8 abril 1989

Polémica entre los historiadores Ricardo de la Cierva Hoces y Juan Marichal: «Es un cantamañanas»

Hechos

La polémica fue noticia en abril de 1989.

Lecturas

El historiador D. Juan Marichal, exiliado, discípulo de Américo Castro y, posteriormente, profesor en la universidad de Harvard (EE UU), considera que los insultos dirigidos contra él por el historiador D. Ricardo de la Cierva Hoces durante la presentación el pasado jueves de su libro Agonía y victoria, último y polémico premio Espejo de España, «no responden al actual temple maduro del pueblo español ni a la tradición de convivencia y tolerancia de la república de las letras españolas». En dicho acto, D. Ricardo de la Cierva Hoces declaró a Radio Nacional de España: «D. Juan Marichal es un cantamañanas de la historia. El señor Marichal no sabe una palabra de Azaña, ni de Ortega, ni de Negrín, ni de Unamuno, lo digo como catedrático de Historia. Sin embargo, va a estar la crítica militante, como alguien ha dicho, durante los próximos 20 días magnificando las excelencias de don Juan Marichal, cuyas introducciones a Azaña y a las obras completas de Azaña son una vergüenza para la literatura y para la historia».

Posteriormente, y a requerimiento de la misma emisora, Marichal declaraba: «Lamento muy de veras que el profesor De la Cierva haya olvidado, las buenas maneras de la convivencia intelectual y, por supuesto, no voy a imitarle contradiciendo en el Lenguaje que se merece sus gratuitas afirmaciones sobre mi persona y obra. Es patente que el señor De la Cierva se deja llevar por impulsos de carácter ideológico que corresponden más bien a la España de hace medio siglo que a la actual, donde no puede llevarme al paredón».

El Sr. Marichal, que se encuentra estos días en Madrid dictando un ciclo de conferencias en la Residencia de Estudiantes sobre las relaciones entre el intelectual y la política, afirma que actualmente en España «se ha reconstituido la república de las letras, donde conviven las gentes más dispares y donde nadie llama la atención por su falta de tolerancia o de educación». En su opinión, la actitud del Sr. De la Cierva no corresponde a la «tradición de convivencia de las letras españolas».

La concesión del premio Espejo de España al libro de D. Ricardo de la Cierva Agonía y victoria motivó el abandono del jurado por parte del también historiador D. Javier Tusell Gómez y del ministro de Justicia, D. Enrique Múgica, quienes consideraron que dicho libro era maniqueo en su tratamiento de la guerra civil y falseaba la memoria de D. Julián Besteiro.

08 Abril 1989

El autogiro

EL PAÍS (Director: Joaquín Estefanía)

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RICARDO DE la Cierva es persona poco aficionada a la mesura. Sus exabruptos pertenecerían al folclor del ruedo ibérico si no fuera porque, en ocasiones, tan extemporáneas salidas de tono anatematizan a quienes merecen resp9to. Si algo no es Juan Marichal es un » cantamañanas», epíteto desaforado que le propinaba De la Cierva anteanoche al autoglosar sus cualidades de historiador.Durante el franquismo, De la Cierva -entonces historiador oficial de la guerra civil- ejerció la censura sin respuesta. Oírle decir ahora, sin duda estimulado por la crítica que reciben sus publicaciones, que Juan Marichal desconoce la historia de la Il República es un sinsentido. Más aún si se recuerda que tal opinión proviene de un divulgador a quien se deben perlas científicas como las pintorescas explicaciones dadas sobre el bombardeo de Gernika, ninguna ajustada a la verdad. Un historiador, en definitiva, metido a político que ha pasado los últimos años haciendo finos análisis sobre el futuro, querellándose con políticos, periodistas e intelectuales en torno al presente e interpretando con lúgubre inexactitud los acontecimientos del pasado. Girando sobre sí mismo y perdiendo el Norte, a diferencia del ingenio volador de su ilustre antepasado.