1 marzo 1941

Derrota moral de D. Jaime de Borbón que aspiraba a que su hijo Alfonso de Borbón fuera el heredero

Muere exiliado en Italia el Rey Alfonso XIII de España después de abdicar en favor de su hijo Juan de Borbón, Conde de Barcelona

Hechos

El 1.03.1941 la prensa dio cuenta del fallecimiento de D. Alfonso de Borbón y Habsburgo Lorena, que gobernó con el título de Alfonso XIII.

Lecturas

El 28 de febrero de 1941 fallece en su exilio en Roma, en Italia, D. Alfonso de Borbón Hasburgo Lorena, Rey D. Alfonso XIII de España hasta la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931. Aunque apoyó al bando nacional franquista durante la Guerra Civil, tras la victoria de este, el general D. Francisco Franco Bahamonde no permitió su retorno.

Antes de morir D. Alfonso XIII designo como su sucesor a su hijo menor, D. Juan de Borbón Battenberg, por delante de su hijo mayor, D. Jaime de Borbón Battenberg, sordomudo.

1945_donjuan Don Juan de Borbón, tercer hijo de Alfonso XIII, es el designado por D. Alfonso XIII para reemplazarle como Rey si la monarquía es restaurada en España.

Este 27 de febrero de 1941 el ex rey de España, D. Alfonso de Borbón Habsburgo, Alfonso XIII, ha fallecido en Roma a la edad de 54 ños.

Hijo póstumo del rey D. Alfonso XII, en 1902 accedió al trono tras la regencia de su madre, Dña. María Cristina. La proclamación coincidió con unos momentos difíciles para España. Los principales líderes políticos de La Restauración, Sr. Cánovas del Castillo y Sr. Sagasta, desaparecieron dando paso a nuevos líderes (D. Antonio Maura, D. Francisco Silvela o D. Eduardo Dato) con ideas propias.

En 1906 D. Alfonso XIII se casó con la princesa británica Dña. Victoria Eugenia de Battenberg, produciéndose el famoso atentado del Sr. Mateo Morral contra el cortejo nupcial, muestra de una época violenta. En 1912 se firmó el tratado franco-español sobre Marruecos, con el que se inició una de las campañas más costosas económicamente y en vidas, de la política colonial española. Al mismo tiempo, los partidos de la Restauración daban ya muestra de una creciente atomización, que les impedía ralizar una buena labor de gobierno. Aunque la economía parecía bien encauzada, se inició un grave desequilibrio social, patente en la proliferación de los sindicatos obreros, y en un aumento espectacular de la inestabilidad social.

Todos estos problemas acabaron por inducir a D. Alfonso XIII a tomar medidas drásticas lo que, unido a su ferviente militarismo, le llevaron a apoyar firmemente a la solución dictatorial del general D. Miguel Primo de Rivera.

Entre 1923-1930 se logró restablecer cierta paz social y acabar con la sangría de Marruecos.

Sin embargo, la desaparición del dictador no supuso el fin de las formas dictatoriales. La corona, representada por D. Alfonso XIII aparecía cada vez más desprestigiada.

A la dictadura le siguieron promesas de restauración de las libertades públicas que nunca acababan de llegar. Cuando por fin se celebraron elecciones municipales en abril de 1931, la victoria republicana hizo inevitable el fin de la monarquía, D. Alfonso XIII se marchó al extranjero en un honroso gesto, para evitar el posible estallido de una guerra civil.

Al producirse finalmente la tragedia de la Guerra Civil cinco años después, en 1936, el Rey Alfonso XIII apoyó el alzamiento del 18 de Julio y ordenó a todos los monárquicos que se alinearan con el ‘bando nacional’ franquista. Pero si su objetivo era su regreso al trono, el nuevo dictador de España, el General Franco, rechazó esa opción. El pasado 15 de febrero D. Alfonso XIII abdicó en favor de su hijo D. Juan de Borbón Battenberg con el deseo de que sea en su persona en la que la Monarquía sea restituida en España.