18 enero 2007

La Justicia obligará a la madre a llevar a sus hijos de vuelta con su padre en Israle

La pugna por la custodia de los hijos entre el israelí Moshé Elgozí y la española María Amor González se convierte en un espectáculo mediática al llevarse ella de manera unilateral a sus cuatro hijos

Hechos

El 18 de enero de 2007 la Audiencia Provincial de Asturias ratificó la sentencia sobre la ubicación de los cuatro hijos del matrimonio que formaron Moshé Elgozí y María Amor González.

Lecturas

https://www.youtube.com/watch?v=UbGNN1B4hsA

 

05 Octubre 2006

Un juez ordena que una mujer devuelva a sus hijos a Israel con su padre

EL MUNDO

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El Juzgado número 5 de Avilés ha ordenado que sean repatriados a Israel, con su padre, los cuatro hijos de María Amor González, una asturiana de 37 años que en abril de 2005 abandonó ese país con los niños y que ha estado inmersa en una batalla legal para no perderlos.

El caso quedó visto para sentencia el pasado 28 de septiembre, después de que la Fiscalía desestimase alguna de las pruebas presentadas por la defensa de la madre.

La sentencia del juzgado avilesino condena también a la madre al pago de las costas y de los gastos del viaje de regreso a Israel de los menores, dos niños y dos niñas con edades comprendidas entre los ocho y los 14 años.

La abogada de la madre, Társila Hernández, ha anunciado que su clienta recurrirá el auto, mientras que el padre de los niños, Moshe Elgozi, solicitará la ejecución urgente de la sentencia.

María Amor González fue acusada por su marido del «secuestro» de sus hijos después de que, hace año y medio, abandonara Israel y regresara con los menores a España. Cuando el asunto llegó a los tribunales, la madre argumentó que su decisión se debió a la férrea disciplina que éste mantenía sobre sus hijos, debido a su condición de judío ultraortodoxo.

La asturiana también señaló que el domicilio de la familia en Israel se encontraba a 40 minutos de la franja de Gaza, en plena tensión bélica, con bajas entre la población civil y una constante sensación de peligro.

19 Enero 2007

Ordenan a una madre que huyó con sus hijos de Israel que los devuelva

Patricia del Gallo

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María Amor González, una avilesina de 37 años, deberá devolver a sus cuatro hijos a Israel, donde reside el padre. Así lo ratificó ayer la Audiencia Provincial de Asturias.

Aunque María Amor piensa recurrir la sentencia, la repatriación de los cuatro menores, que fueron sacados de Israel de forma irregular por la madre en 2005, será inminente, y en un plazo de 10 días podrían estar ya en este país.

La historia comenzó en 2005, cuando la madre decidió salir con sus hijos de Gan Yavneh para regresar a Avilés debido a la situación de conflicto que se vivía y a los malos tratos que asegura sufría de su marido. Si hubiera pedido el divorcio, hubiese tenido que renunciar a sus hijos, dos niños y dos niñas.

Desde entonces todo ha sido un ir y venir de juzgado en juzgado. En cuatro ocasiones los jueces han dado la razón a Moshe Elgozí, el padre, amparándose en que el Convenio de La Haya suscrito entre España e Israel en 1980 establece la inmediata restitución al país de residencia habitual cuando los menores hayan sido sacados de manera «subrepticia o ilegal».

Pero la Justicia ha sido lenta, y ello ha propiciado que los menores se fueran poco a poco integrando en su nueva ciudad, Avilés, algo que -señala el fallo- «juega siempre a favor del sustractor». Uno de los aspectos que retrasaron el regreso inmediato de los menores fue la denuncia de malos tratos presentada por María Amor contra su esposo. Ayer, la abuela, María Amor Rodríguez, compareció con tres de los menores ante los medios de comunicación y ofreció un auténtico mensaje de desesperación. Los pequeños aseguraron que no querían regresar a su país y que tenían miedo.

Según la abuela, la madre de los pequeños «está destrozada». Espera que pueda mantener con sus hijos un régimen de visitas similar al que podría tener en España, y destacó la falta de derechos de la mujer en Israel. El padre, al enterarse de la noticia, se mostró contento, pero desconfiado. Hace un año estuvo en Avilés para recoger a sus hijos, pero finalmente no pudo llevárselos.

06 Febrero 2007

La madre de los niños israelíes tiene una semana para devolverlos

EL MUNDO

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El Juzgado número 5 de Avilés acordó ayer la ejecución de la sentencia por la que cuatro niños israelíes que viven con su madre, María Amor González Rodríguez, en Avilés, deben regresar con su padre a Israel. La madre tiene hasta el 12 de febrero para entregarlos a su padre, Moshé Elgozi, según informó a Europa Press el abogado del progenitor, Abel Isaac Bedoya.

Bedoya anunció que el padre de los menores viajará el próximo lunes, 12 de febrero, a Asturias para recoger a sus hijos, «siempre y cuando la defensa de María Amor González Rodríguez no se oponga a ello dilatando más el proceso, que es perjudicial para los niños».

El juez notificó ayer a las partes el auto de ejecución de la sentencia que en su día emitió la Audiencia Provincial de Oviedo, ratificando el fallo del juzgado número 5 de Avilés por el que se ordenó la repatriación de los cuatro menores israelíes, que salieron irregularmente del país junto a su madre. Según la sentencia, la madre de los niños deberá pagar además los gastos del viaje de vuelta.

13 Febrero 2007

Los cuatro menores sacados ilegalmente de Israel vuelven con su padre

Patricia del Gallo

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Los cuatro menores a los que su madre, la avilesina María Amor González, había sacado hace dos años de forma irregular de Israel ya están con su padre y de regreso al país donde vivieron los últimos ocho años.

Estaba previsto que los pequeños fueran entregados ayer a las 10.00 horas en el juzgado de esta localidad pero finalmente la madre, para evitar la presencia de los medios de comunicación, decidió adelantarse y entregar a sus hijos la noche anterior en el hotel en el que se hospedaba Moshé Elgozí, el progenitor.

Fue la abuela de los pequeños quien les llevó por sorpresa para hacer el encuentro menos duro y, sobre todo, para evitar a los medios, algo que al final no pudo lograr. Ése ha sido uno de los puntos de desencuentro entre ambos progenitores que se acusan mutuamente de haber convertido la tragedia de estos menores en un «circo mediático», con su aparición ante las cámaras, e incluso de haber vendido a una televisión la exclusiva del retorno.

Según el abogado del padre, Abel Isaac Bedoya, antes de abandonar Avilés se dirigieron al colegio de los niños para que se despidieran de sus compañeros. Después, cargados de maletas, Elgozí, su hermano, que le acompañó a España, y sus cuatro hijos emprendían viaje a Madrid para salir hoy rumbo a Tel Aviv.

Al juzgado no acudió por tanto ninguno de los padres. En su lugar, los procuradores de ambos y el abogado de Moshé formalizaron la orden judicial que obligaba a la entrega de los menores.

Aunque la decisión del juzgado de Avilés de devolver a los pequeños está recurrida ante el Tribunal Constitucional, la repatriación era inminente. Con ella termina una historia que comenzó en 2005 cuando María Amor decidió abandonar Israel con sus cuatro hijos e instalarse en Avilés.

A partir de ese momento, su marido la denunció y se inició un proceso judicial que en cuatro ocasiones ha dado la razón al padre que ya ha viajado varias veces a la ciudad asturiana para recuperar a sus hijos, siempre sin éxito. El Convenio de la Haya de 1980 sobre los aspectos civiles de la sustracción internacional de menores establece su inmediata restitución al país de su residencia habitual cuando hayan sido sacados del mismo de una manera subrepticia o ilegal.

María Amor se casó con 17 años con Moshe Elgozí. Vivieron varios años en Guatemala y Estados Unidos y, en 1997, el matrimonio se trasladó a Israel donde residieron durante ocho años. Según la madre, el 20 de abril de 2005 decidió abandonar el país con sus cuatro hijos por el conflicto que se vive en la zona y por lo malos tratos que, según ella, recibía.

Ya en España el juzgado desestimó la denuncia por malos tratos y los psicólogos que han realizo los informes a los menores señalan que en ningún caso odian a su padre, ni muestran rechazo hacia él.

Ahora el matrimonio tendrá que iniciar un proceso de divorcio que estipule a quién le corresponde la patria potestad de los menores y, por tanto, dónde deben vivir.