al intruso. Es Fernández Tapias un rico insólito hecho a sí mismo, un prodigio de naviero sin navíos o con barcos prestados de Escámez, de Repsol, de Fenosa , un flamboyant capaz de dar palique al gremio de panaderos por la mañana, y de coger un avión privado por la tarde para irse a cenar al restaurante parisino de moda. Fefé es la cara satisfecha, arrolladora, pelín brutal, de un iceberg de poder al que ahora se ha sumado, cual dorada flor de lis, Jaime de Marichalar, decidido a demostrar a su real suegro que él también sabe hacer negocios, faltaría más.

Amigo de sus amigos, Fefé parece haber estabilizado su vida privada, tras su accidentado paso por la prensa rosa, al lado de Nuria, una señora de Venta de Baños estupenda en todos los sentidos. También Mato parece haber arreglado la suya al lado de una antigua musa de la farándula como Beba Longoria igualmente viuda y cuñada de Alberto Alcocer , otra señora encantadora. Se comprende su angustía ante la perspectiva de regresar a un oscuro comercio de paños y textiles, tras haber irrumpido con fuerza en el selecto círculo de la alta sociedad madrileña.

Semanas atrás, el resultado del partido parecía claro a favor del equipo en el que milita Tapias, que cuenta con el respaldo de la Confederación del Comercio Minorista (CECOMA) que preside Santos Campano, un angelito que ha ocupado la vicepresidencia de la Cámara como segundo de Mato, pero, a estas alturas, la cosa no está ni mucho menos clara.

Fundamentalmente porque Moncloa (amén del alcalde de Madrid, Alvarez del Manzano), parece haber echado su cuarto a espadas en favor del candidato de Rato, para quien una derrota de su pupilo supondría un revolcón político considerable, por más que el propio Rato se cuide mucho de dejar pelos en esa gatera. De eso se encarga Curro Salazar-Simpson, hermano del presidente de Auna, a quien Mato ha fichado ¿otro cuñado, don Rodrigo? como gerente de la Cámara. También Felipe Moreno (que se ha hecho cargo de la campaña), cuñado de Javier Tallada, copropietario de Ebro Puleva, la empresa que preside el consigliere Norniella por delegación.

Las mismas precauciones adopta el felino Gallardón, que deja el trabajo sucio de llevar a Fefé a la presidencia de la Cámara y de la feria de Madrid a su consejero de Economía Luis Blázquez, un personaje sin parangón para el mismísimo Francis Ford Coppola.

Con un Cuevas dispuesto también a nadar y guardar la ropa, decir que la última palabra deberían tenerla las 368.000 empresas madrileñas suena a broma de mal gusto, sobre todo teniendo en cuenta que apenas vota el 1% del censo. El voto por correo se anuncia decisivo. En la perspectiva de las elecciones al Consejo Superior de Cámaras (Norniella again) que se celebrarán el próximo mes de abril, lo que para algunos se dilucidará el 27 de diciembre es si este país tendrá durante los próximos años más Estado o más sociedad civil. Una quimera, a la luz del tufo político que contamina ambas opciones.

06 Febrero 2002

La victoria tiene cien padres, la derrota es huérfana

José Luis González Besada

Leer

«La victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana». La frase es de Napoleón, pero viene al pelo para describir lo que sucedió ayer en las elecciones a la presidencia de la Cámara de Madrid, que se saldaron con un holgado triunfo de Fernando Fernández-Tapias (38 votos) frente al otro candidato y hasta ayer presidente de la institución, Juan Mato (28 votos).

Desde el espejo político alguien podrá leer que el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha doblado el pulso al vicepresidente y ministro de Economía, Rodrigo Rato. Los dos han hecho todo lo posible e imposible para mantenerse al margen. Pero no han podido impedir que sus partidarios hayan utilizado sus nombres en una batalla en la que no se ha dudado en recurrir a las armas más sucias para buscar el mayor número de votos.

Será difícil, al menos durante algún tiempo, cerrar unas heridas que todavía supuran. En el armario de la confrontación quedan numerosos conflictos que sólo el tiempo aclarará: informes jurídicos que hablan de ‘fraude de ley’ por la forma en que Tapias se incorporó ayer al Pleno, después de que tuviera que revocar los poderes del delegado de su empresa, Nellamar, para ocupar un sillón; extrañas comunicaciones de última hora, que impidieron que José Manuel Fernández Norniella estuviera en el pleno; querellas contra la naviera panameña, que tardarán años o meses en resolverse, y hasta amenazas de una posible impugnación.

La grandeur necesaria para superar todos los obstáculos y conseguir que la herida cicatrice corresponde ahora al vencedor de los comicios, que ha visto colmado su deseo de conseguir a la vez la presidencia de la Confederación Empresarial Independiente Madrileña (CEIM), la presidencia del Comité Ejecutivo de IFEMA, recinto ferial de Madrid y uno de los motores económicos de España.

Nadie se explica que la presidencia de una institución como la Cámara haya desatado una maera política de tanto fondo como lo que ha rodeado estos comicios. Lo ‘normal’ sería concluir que Fernández-Tapias ha ganado y Mato perdido. Pero algunos han querido elevar tanto el listón que ahora resulta casi imposible desvincular las elecciones en la Cámara de Comercio de Madrid de una trifulca política en el PP que alguien ha podido manipular.

José Luis González-Besada

10 Febrero 2002

"SOY INCAPAZ DE HACER COSAS SUCIAS"

María Eugenia Yagüe

Entrevista a Fernández-Tapias

Leer

Las elecciones que han llevado a Fernando Fernández Tapias (64 años) a presidir la Cámara de Comercio de Madrid, frente a su rival Juan Mato, han sido más que la lucha de dos empresarios por dominar un organismo que mueve influencias y poder. Las rivalidades internas que existen en el seno del Partido Popular también han quedado al descubierto.

PREGUNTA.- ¿Ha merecido la pena esta lucha de circo romano?

RESPUESTA.- Hay que demostrar que el esfuerzo servirá para que la Cámara funcione bien, para que la gestión nueva sea mejor que la antigua…

P.- Usted ya tiene poder, negocios que van viento en popa, ¿para qué más?

R.- Hace tiempo intentamos que las Cámaras y la patronal unieran sus enormes posibilidades en la misma dirección. Para eso pusimos allí a Juan Mato, pero no salió bien. La patronal me ha pedido a mí que me presente y lo he hecho como un acto de servicio.

P.- La campaña electoral acabó en guerra sucia pura y dura.

R.- Algo ha habido, y con mucha culpa de los medios que se han hecho eco de descalificaciones que no venían a cuento. Yo, en cambio, no he dicho ni esta boca es mía.

P.- Reconozca que el PP también tomó parte. A usted le apoyaba Ruiz Gallardón y a Juan Mato, Rodrigo Rato.

R.- Se ha hablado demasiado, pero ni Gallardón ni Rato se han metido en esto. Quizá hay otros que han hablado por ellos. Pero los empresarios estamos para crear riqueza y empleo, esto no se debe plantear como una batalla política.

P.- ¿Qué tal se lleva con los sindicatos?

R.- Comisiones Obreras ha salido a decir que estaban contentos de que yo estuviera al frente de la Cámara. Y es que desde que yo llegué a la patronal, Madrid ha dejado de ser un semillero de manifestaciones, de huelgas… Hoy la confrontación social no existe. Por el buen talante de los sindicatos y porque hemos hecho acuerdos muy sensatos.

P.- ¿Qué papel han jugado las primeras damas, señoritas Nuria González y Beba Longoria, en la confrontación?

R.- Nuria González no es primera dama, todavía es mi novia, espero tener la nulidad este año para casarme. Pero ella tiene su trabajo y no se ha metido en nada. Tampoco la habría dejado yo.

P.- ¿De verdad que ha ganado usted limpiamente?

R.- Soy incapaz de hacer cosas sucias. Sobre todo porque odio la mentira y la injusticia.

.

FICHA: Naviero y presidente de la Cámara de Comercio de Madrid.

AMOR: «Nuria González todavía es mi novia. Espero obtener la nulidad este año para casarme».

PRINCIPIOS: «Odio la mentira y la injusticia».