8 marzo 2008

Christian Chams hace terapias con pinchazos para mantener joven a la gente

‘La Noria’ emite un reportaje de Ángela Portero contra el Dr. Christian Chams asegurando que su ‘terapia para la piel’ es un timo

Hechos

Emitido el 8.03.2008 en TELECINCO.

Lecturas

MOMENTO PATÉTICO: «¡ESTO ES UNA ESTAFA, LO DIGO PARA QUE LO SEPÁIS!»

Dña. Ángela Portero se grabó a sí misma en la consulta del Dr. Christian Chams gritando ante los otros clientes que ahí estaban que aquello era una estafa. Aunque la mayoría de los que estaban ahí presentes no la hizo demasiado caso. También la Sra. Portero se grabó a sí misma increpando al Sr. Chams: “Puedes ir a la cárcel, trabajas sin licencia, haces un delito contra la salud pública y acosas a tus pacientes”.

‘La Noria’ emitió el ‘reportaje’ en su programa del 8.03.2008 aunque calificó la secuencia de la Sra. Portero como ‘patética’.

El 8.03.2008 también ‘La Noria’ realizó un debate entre D. Víctor Sandoval (paciente del Sr. Chams) y la Sra. Portero (detractor del Sr. Chams). Ambos a voz en grito. El Sr. Sandoval aseguró que estaba muy satisfecho del tratamiento que le daba el Sr. Chams mientras que la Sra. Portero aseguro que viéndole la cara se evidenciaba que aquello era un timo: «¡Te veo descolgamiento facial!». La mayoría de tertulianos presentes en el plató como D. Jimmy Giménez Arnau afearon a la Sra. Portero su actitud.

El 15.03.2008 ‘La Noria’ dedicó un segundo programa al caso del Dr. Chams. En esta ocasión Dña. Ángela Portero declinó asistir por considerar que ‘prefería ir a programas más serios’, por lo que el debate fue entre Dña. María Eugenia Yagüe (de EL MUNDO) y Dña. Mila Ximénez, que la acusó de hacer publicidad del Sr. Chams en ese periódico.

EN ANTENA 3 TV LO ATRIBUYEN A LA CRISIS PERSONAL QUE VIVE ÁNGELA PORTERO.

El 9 de abril de 2007 el programa ‘Espejo Público’ de Antena 3 TV se hizo eco de la demanda del Dr. Champs contra Dña. Ángela Portero, pero sus tertulianos D. Jesús Mariñas y Dña. Rosa Villacastín no se centraron tanto en su denuncia contra el Dr. Chams sino en que el origen del conflicto se debía a la crisis que padecía Dña. Ángela Portero tras su ruptura con la agencia Korpa: «Ha cambiado de casa y se ha separado de Álvaro García Pelayo».

16 Marzo 2018

ES TODO UN TIMO

Ángela Portero

Leer

Lo de este doctor iraní, que promete devolver la juventud a la piel con vitaminas, es una de las mayores estafas de la estética. Ni Christian Chams inyecta los productos que dice, ni sus cremas producen los milagros que él promociona. Es un timo. Una mentira bien adornada con clientes de relumbrón como Isabel Preysler, Camilla Parker, su esposo el príncipe Carlos de Inglaterra o la Reina Sofía.

Despúes de tres meses de investigaciones, con acceso a documentos y el testimonio de personas que conocieron desde dentro los métodos de este médico, puedo demostrar que el cóctel de vitaminas que él asegura inyectar -a 1.000 ó 1.500 euros la sesión- es sólo suero. O agua. Y que su crema -la cobra a 185 euros y la compra a cinco- no tiene ningún secreto. Es tan básica como otras muchas del mercado. La sorpresa para mí se produjo el verano pasado, tras ponerme en manos de Chams. Fui cinco veces a su consulta en Madrid para someterme a su terapia milagro. Ningún cambio.

Los supuestos pinchazos rejuvenecedores de Chams tampoco le hicieron efecto a mi compañera de plató Mila Ximénez. Me pongo a hurgar y resulta que esto mismo le ha pasado a otra mucha gente. Algunos clientes de Chams me cuentan que han llegado a gastar hasta 30.000 euros por un tratamiento que no les ha servido de nada. Compruebo también que está denunciado en Tenerife por pasar consulta, cuando no tiene permiso para ejercer allí. Cuando me planté en su consulta -como se ha visto en el reportaje denuncia en Telecinco- para preguntarle acerca de lo que yo sabía de su tratamiento, lo negó todo. Lo único que a este personaje le interesa es el dinero.

16 Marzo 2008

LOS DISCUTIDOS PINCHAZOS DEL DOCTOR

María Eugenia Yagüe

Leer

Estafa, acoso sexual, fraude a Hacienda… sólo faltó que en el programa La Noria, que se emitió en Telecinco el pasado sábado 8 de marzo, calificaran al doctor Christian Chams (Teherán, 1951) de asesino en serie. El reportaje denuncia iba firmado por la periodista Ángela Portero que, en ocasiones anteriores, había entrevistado al famoso médico iraní afincado en París y contaba maravillas de sus tratamientos a base de inyecciones de vitaminas y otras sustancias de origen natural para rejuvenecer la piel.

Algo ocurrió entre la reportera y su admirado doctor para que, sólo unos meses después, hablara del médico como un individuo sin escrúpulos que engañaba a sus pacientes y sólo inyectaba agua en vez de productos para mejorar la piel de las mujeres más famosas del mundo… y también de los hombres.

Para conseguir cita en su consulta de París hay que llamar con varias semanas de antelación. Chams viaja a algunos palacios reales de España y otros no lejos de nuestro país. Se dice que Sarkozy se sometió a sus tratamientos mientras aspiraba a presidente de la República francesa, pero también su oponente Ségolène Royal y otros pesos pesados de la política francesa. Otros rostros glamourosos del país vecino, como los de Catherine Deneuve, Carol Bouquet e Isabel Adjani también se han dejado modelar por las agujas de Chams.

Mientras en La Noria unos y otros tomaban partido a favor y en contra de Chams, algunas de sus pacientes españolas más conocidas seguían el programa con incredulidad y asombro.

Sin embargo, un día después, en la consulta que Chams pasa en Madrid -en el Instituto estético de Maribel Yébenes, en lo que se conoce en el Madrid abolengado como los domingos del Dr. Chams-, cuatro clientas de diez anularon su cita con el galeno milagrero.

«Puede haber sido por la jornada electoral, o porque siempre hay alguien que anula a última hora, aunque quizás ha influido el mensaje catastrofista del reportaje de Telecinco», explicaba después la propia Maribel Yébenes, pionera, junto a María Muñoz, propietaria de la Clinique Française, en la aplicación en España de los tratamientos de Chams.

Sin embargo, el lunes, clientas habituales del Instituto, que en algún momento se han puesto en manos de Chams, como Nati Abascal o Marisa de Borbón, acudieron a su cita concertada con Yébenes para otros tratamientos de belleza, sin darle importancia alguna al escándalo organizado en torno a Chams.

Según el médico, el escándalo tiene como origen la venganza personal de la dueña de una clínica donde trabajó un tiempo y con la que decidió interrumpir su actividad profesional.

Ésta, despechada, habría hecho causa común con la persona que llevaba las relaciones públicas de Chams, despedida por éste por oscuros enredos económicos. El objetivo de ambas, siempre según el relato del interesado, era abrir camino en Madrid a otro médico francés, especialista en estética.

.

FAMOSOS.

.

¿Pero qué tienen en realidad las inyecciones del doctor Chams?. ¿Son un timo que engaña a seguidoras como Rania de Jordania, Alicia y Esther Koplowitz, Camilla Parker-Bowles, Sarah Ferguson, Carmen Martínez Bordiú , Nicole Kidman y a tantos políticos, actores y empresarios?

«Mire usted, soy el médico que más medicamentos ha comprado y ahí están todas mis facturas», explica Chams, con vehemencia, a Crónica. «Todos están fabricados por laboratorios tan prestigiosos como Sanofi. Y todos los compro en España, a distribuidores españoles como Bemed, de Bilbao».

¿Ingredientes secretos? «Ninguno», asevera rotundo, «se trata de un cóctel donde hay Sculptra, que es ácido proláctico; productos homeopáticos de los laboratorios Phinterheel, como placenta, embrión cutis, funículus, también ácido hialurónico; diversas modalides de Restylane, Pelane, Revitacare, Retinol, Nicotinamida, Fucus, Newfeel y todas las vitaminas de la piel. Yo jamás he puesto elementos permanentes de tipo sintético en las inyecciones, no lo necesito. Pero es que todos los médicos de esta especialidad usamos los mismos productos, no hay misterio. Lo que nos diferencia a unos de otros es lo mismo que a los cocineros. Todos tenemos los mismos ingredientes pero los utilizamos de distinta forma y con distintas combinaciones. Ése puede ser el mérito de cada uno».

Y en cuanto a la acusación de que hay agua en las jeringuillas, el médico sonríe. «Evidentemente, el bótox es un polvo, necesita agua destilada para disolverlo, como el Sculptra, otro polvo que necesita un líquido para poder penetrar en la piel. Pero esa periodista nunca ha enseñado los análisis que debería haber hecho a las inyecciones… Todo esto es siniestro».

Poco después de su exitoso desembarco en España, Chams pasó dos inspecciones del Ministerio de Sanidad, que sí analizó los productos empleados en la consulta. Todo estaba en orden y de acuerdo con las normas en vigor. También parece que está inscrito en el Colegio de Médicos de Madrid, desde el año 2003.

.

«ENVIDIAS».

.

«Ya le digo que aquí hay un tema de enemistad personal, de envidias, insiste el doctor. He recibido decenas de mensajes de apoyo de muchas pacientes que me han reconfortado muchísimo».

Pero no le bastan las muestras de lealtad de sus seguidoras. Chams ha encargado su defensa al abogado Javier Saavedra, que ya ha presentado una demanda civil y otra penal contra Ángela Portero, a quienes algunos participantes en el debate de La Noria reprocharon haber aportado más acusaciones que pruebas.

Hay quien piensa que también ha influido la excesiva popularidad de Chams, en activo desde hace 25 años pero que últimamente ha aparecido profusamente en los medios de comunicación, sobre todo en España.

O su enriquecimiento exponencial. Recibe a 20 clientes al día, que pagan de media 1.500 euros. Por lo que cada día de jornada, este escultor con jeringuillas se embolsa al menos 30.000 euros. Y como no descansa ni los domingos, la cuenta engorda más de 200.000 euros a la semana.

«No queremos que nos salve ninguna telepredicadora», asegura una famosa aristócrata española que prefiere quedar en el anonimato. «Yo voy a Chams cada mes. Antes lo hacía cada quince días, y pago los 1.500 euros del tratamiento porque después me veo estupenda.Y a mi marido le parece perfecto que venga. Que nos dejen en paz».