La Cadena SER airea los sobresueldos que tenían los directivos de TELEMADRID en la etapa en la que presidía la cadena Álvaro Renedo Sedano

La austeridad no reinaba en el consejo de administración de Telemadrid en tiempos de Esperanza Aguirre. Su llegada al poder, en 2003, coincidió con un aumento disparatado de los gastos de este organismo que, en aquellos felices años, pasaron de 490.655 en 2002 hasta los 773.591 euros en solo cuatro años, según los datos remitidos a la dirección general de RTVM por el departamento económico del ente y a los que la Cadena SER ha tenido acceso. Entre 2004 y 2006 los gastos del organismo alcanzaron los 2.309.402 euros.

El presidente del Consejo nombrado en diciembre de 2003 y elegido gracias a la mayoría del PP, Álvaro Renedo Sedano, disparó también sus gastos de representación. Con la tarjeta solicitada al entonces subdirector general, Ángel Martín Vizcaino, Renedo comió casi a diario en restaurantes muy conocidos de la capital —acudía con frecuencia a ‘Currito’ o al ‘Fogón Sacha’—, pagó estancias en el extranjero y llenó el tanque de gasolina en estaciones de servicio de distintos puntos de la Comunidad de Madrid. Las cuentas, a las que ha tenido acceso la SER, recogen comidas de más de 400 euros, compra de puros por 200 euros o pagos de más de 90 euros en gasolineras. En ningún caso se detallan los comensales, los fines de estos almuerzos ni el destino de esos viajes, tenidendo en cuenta además que los consejeros cobraban también por kilometraje.

Renedo gastó con esa tarjeta de crédito –los primeros meses usó la suya propia pero ese gasto se le reintegró– un total de 62.457 euros, la mayoría sin justificación válida, según los informes elaborados por José María Díez-Picazo. El director económico-financiero de Telemadrid reprochó tanto al propio Renedo como a la dirección de la cadena que el presidente del consejo de administración no aportara facturas sino recibos de los pagos efectuados en los que no se detallan esos gastos. Solo en 2005, los gastos de representación se elevaron a 24.178 euros. Del total que Renedo utilizó en 2006 (16.900 euros), solo justificó correctamente una mínima parte (771,10 euros). El resto fue rechazado por la dirección económica, a la que Renedo respondió con un informe de una consultora privada, Alfa Solutions, que otorgaba validez a los recibos como justificantes, ya que los gastos «se consideran como de caja chica por su escasa relevancia».

Dietas de todos los colores

De un total de 490.655 euros de gastos por dietas en 2002, el consejo pasa a 792.108 euros en 2005. En el caso concreto de los pagos legales por asistencia las reuniones, el importe en ese mismo periodo casi se duplica: pasa de 300.000 a 548.433 euros.

En la lista de consejeros figuran nombres conocidos vinculados a todos los partidos políticos. Renedo, que había sido cónsul y director de la oficina de España en Nueva York, ganó en dietas más de 330.000 euros entre 2004 y 2006. Ese último año alcanzó los 115.453,11 euros, sin contar –naturalmente– los gastos de representación.

José Antonio Moral Santín, vinculado a Izquierda Unida, presente en el consejo de Caja Madrid y titular en su día de las célebres tarjetas black, obtuvo casi 200.000 euros en el mismo periodo, según las cuentas a las que ha tenido acceso la SER.

En la lista aparecen también Arturo Moreno, hasta hace unas semanas presidente del consejo de administración; Jorge Rábago, responsable de telegenia en el PP y otro habitual de las black; nombres del PSOE como Rafael García Rico, Mario Salvatierra o Miguel Mendoza; y el periodista Miguel Platón, al frente de la agencia Efe durante los atentados del 11 de marzo en Madrid.

Los consejeros percibían distintas cantidades por su asistencia a las reuniones del consejo, las comisiones delegadas y las comisiones de coordinación. Esos encuentros se sucedían sin control. En una nota remitida a la asesoría jurídica del ente público, el director económico de Telemadrid advirtió en enero de 2004 que las dietas del presidente Renedo habían ascendido, en solo un mes, a más de 15.000 euros y que, de mantenerse ese ritmo, el año cerraría el ejercicio con un aumento del 240% respecto a la etapa anterior. La respuesta de la dirección de la cadena fue, como hemos indicado, aumentar el importe de las mismas apenas un año después.

Esta etapa de alegría en el gasto finalizó con un ERE ejecutado en tiempos de Ignacio González en enero de 2013, que supuso el despido de 861 trabajadores. El Supremo terminó declarando el expediente «no sujeto a derecho».