14 abril 1931

El plan de Maciá es que la nueva república española sea una federación, lo que supone un problema no previsto para el naciente 'Gobierno provisional' de Alcalá Zamora

El coronel Francesc Macià, líder de Esquerra, se adelanta a los republicanos madrileños y proclama «la República Catalana» tras el triunfo electoral del 14 de abril

Hechos

El 14.04.1931 D. Francesc Macià, líder de ERC, proclamó la ‘República de Catalunya’.

Lecturas

COMPANYS PROCLAMA LA REPÚBLICA ESPAÑOLA Y MACIÀ LA REPÚBLICA CATALANA:

D. Lluis Companys, tras conocer el triunfo de Esquerra Republicana en las elecciones municipales en Barcelona, acudió con sus partidarios al ayuntamiento de Barcelona, depuso al alcalde monárquico D. Juan Antonio Güell y, con el bastón de mando, salió al balcón proclamó la República en España en un momento en que D. Alfonso XIII aún seguía en su despacho. (Aunque abandonaría el país poco después).

El Coronel D. Francesc Macià y líder del separatismo catalán se dirigió al ayuntamiento de Barcelona después del Sr. Companys, y salió también al balcón, pero en su caso para proclamar la ‘República Catalana’. Acto seguido se dirigió a la Diputación de Barcelona, donde expulsó por la fuerza al Presidente de la Diputación legítimo, D. Joan Maluquer Viladot, y proclamó nuevamente la ‘República de Catalunya’ como Estado independiente, animando a los nuevos gobernantes de Madrid, de crear una ‘Federación de repúblicas ibéricas’. El Sr. Macià se apresuró a tomar de manera unilateral decisiones propias como la destitución del Capitán General Despujol, leal a la monarquía, y su reemplazo por un militar independentista catalán, Sr. López Ochoa, lo que suponía la disolución ‘de facto’ del Estado español.

azaña_1931 El ministro D. Manuel Azaña y otros miembros del Gobierno del Sr. De los Ríos tuvieron que negociar con D. Francesc Maciá que retirara su proclamación de independencia de Catalunya a cambio de recuperar la Generalitat. El Sr. Azaña destituyó al General López Ochoa como Capitán General de Barcelona, puesto a dedo por el Sr. Macià, y puso en su lugar al General Batet.

14 Abril 1931

PROCLAMA DE MACIÁ

Francesc Maciá

Leer

En nombre del pueblo de Cataluña proclamo el Estado catalán bajo el régimen de la República catalana, que libremente y con toda cordialidad anuncia y pide a los otros pueblos hermanos de España su colaboración en la creación de una Confederación de pueblos ibéricos, ofreciéndoles por los medios que sean librarles de la Monarquía borbónica. En este momento hacemos llegar nuestra voz a todos los Estados libres del mundo en nombre de la paz, de la justicia y de la paz de los pueblos.

El presidente de la República Catalana.

Francisco Macià

LA CRISIS VISTA POR LA PRENSA

Cuando toda los medios de izquierdas o los republicanos hablan de la unánime y entusiasta instauración de la República afirmando que los veinte millones de españoles izan la bandera tricolor, pese a que tal enseña nunca fue aceptada por medio país. El ABC en vez de marcar el titular de la proclamación de la República, pone de titular: “Antes que la República Española fue proclamada ayer en Barcelona la República Catalana presidida por el señor Maciá” (ABC, 15-4-1931). Es decir, dejaba la proclama de la República en segundo plano frente a los hechos catalanes. Ningún medio republicano en Madrid hable de lo sucedido en Cataluña. EL LIBERAL no se hará eco de tal incidente hasta el día siguiente y lo hace de la siguiente manera:

Por lo que hace referencia al estado catalán, que se dice proclamado por Macía, lo que nosotros sabemos y eso nos basta, es que el líder catalanistas hizo todas sus proclamaciones al grito de ¡viva España! Y eso nos basta (…) La República es la única forma de gobierno que puede acabar y que acabará con el separatismo, porque en España todo el mundo era separatista, pero no de España, sino de la Monarquía. La República hará la unidad nacional más firme que nunca. (EL LIBERAL, 16-4-1931)

En su empeño de culpar a la Monarquía de todos los males del país, EL LIBERAL que alardea de que ningún periódico hizo tanta siembra de ideas republicanas como ellos (16-4-1931) afirma que en realidad los independentistas catalanes no querían separarse de España sino de su Rey, por lo que ahora que ya no hay Rey se acabó el problema separatista, idea que el futuro se demostrará ingenua. Otro hecho peculiar de EL LIBERAL es que en diciembre de 1930 se distanciaba de la «hazaña» revolucionaria de don Fermín Galán amenazando con pasar por las armas a todo aquel que se opusiera a proclamar la República pasaba ahora a referirse a él como “el honrosísimo don Fermin Galán”.

El Análisis

MACIÁ vs COMPANYS

JF Lamata

El coronel Francesc Maciá se convirtió, de facto, en el mejor aliado de las derechas y los monárquicos españoles cuando el 14 de abril de 1931 los republicanos españoles encabezados por Niceto Alcalá Zamora se disponían a proclamar la II República española, era la mejor manera de dar la razón a las derechas cuyo argumentario es que abolir la monarquía traería inmediatamente tres consecuencias negativas: un auge revolucionario marxista, un anticlericalismo desenfrenado y la desmembración de España. Y resultaba que antes de empezar a funcionar la II República la tercera de las advertencias comenzaba a producirse.

En contra de Maciá está Companys, que representa a un sector de la Esquerra que entiende que la prioridad del partido en abril de 1931 tras ganar las municipales en Catalunya no debe ser fomentar la secesión de Catalunya del resto de España, sino ayudar a forja la República Española pensando que una vez ese paso esté consolidado será más fácil establecer una futura República catalana que se federe con la española. En los planes de los republicanos españoles no está permitir ningún tipo de secesión más menos encubierta con una ambigua federación, pero por pronto necesitan el apoyo de Companys para hacer entrar en razón al coronel.

Maciá sólo aceptara retirar su proclamación cuando el Gobierno provisional de la República le proponga crear una autonomía catalana con un presidente al frente con el cargo de ‘presidente de la Generalitat’.

J. F. Lamata