20 marzo 2013

Pérez-Maura, que fue pareja de Ana Romero, rompe con ella después de que esta usara una grabadora suya para entrevistar a la princesa alemana

EL MUNDO publica entrevistas en portada a Corinna zu Sayn-Wittgenstein, presunta examante del Rey, realizadas por Ana Romero, causando una réplica de Ramón Pérez Maura

Hechos

El 20.03.2013 D. Ramón Pérez-Maura publicó el artículo «Corinna y sus corifeos».

Lecturas

Los días 24 y 25 de enero de 2013 el periódico El Mundo publica una entrevista a la Sra. Corinna Larsen, empresaria de negocios y examante del Rey Juan Carlos I de España. La entrevista está firmada por la periodista Dña. Ana Romero Galán, que se dirige a la Sra. Larsen como ‘su alteza serenísima la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein’.
Aunque en sus declaraciones a El Mundo la Sra. Larsen se dedica a elogiar a la Familia Real, asegurando que nunca hará nada que pueda perjudicarles, la entrevista supone un desafío para la institución monárquica española, que no deseaba dar ninguna publicidad a una persona a la que definen como ‘amiga entrañable del Rey’.

La Sra. Larsen, que mantiene un litigio millonario con D. Juan Carlos I, también concederá una entrevista a la revista ¡Hola!, con el objetivo de presionar para poder quedarse con la fortuna recibida mientras mantuvo su relación con el Jefe del Estado español.

El periodista monárquico D. Ramón Pérez Maura publica el 20 de marzo de 2013 un artículo en ABC en el que reprocha a El Mundo y a ¡Hola! que estén haciendo el juego a la Sra. Corina Larsen. Se da la circunstancia de que el Sr. Pérez Maura fue pareja de Sra. Ana Romero Galán, la periodista que ha ejercido de enlace entre El Mundo y la Sra. Larsen.

¿CÍNICA CAMPAÑA DE LA EX AMANTE DEL REY?

El 24 y 25 de febrero de 2013 la periodista Dña. Ana Romero fue la primera periodista en entrevistar a la amante del Rey de España, Don Juan Carlos I, Corina zu Sayn-Wittgenstein-Sayn a la que Dña. Ana Romero se refería en la entrevista como «Su alteza serenísima, la princesa Corinna». Aunque esta aseguraba en la entrevista que no deseaba perjudicar al Rey ni a la Familia Real, toda la entrevista estaba llena de ataques e insinuaciones contra la familia sobre lo mucho que sabía de irregularidades sobre ellos en un aparente chantaje.

Jiménez Losantos: «Como cima de la entrañabilidad, Corinna Zu. ¿No es entrañable que haya olvidado que su empresa Apollonia Associated se disolvió cuando se pegó el trompazo en Botsuana su entrañable amigo? Pero yo, ante la discreta lealtad de Corinna Zu, me siento discretamente conmovido, lealmente emocionado, entrañablemente lelo» (EL MUNDO, 25-3-2013).

 

24 Febrero 2013

Corinna: 'Sólo traté de encontrarle un trabajo digno a Iñaki'

Ana Romero

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Su Alteza Serenísima la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein ha decidido salir al paso de las insidias vertidas por Diego Torres al calor del caso Noos. La princesa, de 48 años, mantuvo un encuentro con EL MUNDO esta semana para demostrar que no está vinculada a los negocios presuntamente delictivos del duque de Palma.

«Fui la primera sorprendida cuando Iñaki no aceptó el trabajo. Yo sólo traté de encontrarle un empleo digno», afirma la princesa, que entre 2004 y 2005 intentó conseguir para Urdangarin la presidencia del capítulo español de la prestigiosa Fundación Laureus, que otorga anualmente los denominados óscar del deporte. «Yo sólo traté de ayudarle a encontrar, tal como me pidió, un empleo compatible con su posición», agrega la princesa.

El pasado 16 de febrero, Torres entregó otra tanda de correos electrónicos en los que se incluyen varios entre Urdangarin y la princesa Corinna que dan lugar al equívoco. El abogado del ex socio del duque, Manuel González Peeters, mantiene que su defendido tiene derecho a utilizar todos los correos, con el argumento de que proceden del Instituto Nóos y que están relacionados con su gestión. En el caso de Laureus que atañe a la princesa Corinna, la ausencia de relevancia penal de los mismos es clara. Aun así, Zu Sayn-Wittgenstein está decidida a defenderse de los intentos de Torres por incluirla en la caso Nóos.

Entre otros motivos, porque esta misma semana afirma que ha perdido a uno de sus «mejores y más antiguos» clientes por el daño causado por los correos electrónicos.

«Nunca cobré nada», dice la princesa, en referencia a las gestiones que hizo para el duque de Palma ante los responsables de la Fundación Laureus.

Zu Sayn-Wittgenstein, de origen germanodanés, debe su título al matrimonio con el príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein-Sayn, el tercero de los siete hijos de una de las familias de más rancio abolengo de Alemania. Aunque está divorciada, hasta que el príncipe Casimir no vuelva a contraer matrimonio tiene derecho a seguir recibiendo el tratamiento de alteza serenísima y de princesa. De su matrimonio con el príncipe Casimir tiene un único hijo, Alexander, que es el nieto mayor de la histórica familia Zu Sayn-Wittgenstein-Sayn .

En su casa de Mónaco, con vistas al mar Mediterráneo, la consultora resulta aún más alta y esbelta que en las imágenes. De aspecto muy germánico -pelo rubio, ojos azules, frente despejada- hace honor también a su apellido danés de soltera: Larsen.

Políglota, de suaves y educadas maneras y con una impresionante agenda de contactos, desde el año 2005 la princesa trabaja como consultora internacional utilizando como plataforma la empresa que ella fundó, Apollonia Associates. Su campo de acción incluye el Golfo Pérsico, Latinoamérica, Rusia, Europa Occidental y Estados Unidos.

Desde Apollonia, se trata de «conectar personas, plataformas e instituciones para crear un valor sostenible y ofrecer resultados excepcionales», según reza el folleto de presentación de la compañía. En Apollonia, la princesa tiene colaboradores, y utiliza los servicios externos de oficinas legales y financieras en el Reino Unido y en Suiza para formar un equipo de expertos en «gestión de relaciones estratégicas entre instituciones internacionales, gobiernos e individuos de alto valor económico». A éstos, Apollonia los representa en «lugares geográficos donde carecen de contacto directo con las instituciones relevantes (públicas y privadas) de manera que puedan maximizar el resultado de sus intereses de negocios».

La princesa Corinna ha llevado a cabo trabajos importantes para el Gobierno español en el marco de la política exterior y «siempre que las autoridades relevantes se lo pidieron», pero afirma que nunca ha cobrado de ellos en Madrid, como tampoco lo hizo por intentar conseguir un empleo para el duque de Palma. En este momento, ya no tiene ninguna actividad en España «para evitar la controversia».

Los medios españoles repararon en su existencia el pasado abril, cuando el Rey resbaló en un bungalow en Botsuana y regresó de urgencia a España para ser operado de la cadera derecha. Entonces, EL MUNDO reveló que la cacería en África había sido organizada por el empresario sirio Mohammed Eyad Kayali. A ella asistieron, además, la princesa Corinna; su primer marido, el empresario británico Philip Atkins, y su hijo Alexander. La presencia de Zu Sayn en Botsuana desató las especulaciones. En su encuentro esta semana con este periódico, describe su relación con el Rey en este momento como una «entrañable amistad».

Esta amistad se cimentó en febrero de 2004, cuando fue presentada formalmente al Rey durante una cacería en la finca de un duque británico en Castilla-La Mancha, una de las mayores extensiones agrarias de España.

Esta semana, los correos de Torres han vuelto a situarla en el centro de la polémica, de la que ella huye. «Soy una persona discreta y leal», afirma esta mujer de indudable hermosura e inteligencia.

Mañana, EL MUNDO aporta los correos completos entre Urdangarin y la princesa Corinna entre junio y marzo de 2005. Sin el sesgo introducido por Torres, se puede comprobar que la cuenta bancaria enviada por Urdangarin no es para que ella ingrese allí el producto de oscuras operaciones, como sugieren los correos mutilados de Torres, sino para que el duque cobre los 50.000 euros que le corresponden por el trabajo hecho para Laureus entre septiembre de 2004 y enero de 2005. Después, ya no hubo más cobros de Laureus porque el duque rechazó el trabajo con un salario de 200.000 euros al año.

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APOYO

Con residencia fija en Mónaco

Desde niña, el viaje ha sido una constante en su vida. Su padre, Finn Bönning Larsen, con el que estaba muy unida, era el representante de la línea aérea brasileña Varig en Europa, y eso le obligaba a desplazarse con frecuencia. Corinna nació en Fráncfort y estudió en Ginebra. Ahora reparte mucho su tiempo entre Mónaco, donde tiene residencia fija y donde está su oficina, y Londres. Además, mantiene una casa en Suiza y se ve obligada a viajar constantemente fuera de Europa por su trabajo como consultora internacional. Acude con frecuencia a Abu Dabi, la capital federal de Emiratos Árabes Unidos, donde tiene importantes clientes y amigos. Otras veces los trabajos de consultoría la llevan hasta Vietnam, donde ha estado recientemente. A pesar de las especulaciones en torno a su residencia, afirma que nunca ha tenido casa en Madrid, aunque por trabajo sigue acudiendo esporádicamente a la capital.

25 Febrero 2013

Corinna: "Si alguien quiere utilizarme contra la Familia Real que no cuente conmigo"

Ana Romero

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En su segundo encuentro con EL MUNDO esta semana, la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein insiste en que no quiere ser una pieza arrojadiza en las particulares guerras de España. «Soy una ciudadana del mundo», señala la consultora internacional a la que Diego Torres ha querido arrastrar al epicentro del caso Nóos. «Si alguien pretende utilizarme para atacar a la Familia Real, que no cuente conmigo», dice sentada en el despacho de abogados londinense desde el que lucha a brazo partido para defender su reputación: «No pienso volver a España mientras mi presencia allí cause controversia».

«Lo que está ocurriendo es trágico. Me he visto metida en todo esto como si fuera un simple documento adjunto», afirma la princesa Corinna, de 48 años, en referencia al fuego cruzado en el que se ha visto inmersa en los últimos dos meses. Por un lado, las lagunas del duque de Palma sobre su intento de ayudarle a encontrar un empleo «digno» en la Fundación Laureus. Por otro, las maniobras de Diego Torres, el ex socio y enemigo número uno de Urdangarin, para desprestigiar la figura del Rey sugiriendo que la princesa Corinna, a la que conoce desde 2004, también hizo negocios con el duque de Palma.

«Llevo trabajando 25 años, y todo esto hace mucho daño a mi reputación profesional», explica la princesa, que desde 2005 dirige una empresa de consultoría llamada Apollonia Associates. «Siempre he actuado de manera profesional y apropiada, y ésta es la primera vez en mi vida que se me pone en cuestión».

«La confianza y la reputación es muy importante en el tipo de trabajo que yo hago. Tarda en construirse, pero se pierde muy rápidamente. Estoy en la liga de los grandes, y eso es muy duro. Soy mujer, y encima rubia, lo cual complica las cosas aún más», añade la princesa Corinna esbozando una sonrisa que deja ver sus dientes blancos, casi perfectos.

A pesar de las extrañas circunstancias que han llevado a este doble encuentro, Zu Sayn-Wittgenstein no deja de exhibir esas cualidades que todos los que la conocen resaltan de ella: el sentido del humor y la amabilidad. Debajo de las risas y de la empatía, eso sí, se esconde una rubia de hierro: «Yo no voy a atacar a nadie, pero tampoco voy a dejar que lo hagan conmigo».

Debido a los correos de Torres, en España se ha cimentado la idea de que la princesa Corinna es una comisionista dispuesta a trabajar incluso con Urdangarin en el Instituto Nóos. Ella lo explica así: «España era una pequeña parte de mis operaciones, que son globales. España nunca fue el centro del universo de las operaciones. Y lo más importante: nunca he ganado un solo euro del dinero de los contribuyentes. He hecho trabajos gratis, pro bono para el Gobierno español y remunerado para el sector privado, para algunas empresas que querían expandirse globalmente. Pero ahora sólo quiero seguir adelante con mi vida en el resto del mundo».

«Ese trabajo que he realizado para el Gobierno español, cuando se me ha pedido, ha sido siempre delicado, confidencial. Son asuntos clasificados, situaciones puntuales que yo he ayudado a solucionar por el bien del país», continúa Zu Sayn-Wittgenstein, cuya impresionante agenda de contactos le permite poder coger el teléfono en un momento dado para ayudar a desactivar una crisis política, como ha hecho en alguna ocasión para España.

En esta historia con el caso Urdangarin, le duele especialmente el daño que se le pueda hacer a Laureus, una fundación por la que siente mucho cariño y respeto: «Es una lástima que gente de comportamiento muy honorable como los responsables de Laureus se vean arrastrados al fango por las maniobras de Diego Torres».

Además de tranquilizar a los españoles sobre sus intenciones en nuestro país, la princesa Corinna insiste en su deseo de dejar meridianamente claro que no tuvo nada que ver en el Instituto Nóos: «El Rey me pidió que ayudara a Iñaki a encontrar un empleo apropiado en una organización internacional y reconocida. Cuando no aceptó la oferta de Laureus, me sentí muy decepcionada. Eso me dejó a mí, además, en una posición incómoda dentro de la Fundación».

«Su Majestad le dijo a Iñaki que me llamara y que viniera a verme», continúa la princesa. «Así lo hizo en junio de 2004. Vino a Londres a cenar conmigo para discutir ideas sobre un futuro trabajo. Era la primera vez que hablaba con él de verdad. A finales de los 90, después de su matrimonio con la Infanta, había coincidido con él en algunos actos sociales, pero nunca había hablado con él».

«Su perfil me pareció perfecto para el trabajo en Laureus. Entonces era un auténtico golden boy: un atleta olímpico con dos medallas, Atlanta y Sidney, y miembro de una Familia Real europea por su matrimonio con la Infanta Cristina. Pero fue él el que me buscó a mí y el que estaba interesado en la Fundación Laureus».

¿Y el Instituto Nóos? «Yo no sabía lo que era. Por lo que él me explicó, era una fundación de caridad. Sonaba bastante normal, hablaba mucho del desarrollo de las ciudades. Tenía todo el sentido del mundo que quisiera progresar en el universo de las fundaciones y presidir una destacada e internacional como Laureus. Francamente, al Instituto Nóos no lo conocía nadie fuera de España».

«Se pasó meses intentando conseguir ese trabajo. Mirándolo ahora, le habría ido mucho mejor si lo hubiera aceptado. Le venía al dedo por su posición, pero ahora creo que no era suficiente para él. Laureus no era El Dorado», continúa. «Como en el mundo de las fundaciones los salarios no son altos, yo llegué a sugerir que se creara una entidad comercial separada de la de caridad para que Iñaki pudiera ganar más dinero a través de los patrocinios. Nosotros le dejamos ya entonces muy clara la diferencia que hay entre una entidad non-profit (sin ánimo de lucro) y la actividad comercial propiamente dicha».

El primer ataque de Diego Torres no fue a propósito de Laureus. Antes había tenido lugar otro, cuando el pasado 10 de enero remitió al juez Castro unos correos en los que se comprueba que la princesa asistió al primer Fórum que organizaron en 2004 en la Comunidad Valenciana, el llamado Valencia Summit.

Zu Sayn explica que el fin de semana del 29 de octubre de 2004, en plena negociación con Urdangarin por el hipotético trabajo en Laureus, acudió a Valencia con tres altos cargos de la Fundación: Guy Sanan, Nacho Díaz y Javier Arroyo. «Fuimos a Valencia en equipo para ver lo que estaba haciendo Iñaki, a lo que se dedicaba, y también para estudiar las posibilidades de Valencia como lugar preferido para celebrar la entrega anual de los premios deportivos de Laureus, aunque al final no salió».

APOYO

A buen recaudo en Londres

La sugerencia ha sido ejecutada con flema británica, pero de manera definitiva: cada elemento de los compromisos de la princesa Corinna con sus clientes ha sido puesto a buen recaudo, debidamente documentado y clasificado, en manos de sus abogados. Hay copias de cada contrato realizado, de cada acuerdo cerrado. La vida de su Alteza Serenísima la princesa Corinna Zu Sayn-Wittgenstein no es todo lo fácil que quisiera en estos momentos, pero sabe que se trata de una etapa pasajera y se concentra en el futuro con el optimismo que la caracteriza desde siempre, según sus amigos.

De Mónaco a Abu Dabi

Reunirse con la princesa Corinna no es cosa fácil. En una semana, su vida personal y profesional la llevan de Londres a Mónaco, y tras pasar de nuevo por Londres, a Abu Dabi, la capital federal de Emiratos Arabes. Este jueves, en el primer encuentro con EL MUNDO en Montecarlo, conversó en su casa y en su oficina con vistas al mar. Ayer, el escenario cambió a Londres, con su grisura habitual. Fue un día largo, repartido entre el despacho de sus abogados y un elegante hotel del céntrico barrio de Mayfair. En estas 48 horas, hace honor a ese otro título, el de «ciudadana del mundo».

20 Marzo 2013

CORINNA Y SUS CORIFEOS

Ramón Pérez-Maura

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El problema está en los medios que publican fotos de publirreportaje suministradas por la propia entrevistada

Sólo faltaba que se pidiera al director del CNI comparecer ante la Comisión de Gastos Reservados del Congreso de los Diputados para preguntarle por los contactos del Gobierno con la falsa Alteza Serenísima apellidada Princesa zu Sayn-Wittgenstein-Sayn. O sea, que se asume que el Gobierno de la nación – éste, el anterior y cualquiera de los habidos o futuros- pagan a un organismo y lo controlan -en este caso desde la Vicepresidencia del Gobiernom ientras ese mismo organismo espía a quien lo debe supervisar y lo financia. Yo puedo entender que se pregunte al general Sanz Roldán si esta señora trabajó para el CNI y creo que su obligación en esa comisión sería dar una respuesta minuciosa de cualquiera labor que le hubiera sido encomedada. Y por lo que sabemos de sus actividades, me congratularía saber que el CNI la haya tenido en su nómina en algún momento. Lo que me parece disparatado es pretender que el hombre a quien el Gobierno de la nación tiene encomendada la jefatura de la inteligencia nacional responda a situaciones inverosímiles o a las que deberían corresponder a los ministros del Gobierno. Porque sólo el ministro Margallo puede responder a sus propias torpezas dialécticas y de hecho. Desde luego no el jefe del CNI. Y pretender montar un escándalo por el uso de residencias oficiales que están permanentemente a disposición de toda clase de huéspedes del Estado es de una hipocresía barata.

El problema en este caso está en quienes han querido hacer el juego a Corinna. En los medios que publican fotos de publirreportaje suministradas por la entrevistada a mayor gloria propia; en los que dan altavoz a quién solo estaba interesada en protegerse a sí misma después de haber estado durante años haciendo labores de comisionista que yo siempre defenderé, pero a cambio de asumir el coste que ese tipo de ejercicio conlleva. Medios que en algún caso han cometido la bazofia periodística de publicar despliegues multicolores y de muchas páginas de entrevista sin firma -si el Eduardo Sánchez Junco que ganó el premio Luca de Tena llevantara la cabeza… Medios, en fin, a los que sólo importa publicar una parte de la Verdad que siempre tiene la misma dirección de tiro.

Y no se me oculta ni intento negar que para que ese tiro se pueda disparar, alguien tiene que haber puesto el blanco en la línea de fuego. Pero los medios que se ponen a disposición de esa mujer sin presentar todas sus contradicciones, que cuentan o intentan contar las actividades en las que tuvo participación buscando el enfoque más dañino para su objetivo final, el Rey, pero no para quien ha acudido a ellos, lo que están poniendo en evidencia, una vez más, es cuáles son sus verdaderos intereses. Y la satisfacción que tienen con cada ejemplar que venden en defensa de esos intereses -bastardos.