Javier Díez Polanco abandona la dirección de Sogecable y el Grupo PRISA por discrepar de la estrategia de desinversión puesta en marcha por Juan Luis Cebrián, le sucede Pedro García Guillén

El drama económico que atraviesa el Grupo Prisa empieza a cobrarse víctimas nominales. La primera, de hecho, luce nada menos que el apellido del patriarca: Javier Díez de Polanco. El sobrino del fundador de la empresa abandona sus cargos de director del área audiovisual de la compañía y consejero delegado de Sogecable en plena crisis de la compañía y después de años de dura batalla por el poder con Juan Luis Cebrián.

Este adiós, vestido oficialmente de dimisión, pone fin a años de feroz rivalidad entre ambos directivos, acentuada tras la muerte en 2007 de Jesús de Polanco, que dividió las parcelas de responsabilidad de ambos: su sobrino se ocupaba de la audiovisual y Cebrián, del resto.

Este reparto no satisfizo nunca al consejero delegado de Prisa, que se negaba a que esta parcela escapara de su influencia. De esta frustración nació Localia, la fracasada red de televisiones locales, cerrada en 2008 después de años de pérdidas.

El final de este proyecto, ligado directamente a la figura de Cebrián, situó a éste en el punto de mira de los accionistas, que además, le responsabilizan de la caída del valor en Bolsa de Prisa: ha perdido un 80% en apenas un año, dejando su capitalización en apenas 457 millones.

La principal causa del desastre económico de la compañía también lleva su firma y es la OPA por el 100% de Sogecable. Apenas tiene nueve días para conseguir que los acreedores aplacen un año la devolución del crédito de 1.950 millones solicitado para hacer frente a esta operación.

En esta encrucijada, Cebrián ha decidido dar un paso al frente, presentarse como único salvavidas posible ante los accionistas y señalar a Javier Díez de Polanco como máximo responsable de esta crisis. La coartada para provocar esta dimisión ha sido su gestión de los derechos audiovisuales durante los últimos años.

Entre los fracasos de Díez de Polanco destaca la pérdida de los derechos de los principales acontecimientos deportivos en favor de Mediapro. Un error estratégico que penalizaba duramente el valor de Digital + y su posicionamiento en el mercado.

Ante la fuga de equipos a la productora catalana, emprendió una huida hacia delante en forma de batalla legal contra Mediapro que prendió la mecha de la guerra del fútbol. Estaba convencido y así lo defendió que en el frente quedarían los cadáveres de la productora y de La Sexta.

Su vehemente defensa de esta disputa vinculó directamente su figura al éxito en la misma. Sin embargo, la guerra parece perdida para Sogecable y en la cúpula de la compañía han decidido que debían empezar a rodar cabezas.

«La decisión ha sido tomada en el marco del actual proceso de transformación y cambio emprendido por el Grupo Prisa. Díez de Polanco continuará vinculado al grupo como asesor estratégico de la dirección del mismo», se explicaba ayer en el comunicado de la compañía.

Esa transformación podría pasar por la fusión de Cuatro con otra cadena generalista como La Sexta y Telecinco, con las que ya ha mantenido contactos. Pero Díez de Polanco no estaba dispuesto a ceder parte de su poder en la división audiovisual en el grupo. Y la mera posibilidad de que Cuatro, su niña mimada, pudiera unir sus destinos con La Sexta de sus grandes enemigos de Mediapro, ha sido suficiente para culminar esta dimisión.

De momento, Juan Luis Cebrián vuelve a salir indemne de otra grave crisis interna. A partir de ahora tiene vía libre para negociar la posible alianza de Cuatro con otro operador y se ha garantizado su influencia dividiendo en dos el poder que antes se concentraba sólo en Díez de Polanco.

La salida del consejero delegado de Sogecable ha provocado el nombramiento de Manuel Polanco, hijo del fundador de la compañía y director general de Prisa, como nuevo coordinador del Área Audiovisual. Pedro García Guillén, hasta ahora director general de El País, será nombrado consejero delegado de Sogecable y de todas sus sociedades en una próxima reunión del consejo de administración.

Al margen de la refinanciación del grupo, el nuevo organigrama deberá afrontar un plan de recorte de gastos que está generando un gran nerviosismo entre los trabajadores de los distintos medios del grupo, que ya han sido consultados sobre los posibles caminos para afrontar estos recortes.

Este reto será uno de los más urgentes que deba afrontar José Ángel García Olea, que asumirá el cargo de director general de El País con el cometido fundamental de reducir los costes del diario.

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APOYOS

#De la euforia a la angustia en seis años.

Javier Díez de Polanco presentó (en la imagen) en 2003 su plataforma de pago, pletórico y cargado de cifras a su favor. Hoy Digital+ no sólo está en venta para intentar sanear las cuentas de Prisa, sino que ha perdido su contenido más preciado, el fútbol, y muchos abonados.

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#Un inminente conflicto laboral

>Deuda. Más de 5.000 millones de deuda, un crédito de 1.950 millones a punto de vencer, un valor en bolsa de apenas dos euros, cierres de Localia y Crisol… La situación económica de Prisa afecta a todas las divisiones de la compañía y ahora empieza a amenazar los derechos de sus trabajadores. Durante las últimas semanas se han multiplicado las reuniones con las distintas redacciones del grupo para explicarles la situación del mismo y la necesidad de afrontar reformas estructurales.

>Recortes. En ‘Cinco Días’ hay planteado un ‘ERE’ temporal que afectaría a la plantilla en los meses de verano. En la Cadena Ser ya han empezado los contactos para afrontar un fuerte recorte de plantilla. El mismo camino va a seguir el emblema del grupo, ‘El País’. La dirección ya ha hecho un intento fallido, pero el comité no sólo ha rechazado las 10 propuestas de la empresa, sino que además ha solicitado que su consejero delegado deje de declarar en público «la muerte de los periódicos impresos».

La marcha de Javier Díez de Polanco, director del Área Audiovisual de PRISA (empresa editora de El País) y consejero delegado de Sogecable, abre las puertas a la fusión de Cuatro y La Sexta. Cuestión de días, dicen. De horas. Las dos cadenas más jóvenes de la parrilla, las muletas audiovisuales de Zapatero, quieren unir sus fuerzas en nombre de la pluralidad. ¿De la pluralidad? Sí, coño, de la pluralidad. Por si no lo recuerdan, hace un par de años el Gobierno dijo que, para defender la pluralidad televisiva, no había nada mejor que ampliar el dial con nuevas cadenas privadas. Y surgió La Sexta. Como desde entonces el concepto «pluralidad» ha cambiado una barbaridad, el mismo y sabio Gobierno rectifica, y asegura que existen demasiados operadores, y que lo más sensato es facilitar su fusión. Todo por seguir defendiendo la bendita pluralidad.

¡La pluralidad! Un término sagrado, sólo equiparable al de libertad de expresión. De hecho elpais.com ofreció la noticia de la deserción de Javier Díez de Polanco pegada a otra no menos importante, sobre todo para los trabajadores de Prisa, que en estos días negocian con la empresa recortes de sueldos y plantilla: «La dirección de ‘The Boston Globe’ amenaza con cerrar el diario en 60 días si no hay concesiones de los trabajadores». ¿Lo pillan? Pues eso. Una forma subliminal de negociación camuflada como información…

Pero regresemos al tema con que se abría el post de hoy: la inminente fusión entre La Sexta y Cuatro. ¿Saben lo que piensa Paolo Vasile, Consejero delegado de Telecinco? Pues que de la unión de dos cojos no sale un corredor de maratones.

¡Qué ave de mal agüero este Vasile! Incluso en las peores circunstancias, será una bendición que dos grandes empresas de comunicación de izquierdas firmen la paz y que, de una vez por todas, las aguas vuelvan a su cauce. No era de recibo que desde Sogecable llamasen «pirata» a Roures. O desde La Sexta, «prepotente» y «soberbio» a Cebrián. O que El País denunciase las amistades de Zapatero con directivos de La Sexta. O que Roures dijese que Prisa era una «codiciosa secta maoísta». O que…

¡Se acabaron los insultos, la falta de respeto entre izquierdistas, la guerra del fútbol, la pérdida de pasta! La fusión debe devolver la paz a la izquierda, y confirmar la apuesta por la pluralidad informativa de Zapatero. Además, y por si quedaba alguna duda de sus buenas intenciones, Fernández de la Vega acaba de confirmar, en la tercera gran noticia del día, que en septiembre TVE dejará de tener publicidad. Un dinerito muy majo que irá a parar a las manos de… ¡las privadas!

Las piezas comienzan a encajar. Dentro de poco, hasta saldrán las cuentas…