6 abril 2014

Los seguidores de la aspirante anti-sistema a la alcaldía de Barcelona habían solicitado al programa del despido del director de PERIODISTA DIGITAL como tertuliano fijo

LA SEXTA expulsa a Alfonso Rojo de sus tertulias por decirle a Ada Colau que ‘está muy gordita’ para denunciar que hay tanta hambre en España

Hechos

El 6.04.2014 los responsables del programa ‘La Sexta Noche’ (de Atresmedia) notificaron que prescindían de D. Alfonso Rojo como tertuliano del programa.

13 Abril 2014

Ada Colau

Emilia Landaluce

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Se quejó la indignada dama de que la habían llamado ‘gorda’ y ‘etarra’ en uno de esos vociferios, préstamo verbal de Vicente Ruiz, televisivos que tanto se estilan. El corazón de Colau ha de estar dividido. ¿Etarra o gorda? Las dos cosas duelen en diferentes almas, si bien hay una cosa que jode bastante más que alguien te llame ‘gorda’ y esto es ‘gordita’, sinónimo de ‘hermosa’ y ‘fuertota’ y eufemismos de la peor calaña para los entrados en carnes. Precisamente, eso es lo que ha hecho Ada en su última intervención: ¡Que vivan las gorditas de la PAH, esta primavera más gorditas, desobedientes y más guapas que nunca», remató. Se queja Colau amparada por la ancestral ley del embudo. En caso contrario, no se explica el tuit que perpetró contra la delegada del Gobierno de Madrid, considerando el grave accidente que sufrió. [Respeto la ortografía original]: «No todos podemos estar tan secas y rakiticas como la Cifuentes». Qué mal.

07 Abril 2014

Gordita, gorda

Salvador Sostres

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Incomprensible escándalo por un diálogo entre Alfonso Rojo y Ada Colau en La Sexta. Alfonso le dijo, de modo muy mesurado y educado: «yo no reconozco el país que usted describe», y la señora que va a las casas de los demás, le respondió: «Pregúntese por qué. ¿Dónde vive? ¿Con qué gente se relaciona?». Y la lógica respuesta que obtuvo fue en el mismo tono: «Puestos a meternos en el terreno personal, le diré que está usted muy gordita por el hambre que dice que pasa».

El resultado, fácil de imaginar, es que a Alfonso Rojo le han lamado machista y fascista en todas partes y que Ada Colau ha quedado como la pobre víctima insultada y agredida.

La izquierda puede despreciarnos por nuestro lugar de residencia y por nuestros amigos, y nosotros no podemos hacer una broma entre la demagogia de la hambruna española y la orondez de quien la practica. La izquierda puede venir a gritar a nuestras casas y es libertad de expresión. Salir a defender nuestra propiedad y a nuestra familia es violencia fascista.

Alfonso Rojo tiene razón: Ada Colau está gorda. No gordita: gorda. Yo también estoy gordo y lo reconozco sin problema y escribí un largo y nada complaciente artículo sobre el tema. Ada Colau está gorda, y puestos a hacer su misma demagogia, si tanto sufre por la necesidad ajena podría empezar por repartir su demasiada comida en lugar de exigir tanto a los demás.

Si ella se cree en el derecho de ir a los domicilios privados de los políticos para presionarles con su presencia demencial y atroz, ¿por qué no no podemos presionarla nosotros a ella para que comparta su bolsa de patatas, su donut o su entrecot? No comas más, Ada, y dale algo al pobre niño. Al pobre padre que se ha quedado sin casa. No comas más, Ada. Reparte tus hidratos y tu grasa tal como tú exiges a los demás que repartan su dinero o su propiedad.

Esta chica, ¿quién se ha creído que es? Como siempre pasa,  la izquierda está tan persuadida de vivir en un plano de superioridad moral que cuando le responden con su propia medicina se indigna. Se indigna porque para ellos la libertad es que tú te calles y cualquier discrepancia es machismo y fascismo.

Ada Colau representa lo peor de nuestro tiempo. Lo más antidemocrático, lo más contrario a la libertad y a los intereses de la Humanidad. Su populismo indigno, su permanente incitación a la violencia, y esa carraca prebélica tan de la izquierda la convierten en uno de los personajes más siniestros y lamentables del submundo antisistema.

Después de lo que nos ha llamado a las personas que creamos riqueza y pagamos nuestros impuestos; después de lo que nos ha llegado a insultar y a tratar de intimidar a los que defendemos el principio fundamental de la propiedad privada, después de meterse con nuestra residencia y nuestros amigos, tiene el arrojo de ofenderse porque alguien le diga lo que en cualquier caso es obvio, y todo el mundo lo puede ver. Alfonso estuvo gracioso y sutil.

Y esta chica es más cínica que gorda, que ya es decir.

13 Abril 2014

Domingo Fast Food

Manuel Jabois

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En el show business de la ideología televisada, esa especie de wrestling de las dos Españas, Alfonso Rojo llamó gordita a Ada Colau para decirle que la veía generosa en alimentación, y que repartiese entre los más necesitados. No calculó Rojo el prestigio del insulto físico sobre el intelectual: el escándalo que provoca decirle a un señor que es calvo por encima de otra cosa. Pero sobre todo no calculó su ignorancia: se engorda cuando no se tiene dinero, no cuando se tiene. Es a los cuerpos más en forma a los que habría que preguntarles, si uno reúne la mala educación suficiente, por qué no reparten el dinero del nitrógeno líquido y las bicicletas caras.

MMM

Un día que estaba discutiendo en la tele Yola Berrocal dijo: «Deja de llamarme tonta, que hay muchísima gente tonta que nos ve».

07 Septiembre 2015

Catalanes en el 'telehipódromo'

Ferrán Monegal

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Notable interés por Catalunya la noche del sábado en los imperios televisivos. Un variado repertorio de criaturas políticas catalanas fueron objeto de atención en Cuatro y en La Sexta. Por ejemplo,Ada Colau fue invitada a La Sexta noche. ¡Ah! Si no recuerdo mal, la última vez que pisó ese plató tuvo que aguantar aquel exabrupto («Para el hambre que hay en el mundo usted está gordita») que le lanzó Alfonso Rojo. Este periodista fue despedido del programa, pero Ada se ha encontrado esta vez con Eduardo Inda,que tiene una dentadura tremenda. La alcaldesa de Barcelona salió bastante airosa del bombardeo sobre temas superados y archidebatidos (su marido, la retirada el busto del Rey cesante, el sueldo que cobra, etc.). Y ante la insistencia de Inda de que explicase si es independentista o no, Ada volvió a recordarles lo que ha dicho siempre: «Nunca he sido independentista, pero en la última consulta voté Sí-Sí porque el Gobierno español está negando a Catalunya el derecho a decidir, un derecho que tienen todos los pueblos». Y añadió: «Convergència tiene algo en común con el PP: su corrupción es estructural». O sea, alto y claro para acabar de disipar confusiones. Otro político catalán, Miquel Iceta, líder del PSC, también fue invitado al programa. Sobre la maniobra de instrumentalización del Tribunal Constitucional, fue contundente: «Esa llamada reforma es para promover a un candidadato del PP (Albiol). Nace muerta».Siguiendo con la presencia catalana en el telehipódromo del domingo noche, en Un tiempo nuevo (Cuatro) Silvia Intxaurrondoentrevistó a Artur Mas. «¿Cómo está, president?», le preguntó. YMas contestó: «¡Vivo!». Ah! Un aviso a los que ingenuamente creen que ir de número cuatro en la lista es una forma de morir políticamente. De esta conversación fue interesante constatar cómo ha metabolizado Mas ese aparente apoyo que Angela Merkel yDavid Cameron le han dado a Mariano Rajoy. Sonrió Mas. Y argumentó con indisimulado regocijo: «Resulta curioso que Rajoy no se canse de repetir que la independencia es imposible, pero está hablando de Catalunya y del procès de independencia con Merkel y Cameron». En efecto, es paradójico. Silvia también le comentó, con retintín: «¡Quién le iba a decir a usted que acabaría uniéndose a ERC!» Entonces,Mas fue lacónico. Contestó: «Es coyuntural, excepcional y temporal». O sea, tome nota Junqueras. Y de paso, Romeva.

El Análisis

HIPOCRESÍA GORDA

JF Lamata

Quizá el hecho de estar en nómina de D. Alfonso Rojo en el momento del incidente mina mi objetividad, pero su expulsión del programa me pareció un acto de suma hipocresía.

El programa ‘La Sexta Noche’ y su directora Dña. Sandra Fernández había fomentado constantemente el enfrentamiento de sus tertulianos tratando temas polémicos y crispados para que se arrancaran la piel a tiras. Y están en su derecho, pues lo único que traía audiencia era una buena zurra entre tontertulios. Desde que existía tertulianos se habían acusado mutuamente de manipuladores, mentirosos, ladrones, fascistas, vendidos o corruptos. Y al que lanzaba acusaciones duras no sólo no se le echaba, sino que se le ratificaba como colaborador. D. Pablo Iglesias llegó a decir que el ministro Wert debía tener cuidado con el viagra y el mencionado Sr. Rojo le acusó de cobrar de asesinos y a la dirección del programa nunca pareció molestar… pero eso sí… llamar ‘gordita’ a Dña. Ada Colau era un crimen de lesa humanidad.

Lo más curioso es que si ocurría al revés no hubiera habido demasiado problemas, Gran Wyoming en la misma cadena había hecho bromas llamando ‘gordo’ al Sr. Arias Cañete, también D. Máximo Pradera había llamado ‘gordito’ al citado Sr. Cañete en ONDA CERO, o el Sr. De la Morena había apodado ‘el gordito del bigote’ a D. Juan Soler en la SER y ninguno puso en peligro su trabajo, pero no es lo mismo llamar gordito a un hombre que llamar gordita a una mujer. ¿Igualdad? ¡Hipocresía!

J. F. Lamata