22 junio 2001

El conductor del programa nocturno 'La Linterna' de la emisora episcopal llevaba años aludiendo despectivamente al conductor del matutino 'Hoy por Hoy' pero hasta ahora este nunca había contestado

Iñaki Gabilondo estalla desde la SER contra Jiménez Losantos (COPE): «Las tonterías que suelta superan todos los límites»

Hechos

En su programa del 22.06.2001 ‘Hoy por Hoy’ de la Cadena SER, D. Iñaki Gabilondo aludió a D. Federico Jiménez Losantos, conductor del programa ‘La Linterna’ de la Cadena COPE.

Lecturas

D. Federico Jiménez Losantos lleva años aludiendo despectivamente a D. Iñaki Gabilondo desde su programa ‘La Linterna’ de la Cadena COPE. El Sr. Gabilondo, cuyo programa ‘Hoy por Hoy’ de la Cadena SER, es líder de audiencia de la radio española, había evitado hacer hasta ahora ninguna referencia al Sr. Jiménez Losantos. No obstante las críticas del Sr. Jiménez Losantos a los jueces españoles fue el argumento que usó el Sr. Gabilondo para aludir a su enemigo mediático:

«Confieso que estoy turulato entre las tonterías que digo y las tonterías que oigo, pero la que acaba de soltar Federico Jiménez Losantos supuera ya todos los límites. Dice Jiménez Losantos que lo más peligroso para nuestra seguridad no son los terroristas, ni los asesinos, ni los violadores, sino los jueces. Se ha pasado 200 o 300 kilómetros».

El diario EL MUNDO salió en defensa del Sr. Jiménez Losantos (que es columnista de su periódico) calificándolo como el verdadero sucesor de D. Antonio Herrero en las ondas. Por su parte desde la dirección de la COPE se ha confirmado que el Sr. Jiménez Losantos seguirá al frente de ‘La Linterna’ hasta 2004.

 

Libgro: De la Noche a la Mañana. El milagro de la COPE

Federico Jiménez Losantos

348-349

Leer

Aunque la COPE estuviera, según los estudios de audiencia, en cuarto y último lugar, tras la SER, Onda Cero y Radio Nacional, yo sólo debía tener un rival, que era la primera, la gigantesca y todopoderosa SER. Las demás cadenas no existían. Eran caladeros de oyentes que yo debía ir atrayendo o recuperando. Lo que dijera Antonio Jiménez, o Carlos Herrera, o Luis del Olmo, o quien fuese me daba igual. Y si no me daba, tenía que disimular. Mi única preocupación era que la gente percibiera que la COPE no era una cadena buena, mala o regular, sino la única alternativa a la SER. Si yo conseguía que Iñaki Gabilondo dialogase conmigo, fuera en términos afables o iracundos, delante de Goliatondo sólo estaría Daviderico. ¿Y a quién le importaría, ante ese duelo, los demás contendientes? Ni siquiera a ello, ya de más.

Lo malo es que Iñaki sabía perfectamente lo que yo quería y, naturalmente, no estaba dispuesto a colaborar en la tarea de crearse un rival, por modesto que fuera. En consecuencia, pasara lo que pasara, dijera lo que dijese, nunca contestaba en antena a mis mensajes, fueran simpáticos o críticos, satíricos o antipáticos.

En aquellos primeros meses, al hilo de las noticias que cambian cada día, yo no cambiaba mi objetivo: entrar en liza con la SER, pero nada. Algún cenutrio en horarios de menos importancia creyó hacer méritos ante el patrón Polanco o la secta prisáica poniéndome verde, pero a esa pesca menor tampoco le daba yo importancia. A mí sólo me importaba Iñaki, pero Iñaki no picaba.

Yo insistía, sabedor de que la soledad ante el micrófono, hora tras hora, te lleva inevitablemente a dialogar con amigos y enemigos, pero el tío, nada. A los dos meses o así, empezó a hacer algún comentario de refilón y sus tertulianos entraron a saco, pero ahí quedaba la cosa. Sin embargo empecé a pensar que habían tragado el anzuelo y la pesca era posible. Seguí machacando, dándole más carrete, tirando y aflojando, hasta que un día, pasadas las ocho y al empezar la tertulia, alguien del equipo vino a decirme:

  • -Oye, que Iñaki te ha puesto verde en la SER
  • -A ver, a ver, aclaremos: ¿Iñaki o algún tertuliano?
  • -Iñaki, Iñaki. O sea, Gabilondo.
  • -¡Qué maravilla! ¡Hemos ganado!

Estuve a punto de mandarle flores. La COPE había sido reconocida, por la vía de los hechos, como alternativa a la SER. Por fin estábamos en el buen camino. En el único camino a decir verdad, para salir de la miseria. ¿Entró al trapo Iñaki porque se aburrió de callar o porque vieron que La Mañana empezaba a tener audiencia y sus críticas ya no podían ser pasadas por alto? No l osé. El caso es que hicieron lo que yo buscaba. Desde entonces lo importante siguió siendo atacar, pero como forma de resistir. Es la vieja táctica de la guerrilla frente a un ejército aplastantemente superior, pero al que, por indeseable, no puede considerarse invencible.