El Urdaci camuflado pidió al diputado José Antonio Labordeta que eligiera, según preferencias, entre Alfredo Urdaci y Ángel Acebes. «Ninguno de los dos me gusta», respondió. El reportero fue más lejos. «Hombre, Urdaci te trató bien cuando era jefe de informativos de TVE». «Urdaci fue un manipulador y ahora, en su faceta de monologuista, un payaso», zanjó el asunto el aragonés.
Las carcajadas de Llácer y de Urdaci resonaron en el plató, y para sellar la secuencia se colocaron dos lindas narices rojas de payaso. El que fuera jefe máximo de aquella pesadilla informativa durante el gobierno de Aznar ha encajado bien su pasado, que sin duda asume echando mano del estropajo de la risa para borrar su histórico servilismo. Es un sano ejercicio, aunque tengo la impresión de que como la cabra tira al monte, es otra vuelta de tuerca que, al ser descubierta, sólo desvela lo que es, otra manipulación, la careta risueña que quiere diluir su obsceno paso por Televisión Española.
Con Jesús Quintero se sentaban anoche otros dos cómicos, cada uno en su estilo. Lo de Ana Obregón y el mensaje a Victoria Beckham -los españoles no olemos a ajo-, es un titular de revista de conejas traviesas. Lo de Federico Jiménez Losantos, el chiste que no cesa.