Nace el periódico GARA para ocupar el hueco del cerrado EGIN como periódico afín a EH / Batasuna

Las dos últimas semanas de julio del pasado año fueron de un bombardeo constante por parte de los medios de comunicación que pueden leerse, escucharse y verse en Euskal Herria. Habían cerrado EGIN, habían detenido y encarcelado a su director y a varios de los directivos de la empresa. Cada día aparecía una nueva filtración que pretendía incriminar al diario. No hubo un solo rincón en nuestro país y fuera de él al que no llegara una noticia tan negativa como aquélla, contaminada además con no pocas descalificaciones, cuando no con falsedades refutables.

El sábado se produjo en Euskal Herria una buena noticia. Un hecho que, independientemente de las valoraciones que puede merecer a cada cual, contenía numerosos aspectos que objetivamente son reseñables por los medios de comunicación: el hueco dejado por aquel noticioso cierre había sido cubierto con creces en seis meses y medio: en tan poco tiempo se había recaudado mil doscientos millones de pesetas entre cerca de diez mil accionistas y el nuevo diario atraía desde el primer días a sectores refractarios a proyectos anteriores. Como se ve, en el nacimiento de GARA concurrían diversos aspectos que podían haber hecho que quienes convirtieron el cierre de EGIN en una de sus principales noticias durante dos semanas hubieran dedicado un espacio digno al ejemplo de empuje y recuperación ofrecido por un importante sector de este pueblo.

Hay silencios y susurros que, como los de este caso, se convierten en clamores. En nombre de la libertad de expresión podrán reclamar que cada medio tiene derecho a elegir sus noticias. En nombre del mercado se podrá argüir que a determinados periódicos no les conviene hacer publicidad de la competencia. Pero en nombre de la ciudadanía debe defenderse sin descanso que la sociedad tiene derecho a conocer no sólo la primera parte de un acontecimiento, sino también los capítulos posteriores. En nombre del sector social que fue agredido el 15 de julio, es lícito exigir que se dé cuenta de su respuesta con profundidad, veracidad y extensión.

No sorprende que muchos medios de comunicación pretendan acallar determinada buena noticias que surge en Euskal Herria. Seleccionar qué es noticia constituye uno de nuestro principales trabajos. Esto, en definitiva, no hace sino reafirmar la necesidad del espíritu crítico entre los consumidores de información y la exigencia de un importante espacio para el desarrollo de GARA.