29 julio 2011

El que fuera mano derecha de Josep Borrell, Josep María Huguet, será condenado a 13 años de presidio

Sentencia Caso Hacienda: el ex presidente del Fútbol Club Barcelona, Josep Lluis Núñez, condenado a seis años de cárcel

Hechos

El 28.07.2011 se conoció la sentencia por el caso Hacienda de Barcelona

Lecturas

El 28 de julio de 2011 se hace pública la sentencia de la Audiencia de Barcelona del llamado ‘caso Hacienda’, una trama de corrupción en la Inspección de Hacienda de Barcelona que tenía a su frente a D. Josep María Hughet Torremadè como jefe de inspección de Hacienda en Barcelona, con la complicidad de otros tres inspectores, Sres. Abella Zarraluqui, Bergua Cañelles y Pernas Barro.

Los inspectores de Hacienda pactaban aceptaban ‘mirar para otro lado’ ante irregularidades de determinadas personalidades a cambio de combrar diversas cantidades de estos. Así, por ejemplo, D. Josep María Huguet Torremadé cobró cerca de un millón de euros abonado por D. Juan José Folchi Bonafonte.

Las condenas judiciales son las siguientes:

⦁ D. Josep María Huguet Torremadé – Condena a 13 años de prisión.
⦁ D. Manuel Abella Zarraluqui – Condena a 11 años de prisión.
⦁ D. Roger Bergua Cañelles – Condena a 9 años de cárcel.
⦁ D. Álvaro Pernas Barro – Condena 12 años de cárcel.
⦁ D. Juan José Folchi Bonafonte – Condena a 7 años de cárcel.
⦁ D. Josep Lluís Núñez Clemente – Condena a 6 años de cárcel.
⦁ D. Josep Lluís Núñez Navarro – Condena a 6 años de cárcel.
⦁ D. Salvador Sánchez Gui – Condena a 6 años de cárcel.
⦁ D. Juan Antonio Sánchez Carretero – Condena a 2 años y 6 meses de cárcel
⦁ D. Eduardo Bueno Ferrer – Condena a 1 año y 8 meses de cárcel.
⦁ D. Javier de la Rosa Martí – Absuelto.
⦁ D. Jorge Oller Abella – Absuelto.

El caso Huguet estalló en 1999 y costó su carrera política el entonces líder del PSOE, D. Josep Borrell Fontelles, amigo personal de D. Josep María Huguet desde la adolescencia, dado que ambos fueron compañeros en Bachillerato.

 

29 Julio 2011

Tardío y justo castigo a la trama de fraude fiscal

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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LA AUDIENCIA de Barcelona dictó ayer duras condenas contra los miembros de la trama de defraudación fiscal de la que formaba parte Josep María Huguet, ex jefe de la inspección de Hacienda de Cataluña. A Huguet le impuso una pena de 13 años de cárcel y al empresario Josep Lluís Núñez, ex presidente del Barcelona, seis años al considerar probado que sobornó a funcionarios para eludir el pago de impuestos. La sentencia corrobora que Huguet encabezaba un grupo de funcionarios de Hacienda en Barcelona que se dejaban corromper a cambio de dinero. Hay que recordar que Josep Borrell, entonces candidato socialista, tuvo que dimitir en 1999 por su relación personal con algunos miembros de esta trama. Hay que celebrar que estos hechos -que con razón tanto escandalizaron a la opinión pública- no hayan quedado impunes. La Justicia ha hecho su trabajo, aunque cabe lamentar que hayan transcurrido más de 12 años desde que se inició la investigación del asunto a raíz de diversas denuncias aparecidas en los medios, entre ellos, este periódico.

31 Julio 2011

La trama de Hacienda

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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La justicia ha actuado con contundencia contra José Luis Núñez y los inspectores corruptos

La Audiencia de Barcelona ha condenado a la cúpula de la Inspección de Hacienda de Cataluña en la década de 1990 y a conocidos empresarios a severas penas de prisión, por orquestar una trama corrupta para defraudar al erario público millonarias sumas de dinero. Los delitos perpetrados son los peores que puede cometer un alto funcionario público (cohecho, falsedad documental, prevaricación y omisión del deber de perseguir determinados delitos). Los inspectores de Hacienda que tenían que velar por el interés general y los caudales públicos se enriquecieron, a cambio de tejer «un manto de silencio» sobre las empresas que tenían que investigar, según los jueces.

La sentencia llega 12 años después de destaparse el caso y tras un complejísimo proceso. Aunque tarde -debido, entre otras causas, a las tácticas dilatorias de los abogados-, la justicia ha sido implacable con los acusados, entre los que figura el expresidente del FC Barcelona José Luis Núñez. Aquellos años en los que se cometió el fraude fueron tiempos en los que se tejieron lazos muy estrechos entre algunos sectores políticos del pujolismo, que gobernó Cataluña durante 23 años, la justicia y las finanzas. De ahí que la condena sea una señal pertinente de que tampoco para esos acusados hay impunidad y que la aplicación del Código Penal es extensiva a todos los individuos, independientemente del estrato social al que pertenezcan. La contundencia de la sentencia se ha visto empañada, sin embargo, por la negativa del tribunal a encarcelar a los tres inspectores más implicados en la trama corrupta como reclamaba el fiscal que lleva el caso; una oportunidad perdida para haber enviado un mensaje inequívoco sobre la persecución de este tipo de organizaciones delictivas en un momento de especial sensibilidad social entre los sectores más desfavorecidos y, en consecuencia, más afectados por la crisis actual. La trama catalana de Hacienda se inscribe justamente en la cultura del pelotazo y el enriquecimiento rápido que tanto ha facilitado la crisis posterior y que es imperativo perseguir.

El caso llevó a dimitir en 1999 al candidato socialista a La Moncloa, José Borrell, por haber nombrado a algunos de esos inspectores implicados en la trama. Fue una asunción de responsabilidades que algunos políticos, ellos sí implicados directamente en tramas corruptas, parecen desconocer.

31 Julio 2011

En legítima defensa

Salvador Sostres

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José Luis Núñez me ha parecido siempre siniestro y dediqué algunos años de mi juventud a combatirle con todas mis fuerzas. Mis padres me hicieron socio del Barça el día que nací y rompí el carné en 1996, cuando el truculento personaje echó a Johan Cruyff de entrenador. No volví a ser socio hasta que por fin en 2003, el presidente Laporta acabó con tantos años de tinieblas.

Pero aunque he de confesar que el jueves, al conocer que le habían caído seis años de cárcel, mi primera reacción fue de alegría, la verdad es que no estoy nada contento. El sistema fiscal español es tan sangrante con los empresarios, tan abusivo, tan lacerante, tan contrario al menor respeto a la propiedad privada, que los que son sorprendidos evadiendo impuestos o tratando de escaparse de Hacienda tendrían que poder alegar legítima defensa y quedar absueltos de cualquier cargo.

El sistema fiscal español persigue a los empresarios, les chulea como el peor macarra. Todo lo pagan ellos, una y otra vez, sin descanso. Pagan la Seguridad Social de sus empleados, pagan las horas de los liberados sindicales, pagan las bajas por enfermedad, las bajas por maternidad, pagan vacaciones y los días personales. Luego pagan más del 40% de sus ganancias, y si todavía les queda algo, ahí está el correspondiente impuesto sobre el patrimonio que les acaba de rematar. Cuando ya te parezca que más no pueden exprimirte, espera a morirte y verás: tus hijos tendrán que volver a pagar para heredar lo que les dejes.

Todo lo pagan los empresarios; todos los derechos y todas las igualdades, y en lugar de darles las gracias, encima les insultamos. Aunque José Luis Núñez haya estafado al fisco 13 millones de euros, los puestos de trabajo que ha creado, los sueldos que ha retribuido, las seguridades sociales que ha patrocinado y también los impuestos que ha satisfecho superan con creces esta cifra. Directa o indirectamente, la mayoría de los que ahora le llaman ladrón se han beneficiado de su duro y productivo esfuerzo. Los primeros, sus muchos empleados; pero también todos aquellos que han podido ir a colegios y a hospitales públicos gracias a que Núñez y otros tantos empresarios como él los han pagado con la riqueza que han creado.

La mano de obra es intercambiable, pero se acaba el invento si no hay empresarios.

¿Seis años en la cárcel por estafarle 13 millones de euros a Hacienda? Sería más justo si se dieran también las otras cifras. Las cifras de las aportaciones que el señor Núñez ha hecho a la comunidad. La escandalosa cantidad de dinero que a lo largo de toda su vida ha pagado para que tanto sindicalista ingenuo pueda continuar creyendo que los derechos adquiridos son un regalo del cielo. Cualquier empresario español tendría que poder alegar defensa propia si es sorprendido esquivando a Hacienda. El Estado es los hermanos Dalton.

También en los Estados Unidos, el presidente Obama pretende que los ricos paguen todavía más de lo muchísimo que ya pagan. Es muy fácil hacerse el Kennedy cuando pagan los demás, y de un cinismo impresentable. Aunque la prensa española se haya rendido a la propaganda intervencionista, si los republicanos y el Tea Party no ceden al populismo y se niegan a aceptar el impuesto con que los demócratas quieren continuar hostigando a los más ricos, América lanzará el maravilloso mensaje al mundo de que en el país de la libertad, la propiedad privada es sagrada y que ser rico es un mérito muy respetable, y no un pretexto para que el Estado te entre hasta la cocina para saquearte.