31 mayo 1911

El nuevo dueño es hermano del director y propietario de la publicación EL MUNDO

Guillermo de Rivas, cede la dirección y la propiedad del periódico EL DEBATE a Cristobal Mataix ‘amargado y desengañado’

Hechos

Los días 18 y 19.06.1911 el diario EL DEBATE publicó notas sobre los cambios en la dirección y en la propiedad de la cabecera.

Lecturas

D. Guillermo de Rivas anuncia que abandona el periódico tras fracasar en su intento de crear un ‘trust católico’ de El Debate con El Correo Español, El Universo y el carlista El Siglo Futuro. El periódico pasa a ser propiedad de D. Cristóbal Mataix Soler, hermano del director-propietario de la publicación El Mundo, D. Santiago Mataix Soler.

¿EL DEBATE COMPARTIRÁ PROPIEDAD CON EL MUNDO DE SANTIAGO MATAIX? 

El 2 de junio de 1911 el diario EL PAÍS informó de que el periódico EL DEBATE podía acabar en las manos del ‘canalejista’ D. Santiago Mataix, que era el editor de la publicación EL MUNDO. El día 3 de junio de 1911 el diario EL DEBATE publicó una rectificación al respecto que decía así:

«Aunque a D. Santiago Mataix le tiene sin cuidado que le adjudiquen la propiedad de un periódico más o de quinientos, sean del color que quieran, a EL DEBATE si que le importa consignar que nada tiene que ver en su propiedad, en sus tendencias y juicios el gerente de EL MUNDO. El que quizás tenga algo que ver pronto con nosotros es su hermano, Cristobal Mataix, y de ello nos alegraríamos con toda nuestra alma. Que conste así para nuestros fines. Y para que EL PAÍS lo sepa».

Sr. D. Cristobal Mataix

Muy señor mío y amigo: Un suelto publicado ayer en este periódico titulado ‘La gente de EL DEBATE, me obliga a mi pesar a enviarle estas cuartillas que le suplico inserte en el número de hoy, para que vean los lectores los motivos que he tenido para abandonar el puesto de director, que hasta el 31 del pasado mes de Mayo con tanto gusto y sacrificio ostenté, y en el que me sustituye mi queridísimo amigo don Basilio Álvarez, escritor castizo y vibrante, que tantos triunfos ha dado con sus valientes fondos a EL DEBATE.

Por la presente, y publicadas las cuartillas que le envío, le autorizo para que cambie la cabeza del periódico, de la que cuidará usted desaparezca mi modestísimo nombre.

Con gracis anticipadas se reitera de usted con toda consideración affmo. Alto. S. s. q. e. s. m.

Guillermo de Rivas.

Reflexiones Amargas de un desengaño

Guillermo de Rivas

19-06-1911

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La voz de la verdad

A vosotros, católicos humildes, a los que sois capaces de sacrificaros por nuestra bendita religión, y a vosotros, los suscriptores y propagadores de EL DEBATE me dirijo hoy para exponer a vuestra consideración honrada y cristiana mis trabajos y mis afanes, y mis amarguras y desengaños suíridos en estos ocho meses de lucha gigantesca y tenaz por llegar a consolidar la situación económica de este periódico católico e independiente, que lancé a la batalla diaria con la valentía y la fe con que proceden siempre los que tienen verdaderamente arraigados en su corazón los sentimientos cristianos.

Yo esperaba y conmigo muchos hombres de nuestro campo, que si el periódico agradaba a los católicos afluiría de tal modo el dinero que habría para todo: para asegurar su vida, para adquirir imprenta, rotativas y lo necesario para superar en todo a los rotativos de la izquierda, o por lo menos, para igualarlos, supuesto que nadie podrá dudar que los católicos en España son ricos, bastante más ricos que las gentes que siguen a Soriano y a Lerroux, los cuales crean y sostienen cuantos periódicos desean. Sin embargo la experiencia, esta maestra de la vida nos ha hecho ver que, aunque es cierto lo dicho, lo es también que los nuestros o no se gastan nada en estas pequeñeces o emplean sus millones en construir conventos, iglesias y asilos, y no les entra en sus luminosos cerebros la idea de que es mejor y más práctico el ayudar y sostener la Prensa diaria, que es la que hace o impide los movimientos revolucionarios. Y ahí cerca, muy cerca, están los sucesos tristes de la semana trágica, que se produjeron por las campañas de la Prensa de izquierdas, que con sus apasionados trabajos arrebataron a las masas republicanas, socialistas y ácratas.

Pues bien; salió el periódico y constituyó un ruidoso triunfo periodístico, como lo han reconocido hasta nuestros mismos enemigos, uno de los cuales, por cierto, ex ministro liberal y periodista distinguido, ha dicho en el Congreso que EL DEBATE era, sin disputa, el periódico más ameno y mejor presentado de los rotativos españoles.

Como el periódico triunfaba y se discutían sus trabajos, sus informaciones y su presentación nueva y artística, comenzaron a bullir los envidiosos, los intrigantes, los fracasados, los ineptos, los que al amparo de nuestros divinos ideales ponen en juego sus repugnantes manejos para alcanzar posiciones que les defiendan de la miseria y me crearon el primer conflicto. Una noche se marcharon ocho o nueve redactores de los doce o trece que integraban la Redacción, y me enteré después que, alentados por los elementos del Centro de Defensa Social, que los apoyaban, se proponían crear un nuevo periódico para hacer la guerra, no a ESPAÑA NUEVA, a EL RADICAL o a EL PAÍS sino a EL DEBATE, que no había nacido que más que para defender la religión, y esto sin duda lo creían un crimen que era preciso castigar creándole dificultades y calumniándolo. Esto era verdad, y si el dignísimo provisor de la diócesis, D. Javier Valdés Failde, no toma cartas en el asunto, el periódico lo hubiesen tirado, pero este ilustre y virtuosísismo sacerdote interpuso su valiosa influencia y la cosa no pasó a mayores.

En vista de lo sucedido y de que mis pobes dineros se iban agotando, por indicación de un amigoo me puse al habla con D. Luis Bahía, al que prpuse me ayudasen constituynedo una Soicedad comanditaria por acciones para así quedar, como fundador, de director perpetuo, con el fin de que el periódico no perdiese su independencia política, que de otro modo perdería al llevar la orientación este Centro, que ni es integrista, ni carlista, ni católico independiente, ni aun conservador, según ellos y que, según puede comprobar cualquiera, son conservadores de la derecha, pero se negó a mis pretensiones por no convenirle esta clase de sociedad.

Entretanto EL DEBATE se abría camino, pero, desgraciadamente, la situación, por lo cual me avisté con D. Manuel Bellido, buen católico y perfectísimo caballero, que me ayudó generosamente en mis nuevas gestiones con D. Luis Bahía, marqués de Rafael y duque de Vistahermosa, con los que convine constituir una Sociedad anónima, conservando yo la dirección y orientación del periódico. Esta Sociedad emitiría acciones por valor de 20.000 duros, pero al cabo de un mes se declararon fracasados, pr no haber podido llegar a reunir más de 25.000 pesetas.

Después me puse al habla con el Sr. marqués de Comillas, al que propuse diferentes proyectos, que beneficiaran, de llevarse a cabo, la situación económica de EL UNIVERSO y la de EL DEBATE, sin que ninguno de los dos periódicos renunciara a sus orientaciones. EL UNIVERSO continuaría siendo católico dinástico y EL DEBATE católico independiente. El mismo D. Rufino Blanco, director del colega, reconoció las inmensas ventajas que obtendríamos aceptando el marqués lo que tan simpático le pareció. Más tarde ignoro lo que ocurriría y qué influencias mediarían contra EL DEBATE; pero es lo cierto que en mi segunda entrevista con este prócer me convencí de la imposibilidad de llegar a un acuerdo.

Mis propósitos eran haber llegado a la formación de un trust de periódicos católicos, en los que hubiesen podido entrar EL CORREO ESPAÑOL, EL UNIVERSO, EL SIGLO FUTURO y EL DEBATE, con lo que se hubiese evitado, en primer lugar, el antagonismo y la odiosidad con que se tratan esos colegas, que no han tenido para EL DEBATE ni siquiera una frase de simpatía y aliento; antes al contrario, le han procurado hacer todo el daño que han podido.

Después, a su regreso de Roma, vi a D. Fernando Ibarra, por indicación del delegado, con el que no pude llegar a un acuerdo, más que nada, por el poquísimo tiempo de que disponía para llevar a cabo esas negociaciones.

Ya en esta situación angustiosa, con la imprenta, que me amenazaba todos los días con no tirar el periódico; con letras protestadas de La Papelera, y con el personal sin cobrar, ¿qué partido podía tomar, abandonado como estaba de todos los católicos pudientes?

Yo he visitado a las Comunidades religiosas más ricas e influyentes; les he suplicado, les he ofrecido todo cuanto se puede ofrecer a cambio de su protección, he escrito a todo el episcopado, al señor nuncio, he escrito al Sr. Merry del Val; ¿qué me quedaba por hacer? Yo he dormido menos de cinco horas diarias durante ocho meses, he desatendido familia, obligaciones sagradas, todo ¿y qué he conseguido? Perder hasta el último céntimo de mi capital, mi juventud, mi alegría, mi tranquilidad espiritual, mi confianza en la bondad de los hombres, todo, todo lo he perdido, menos mi gran fe, esta hermosísima con que Dios nuestro Señor ha adornado mi alma, y que es por la que he tenido el valor suficiente, después de tanta prueba, para sufrir la última, que fue la de llamar a los acreedores. En esta reunión se acordó que D. Cristobal Mataix pagase el 20% de los créditos y se encargase del periódico, gratuitamente por mi parte, que lo he cedido graciosamente después de lo sufrido y lo gastado, reservándome tan sólo la propiedad hasta el 31 de julio próximo, por si en ese tiempo pudiese conseguir suficiente dinero para continuar luchando, y si lo contrario, retirarme a mi casa con la conciencia bien tranquila de haber cumplido con mi deber de buen católico, que todo l ha pospuesto a los intereses de nuestra Religión, y esto ya qes bastante en los tiempos egoístas que atravesamos.

Guillermo de Rivas.

Nuestro comentario

EL DEBATE (Director: Basilio Álvarez)

19-06-1911

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Como ven nuestros lectores, el fundador de esta hoja diaria se retira amargado. Va en busca de una tregua a su rudo batallar.

Luchador incansable, su voluntad robusta y su claro entendimiento hízonos pensar más de una vez en que su alma noble, esa alma hermosa que no olvida a la Providencia en las horas de alegría ni en los momentos de angustia, está templada para este apostolado que la vida exige a los periodistas católicos de buena cepa.

Ni es un hombre de los llamados profesionales del periodismo, de esos que encima de las cuartillas se dan a la tarea de atormentar la frase para rizar el estilo ni un publicista que haga gemir las prensas con sus producciones. Pero es un hombre fuerte, un católico a marcha martillo y en estos tiempos de afeminamiento y cobardía, ser eso es serlo todo.

Los que con él hemos pasado ocho meses al lado del yunque, dejando caer gotas de sangre, pedazos de vida, sin que el aliento que llegaba de fuera fuese tan rigoroso que contrarrestase los sinsabores que se nos multiplicaban aquí dentro, bien podemos decir que D. Guillermo de Rivas es un gran generador de energía, jamás el pesimismo pudo rondarle de cerca.

Cuando los conflictos salían al paso con el brío cruel que lleva consigo la escasez de recursos, supo fortalecernos mirando de lo Alto, y cuando la tormenta se desató furiosa para hacerle abandonar el puesto que con tanta brillantez desempeñó, retirose gallardo y digno, sin que el lodazal le salpicase, y oró fervorosamente. Aun en estos instantes de tribulación, tuvo el gesto magnífico de entregarse sonriendo a los dictados de la Divina Providencia.

Siempre caballeroso, ¡ojalá que su recuerdo dirija nuestras campañas!

Elasticidad

EL PAÍS (Director: Roberto Castrovido)

2-06-1911

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Se dijo ayer que EL DEBATE había fallecido víctima del censurable acto realizado la tarde anterior en el Congreso por el irascible clérigo D. Basilio.

Según estas referencias, el obispo de Madrid había decretado la desaparición de dicho periódico tan pronto como se enteró de la escandalosa fechoría del padre Basilio.

Pero según los últimos rumores EL DEBATE no ha muerto, y si murió tiene más virtud que el mismo Cristo, porque habrá resucitado ya cuando este número llegue a nuestros lectores, es decir, a las veinticuatro horas antes de recibir sepulturas.

Gracias a las excelentes dotes de actividad e inteligencia de nuestro querido amigo D. Santiago Mataix, gerente de EL MUNDO, reanudará su publicación EL DEBATE, que pasará a ser propiedad del respetado y distinguido compañero y que será inspirado por el funesto D. Juan de la Cierva y Peñafiel, la Defensa Social y otras personas y Sociedades tan estimables como Cierva y la Defensa.

Los que vengan a Madrid durante el Congreso Eucarístico podrán apreciar las mejoras que la nueva empresa se propone introducir en el diario clerical.

El Sr. Mataix a la vez que gerente de EL DEBATE clerical lo seguirá siendo de EL MUNDO, ministerialísimo del anticlerical Canalejas, cosa que ya no puede extrañar a nadie desde que se ha demostrado que las empresas periodísticas pueden tener tantas caras como la Luna.

Después de todo, estos casos pudieran servir como modelo de rigidez al lado de otro que nos cuentan.

Hasta hace pocos días formó en la redacción del clericalísimo DEBATE un señor que, al parecer, ha entrado a reforzar la redacción de un estimado colega republicano de la noche.

¿Se quiere más elasticidad? ¡Ni de goma!

Mi imprenta, mi hermano y yo

Santiago Mataix

3-06-1911

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Yo quiero mucho a EL PAÍS, les debo tantas atenciones a los compañeros republicanos que por los Catenas, los Castrovidos, por los suyos tengo verdadera simpatía. Pasamos años sin vernos por la diferencia de vida de cada uno; pero conste que son gente de todo mi afecto, y no digo de mi admiración para que no se crea que adulo.

Pues bien; el simpático diario republicano, esta mañana sale con la noticia de que EL DEBATE, periódico católico, no ha muerto gracias a mi auxilio. Y eso no es cierto. ¿Qué cómo lo da por seguro periódico de tan buena información como el de la calle Madera? Pues vamos a contárselo a nuestros lectores y a él mismo, para que no haya dudas.

En los talleres de EL MUNDO tirábamos nosotros EL DEBATE. Teníamos por el la simpatía que por toda nueva publicación; velamos sus luchas con agrado, pasábamos sus penas. Y alguna vez en la penuria en que vivimos todos los periódicos sufrimos las consecuencias. Nuestros amigos de EL DEBATE dejaron de pagar neustra cuenta. Aunque nosotros vivimos al día, aun no pudiendo dar nada a nadie, nos hicimos cargo de la situación de nuestros compañeros y pasamos amablemente el apuro. Pero se repitió un día y otro y una semana, y entonces tratamos de ver si nuestro sacrificio era útil o no.

Desgraciadamente, a las gestiones de los hombres de EL DEBATE no les vimos seriedad bastante para ser una solución inmediata para ellos. Entonces a un hermano mío, hombre reaccionario si los hay que me ayuda en las cuestiones administrativas de EL MUNDO, que llevaba mis relaciones con EL DEBATE, le convencieron estos de que el periódico podía ser un negocio, que a él le convendría y que de ese modo cobraba yo mis cuentas.

Convencido por las razones de los de enfrente, vino el hombre a hablarme. Se lo quité de la cabeza, le dije los sufrimientos que yo había tenido en EL MUNDO, el dinero que hacía falta, las penas que le esperaban. Nada le hizo impresión. Me contestó que él había heredado algo, que tenía amigos que se metían con él en la empresa y que si les ayudaba tiraban el periódico.

Y yo, que estoy un poco cansado de mi empresa de EL MUNDO; que ha gastado para mí muchas energías en cosas improductivas para mí en la vida, tuve un momento de debilidad, y dije a mi hermano:

  • – Mira, no respondo del tiempo que te ayudaré. Me encuentro un poco fatigado de la lucha. Me asustan dos periódicos; no cuentes ni con una peseta mía, que todas las necesito para EL MUNDO; pero… sí te ayudaré. Ahora, no quiero entrar ni salir en la significación de EL DEBATE. Yo soy liberal templado; ayudo algunas veces a Canalejas, y otras a Maura , cuyas dotes de gobernante admiro y el periódico tuyo, en mis manos perdería. ¿Tú piensas seguirlo tan católico como hasta ahora?
  • – Más – me contestó mi hermano – Ya sabes mis ideas: y soy hombre de lucha y de catolicismo. En él he nacido y en sus doctrinas me he criado; sus hombres me gustan más que los tuyos. He de ayudarte con fe, con alma, con vida. Quiero que EL DEBATE sea un periódico de batalla; me gusta que la Prensa radical se meta con nosotros; hemos de ser una bandera y un sostén de los obispos y su gente.
  • – Pues, hijo, en todo eso yo no puedo acompañarte, no iré en tu compañía. Mi ayuda te será nociva.
  • – Si lo que quiero de ti es ayuda material: la imprenta, tus máquinas, tus medios tipográficos, mientras yo no los tenga.
  • – De eso dispones en absoluto. Los tenía ya EL DEBATE, los tienes tú ahora con todo el cariño que tengo para tus cosas. Si puedes pagar, me alegraré, si no, quiero que me lo digas, pues una ayuda tonta no te lo quiero dar, no puedo prestarla.
  • – Otra cosa quiero de ti. Algún consejo, ayuda intelectual cuando yo la requiera. Tengo de tu talento el mejor de los juicios y del mío poco concepto; deseo tu experiencia, tus años de periodismo, tu sagacidad.

No deje seguir a mi hermano Cristobal: me molestaba con sus elogios. Los que nos conocen saben que mi hermano cree que yo soy más hombre que Canalejas y Maura juntos. Yo no opino de él lo propio, pero tengo gran consideración para su laboriosidad, y de su carácter el mejor de los juicios. Sentí que los míos no le convencieran y lo dejé con la promesa de mi ayuda haciendo gestiones para su empresa. Hoy verá a gente, no sé si a Cierva y a la Defensa Social, como dice EL PAÍS, pero seguramente no será el Comité republicano de la calle de la ruda, y les digo a mis queridos compañeros radicales que dentro de tres o cuatro días en vista de sus trabajos , decidirá mi hermano, si sigue o no con EL DEBATE.

Y si continúa, ya les auguro que les ha caído la gorda. Que es un hombre de temple y de agallas y que quiere lucha  y que le encanta el movimiento. No la rehuirá, no, estará dispuesto a todo y tendrá con mis amigos radicales las menores consideraciones posibles. Hasta le han encantado los trastazos de D. Basilio al redactor de ESPAÑA NUEVA. No se le encoge a ese el ánimo.

Eso es todo, mis buenos amigos de EL PAÍS. Hemos de esperar unos días a que el hombre se decida, y si, como parece, acepta EL DEBATE, yo voy a reírme un poco de las luchas de mi hermanito con los redactores desconsiderados que crean cosa de poca monta insultar a EL DEBATE. Porque va a ser muy católico, pero yo aseguro a mis amigos que no aguanta paz de nadie.