24 diciembre 1978

El director de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, se pone del lado de Polanco y califica a los accionistas como 'vinculados al conservadurismo' aunque entre ellos está el hermano del presidente de PRISA

Guerra accionarial total en el Grupo PRISA: Se crea un Sindicato de Accionistas para liderar la oposición a Jesús Polanco Gutiérrez

Hechos

El 24.12.1978 se presentó al público a través del diario ABC y la agencia EFE la creación de un ‘Sindicato de Accionistas’ del Grupo PRISA, que representaba el 10% de la compañía.

Lecturas

Como protesta por lo que consideran un excesivo control de PRISA, la empresa de El País, que está obteniendo el accionista D. Jesús Polanco Gutiérrez al liderar a la vez Consejo de Administración y Junta de Fundadores, los accionistas contrarios a este tratan de sindicar sus acciones para hacerse con la mayoría.

El Sindicato de accionistas críticos a Polanco Gutiérrez entre cuyos primeros portavoces están D. Miguel Ortega Spottorno (hermano de D. José Ortega Spottorno), D. José Manuel González Páramo y D. Alejandro Serrano Fernández es presentado el 23 de diciembre en la Agencia Efe y el diario ABC. El diario El País se hará eco de su creación al día siguiente con una nota que les define como elementos ‘de la derecha más conservadora’ en lo que evidencia un posicionamiento de la redacción que encabeza D. Juan Luis Cebrián Echarri a a favor del Sr. Polanco Gutiérrez.

Sindicarán sus acciones los accionistas D. Jaime García de Vinuesa Toll, D. Darío Valcárcel Lezcano, D. Manuel Fraga Iribarne, D. Rafael Pérez Escolar, D. Fernando Chueca Goitia, D. Rafael Atienda Medina, D. Félix Cifuentes González, D. Miguel Ortega Spottorno, D. Miguel Allúe Escudero, D. Francisco Silvela Montero de Espinosa, D. Juan de Arespacochaga Felipe, D. Alejandro Royo Villanova, D. Luis González Iglesias Rodríguez, D. Nicolás Martín Alonso, D. Eduardo Gil de Santivañes y Baselga, D. Miguel Fisac Serna, D. Ramón Serrano Suñer, D. Fernando Escardó Gandarillas, D. Javier Vidal Sario, D. Jesús Huarte Beaumont, D. Miguel Ángel Cifuentes Arbex, D. Javier Chapa Bermejillo, D. Longinos Sánchez Luis, D. Alfonso Camba Fernández y D. Eduardo de Rojas Ordoñez

En los conocedores de la historia mediática es conocida ‘la guerra de accionistas” por el control del diario EL PAÍS, una ‘guerra’ de la que D. Jesús Polanco no dijo ni Pío hasta su última Junta de Accionistas de 2007 en la que, durante su discurso hizo una amplia referencia a ella.

La guerra se produjo desde el mismo año 1976 en que nació el periódico, se fue encendiendo a finales de los setentas para lograr a su etapa más cruda a principios de los ochenta y finalizar definitivamente en 1983 con la designación del Sr. Polanco como Presidente de PRISA.

El periodo de ‘recrudecimiento’ tendría su inicio el 15 de diciembre de 1978 cuando D. Jesús Polanco, Consejero Delegado de PRISA entra como miembro de la Junta de Fundadores reemplazando al Sr. Mendo, lo que irrita de sobremanera a D. Dario Valcárcel que denunció que era ‘una concentración de poder irreversible y perniciosa”. Aunque a la mayoría de los accionistas de derecha (ya fueran pro-AP o pro-UCD) no les preocupaba tanto el tema del Sr. Polanco como los bandazos pro-soviéticos que, consideraban, tenía el periódico en el que había aparecido artículos que tramaban amablemente al Gobierno de Fidel Castro en Cuba.

Pero en aquel momento las informaciones sobre medios no tenían la demanda que se multiplicaría de manera evidente a partir de 2007. Y los medios tenían cierta precaución a la hora de informar sobre guerras o situaciones internas en otros periódicos. Era una norma de ‘respeto al colega’, una norma que hacía tiempo que ya no respetaban las revistas (CAMBIO16, LA CALLE o BLANCO Y NEGRO) habían publicado un montón de artículos sobre cuestiones intestinales en periódicos de Madrid, pero quienes no lo hacían eran los otros periódicos, puesto que eso estaba considerado una declaración de guerra.

Pero D. Luis María Anson no dirigía un periódico sino una agencia, la Agencia EFE y fue su agencia la primera en hacer público una guerra de accionistas que nadie había informado ¿cómo? El 22 de diciembre de 1978 un teletipo de EFE difundía a todos los periódicos que un grupo de accionistas de EL PAÍS había formado un ‘Sindicato de Accionistas’ que querían disputarle el control de PRISA a D. Jesús Polanco y D. José Ortega. EFE detallaba incluso la Junta Directiva de ese ‘Sindicato de Accionistas’: D. José Manuel González Páramo, D. Miguel Ángel Cifuentes, D. Alejandro Serrano y – golpe fuerte – D. Miguel Ortega Spottorno.

El día 22 el diario ABC reproducía el teletipo, obligando el diario 23 al director del diario EL PAÍS, D. Juan Luis Cebrián a hacer referencia al asunto. En su texto, el Sr. Cebrián no culpaba al Sr. Anson sino a los accionistas rebeldes por haber informado a la Agencia antes que a él.

“Los accionistas sindicados han dado su información a EFE y se han abstenido de hacer lo propio con EL PAÍS…”

Y se dedicaba en su nota a decir lo muy derechistas que le parecían esos accionistas: González Páramo era militante de Alianza Popular y colaborador de D. Manuel Fraga, mientras que D. Miguel Ortega había pertenecido al consejo privado de D. Juan de Borbón (como el Sr. Anson).

La guerra de accionistas se había estado realizando más bien de manera discreta y, en cierto modo así seguiría siendo hasta la publicación por parte del diario INFORMACIONES de un amplio dossier informando sobre el tema en julio de 1979, un dossier, que causaría mucha polémica.

La Hemeroteca del Buitre contactó con varios de los protagonsitas de aquella guerra:

D. Enrique Badía a J. F. Lamata: “Hubo un grupo de accionistas que entendió que el periódico tenía que tomar un rumbo y otro grupo de accionistas que entendió que el grupo tenía que mantener su rumbo. El grupo encabezado por Jesús Polanco apostó por la línea profesional del periódico, apostó por la redacción. Otros pretendieron cambiarla, fue una lucha de varios meses y triunfó el sector de Jesús Polanco”.

D. Miguel Ángel Aguilar a J. F. Lamata: «Juan Luis Cebrián apoya a Polanco poniendo la redacción de su lado y dejando al otro en el vacío, eso le dio a Cebrián un margen de maniobra que ningún otro director de EL PAÍS ha tenido

D. Dario Valcárcel a J. F. Lamata: «Cebrián me llama a su despacho y me propone que dimita como subdirector, vamos, que me echa” – explica el Sr. Valcárcel – “él tenía a sus perritos Augusto Delkáder y José Luis Martín Prieto y ellos se dedicaron a agitar toda la redacción para desatar una auténtica caza de brujas contra muchas personas y en especial contra mí”.

D. José Luis Martín Prieto a J. F. Lamata: «Cuando le pregunté por aquello al Sr. Martín Prieto él indicó que la redacción se mantuvo al margen, pero que él personalmente sí apoyó al consejero delegado: “Apoyé a Jesús Polanco contra el sindicato de accionistas porque tras el primero había una sólida estructura empresarial que garantizaba la vida de EL PAÍS. Tras el Sindicato de Accionistas no había dinero necesario para la supervivencia del diario”.

D. Pablo Sebastián a J. F. Lamata:  “Nadie quería cambiar la dirección del periódico, era una mera lucha accionarial como en tantas otras empresas. El problema es que cuando tú tienes la mayoría acabas controlando la línea editorial”.

¿Qué accionistas estaban con el Sr. Valcárcel en aquel Sindicato de Accionistas? El conde de Motrico D. José María de Areilza, el Banco de Vizcaya, Banca Catalana, el Banco Central y el Corte Inglés, todas ellas, más las que se compraron con el dinero del ex notario don Antonio García Trevijano (que intentaba hacerse con el periódico para ponerlo en defensa de su causa de buscar “una auténtica democracia en España”) lograron sumar el 29% de las acciones de PRISA, es decir, insuficiente  para vencer al  Sr. Polanco. Ante su derrota tuvieron que vender su paquete al consejero delegado y decir adiós a sus vínculos con EL PAÍS.

Algunos de aquellos “aliados” acabaron con profundos enfrentamientos entre ellos: el Sr. García Trevijano publicaba en su blog el 16 de marzo de 2007 durísimas acusaciones contra el Sr. Valcárcel (“un tipo extraordinario de chantajista y ladron”) y contra el Sr. Pérez Escolar. El Sr. Valcárcel se limitó comentar cuando fue preguntado por esas declaraciones por La Hemeroteca del Buitre que “la conducta del Sr. Pérez Escolar en aquellos días fua irreprochable y la del Sr. García Trevijano no lo fue”.