Mediaset estrena ‘Más allá de la vida’, una programa donde famosos se entrevistan con la medium Anne Germaine, que dice hablar con los muertos

Cuando era joven, por una desmedida fe en lo invisible, ya que lo tangible me resultaba ceniciento, iba mucho de pitonisas. Me fascinaba aquel ritual un poco pobretón y ese habla indefectiblemente apodíctica, cuajada de giros populares vivísimos, con ceceo andaluz y gran aparato de fenómenos lumínicos: una turbia bola de vidrio romo que quitaba el sentido. «A ti, niña, te van a hacer un bombo y no vas a tener ni miaja de regalos; él es moreno y le gustan los caballos», me auguraba la chalada de turno. Había versiones respecto al color del pelo del seductor y división de opiniones en cuanto a si disfrutaría de la lista de bodas. Yo quedaba extasiada por el pareado involuntario, me entregaba en cuerpo y alma a los varones cetrinos y soñaba con la hípica, para la que, en cambio, nunca tuve redaños. Aquellas mujeronas estáticas como budas y con un eyeliner abrasivo (ahora lo veo a menudo en muchas rancias trotonas; se ve que les levanta el párpado derrotado y les embala la expresión lenta) eran la sal de una existencia corriente, aunque yo ya comprendía que se trataba de una afición que debía mantener a raya. Eso fue hasta que descubrí que mi adorado José Miguel Ullán (ya sabéis, el gran poeta, mirad su antología Ondulaciones y veréis que poesía y humor pueden ir amarraditos por la cintura) compartía echadora de cartas con Paloma Chamorro, mi vecina en tantas cosas (ya recordáis la legendaria creadora televisiva de La Edad del Oro). Nunca accedí a ella; la tenía muy copada un ministro de la época… A eso le llamo yo realpolitik. Bueno, el caso es que con el tiempo, las visionarias dejaron de atraerme. Debo aclarar, que a diferencia de Jack Lemmon en aquella comedia de Blake Edwards titulada Mis problemas con las mujeres, no las abandoné porque me pegaran una enfermedad venérea. No, es más, ellas se desvanecieron sin dejar pústula reconocible, lo cual era muy adecuado a su estado gaseoso, y algunas se reciclaron para el Horóscopo, que es un género menos entreverado. Pero he aquí que el otro día enciendo la tele y me topo con una matrona acaramelada, vestida como se visten las británicas para cenar en Benidorm, con un recogido de bucles que no mejoraría Doña Letizia en sus momentos de mayor desatino. Anne habla en un inglés de campanillas y comunica a los afligidos deudos, siempre en parada térmica, lo que sus seres queridos largan. Los muertos se le aparecen en Telecinco a Anne Germain y organizan un gran estruendo. Hablan de fotos, de rezos, de que si los suyos no deben llorar más, ¡vaya murga!, de si hay que dejarse de misas y llantos. La médium domina la escena sin entrar en trance, salvo cuando se tensa al advertir la tosca traducción de su cháchara. Ella es una artista del camelo. Es lo que un metrosexual sería a un señorito andaluz de toda la vida: una cremita para suavizar el impacto de la cosa. ¡Lo que es la imagen! Si esta comunicadora celestial llevara moño tirante, unos zarcillos de aro para colgar al loro y el esmalte de uñas descascarillado, ni Dios la haría caso. Y nunca mejor dicho: en el plató estuvo un impávido Santiago Segura, que como todos sabemos desde el 24 de diciembre pasado, es Dios.

«Anne habla en un inglés de campanillas y comunica a los afligidos deudos, siempre en parada térmica, lo que sus seres queridos largan.»

Es uno de los momentos en los que el bailaor Antonio Canales se muestra más impresionado de todo el programa. Anne Germain lleva un rato supuestamente en contacto con su hermana fallecida, Rocío. La médium asegura que el espíritu de Rocío, allí presente, le está mostrando diferentes botes, platos y vasos… «como vajilla», dice.

-¡¡¡Claro!!! -exclama con la boca abierta Canales-. ¡Es que mi padre es ceramista!

-En todas partes veo objetos de vajilla-, continúa Anne Germain.

-¡Toda mi casa está llena de vajilla..! -corrobora la visión realmente asombrado Canales.

Lo que no sabe entonces el bailaor es que Anne Germain, la angelical médium del Más allá de la vida (producido por Plural y emitido por Telecinco), conoce lo de la cerámica no gracias a sus capacidades para comunicarse con los muertos sino al dossier sobre él y sus seres queridos fallecidos que le han preparado y que la vidente se ha estudiado antes de salir al plató. Un informe que, como otros muchos elaborados para la médium, obra en poder de Crónica. Se trata de los documentos que demuestran que su espectáculo es una farsa, un engaño.

Es fácil adivinar lo de la alfarería si antes se ha revisado el expediente sobre Antonio Canales, escrito en inglés -el idioma que habla Anne Germain, quien vive en Reino Unido-, y en el que justamente se ha subrayado este fragmento: «Muy joven comenzó a trabajar como ceramista con su padre en la Cartuja de Sevilla (fábrica de cerámica y vajillas hechas a mano) porque en su familia paterna eran alfareros…».

«Es una persona joven, aparenta 40 o 41 años…», había comenzado Anne Germain a anunciar la llegada de Rocío. «Seres queridos fallecidos», dice el informe, «su hermana: Rocío. Murió hace siete años de una hemorragia cerebral. Tenía 40 años. Fue repentino y devastador».

Seguidamente, la médium traslada la felicidad de la hermana de Canales al ver que sus hijas están en el público. «¡Trajiste a mis niñas!», asegura que exclama la fallecida. Escrito en el dossier: «Viene acompañado por: Rocío Reyes Gómez, 25 años, sobrina de Antonio e hija de su hermana fallecida / Pastori Reyes Gómez (31 años), sobrina de Antonio e hija de su hermana fallecida».

A Canales le acompañaba además su ex mujer, Malen. Su presencia entre el público también está anotada en el documento: «Malen es la ex mujer de Antonio Canales. Estuvieron casados 25 años y tuvieron tres hijos. Por eso para los familiares fallecidos de Antonio es un ser muy querido, como si fuera de la familia». Información que la médium usará luego para dar otro golpe de efecto cuando decaen las adivinaciones:

-Ahora [Rocío] está hablando de otra persona del público, como una hermana aunque no haya vínculo familiar…

-Sí, ¡mi mujer Malen!, -exclama Canales, otra vez fascinado.

«Lo que tiene que decir a los famosos y a las personas mediáticas lo lleva estudiado desde días antes. Cuando acaba con un personaje, anuncia que se retira a descansar y se mete en un cuartito habilitado en el plató con su personal assistant, con la que repasa el guión del personaje siguiente», desvela a Crónica un ex trabajador del programa que conoce muy bien a Anne Germain y la trastienda de su show.

No hay un sólo famoso que haya visitado el programa que no haya sido sometido a una investigación. Crónica tiene en su poder los dossiers usados por Anne Germain antes de sentarse ante Karmele Marchante, Kiko Rivera, Manuel Díaz El Cordobés, Santiago Segura, Pastora Vega, Mila Ximénez, Mónica Vergara , Paz Padilla, Chiquetete, Carmen Bazán, la cantante Soraya, Carolina Cerezuela, Leandro Alfonso de Borbón… En el dossier de este último, por poner sólo un ejemplo, se recogen las declaraciones que hace sobre su madre y se subraya lo siguiente: «La recuerdo leyéndonos sus poemas, hablando…».

¿Qué dirá Germain cuando tenga enfrente a don Leandro y a su madre, Carmen Ruiz de Moragas, al habla desde el más allá? ¿Lo adivinan?

-A ella le encantan las palabras escritas. Algunas de las palabras que está mostrándome están escritas pero hay algunas que ella está diciendo… No se dedicaba a escribir poesía pero muchas veces tenía ganas de escribir esas palabras…

-¡Son las poesías que nos recitaba en el jardín del chalé en el parque metropolitano!, -ratifica el invitado.

Así es cómo realmente opera la mujer que se está haciendo de oro en España a costa de sus supuestos poderes paranormales. Absolutamente una desconocida en su país, Germain ha encontrado la gallina de los huevos de oro aquí. Tras triunfar en televisión con Más allá de la vida, donde ha hecho creíble sus poderes como médium gracias a estas artimañas, ahora recorre los teatros de España en gira y sigue haciendo caja, a razón de 10.000 euros por sesión. Esta semana, sin ir más lejos, ha actuado tres tardes (martes, miércoles y jueves) en el teatro López de Ayala, en Badajoz, donde ha realizado dos funciones diarias por las que ha cobrado 60.000 euros en total.

La semana anterior se embolsó otros 60.000 euros por las seis actuaciones (27, 28 y 29 de septiembre) en A Coruña. Antes estuvo en Zaragoza, Benidorm, Las Palmas, Málaga, Bilbao, Madrid… Según los cálculos de este suplemento, sólo con la gira ha ganado 510.000 euros.

A ello hay que sumar los 390.000 euros que ha ingresado por el programa que emite Telecinco -15.000 euros por capítulo, según su contrato, y ha grabado 26- y las minutas de las actuaciones que aún tiene pendientes: Gibraltar el 14 de octubre, Jerez el 31 de octubre y 1 de noviembre, luego tres días en Valencia, otros tres Barcelona y cierre apoteósico en diciembre en Madrid. Es autora también del exitoso Más allá de las lágrimas, su autobiografía. En total, esta temporada sus ingresos rondarán el millón de euros.

Donde va, llena: 2.500 personas esta semana en Badajoz, casi 5.000 la anterior en A Coruña… Más de 20.000 en toda la gira. Actúa para un público sobre todo femenino, que acude con la esperanza de poder hablar con un familiar fallecido y que cree ciegamente en sus poderes.

Martes 2 de octubre, Badajoz, 18.00 horas. En las primeras filas está Maruja: en 2001, sus dos hijos y el prometido de su hija fallecieron en un accidente de tráfico seis días antes de la boda. No muy lejos, esa pareja joven, sentada en la fila dos, que ha perdido a un hijo de siete años y que ya ha pagado dos veces por ver a Anne Germain. En la primera ocasión, en el teatro Capitol de Madrid, sortearon dos horas a solas con la vidente. Resultó premiada la butaca que la desconsolada madre había comprado, pero en el último momento la había cedido a otra persona para sentarse junto a una amiga. Aún no se ha recuperado del disgusto. Ha pagado 75 euros, la entrada más cara, para estar cerca. Los precios (de 35 a 75 euros) son los más elevados del López de Ayala en los últimos años. Las entradas para ver a Raphael, que actúa el día 20, cuestan prácticamente la mitad.

Antes de comenzar el espectáculo, una cámara hace un barrido del auditorio, fila por fila, y graba, uno a uno, a todos los asistentes. Luego, Germain, que lleva un pinganillo en la oreja derecha, se meterá al público en el bolsillo llamando a la gente, sin verla, por su aspecto: «La señora de la chaqueta verde de la fila…».

«Cuando se pone delante del público suelta el rollo de que los espíritus la dejan ciega y de que sólo distingue los colores. Dice: «La persona de la tercera fila que va de rojo, que se levante». Eso se lo indican por el pinganillo», asegura alguien que ha trabajado con ella y pide anonimato.

Volvemos a la función del martes en Badajoz. La dulce voz de Anne Germain, potenciada por el fondo musical, elige a una pareja de septuagenarios del fondo y les dice que hay un espíritu de una mujer joven que los reclama. Los ancianos no reconocen a nadie. La médium insiste: es una mujer y joven. «Pues no sé», acaba diciendo él, «quizás sea la hermana de mi cuñada que murió joven». Germain da palos de ciego durante el show. En otro momento, dice ver un perro color arena en el escenario: «Que se lo lleven, que lo llame el dueño, que me voy a caer».

Algún asistente, al salir del teatro, decepcionado, la llama la e-vidente. «No ha dicho nada más que generalidades, que si llevas una foto de él, que si le gustaba tu sonrisa… Cosas que valen para cualquiera», se queja Antonia, 36 años, quien quería contactar con su hermana y ha hecho dos horas de viaje atraída por la puntería de Anne con los famosos.

Sólo una vez la médium ha quedado en evidencia en la tele. Fue el día que invitó a Santiago Segura. Éste guardó silencio todo el programa, escuchó los mensajes que Germain le transmitía de parte de su madre y al acabar la desacreditó: «No ha dado ni una». ¿Que qué decía el dossier que le entregaron a Anne Germain sobre Santiago Segura? Aquí está: «Es el único de los invitados que he conocido que no me ha dado ningún detalle», le escribe el redactor/a. «No los he obtenido después de arduas investigaciones». Nada, de Segura la vidente no sabía nada.

SÓLO EN CLASE «BUSINESS»

La fama de Anne Germain en España contrasta con el anonimato en que se sume cuando regresa a Reino Unido, donde vive y desde donde se desplaza a España -siempre en clase business y en hotel de al menos 4 estrellas, según exige su contrato- cuando tiene gira o grabación. Su casa, en East Grinstead, en el sur de Inglaterra, es enorme: de dos plantas y con garaje. En la puerta tiene un Range Rover Evoque rojo.

-¿Es esta la casa de Anne Germain?, -pregunta Crónica a su vecina, quien no reconoce el nombre. Tiene un programa en España.

-No lo sabía -dice. ¿Es una señora de unos 50 años, rubia y con gafas? Entonces esa es su casa.

Germain tiene 52 años, aunque aspecto se ha rejuvenecido últimamente gracias sobre todo a la cirugía (se ha operado los párpados y se ha hecho una reducción de pecho) y al entrenador que ha contratado.

Abre la puerta su segundo marido Keith Germain, ingeniero de aviación, con el que se casó en 1985 y se instaló en el pueblo vecino de West Ewel. Allí, Anne, quien dice tener hilo directo con el más allá desde la infancia, contactó con otros médiums. Pero no fue hasta 2006 -tras 14 años como secretaria en la policía local y unos años como funcionaria del Ministerio de Interior, del que salió por la puerta de atrás- cuando se volcó en el mundo paranormal. Con su marido montó una empresa que ofrecía servicios de recursos humanos y de espiritismo y que hoy se llama Anne Germain Ltd.

Recién abierta, una productora portuguesa la contrató y creó para ella el programa Depois da vida, que la convirtió en una estrella. Tras el éxito en Portugal, el formato fue exportado a España, donde ha cosechado muy buenas cifras: un share del 14,7% de media, 1.345.000 espectadores cada programa.

-Está fuera, de gira por España. Hasta noviembre no vuelve -es todo cuanto dice Keith Germain, quien declina una entrevista para hablar de ella-. No me gusta promocionar a mi mujer -se disculpa.

Tampoco Anne Germain ha accedido a la entrevista que este suplemento le ha pedido. Y su productora, Plural, declina igualmente hacer cualquier declaración sobre los dossiers que publica Crónica. Quien sí ha querido hablar es Antonio Canales. «Salí contento, es un personaje muy especial y dijo cosas que no podía saberlas», comenta antes de conocer que Anne se estudió su vida. Al saberlo, se echa a reír y se excusa: «Me obligaron a estar seis horas encerrado con llave en el camerino. Me fueron mermando, la claustrofobia, el encierro… te crean una debilidad. Al salir le dije a Lucho [su representante]: «Yo ahora me creo hasta que salen los muertos»».

-¿Y qué le parece lo que hizo?

-No me parece mal que se juegue con el más allá y lo exotérico. De hecho, hay gente que lo necesita. Pero lo que ya no me gusta es la estafa. Creo que no se debería consentir el herir y estafar a una persona crédula que se pone en tus manos.

Con información de Daniel Postico

APOYO

LA MADRE QUE RECITA Y LA ABUELA COCINERA

Leandro de Borbón, Santiago Segura o la cantante Soraya. De todos los famosos que van a «Más allá de la vida» se redacta un informe -en inglés para que lo entienda la médium británica- que Germain estudia antes del show. En el de Leandro de Borbón, por ejemplo, se subraya que su madre leía poesía, dato que Germain usa en la sesión: «No se dedicaba a escribir poesía pero muchas veces tenía ganas de escribir esas palabras…». En el de Soraya se lee: «No quieren hacer ficha y ese mismo día les pediremos ir microfonados». Recoge también que la abuela de la cantante era «exagerada para todo, para cocinar….». Por eso Germain dice: «Me muestra una mesa donde hay comida puesta…».