Nace el diario gratuito de tarde AHORA, creado por el ‘jamonero’ José Enrique Rosendo bajo la sombra de Luis Mª Anson

Nace hoy este periódico con la vocación de convertirse en un medio de referencia de la vida española, en un diario de calidad, independiente, moderno y tolerante para cumplir con la misión esencial del periodismo: contar siempre la verdad y opinar desde la libertad, pues ‘los hechos son sagrados y las opiniones libres’. Porque la libertad de expresión constituye una de las bases de la democracia, si no su pilar fundamental. Es la herramienta que tienen los pueblos para defenderse del poder.

Y desde esa independencia de los poderes políticos, económicos o mediáticos, y sólo al servicio de los lectores, el equipo directivo de AHORA ha trazado una línea editorial nítida, basada en la Constitución de 1978, que consagra la democracia, la libertad, la unidad de España, la pluralidad, la sociedad de libre mercado y la Monarquía parlamentaria; y prestaremos especial atención a los principios de la Doctrina Social de la Iglesia. Este periódico quiere contribuir desde sus páginas a la construcción de una España libre, pacífica y prospera.

Propugnará por la unidad de los grandes partidos como eficacia contra el terrorismo y la defensa de nuestras libertadas. Exigirá, sobre todo al PSOE y al PP, el consenso para  reformar una de las leyes electorales más trasnochadas del mundo [la electoral], pues permite que ciertas minorías independentistas tengan una influencia en el gobierno de España que no corresponde a su raquítico porcentaje electoral y que, unas veces por puro capricho y otras por electoralismo, crispan a la opinión pública y ponen en riesgo la propia convivencia entre todos. Este periódico, en esa misma línea combatirá el sectarismo, el revanchismo incapaz de superar el pasado y, con firmeza y contundencia, denunciará a los extremismos de cualquier color o condición.

AHORA, pues, con modestia, pero sin complejos, aspira a situarse entre los grandes rotativos de nuestra nación y consolidarse como un periódico de calidad, por el rigor de las informaciones, por la cuidad redacción de los textos, por la relevancia de los columnistas y expertos que analicen la actualidad, por la belleza, orden y claridad de las páginas.

Y quiere ser también un periódico moderno que siga los pasos del genial Hawking en su viaje al origen del Universo y que abra sus páginas a las últimas noticias sobre nuevas tecnologías o sobre Internet; un periódico riguroso, ameno, interesante y útil.

Siendo mero soporte de propagandas comerciales, un diario de información general no podría subsistir. La limitada experiencia de los periódicos gratuitos aún no ha resuelto el problema de su distribución en grandes núcleos de población. Sin estar ofrecido en puestos fijos de venta, parece difícil que un diario pueda llegar con regularidad al tipo de lector para el que ha sido concebido. Aparte de la suscripción gratuita, siempre tendrá necesidad de un sistema de distribución específica. Esa será la primera dificultad empresarial que ha de superar el diario AHORA, en tanto que producto mercantil. Además, la política editorial de los diarios está determinada, entre otros factores de orden cultural, por el perfil ideológico de los anunciantes. Esto no ocurre por simple coincidencia de la ideología de los editores con las agencias de publicidad. La racionalidad del ánimo de lucro obliga a procurar la adecuación de nivel social entre los consumidores de periódico y los de los productos que anuncia. Esa será la segunda dificultad de AHORA en tanto que producto cultural necesitado de publicidad.

Desde el final de la guerra civil no ha existido en España verdadera libertad de expresión. La pluralidad de medios no ha dejado de expresar, con distintos acentos sociales y políticos, un sólo y mismo pensamiento. La censura franquista y el consenso monárquico han impedido la libertad de pensamiento único de la tribu primitiva, ha sido exigido por el pensamiento débil de la posmodernidad. Un periódico gratuito, al margen de los circuitos mercantiles y políticos del consenso mediático, debe buscar su clientela en la parte más inteligente de los lectores que pretende y en el inmenso campo de los que se abstienen de votar y de leer en el Estado de los Partidos. Formidable misión confiada al experto director, Joaquín Vila, a la que serviré con ideas y criterios que den fundamentos originales a este nuevo periódico.

Antonio García-Trevijano

Ahora Comunicación Siglo XXI (CSXXI) no pertenece a ningún gran grupo mediático de los que hoy existen en España. Y sin embargo, aspira a mantener unas relaciones cordiales con cunatos compiten en este sector. Defenderemos siempre la libre iniciativa empresarial en todos los campos, especialmente en la comunicación convencidos de que la pluralidad informativa – cualquiera que sea su tendencia o procedencia – es garantía de profundización democrática.

CSXXI pretende, como es lógico, el beneficio de sus accionistas. El camino para alcanzar este objetivo sustancial de toda sociedad mercantil es garantizar la independencia y calidad de nuestro producto. Pero también sabemos que la única forma posible de ser independiente es la rentabilidad como empresa.

Estamos abiertos a la innovación. Y no dejaremos aparcada, nunca, la imaginación y la agilidad. Ambos pilares sustentan nuestro modo de entender la gestión de empresa.

Y CSXXI garantizará, siempre, la absoluta independencia y el criterio profesional del director y del conjunto de la redacción de AHORA. Es la propia dirección quien ha realizado los principios fundacionales de este medio, y quien día a día se responsabiliza de su desarrollo en los contenidos.

El papel del empresario de la comunicación consiste en garantizar por encima de todo ese espacio de libertad necesario para la creación.

Este es nuestro compromiso como empresa, con nuestros trabajadores y nuestros lectores