Lluvía de críticas a la plataforma de médicos ‘negacionistas’ del COVID encabezada por Ángel Ruiz-Valdepeñas y Natalia Prego

Lo que nunca llegaría a imaginar Ángel es que después de tres décadas ejerciendo como médico de familia y de urgencias, sería expedientado (23 de junio) por pregonar públicamente que ésta es una «falsa pandemia», y que sus palabras llenarían las redes sociales de insultos y también aplausos. Ángel Ruiz-Valdepeñas, 54 años, casado y sin hijos, es el primer médico español que se atreve a manifestar su rechazo a las todas las medidas de prevención anti Covid-19, la inutilidad de las pruebas de PCR y el confinamiento, y anima, como ya hizo durante una concentración de seguidores en la plaza madrileña de Callao el 13 de junio, a ignorar las normas de distanciamiento social y el uso de la mascarilla, a la que llama bozal.

«No hay estudios científicos que avalen estas medidas», asegura el polémico doctor nacido en Avilés. No está solo, 182 doctores de toda España se han unido a él en Médicos por la verdad, un movimiento fundado por este galeno asturiano hace apenas 14 días. Aunque niega la pandemia, la mascarilla, el confinamiento y pone en entredicho los test, Valdepeñas intenta curarse en salud: «No somos negacionistas», se defiende.

—Usted asegura que ya no hay pandemia en España…

—Se puede afirmar con rotundidad que a fecha de hoy no hay una situación de emergencia sanitaria que justifique las medidas impuestas por el Gobierno. Según los datos del Instituto de Salud Carlos III, organismo oficial que monitoriza la pandemia, el exceso de mortalidad aconteció del 13 de marzo al 22 de mayo. A partir de esa fecha la cantidad de personas que se muere en España entra dentro de lo esperable.

En el último informe han tenido que ampliar con lupa para distinguir los escasísimos fallecimientos por Covid-19. Ya no hay excusa para tratar de imponer un nuevo confinamiento.

—Pero el virus sigue ahí, y los rebrotes, en aumento…

—La realidad es que esos ingresos en su inmensa mayoría son pacientes muy leves, en algunos casos personas completamente sanas pero con una PCR positiva, que han sido ingresados sin un verdadero criterio clínico de ingreso… Es decir, personas que podrían estar en la mayoría de los casos en sus casas.

El no uso de la mascarilla, a la que califica como bozal, es otro de los polémicos mensajes lanzados por Ruiz-Valdepeñas. «Me remito a los informes de la OMS: «A día de hoy, no hay pruebas directas (provenientes de estudios sobre la Covid-19) acerca de la eficacia del uso generalizado de mascarilla por personas sanas para prevenir la infección por virus respiratorios, en particular el causante de la Covid-19″. Estas afirmaciones no requieren mayor comentario. No se nos obligó al uso de la mascarilla en el pico de la pandemia, ¿qué sentido tiene usarla ahora?».

—Porque hay rebrotes…

—Los rebrotes actuales sólo son test positivos con una prueba, la PCR, que tienen entre un 40 y un 80% de falsos positivos, no son verdaderos rebrotes de enfermos.

Valdepeñas intentar medir cada palabra. Recalca que ni él ni los otros médicos de su movimiento son negacionistas a pesar de que son muchos, sobre todo en las redes sociales, los que les comparan con Miguel Bosé y sus teorías de la conspiración.

—Es muy fácil desprestigiar a un colectivo diciendo «son negacionistas», o «son antivacunas», o lo que sea, en vez de considerar la argumentación que estamos sosteniendo, avalada por la misma OMS y por muchos grandes científicos, médicos, psicólogos…

Uno de los doctores que sigue a Valdepeñas en su particular cruzada es el alemán Heiko Schöning, un hombre rubio y alto que trae de cabeza a Angela Merkel. Es el fundador de Médicos por la Verdad de Alemania, con cerca de 500 doctores. Y aunque no estuvo en la manifestación que reunió a 20.000 personas el sábado 1 de agosto en Berlín, bajo el lema «El Fin de la Pandemia-Día de Libertad», las consignas eran muy parecidas a las suyas: «Nos estáis robando la libertad», «¡Piensa, no uses una mascarilla!». Muy pocos la llevaban.

Contrario al confinamiento, el uso de mascarilla y «otras barbaridades que nos están preparando con esta falsa Pandemia», dice él, las opiniones de Schöning ganan cada vez más afines. Una de sus apariciones más polémicas fue en Eingeschenkt tv, un canal de televisión por internet dedicado a la investigación. Decía: «De estas pandemias se saca mucho provecho económico, por ejemplo, con las vacunas… La diferencia está en que la que pondrán a los ciudadanos y la que se administrará a la clase política son distintas. Las del pueblo llevarán veneno». Y remata: «Sólo podemos defendernos protestando y manifestándonos y eso ahora nos lo han prohibido».

A la doctora Natalia Prego Cancelo, quien ayudó a montar Médicos por la verdad, sus palabras la han condenado. Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Santiago de Compostela, durante casi 10 años desarrolla una intensa actividad clínica en Portugal, regresando a España tras una enfermedad.

A raíz de sus manifestaciones públicas y sus vídeos —algunos se hicieron virales— ha perdido su trabajo. Pego defiende que los asintomáticos no contagian. A la pregunta de en qué se basa, ha declinado contestar.

No así la catedrática de Procesos Diagnósticos Clínicos María José Martínez Albarracín, uno de los miembros con más peso del movimiento Médicos por la Verdad. Ya jubilada, ha sido profesora de Bioquímica, Inmunología y Técnicas Analíticas Instrumentales. Muy crítica son los test, rechaza la pruebas de PCR. «No es una técnica adecuada para diagnóstico clínico porque nunca podemos saber si lo que detecta es un virus infeccioso o ya inactivo. La PCR no detecta ni siquiera el genoma viral sino tan sólo una ínfima parte. Esta prueba ha sido diseñada de una manera tan chapucera que no tiene test de control, especialmente control negativo, por lo que no sabemos cuándo un asintomático tiene o no genoma viral en caso de dar positivo.

—¿La equivocación más gorda en esta pandemia en España?

Sin duda el alarmismo. Y que no se haya escuchado voces internacionales muy reputadas como John Ioanidis, de Stanford, o Knut Wittkowsky, que desaconsejaban el confinamiento.