26 marzo 2009

El diario EL PAÍS publicó en su web los discursos de los jueces presentando sus candidaturas ante el Consejo General del Poder Judicial

Ángel Juanes se convierte en el nuevo presidente de la Audiencia Nacional derrotando a los jueces Veiga, Garzón y Gómez-Bermúdez

Hechos

El 26.03.2009 el CGPJ designó al juez D. Ángel Juanes nuevo presidente de la Audiencia Nacional (reemplazaba en el cargo al juez Dívar, que había pasado a ser presidente del CGPJ).

Lecturas

El 26 de marzo de 2009 el Consejo General del Poder Judicial elige al juez D. Ángel Juanes Peces nuevo presidente de la Audiencia Nacional. El Sr. Juanes Peces obtuvo 11 votos de un total de 21. El cargo de presidente de la Audiencia Nacional estaba vacante desde que D. Carlos Dívar – en el cargo desde 2001 – tuvo que dejar el cargo para pasar a ocupar el cargo de presidente del CGPJ y el TS.

La candidatura del Sr. Juanes Peces se impuso así a la de los otros jueces candidatos: D. Carlos Lesmes Serrano, Dña. Elisa Veiga Nicole, D. Javier Gómez Bermúdez y D. Baltasar Garzón Real. Estas dos últimas no lograron el apoyo de ni un solo voto de los miembros del CGPJ.

El proceso de elección fue polémico por la filtración a la prensa de los vídeos con las intervenciones de los candidatos ante el consejo exponiendo sus candidaturas el 24 de marzo de 2009 tanto a El País como a El País.com en lo que parecía un intento de tratar que la candidatura del Sr. Garzón Real ganara puntos.

El mandato del Sr. Juanes durará hasta el año 2014 en que será reemplazado por D. José Ramón Navarro Miranda.

27 Marzo 2009

Audiencia Nacional

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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El nuevo presidente deberá remediar las graves carencias denunciadas por todos los candidatos

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) optó ayer por la candidatura del magistrado del Tribunal Supremo Ángel Juanes para cubrir la vacante de presidente de la Audiencia Nacional (AN). Que sea un magistrado venido del exterior de la Audiencia no tiene nada de extraño. Incluso puede ser la mejor opción si refuerza la posición de independencia especialmente requerida para gobernar un órgano jurisdiccional de estructura organizativa y personal harto compleja, dado el lugar central que ocupa en el sistema judicial español y su gran proyección mediática.

Resulta llamativo que un magistrado del Tribunal Supremo pase a ocupar un cargo judicial que, aun siendo de gran relevancia, es de menor rango. Aspirar a descender en la carrera judicial es bastante insólito y de hecho ha suscitado algunas dudas sobre su procedencia, finalmente desechadas por el Consejo, aunque no se descarta que algún candidato no elegido pueda recurrir.

No sería bueno que el nombramiento estuviera sometido, aunque fuera por poco tiempo, a dudas de legalidad. La exposición que han hecho los candidatos, incluido Juanes, sobre las carencias y problemas que afectan a la Audiencia exigen una presidencia eficaz y no cuestionada, atenta tanto contra lo que sucede en su interior como a la imagen que proyecta al exterior. Con 32 años de historia, la existencia de esa institución está hoy plenamente justificada e integrada en la estructura judicial, pero no es un órgano jurisdiccional como los demás. Sus competencias han ido aumentando con los años y hoy sus jueces y magistrados investigan, además del terrorismo y la delincuencia organizada en general, los delitos contra el Rey y altos órganos del Estado, los delitos económico-financieros, los alimentarios y sanitarios de ámbito estatal y determinados delitos cometidos fuera del territorio nacional, entre ellos los que afectan a la llamada justicia universal.

El poder de sus jueces y magistrados es superior al de cualquier otro tribunal de primera instancia y a veces se ha manifestado en un exceso de protagonismo, dañino para la justicia. Lo que exigiría que su selección, y no sólo la de su presidente, se atuviera a criterios más amplios y solventes que el de la mera antigüedad.

La Audiencia Nacional no se salva de los males generales de la justicia: insuficiencia de jueces, descomunal retraso informático y movilidad permanente del personal auxiliar que provocan el consabido atasco y a veces fallos garrafales como la libertad indebida de narcotraficantes o terroristas. También la impunidad: el magistrado Gómez Bermúdez ha denunciado la existencia de 50 procesos de delitos económicos a punto de prescribir.

Hace seis años la Inspección del Consejo detectó en la Audiencia las mismas carencias que ahora han denunciado los candidatos a presidirla. En lugar de escandalizarse por su divulgación, el Consejo haría mejor en procurar remediarlas; a ser posible antes de seis años.