30 marzo 1939
El primer director del ARRIBA será el periodista falangista José María Alfaro Polanco
El Gobierno crea la Cadena de Periódicos del Movimiento y una red de periódicos encabezados por el ARRIBA propiedad del Estado

Hechos
El 30 de marzo de 1939 comenzó a publicarse de manera diaria el periódico ARRIBA.
Lecturas
NACE LA CADENA DE PRENSA DEL MOVIMIENTO.
Coincidiendo con la toma de Madrid por las tropas nacionales la publicación Arriba, que había sido el órgano de expresión del pequeño partido Falange Española de las JONS del difunto José Antonio Primo de Rivera, pasa a ser el diario nacional generalista de la mañana Arriba bajo la Dirección de José María Alfaro Polanco y con el encargo de ser el portavoz oficial del partido único de la dictadura el Movimiento Nacional FET de las JONS, dependiendo, por tanto, directamente del Gobierno.
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LA NUEVA CADENA DE PERIÓDICOS DEL MOVIMIENTO:
Madrid (Ámbito nacional)
- ARRIBA. Usando el título fundado por D. José Antonio Primo de Rivera en 1935 para que fuera la voz de su partido, la Falange. El primer director de ARRIBA como periódico diario de la mañana será D. José María Alfaro Polanco nombrado directamente por el Gobierno del General Franco.
- MARCA. Fundado por D. Manuel Fernández Cuesta para centrarse en la información deportiva.
Alfaro Polanco será director de ARRIBA hasta agosto de 1939.
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Catalunya:
- SOLIDARIDAD NACIONAL. Será el periódico del Movimiento de la mañana en Barcelona. Se editará a partir de las rotativas del periódico anarquista SOLIDARIDAD OBRERA, controlado durante la Guerra Civil por la CNT catalana.
- LA PRENSA: Será el periódico del Movimiento de la tarde de Barcelona.
- DIARIO ESPAÑOL, periódico del Movimiento en Tarragona.
- LOS SITIOS, periódico del Movimiento en Girona.
- LA MAÑANA DE LÉRIDA, periódico del Movimiento en Lleida.
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En el resto de España:
- Andalucía: F.E. / Sevilla (Sevilla), Sur y Boinas Rojas / La Tarde (Málaga), Yugo/La Voz de Almería (Almería), Odiel (Huelva), Diario Córdoba (Cordoba), Diario Jaén (Jáen), Patria (Granada) y La Voz del Sur (Jerez de la Frontera).
- Aragón: Amanecer (Zaragoza), Teruel (Teruel) y La Nueva España de Huesca (Huesca).
- Asturias: La Nueva España de Oviedo.
- Baleares: Baleares.
- Canarias: Diario de Avisos (Tenerife) y Falange / El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria).
- Cantabria: Alerta.
- Castilla La Mancha: Lanza (Ciudad Real), Diario de Cuenca (Cuenca).
- Castilla y León: Proa / La Hora Leonesa (León), Imperio (Zamora), El Correo de Zamora (Zamora), Gaceta Regional de Salamanca (Salamanca), Libertad (Valladolid) y La Voz de Castilla (Burgos).
- Galicia: El Pueblo Gallego.
- Murcia: Línea.
- Navarra: Arriba España.
- País Vasco: Hierro (Bilbao), La Voz de España (San Sebastián) y Unidad (San Sebastián).
- Comunidad Valenciana: Levante (Valencia), Jornada (Valencia), La Información de Alicante (Alicante) y Mediterráneo (Castellón).
- Melilla: El Telegrama de Melilla.
- Guinea Ecuatorial: Ébano.
- Revistas: 7 Flechas (1949-1977), El Español.
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UN PODER PÚBLICO IMBATIBLE FRENTE A LAS EMPRESAS PRIVADAS
Ningún empresario de periódicos privados podrá ahora rivalizar con el poder mediático del Estado. Los únicas empresas con más de un periódico en distintas provincias son la Editorial Católica (YA en Madrid, LA VERDAD en Murcia, IDEAL de Granada, HOY de Extremadura y IDEAL de Galicia), Prensa Española (que tiene ABC en Madrid y ABC de Sevilla en Sevilla) y Bilbao Editorial (EL CORREO ESPAÑOL – EL PUEBLO VASCO en Bilbao y EL DIARIO VASCO en San Sebastián) y ninguna de las tres empresas puede acercarse al volumen de lectores que cubre la Cadena de Prensa del Movimiento en el conjunto del Estado.
El Análisis
Con el nacimiento del diario Arriba como periódico generalista de la mañana, la España del nuevo régimen ha estrenado hoy su red oficial de medios: la Prensa del Movimiento. Heredero directo del pequeño semanario fundado en 1935 por José Antonio Primo de Rivera, Arriba se convierte ahora, bajo la dirección de José María Alfaro Polanco, en el buque insignia de la prensa estatal franquista. A su alrededor nacerán, en casi todas las provincias, cabeceras oficiales financiadas con fondos públicos, pensadas para ser el altavoz del partido único y, en teoría, para representar a todas las familias ideológicas del “Movimiento Nacional”: falangistas, carlistas, monárquicos, tecnócratas y vaticanistas. En la práctica, sin embargo, la voz predominante será la de los falangistas, que marcan con fuerza esta primera etapa del régimen.
Franco ha apostado por un modelo mixto singular: a diferencia de otras dictaduras europeas que sólo permiten prensa estatal, el régimen español decide mantener medios privados —aunque sometidos a censura—, mientras fortalece una estructura de medios públicos sin precedentes. Así nace una red de cabeceras del Movimiento en toda la geografía, desde Solidaridad Nacional en Barcelona hasta La Voz de Castilla en Burgos, pasando por Unidad en San Sebastián o Imperio en Zamora. Ningún empresario privado podrá igualar el músculo logístico, financiero y de difusión de esta maquinaria mediática estatal, cuyas imprentas y plantillas están al servicio del poder. La pluralidad ideológica no será la meta, sino más bien la uniformidad disciplinada que se espera de un régimen recién salido de una guerra civil.
Este nuevo ecosistema de medios no sólo impone un relato oficial, también introduce una competencia desigual con la prensa privada, que a duras penas sobrevive bajo la lupa del Ministerio de Información y Turismo. Editoriales como la Católica o Prensa Española mantienen sus cabeceras históricas como ABC o YA, pero ninguna puede rivalizar en alcance nacional con la red oficial. El lector español, a partir de ahora, convivirá con una prensa pública que habla en nombre del Estado —y del partido único—, financiada por todos, pero portavoz de unos pocos. El tiempo dirá si la hegemonía de los periódicos del Movimiento resiste a los cambios dentro del propio régimen. Lo que hoy nace no es solo un periódico, sino una infraestructura propagandística que acompañará al franquismo durante décadas.
J. F. Lamata