2 abril 2008

Un libro del despedido aludiría, sin citándoles con seudónimo, a Javier Valenzuela y Muñoz Molina como responsables de que se viera marginado en el periódico

Javier Moreno (EL PAÍS) defenestra a Bosco Esteruelas por escribir un cuento ridiculizando a Juan Luis Cebrián y a Juan Cruz

Hechos

El 17.04.2008 el diario PERIODISTA DIGITAL se hacía eco de que D. Bosco Esteruelas, editorialista de EL PAIS había sido relegado al ‘ostracismo’. El 13.10.2008 EL CONFIDENCIAL DIGITAL confirmaba su salida del periódico de PRISA.

Lecturas

D. Bosco Esteruelas habla con J. F. Lamata sobre el ‘cuento’ que le costó la salida de EL PAÍS:

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Bosco Esteruelas es uno de los periodistas de peso en España. Cuenta con una larga trayectoria como corresponsal internacional. Ha ejercido en Bruselas, Washington o Tokyo, donde se destacó por su crónicas sólidas y plagadas de buena información. En estos momentos, Esteruelas había labor de editorialista en el diario que fundara Juan Luis Cebrián.

Esteruelas envió a un pequeño grupo de amigos un relato de ficción, que tenía como protagonista a un periodista histriónico y repulsivo, sin dar en ningún momento un nombre propio.

Este e-mail, enviado a un reducido número de compañeros de Esteruelas, cayó en manos, según estas mismas fuentes, de «un famoso escritor, casado con una escritora también, y que ambos colaboran en el diario». Y, al final, terminó en manos del director de EL PAÍS.

Javier Moreno, entendiendo que la sátira era sobre el subdirector del diario, el escritor canario Juan Cruz, y sobre el ex director Juan Luis Cebrián, montó en cólera y mandó llamar a Bosco Esteruelas. Una vez en su despacho, le enseñó el texto y le dijo que había perdido la confianza en él. Desde entonces, Esteruelas ha sido relegado al ostracismo.

Javier Moreno, director de EL PAÍS, ha convertido este acto privado, -como es escribir un cuento de ficción- en un acto público. Un acto íntimo que derivó en una sanción que mantuvo a Esteruelas alejado de su puesto de trabajo durante un mes.

En marzo, Bosco Esteruelas volvió a ejercer su labor de editorialista, pero su situación dentro de la empresa sigue siendo bastante insegura e incierta. Aunque continúa en su puesto, no tiene la seguridad de mantener su trabajo, ya que Moreno ha perdido la confianza en él.

Fue el Comité de empresa, que no el de redacción, el que paró la campaña iniciada contra Esteruelas. Gracias a su labor, el editorialista pudo reintegrarse en su trabajo, aunque sin garantías ya que el director de EL PAÍS no ha cambiado de opinión. Parece que para Javier Moreno no existe frontera entre la intimidad y el trabajo de empresa.

Al parecer, la dirección de EL PAÍS se estaba planteando premiar a Bosco Esteruelas con una corresponsalía en París al periodista. Tras el incidente del e-mail, el «premio» se ha truncado.

El lamentable encuentro entre Moreno y el afectado se produjo en el despacho del director, a principios del mes de marzo.

La cabeza de Esteruelas no es más que una más de las que han rodado tras tomar el cargo la nueva dirección de EL PAÍS. Javier Moreno ha impuesto unas maneras que están dejando al diario que fuera estandarte de la libertad a los pies de los caballos.

La Red, de nuevo la Red, ha servido para que la ley del silencio impuesta en EL PAÍS haga aguas.

«Hoy le han dado el paseíllo a Bosco Esteruelas, uno de los editorialistas de EL PAÍS».

El propia Hermann Tertsch, que ha salido escaldado también del diario de Polanco, escribe este comentario en el blog de Manuel Jabois:

«¿me puedes quizás explicar que ha pasado con Bosco Esteruelas? ¿Que lleva a la direcció a tratarlo así? ¿Crees tu también que detrás del sujeto infame de un cuento y pura ficción alguien te pueda identificar y dañar tu imagen? ¿Tanto como para quebrarle la impoluta y brillante carrera a un profesional como Bosco Esteruelas?»