7 junio 2008

Arsenio Escolar (director de 20 MINUTOS) contra EL PAÍS por publicar un artículo de elogio al torero José Tomás

07 Junio 2008

El País se proclama taurino entusiasta

Arsenio Escolar

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Desde hace ya largos meses, El País incluye todos los días en sus páginas de opinión una pieza inclasificable, una especie de minisección titulada genéricamente ‘El acento’. No es un artículo firmado, no es una viñeta, no son cartas de los lectores… Como no tiene firma y no sabemos quién opina, habrá que atribuirle lo que dice -como los editoriales, que van en la misma página, también sin firma- al diario como tal y a sus principales responsables. ‘El acento’ está justo encima de la mancheta con sus nombres: “Presidente, Ignacio Polanco. Consejero Delegado, Juan Luis Cebrián. Director, Javier Moreno…”.

‘El acento’ de hoy glosa una presunta hazaña de un matador de toros y es digno del Diario Oficial para la Apoyo Entusiasta a las Corridas de Toros, si tal cosa existiera. Siento no poderlo enlazar aquí, pero no lo publican (o al menos yo no lo he encontrado) en elpais.com. Se titula ‘J.T. entra en el Olimpo’, y arranca así: “Matar o morir. Así las gasta José Tomas”. ¡Ole los arranques recios, las entradillas vibrantes! Luego habla de “la liturgia de una fiesta de glorias y tragedias” (¡toma ya, también apunta a religión!) y dice que José Tomás es “delicatessen del toreo” (aquí se les ha ido la mano, ¿están diciéndonos que los otros son simples matarifes?), que “peleó sin ventajas con su oponente” (sic) y que para relatar sus hazañas “hay que acudir al repertorio poético: música callada, soledad sonora” (otro sic).

“José Tomás -redondea El País en su página noble- ha entrado en el Olimpo de los dioses. Los aficionados cantarán esta gesta de generación en generación. La fiesta necesitaba un Mesías. Y ya lo tiene”.

Parece que, cada día más cuestionados por una gran parte de la opinión pública, los taurinos y las corridas de toros necesitan también su Mesías, su diario de referencia, su órgano oficial, su abanderado, y que El País se ofrece con entusiasmo indescriptible.