Nuevo pleito entre los directores de EL DÍA y AHORA CANARIAS: José Rodríguez demanda a Carlos Sosa por llamarle cobarde

Escondido detrás de su biografía, plagada de metopas y memeces, y parapetado detrás de sus dos orondos amanuenses, el propietario del periódico El Día esquiva dar la cara cuando toca. Cada día arremete contra los que considera sus enemigos con un amplio catálogo de insultos y descalificaciones en la errónea creencia de que entre la lentitud de la justicia y su provecta edad, nunca le va a pasar nada. Recurre una tras otra todas las sentencias desfavorables que está recibiendo para ganar tiempo y alargar de manera ficticia su propia agonía como editor. Don Pepito, sin embargo, nunca da la cara cuando toca, envía a su abogado, Munguía, a ejercer una patética defensa que raya en demasiadas ocasiones el frikismo puro. Don Pepito es un cobarde. No puede sostener ante un tribunal ni su derecho a la libertad de expresión ni la verdad de sus acusaciones, y por eso elude sentarse en el banquillo. La semana pasada no se atrevió a personarse en una sala de vistas de Las Palmas de Gran Canaria para defenderse de una demanda de protección del honor e intromisión en la intimidad promovida por una juez que, a mayor abundamiento, también lo tiene imputado en un juzgado de instrucción de Santa Cruz de Tenerife por delitos de calumnias. Para eludir su obligación, su pobre abogado se atrevió a presentar un certificado emitido en Navarra en el que se dice que el editor de El Día está delicado de salud. La juez que presidía el tribunal no daba crédito a lo que oía: someterse a un examen médico en Navarra requiere tomar dos aviones de ida y otros dos de vuelta para acudir desde Tenerife. Es el mismo editor cobarde que el año pasado pudo volar a San Francisco, California, sin que le diera un jamacuco. Es un cobarde, insistimos, pero ya le han cogido la matrícula en demasiados sitios como para irse de rositas.

El editor y director del periódico EL DÍA, José Esteban Rodríguez Ramírez, ha demandado a Clan de Medios, Comunicación y Márketing S.L.U., editora del digital Canarias Ahora, y, por tanto, a Carlos Sosa, como director y administrador único de la citada entidad mercantil, por el brutal ataque al honor del reputado editor.

Llamar «cobarde» a don José Rodríguez y acusarlo de «engañar a un tribunal para no dar la cara en un juicio» son solo algunas de las continuas menciones que el diario digital, en su sección «Top Secret», hace al editor de este periódico «con la única intención de hacerle desmerecer en la consideración de la sociedad», señala la demanda presentada por el letrado Juan Inurria en representación de José Rodríguez.

Aunque se podría hablar de la existencia de una controversia periodística, la cual puede revestir cierto interés público, lo manifestado de forma continua en el diario digital «excede con creces los límites constitucionales», pues «impera la provocación continua», detalla el letrado en la demanda presentada.

Para demostrar esta vulneración del derecho al honor, el escrito está acompañado de varias publicaciones del digital Canarias Ahora en los últimos seis meses en los que se daña la imagen del diario tinerfeño con reiteradas alusiones a su integridad profesional y personal, llegando incluso a dejar entrever en un escrito que José Rodríguez presentó un certificado médico falso para evitar acudir a la vista oral de un juicio.

A juicio del abogado Juan Antonio Inurria, este tipo de insinuaciones se exceden «más de lo que las reglas deben permitir».

Además, la demanda destaca cómo, de forma continua, el diario digital de Las Palmas califica al editor y director tinerfeño de cobarde en diversas ocasiones e, incluso, en un mismo artículo varias veces. Esto «rebasa con creces el derecho a la libertad de expresión, colisionando sin lugar a dudas con el derecho al honor de mi demandante», resalta el escrito que defiende a José Rodríguez.

Y es que, según señala la demanda, «resulta evidente que el fin de la publicación no es otro que estigmatizar la imagen de José Esteban Rodríguez Ramírez, hacer creer al público lector que se trata de una persona que no merece poseer, en su senectud, el respeto social labrado a lo largo de una trayectoria de más de 50 años al frente del periódico de mayor difusión de la Comunidad Autónoma».

LAS CLAVES

«Los demandados tergiversan las palabras, acusan gravemente y tratan de poner en duda la responsabilidad judicial de mi representado, además de acusarle de cobarde», explica el letrado Juan Inurria en su escrito de demanda. La reiteración en llamar «cobarde» a José Rodríguez no tiene otro sentido sino «castigar el crédito y honor de una persona de 88 años», detalla el escrito, que destaca «el respeto y consideración que merece toda persona, y más aquella de avanzada edad con una larga trayectoria profesional».