16 febrero 2010

El programa 'Nuestra Gente' pide boicotear CUATRO

Protestas em Canarias contra el canal CUATRO (Sogecable) por la emisión del reportaje “Drogas, sexo y mirones en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife”

Hechos

El 16 de febrero de 2010 CUATRO emitió el reportaje “Drogas, sexo y mirones en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife”

28 Febrero 2010

El Carnaval de Cuatro y el otro

Alejandro de Bernardo

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COMO TANTA gente, pude ver el reportaje que Cuatro Televisión emitió sobre los carnavales: «Drogas, sexo y mirones en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife». La primera sensación fue de indignación. Parece que todo vale. Lo primero que tiene que saber un periodista es que una cámara puede ser más peligrosa que una pistola o un vendaval. Estos lo sabían. Saben de su alcance. No hay atenuante. No queda sitio para la inocencia o la ingenuidad. Saben que la mierda vende mucho y que se vende bien.

Llevo «veintipico» años saliendo al Carnaval. Este año también. Nadie puede decir que eso es el Carnaval de Santa Cruz. Lo que esta cadena de televisión ha reflejado no es la verdadera realidad del Carnaval, ni siquiera una parte de ella. Eso que sale en el vídeo ocurre en los alrededores de cualquier fiesta multitudinaria, de cualquier sitio de este país o de otro de cualquier país de Europa. Y lo llaman periodismo de investigación. Vamos, hombre…

Los mirones y depravados sexuales «trabajan» al amparo de la oscuridad en cualquier lugar al que las parejas suelan acudir. Ni son exclusivos de aquí ni de allí. En todas las ciudades los hay. Hay mirones, fisgones y toda clase de fauna. Aquí también. Y en Madrid o Barcelona, Cádiz o Pernanbuco.

Lo de las drogas ídem de lo mismo. Elijan la ciudad o pueblo medianamente grande y no les hace falta que haya fiesta. Cualquier día de la semana. De noche todos los gatos son pardos. Y los camellos también. Es la cruda realidad con la que convivimos. Aunque los pibes que aparecen en el reportaje pasándose la coca parece que estuvieran posando.

No es un reportaje natural, sino forzado. Su finalidad no ha sido simplemente informar, y menos objetivamente. Han querido hacer daño. ¿Atacar a unas fiestas que compiten en popularidad y turismo con otro carnaval muy conocido en España? Pudiera ser.

Es una pena que del Carnaval de toda la vida, del original, el de verdad, casi sólo salga en las televisiones nacionales en reportajes como este, en el que, como reclamo, se exhibe a una parranda de golfos, drogatas, puteros o borrachos.

Eso sí, de los cosos, los concursos, las rondallas, las mascaritas, la vistosidad de las reinas, la implicación y los sacrificios de la gente… nada de nada.

Eso de que en este Carnaval «nunca pasa nada» no es cierto. Puede que en los medios de aquí se peque de esa «servidumbre» ya tradicional en la que lo malo no ocurre o se silencia. Lo que sí es cierto es que lo malo ocurre en proporciones muchísimo más pequeñas que en eventos parecidos de cualquier lugar del mundo.

Si les digo la verdad, lo que realmente me parece intolerable es que pegandito a las masas de gente bailando t´o dios -tanto chicos como chicas- se pongan a orinar sin recato alguno, y no ya por que los vean o dejen de ver, sino por lo que huele y la impresión que causa de suciedad y asco. Hasta hace pocos años, ir a la caza de un baño entre los bares y chiringuitos o solares alejados constituía uno de los encantos de la propia fiesta. Tremenda odisea cruzar por el Corinto, o la calle San José, la cafetería El Águila o Los Paragüitas… En eso sí ha habido involución. Tarea de las autoridades. De lo de Cuatro, mejor olvidarse. No me parece mal cómo han reaccionado los políticos en este asunto. Cualquier reproche público al reportaje sólo serviría para poner una mierda -que no es nuestra- en el ventilador. Y nos caería encima. Ello sólo se condena. Si sobrevivimos a Amargo y a la Esteban… esto no es ni picadura de mosquito.

Amigo Juan Jesús, tú que te llevas tan bien con los ordenadores y la red, teclea en Google «Qué les gusta a las embarazadas» y te saldrán más de cuarenta consejos. Es lo que tiene ser primerizos… al principio acojona un poco. Y después… aún más. Dale un beso a Marbely y vayan despidiéndose de las noches de un tirón, de las cosas en su sitio, o el programa de televisión preferido. Ahora bien, cuando os agarre el dedo con su manita… os daréis cuenta de lo poco que valen la mayoría de las cosas.

Bien contento tiene que estar ese bebé con unos padres como vosotros. Y el Canarias, que, a poco que funcione la genética, en un «pisplás» tendrá un pívot de garantías. Muchas felicidades.

Feliz domingo.