Jean-Luc Lagardère (grupo Hachette) compra la revista del corazón española DIEZ MINUTOS a su propietaria, Milagros Valdés

Tras varios meses de conversaciones, el grupo francés Hachette, que preside Frank Tenot, se ha hecho cargo del semanario DIEZ MINUTOS, de la Editorial Gráficas Espejo. Desde hace cuatro semanas (número 2.035), en el directorio de la revista aparece el nuevo organgirama de la mencionada publicación, con Gérald de Roquemaurel como presidente de Gráficas Espejo y Fausto González como consejero delegado. En el grupo Hachette y bajo la presidencia de Frank Tenot, el consejero delegado es José Aurelio Herreros de Tejada, y el director de publicaciones Juan Caño.

El director de DIEZ MINUTOS sigue siendo Jesús M. López Campos. Con ello ha quedado plenamente confirmada la adquisición de DIEZ MINUTOS a la familia Valdés, propietaria de Gráficas Espejo desde su fundación por Joaquín Valdés, quien con gran éxito y acierto dirigió y presidió Gráficas Espejo durante largos años, teniendo últimamente como directora de publicaciones a su hija Milagros Valdés.

Llegamos a los noventa, cuando la prensa del corazón, aunque no toda, coloca en el mismo plano de igualdad a los lectores y a los personajes. Todos sufrimos, gozamos, amamos y nos separamos. La vida misma. La evolución de la prensa del corazón y la sociedad iba a la par.

Pero a principios de los noventa una multinacional francesa pone sobre la mesa una cantidad desorbitada para entonces, y se queda con la mayoría de las acciones de la empresa Gráficas Espejo, editora de las revistas DIEZ MINUTOS y EL EUROPEO.

Ocho meses después, la nueva empresa pone en la calle al director de DIEZ MINUTOS e inicia una carrera distinta con una revista que había sido entonces la más divertida y transgresora del final del franquismo, durante toda la transición y en los quince primeros años de democracia, la más impactante.

Con el estricto control de costos de Fausto González y la creatividad de mis equipos la empresa fue viento en popa. Beneficios superiores a los 20 millones de euros anuales permitían realizar inversiones continuas que contribuían a nuestro crecimiento. Así adquirimos la editorial Gráficas Espejo, que editaba entre otras la revista DIEZ MINUTOS, la mayoría de la revista FOTOGRAMAS, la totalidad de la revista TELEINDISCRETA, el 50% de NUEVO ESTILO y MICASA, etc.

Con Alberto Ruiz Gallardón podría haber establecido cierto grado de intimidad. Resulta que un día llegaron a mi despacho las fotografías de un hombre tirado junto a una acera donde aparecían un par de jeringuillas de las que usan los heroinómanos. Las traía para su venta una agencia de colaboraciones que proveía habitualmente a nuestras revistas del corazón.

– ¿Pero quién es? – Pregunté.

– Es el hermano de Ruiz Gallardón: está enganchado a la heroína. Parece que ha muerto.

Ordené que compraran las fotos, las metí en un sobre y lo dirigí al Excelentísimo Sr. D. Alberto Ruiz Gallardón, presidente de la Comunidad de Madrid. En aquel tiempo ocupaba ese cargo, pero se estaba preparando ya para concurrir a las próximas elecciones municipales para la alcaldía de Madrid.

Adjunté la siguiente nota a las fotos.

“Estimado Presidente: A través de una agencia de colaboraciones han llegado a la redacción de una de mis revistas las fotos adjuntas. Considero que no deben ser publicadas, por lo que las he comprado para retirarlas del mercado. Atentamente: Juan Caño, vicepresidente de Hachette Filipacchi”.

No habían pasado un par de horas cuando un motorista me trajo la siguiente nota de respuesta escrita de puño y letra por Ruiz Galalrdón:

“Señor Caño. Pídame lo que quiera! Alberto Ruiz Gallardón”.

No le pedí nada, naturalmente, pero cuando fue elegido finalmente Alcalde de Madrid, cargo que, por cierto, desempeñó de manera excepcional, le invité a venir a Hachette para mantener una reunión con los directores de todas las revistas del grupo.