19 marzo 1992
El político dice haber evolucionado y que su prioridad es Vic
Josep Anglada, ex líder del Frente Nacional en Barcelona, funda el partido Plataforma per Catalunya contra la inmigración
Hechos
- El 19.03.2002 la Plataforma Vigatana de D. Josep Anglada anunció que iniciaba los trámites para constituir el partido Plataforma per Catalunya (PxC).
04 Mayo 2002
¡Que vienen los fachas!
En las aulas los alborotadores se excitan. Llegan voces desde el exterior que dicen que los fachas están poniendo una pancarta en la misma puerta de la Facultad de Derecho, ocupada durante aquellos años por Ciencias de la Información. La asamblea se rompe. Gritos, nervios. Uno de los que siempre hablaba, y que dejó de oírse cuando abandonó la carrera, pretende que todos bajemos, presumiblemente a repartir leña. Beneit! No para de repetir. «¡Que vienen los fachas! ¡Que vienen los fachas!». El lobo está cerca, pero el rebaño cada vez vive mejor en casa de papá y no es cosa de exponerse en exceso. Félix Balanzó, profesor de Lengua Española en aquella universidad que empezaba a descafeinarse, se levanta con tranquilidad y exclama convencido: «No caigáis en la provocación. Sigamos en la asamblea».
El 23-F flotaba entre aquellos jóvenes y no tan jóvenes estudiantes de Periodismo. El enemigo estaba claro. Los fachas. Los fachas eran los que jugaban con aquella débil democracia.
Las cosas han cambiado. Han cambiado mucho en 20 años. Cada individuo ha evolucionado escogiendo caminos más o menos diferentes. En ocasiones, la evolución no ha sido elegida. Las circunstancias, la personalidad, las influencias, todo ello ha aportado un grano de arena para que aquellos jóvenes que estaban fuera o dentro de las aulas, con o sin pancarta, creyendo o mintiendo, estén donde están.
Hemos visto cómo un partido centrista desaparecía fagocitado, cómo el socialismo se instalaba en muchas casas como lo más político e inteligentemente aceptable y cómo la derecha más derechona aprendía a convivir con ella misma.
Ha sido una reválida tras una reválida. Los nacionalistas aprendieron a gobernar con los precursores del escándalo Banca Catalana y, además, vascos y catalanes visitaron sin desprecio a esos diablos españolistas de Madrid. Ahora, las cosas no están bien, sobre todo entre vascos y populares, pero de peores han salido .
Dicho todo eso y sabiendo que sólo hace 26 años de la muerte de Franco: «¿Dónde están los fachas?».
Las cosas han cambiado y nuestra memoria es muy débil. Aprovechando tal situación y recordando el pasado por los libros de Historia, que deben ser siempre libros de cabecera, nos deberíamos dejar llevar. España, como siempre, llega tarde a todas la puertas (o se adelanta, vaya usted a saber). De esta forma, encontrar un Le Pen por aquí es difícil, obviando a individuos como Sáenz de Inestrillas y Josep Anglada, en la Plana de Vic, que esperan agazapados su mejor momento, utilizando el pretexto de la inmigración o de cualquier cosa. Es verdad que cierta extrema derecha se mantiene escondida detrás del Partido Popular intentado sacar el mayor partido posible de este excepcional momento. Pero también es cierto que el PP está compuesto mayoritariamente por un grupo de gente que entiende que la democracia es el único juego saludable.Acusar de fascista al partido que lidera Aznar es hacer una oposición desfasada y trasnochada, producto de la inoperante evolución de algunas cabezas políticas. Oposición que se hace a sí misma mucho daño, como mostrar a los políticos de PP como doberman hitlerianos.
Muchos son los que critican el respaldo de la izquierda de Jospin a Chirac. Pero la imagen de los demócratas unidos en contra de las ideas terriblemente peligrosas de Le Pen reconforta. En Francia los fachas están localizados. En España, en Cataluña, los fachas no son los que pensamos. Probablemente, tendrán la misma cara que aquellos que ponían la pancarta en la Facultad de Ciencias de la Información hace 20 años. Pero están escondidos. No juegan.Por el momento.
Todo ello no es óbice para olvidarnos de algunas preocupantes puntas de pirámide enterradas en el desierto. El partido de Josep Anglada, fundador de la Plataforma Vigatana, es una de ellas.Sus peligrosas teorías sobre inmigración pueden extenderse por Cataluña. Y entonces, los fachas de siempre se aprovecharán colgando sus populista mensajes en cualquier pancarta manchada de la incultura más terrible que existe: el racismo.