Guerra total entre el ABC y LA RAZÓN atacando a sus respectivos editores, José Manuel Lara y Nemesio Fernández Cuesta

En sólo unos meses Planeta ha vendido su participación en Telecinco y ha liquidado la histórica Radio España. Ahora, mientras ultima la entrada en la COPE se ha negado a suscribir la ampliación de capital de Quiero. Esta decisión, dentro de una política empresarial que le ha llevado a acumular grandes pérdidas, pone contra las cuerdas a la plataforma de TV digital y siembra de dudas la permanencia del Grupo que preside José Manuel Lara Bosch en otros medios donde aún está presente.

El Grupo Planeta ha tomado la decisión de no seguir invirtiendo en la plataforma Quiero, por lo que no ha acudido a la ampliación de capital de la compañía de TV digital donde participa a través de la sociedad Sofisclave 98, que posee un 15 por ciento del accionariado. Esta ampliación de capital, por valor de 12.000 millones de pesetas, representaba para Sofisclave 98 un desembolso de 1.800 millones de pesetas, aumento de participación que el Grupo que preside José Manuel Lara se negó a suscribir junto con otros accionistas como Carlton, Kutxa y BBK.

La negativa de Planeta pone contra las cuerdas a Quiero, ya que la no ejecución de la ampliación de capital en su totalidad deja a la plataforma con un grave problema de tesorería para hacer frente a los compromisos de pago. En los cinco primeros meses del año, el resultado neto del operador era de -11.476 millones de pesetas, con un Ebitda negativo de 15.866 millones. Mientras los fondos propios de la compañía ascienden a 41.000 millones de pesetas, la partida de gastos presupuestada es de 57.346 millones.

VENTA DE TELECINCO

La decisión de Planeta, comunicada al Consejo de Administración de Quiero el pasado 12 de junio y ratificada posteriormente el 12 de julio, se produce mientras el Grupo ultima su entrada en la Cadena COPE. Además, cabe destacar que Planeta tiene tres canales en la mencionada plataforma: Geoplaneta TV, Beca TV y Planeta Junior, que pese a las multimillonarias inversiones no han conseguido asentarse en el mercado televisivo y su futuro se vislumbra con grandes incertidumbres.

Sin embargo, esta no es la primera retirada de Planeta del sector audiovisual: en mayo del pasado año ya se deshizo del 10 por ciento que poseía de la cadena privada Telecinco, participación que vendió al fondo holandés Ice Finance BV. Entonces justificó la venta «para evitar posibles incompatibilidades con sus inversiones en televisión digital». Este anuncio se produjo en vísperas de la concesión por parte del Gobierno de las dos nuevas licencias de TV Digital Terrestre, pero Planeta recibió un nuevo revés al no resultar adjudicataria su candidatura de Horizonte Digital, licencia que consideraba como una de las bases sobre las que se asentaría el Grupo.

No obstante, los pasos en falso del Grupo que preside Lara Bosch no son nuevos y se remontan a hace dos décadas, con la incursión en «Opinión», semanario que fue lanzado al mercado con gran despliegue de medios y que tuvo que cerrar en poco tiempo.

DE RADIO ESPAÑA, A LA COPE

Hace apenas un mes, Planeta liquidó a un histórico de la radiodifusión española: Radio España. Accionista de referencia de la cadena inaugurada en 1924, con el 35 por ciento del capital, sólo tardó ocho meses en poner fin a una aventura de tres cuartos de siglo y ejecutar un expediente de regulación de empleo que puso en la calle a un 70 por ciento de la plantilla. Las deudas de la emisora superaban ya los 5.000 millones de pesetas.

Actualmente, mientras se repliega de sus inversiones en televisión digital terrestre ultima la entrada en la Cadena COPE, otra histórica de la radiodifusión en la que Planeta ya ha anunciado que quiere convertirse en uno de los socios de referencia.

PRENSA ESCRITA

Por lo que respecta a la Prensa escrita, Planeta es socio de referencia de un diario madrileño [LA RAZÓN] con difusión marginal cuyas pérdidas se estiman por encima de los 4.000 millones de pesetas. Asimismo, a través de Inversiones Hemisferio ha emprendido contactos para entrar en el accionariado del periódico catalán AVUÍ que a su vez tiene una deuda cercana a los 5.000 millones de pesetas. En el caso de que la operación se llevase a cabo, se plantea como salida la suspensión de pagos en el diario.

¿Saben ustedes qué ha pedido a Aznar un ilustre empresario, sí, el mismo que ha creado veintisiete empresitas filiales en una empresa de prestigio centenario a la que, entre arbitrariedades y sectarismos, ha puesto en trance, en situación difícil, cercana, incluso, a la fractura? Pues, tal vez a través de un ministro amigo, ha pedido la presidencia de la SEPI. la aspiración del empresario ha corrido como los mozos navarros en el encierro de los miuras y el todo Madrid enterado está al cabo de la calle de la Estafeta.

Lo que se sabe menos es que el presidente del Gobierno, por el momento, no parece por la labor. Le preocupa que el empresario fracasado extienda sus errores a una institución tan sensible como la SEPI.

Le preocupa también encabritar a los competidores del empresario hundido en la opulencia. Las tardes tranquilas del estío, casi con placidez de alma, permitirán al presidente del Gobierno reflexionar sobre decisión de tanto alcance, mientras se extiende el regocijo entre los empresarios serios, conocedores del intento de escapada hacia adelante del que vino de la empresa pública para fracasar en la privada y desea ahora retornar a la añorada molicie anterior, pagada por todos los españoles.

Luis María Anson

Con el despido de más del 70% de la plantilla de RADIO ESPAÑA se ha completado esta semana una operación que ha supuesto la liquidación de un clásico de la radiodifusión española y el pelotazo de un periodista, presidente de un diario madrileño y de sus más afines colaboradores. Mientras, el Grupo Planeta, socio de referencia de RADIO ESPAÑA, última su entrada en otra cadena al tiempo que firma el finiquito de 159 trabajadores de la emisora.

La pasada semana se han cerrado los últimos flecos pendientes de la operación que supone el cerrojazo de RADIO ESPAÑA, una emisora clásica de la historia de la radiodifusión española a la que una caótica gestión económica y los intereses espurios de algunos periodistas metidos a empresarios han llevado al colapso financiero.

En Madrid, cuando todos salen de vacaciones, Anson una vez más se queda para irse a la guerra. Guerra abierta desde su RAZÓN al presidente de ABC. Ha estallado la guerra de papel. EL bando que la declara formalmente se hace público en el recuadro de ‘Canela Fina’, firmado por Luis María Anson, que figura en la página tres del domingo pasado. En clave.

Anson pregunta a sus lectores si saben “qué ha pedido a Aznar un ilustre empresario” al que define como creador de veintisiete empresitas filiales en una empresa de prestigio centenario a la que, entre arbitrariedades y sectarismos, ha puesto en trance, en situación difícil, cercana, incluso a la fractura”. Luego asegura que el aludido, “tal vez a través de un ministro amigo, ha pedido la presidencia de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales)”. Añade que “el presidente del Gobierno, por el momento, no parece estar por la labor”, porque “le preocupa que el empresario fracasado extienda sus errores a una institución tan sensible como la SEPI” y también “encabrite a los competidores del empresario hundido en la opulencia”. Concluye que “mientras, se extiende el regocijo entre los empresarios serios, conocedores del intento de escapada hacia delante del que vino de la empresa pública para fracasar en la privada y desea ahora retornar a la añorada molicie anterior, pagado por todos los españoles”. El destinatario de la invectiva es Nemesio Fernández Cuesta, presidente de la editora de ABC y anterior secretario de Estado de Energía.

Para entenderla sépase que en EL MUNDO (26-VII-2001) se afirmaba que Prensa Española, editora de ABC, “de no haber llevado a cabo un trasvase de cash desde la partida de reservas de libre disposición a la de ingresos extraordinarios habría perdido 1.700 millones de pesetas’ y que LA RAZÓN se hacía eco al día siguiente. Hubo respuesta a Pedro J. y a Anson en el diario de los Luca de Tena. La primera: “Recoletos, propietario del 30% de EL MUNDO, ha perdido más del 58% de su valor en bolsa”. La segunda, contra Planeta, socio de LA RAZÓN, “un diario madrileño con difusión marginal con pérdidas de más de 4.000 millones”. El domingo, la Canela Fina de Anson, al que ayer acusaban en ABC de beneficiarse de un pelotazo económico en RADIO ESPAÑA. Atentos.

Miguel Ángel Aguilar

La gestión de Planeta ha dejado a Quiero TV al borde de la quiebra. La decisión del Grupo que preside José Manuel Lara Bosch de no suscribir la ampliación de capital de la compañía ha provocado una grave crisis financiera que pone contra las cuerdas a la plataforma de TV, con un drástico reajuste que prevé el despido de la cuarta parte de la plantilla. Esto, se inscribe en una política empresarial que ha llevado a Planeta a acumular grandes pérdidas: el diario marginal de Lara reconoce haber perdido más de 3.000 millones el pasado año.

Quiero TV, una de las plataformas pioneras en utilizar el sistema de televisión digital terrestre en España, está en crisis y al borde de la quiebra. En poco más de un año, la gestión del Grupo Planeta ha dejado la compañía a un paso del colapso financiero y con un drástico plan de reajuste que contempla el despido de una cuarta parte de la plantilla, compuesta por 275 trabajadores.

OLEADA DE DESPIDOS

El Grupo que preside José Manuel Lara Bosch ha llevado hasta las últimas consecuencias su amenaza de comienzos del verano de no acudir a las ampliaciones de capital de Quiero, donde participa a través de la sociedad Sofisclave 98, con un 15 por ciento del accionariado. La ampliación de capital, por valor de 12.000 millones de pesetas, representaba para Sofisclave 98 un desembolso de 1.800 millones de pesetas, aumento de participación que Lara se negó a suscribir y que ha dejado a Quiero con un grave problema de tesorería que ha desencadenado una oleada de despidos de altos cargos de la plataforma.

Ahora, el Grupo de Lara opta por abandonar la gestión de la compañía, que en los cinco primeros meses del año arrojó un resultado negativo de 11.476 millones de pesetas, con un Ebitda también negativo de 15.866 millones. Mientras los fondos propios de la plataforma ascienden a 41.000 millones de pesetas, la partida de gasto presupuestada es de 57.346 millones.

En las últimas semanas se han venido repitiendo las rescisiones de contratos en Quiero. Entre los primeros despedidos figuran el director de Relaciones Institucionales, Ángel Martín Vizcaíno; el director de Contenidos, Gino Nattaliccio; el director de Márketing, Mishka Harnden, o la directora de Comunicación, Eva Tormo. A estos habría que sumar otras dimisiones como la del subdirector general de Contenidos, Lluis Oliva, quien apenas llevaba unos meses en la plataforma.

En estos momentos, Planeta estudia qué hacer con los canales temáticos que produce para la plataforma de TV digital terrestre: Geoplaneta TV (dedicado a los viajes), Beca TV (con contenidos divulgativos) y Planeta Junior (especializado en programas infantiles), y cuyo futuro se vislumbra con grandes incertidumbres.

La polémica gestión del Grupo Planeta en Quiero no es, sin embargo, un hecho aislado en la forma de proceder de Lara y se inscribe en una política empresarial que le ha llevado a acumular grandes pérdidas y que siembra de dudas la permanencia del Grupo en otros medios donde aún está presente. Así, el diario madrileño de difusión marginal del que es socio de referencia Planeta reconoce unas pérdidas superiores a los 3.000 millones de pesetas durante el pasado ejercicio. Este año, las estimaciones sitúan los números rojos del diario en más de 4.500 millones.

En este sentido, cabe destacar que los despidos en Quiero TV se producen inmediatamente después de que Planeta pusiera en la calle a más del 70 por ciento de la plantilla de Radio España, tras liquidar la histórica emisora a cuyo accionariado había accedido sólo nueve meses antes a través de Planeta 2010 y que situó con una deuda de 5.000 millones de pesetas. El proceso de liquidación de Radio España sirvió para que un conocido periodista, presidente del citado diario con difusión marginal, diera un «pelotazo» económico cuantificado en casi mil millones de pesetas.

«PELOTAZO» PERIODÍSTICO

Las operaciones de Planeta en el sector audiovisual no se han detenido ahí, ya que en mayo del pasado año, el Grupo se deshizo del 10 por ciento que poseía de la cadena privada Telecinco, participación que vendió al fondo holandés Ice Finance BV. En aquel momento justificó la venta «para evitar posibles incompatibilidades con sus inversiones en televisión digital». Este anuncio se produjo en vísperas de la concesión de dos nuevas licencias de TV Digital Terrestre, pero Planeta recibió un nuevo revés al no resultar adjudicataria su candidatura, Horizonte Digital, licencia que consideraba como una de las bases sobre las que se asentaría el futuro del Grupo de Lara.

Su más reciente incursión en medios de comunicación ha sido en la Cadena COPE, donde su gestión pasa por la compra de un paquete del 11,4 por ciento. Esta adquisición de Planeta fue interpretada por el presidente del mencionado diario marginal [LA RAZÓN] y autor del «pelotazo» periodístico [Luis María Anson] como una singular ocasión para que tanto su «mano derecha» -a quien ya colocó en la Presidencia de Radio España- como otros periodistas amigos entraran en la nómina de la emisora de la Conferencia Episcopal desde esta temporada y que no fue vista con buenos ojos por los responsables de la COPE.

Alta preocupación en ABC por la consolidación de LA RAZÓN

Seis extensas informaciones, seis, ha dedicado el diario ABC en los últimos meses a denigrar a José Manuel Lara. Aunque el presidente del Consejo de Dirección de LA RAZÓN no quiere que se replique a nadie, la Redacción de este periódico, dada la reiteración del diario de Fernández-Cuesta, se considera en el deber de hacer algunas puntualizaciones sobre las insidias de ABC contra el socio de referencia de nuestra empresa, desoyendo, en esta ocasión, la voz de nuestro fundador.

TELECINCO

Dice ABC como si eso demostrara una mala situación de Planeta, que José Manuel Lara vendió su participación en TELECINCO. Y es cierto. Lo que no dice ABC es que quien le vendió a Lara las acciones fue el propio ABC por 9.000 millones de pesetas. Dos años después Lara ha vendido el paquete de ABC con un plusvalía de más de 60.000 millones, cifra que dejaría hoy fuera de problemas al veterano diario monárquico.

REVISTAS

Dice ABC que en 1977 Lara cerró la revista Opinión, once meses después de su salida. Y es cierto. Lo que no dice ABC es que por las mismas fechas el periódico cerró nada menos que la centenaria revista BLANCO Y NEGRO. Si es verdad que hace veinticinco años Lara cerró una revista, desde esas mismas fechas hasta hoy, sobre todo en los últimos años, ABC ha cerrado o vendido no menos de doce revistas.

EDITORIALES

Dice ABC que la política empresarial de Lara le ha llevado a acumular grandes pérdidas. Lo que no dice ABC es que cerró la Editorial Prensa Española por sus pérdidas mientras en los últimos dos años Lara ha adquirido treinta editoriales de relieve y se ha convertido en el primer editor mundial en lengua española y en uno de los tres más importantes del mundo por volumen de negocio y beneficios.

TELEVISIÓN DIGITAL

Dice ABC que Lara ha dejado a Quiero al borde de la quiebra. Lo que no dice ABC es que Lara sólo tiene el 15% de esa empresa y ha considerado conveneinte no acudir a la última ampliación de capital. Lo que tampoco dice el periódico es lo que ha perdido Prensa Española en ONDA SEIS de televisión ni los despidos que ha efectuado, ni lo que ha ocurrido con sus empresas de internet ni por qué no ha puesto en marcha la televisión digital terrestre que, como ONDA SEIS, fueron concesiones de favor del Gobierno.

RADIO ESPAÑA

Dice ABC que Lara ha reducido la plantilla de RADIO ESPAÑA en un 70% y es cierto. Después del formidable trabajo periodístico realizado por José Antonio Sánchez, que puso en valor la empresa, la rentabilización económica de la compañía pasaba por mantener RADIO ESPAÑA como radio fórmula y llegar a un acuerdo de la convencional con una de las cadenas grandes. Así se ha hecho con ONDA CERO, lo que ha convertido a RADIO ESPAÑA en una radio rentable.

De forma especialmente miserable, dice ABC que Luis María Anson dio un pelotado en RADIO ESPAÑA. A la muerte de Azcárraga, Televisa decidió cerrar su operación en España y resolvió su contrato con Anson, al que correspondía una fuerte indemnización, ofreciéndole las acciones que la compañía conservaba en RADIO ESPAÑA.

Presionando por un vicepresidente de Gobierno que amenazó – y lo hizo en el caso de Galicia – con que RADIO ESPAÑA no recibiría nuevas frecuencia si Anson seguía como accionista y consejero, el periodista decidió vender hace casi cuatro años y a precio de mercado sus acciones a una empresa que por su seriedad era la mejor garantía para los profesionales de la radio.

CLARO, LA RAZÓN Y ABC

Finalmente dice ABC que José Manuel Lara ha hecho una inversión en el diario LA RAZÓN, que es, en definitiva, el origen de la campaña de insidias, dada la preocupación que causa en aquel diario la consolidación de nuestro periódico. Lo que no dice ABC es que este periódico no debe un céntimo a nadie y se ha limitado a gastar parte de las inversiones del capital, como toda empresa que empieza. Nodice ABC que hace unos años Prensa Española gastó su prestigio y su dinero en el diario CLARO y que tuvo que cerrarlo a los cuatro peses con una pérdida superior a los 4.000 millones de pesetas.

No dice ABC, claro que no, que LA RAZÓN, según sus cifras de OJD superó ya los 100.000 ejemplares de venta en diciembre de 2000 y que, según cifras pendientes de confirmación, alcanzó en el primer semestre de 2001 una cifra de venta media de 106.000 ejemplares diarios lo que le convierte en uno de los ocho periódicos de información general más vendidos de España. Se da la circunstancia de que esta cifra está muy cercana a la venta media de ABC en el último trimestre de 1982, cuado se encargó a Luis María Anson de la dirección del periódico. El DIARIO16 de Pedro J. Ramírez había pasado ya aquel trimestre de 1982 a ABC y se permitió hacer una campaña de publicidad contra EL PAÍS con este eslogan: ‘Somos los segundos, los segundos serán los primeros’.