Mercedes Milá realiza en ‘Diario de…’ (TELECINCO) una entrevista al anestesista Juan Maeso, acusado de contagio masivo de Hepatitis a pacientes, que se convierte en un alegato en favor de su inocencia

Mirada plácida, tranquila, llena incluso de bonhomía la Juan Maeso, el trágico anestesista. Merceditas Milá (Diario de…, TELECINCO) ha sido la primera periodista que ha conseguido sentarse con él y entrevistarse a fondo en la TV. ¡Ah! El aspecto de este médico, sus maneras, sus ojos, incluso, no nos han transmitido la estela de horrores, de muertos, que dice la acusación que ha producido. Y escuchándole hablar, tampoco nos ha parecido su discurso el de un verdugo. Todo lo contrario: parecía el de una víctima. ¿Estrategia o sincera convicción? O sea, ¿estaba utilizando Maeso esa entrevista en exclusiva en la plataforma TELECINCO para lavar su imagen pública? Y Merceditas, que no es ninguna ingenua y lleva muchos años de oficio, ¿no estaría haciendo lo mismo, dejar que se sirva  de la tele a cambio de obtener ella una exclusiva, una audiencia, una resonancia magnífica? después de ver este programa no sabría decirles si ese hombre es culpable o inocente de lo que le acusan. Pero una cosa si ha conseguido: sembrar una impresión, transmitir una emoción, que ha instalado en nosotros una inmensa duda. Tratándose de una persona cuyo juicio está en curso en la Audiencia de Valencia, cabe seguirse preguntando si es ético que un programa de tele ofrezca al encausado la posibilidad de influir – más de una hora en pantalla – en la opinión pública. Los jueces que están juzgando a Maeso deben de haber quedado como mínimo perplejos. Quizá más de uno se pregunte incluso: ¿para qué los jueces si ya está la TV?