3 marzo 2012

La que fuera antaño directora de RNE en Canarias y jefa de Gabinete del presidente del Cabildo demanda a los dos principales columnistas del periódico de José Rodríguez Ramírez

Batalla entre los periodistas del diario canario EL DÍA (Andrés Cháves, Peytaví…) contra María Luisa Arozarena ‘Chicha’

Hechos

El 3.02.2012 el periódico EL DÍA publicó el artículo ‘Ni Chicha ni limoná’ de D. Andrés Chaves sobre Dña. María Luisa Arozarena.

03 Marzo 2012

Ni Chicha ni limoná

Andrés Chaves

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1.- La jefa de Gabinete de Ricardo Melchior, María Luisa Arozarena Marrero , alias «Chicha», cobra un sustancioso diezmo como jubileta (camuflada) de Radio Nacional de España y, además, la han enchufado en el Cabildo; no sé para qué porque -a decir de algunos funcionarios- dispara escaso clavo allí. Además de torpe y de mala compañera, la tal Arozarena realiza funciones de perro de presa de Ricardo Melchior, alcahuetándole todo lo que oye por los pasillos. Es decir, que ejerce una miserable labor de culichichi, palabro que en canario tiene connotaciones humorísticas. Incluso mantiene la bonita costumbre de acudir a los juzgados a demandar a compañeros -está en su derecho-, y a pedirles diez mil euros por barba para engrosar su abultada cuenta corriente; y a servir de testigo de otros, vamos a decir de una manera muy especial. También está en su derecho. En vez de contratar para su Gabinete a un chico/chica recién graduado, con ilusiones y ganas de trabajar, el tal Melchior cuela de rondona a una jubileta sesentona, profesionalmente más acabada que las maracas de Machín . ¿Pero es que aquí no se iba a fomentar el empleo juvenil, coño? Le animo a que incluya esta apasionada carta en su demanda. Se ve que el ocioso Gabinete de don Melchior, incluyéndolo a él, es algo así como una reencarnación del Frente de Juventudes, con Pilar Primo de Rivera incluida. Sólo faltan el cangrejo y el castillo de la Mota. Por si acaso, ¡arriba España!

2.- Estos de CC no tienen remedio. Si la tal Arozarena estaba ya comprando el pan, ¿qué hace en el Gabinete de Melchior chupando todavía más? ¿Qué coño ley es la que permite este desmán? Porque la generosísima indemnización entregada a los empleados de Radio Nacional, para quitárselos de en medio hasta que cumplieran los 65 años, fue una jubilación anticipada encubierta. Animo a los nuevos dirigentes del PP a que corten de raíz estas prebendas absurdas e injustas cuando hay más de cinco millones de españoles y de canarios parados. Unos no cobran nada y este genio del moderno periodismo percibe dos sueldos.

3.- Y en cuanto a la demanda, que me ha llegado pero que no he leído, puede ser cosa de su jefe, harto de que yo le toque las bolas. Ha echado a la empleada por delante, como un ariete, a ver lo que consigue. Espero que nada, porque yo cuento datos objetivos: que trabaja poco, primer dato objetivo; que es una jubileta (camuflada) de lujo, segundo dato objetivo; que alcahuetea por los pasillos a favor de su patroncito, tercer dato objetivo; que le está quitando un trabajo a alguien más joven, al tiempo que cobra dos sueldos públicos (el de RNE y el de esa cosa del Gabinete), cuarto dato objetivo. Y que como periodista deja mucho que desear, quinto dato objetivo, porque la tuve a mis órdenes y es un completo desastre. Me toca el bálano lo que hagan doña Chicha y doña Croqueta . Pero yo he tenido la decencia de no jubilarme antes de tiempo y jamás me he arrimado a ningún buchón para que me emplume los huevos. Ay.

18 Noviembre 2012

Incompetente, atrevida e imprudente

Andrés Chaves

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1.- Los tres calificativos del titular los dedico a María Luisa Arozarena Marrero , todavía jefa de Gabinete de la Presidencia del Cabildo. De ella dependen Prensa y Protocolo. Se trata de una jubileta de lujo de Radio Nacional de España, beneficiada generosamente por aquel ERE inmoral que arruinó al ente público. Pero en vez de coger el dinero y echarse a correr, como hicieron miles de compañeros (creo que 4.500), ésta se agarró a la teta del Cabildo de Tenerife y se mama, literalmente, dos sueldos. Uno, el de su indemnización lujuriosa, dividida en cobros mensuales, que aún percibe. (También cobró dos añitos de paro, a cargo del erario público). Dos, el sustancioso sueldo de jefa del Gabinete del Cabildo, desde donde arremete contra medios de comunicación (por ejemplo, éste), poniendo en una situación delicada a su presidente, Ricardo Melchior . Si la señora Arozarena quiere litigar civil o penalmente contra columnistas de este medio, y contra el propio periódico, está en su derecho; pero que dimita de su cargo, sustancie el procedimiento y luego vuelva a pedir el ingreso, si la admiten. Esto sería lo honrado. Y no cobrar de lo público y arremeter al mismo tiempo contra unos medios que, precisamente, debería cuidar e intentar acercar a la institución. Este trabajo sería parte de su cometido, si es que tiene algún cometido, que yo lo dudaría mucho. Esta Arozarena, además de no hacer otra cosa que armar líos en el Cabildo y asistir a todas las comidas empresariales que existen en el mundo mundial, como si aún fuera miembro de algún medio de comunicación, presentó una demanda civil contra Ricardo Peytaví , contra mí y contra EL DÍA . Por una supuesta intromisión en su honor. Quiere que le demos 30.000 euritos para incrementar su cuenta corriente, porque todavía le parece poco. Ni chiquita cara. ¿Qué honor y por qué? ¿Por decir que es una jubileta de lujo y una vaga, que cobra dos sueldos, hurtándole el puesto, con la que está cayendo, a un funcionario o a un periodista en paro, si quiere Melchior que este puesto lo ocupe un periodista? Bastante medró ante Ricardo Melchior para que le diera el cargo; y no, como declaró en el juicio, que Ricardo Melchior la fue a buscar. ¿Por qué, por brillante? Vamos, hombre. La ley debería prohibir a los del ERE del ente público RTVE trabajar en otro organismo oficial. Si quieren en lo privado, nada que objetar. Pero personajas (sigo a Bibiana Aído y no utilizo el masculino, sólo eso) como ésta agarran una teta pública y ¡zas! a chupar de ella hasta la extenuación. Ya está bien, hombre. Que se vaya de ahí, que además lo está haciendo mal; porque no sabe. Profesionalmente es muy cortita, coño.

2.- Esta personaja es, además, incapaz de asumir la crítica. Si usted es jefa del Gabinete de la Presidencia del Cabildo, aguántese la crítica como funcionaria asimilada. Lo está haciendo mal. Y ésta es una opinión subjetiva mía (porque la objetividad en esta profesión no existe, es una entelequia, lo he dicho mil veces); pero pregunten ustedes a sus compañeros más cercanos sobre los comportamientos de esta maruja privilegiada por las leyes laborales. Arozarena ha dedicado más tiempo a ver cómo puede bordear la norma laboral para cobrar de todos lados que a trabajar en su puesto del Cabildo, huero de contenido. Quienes están a sus órdenes sí son competentes y no les hace falta una gobernanta. Yo no digo que su situación sea ilegal, pero desde luego es absolutamente inmoral y más con la que está cayendo. Otros compañeros suyos tuvieron dignidad, cobraron -o cobran- su indemnización y no han trabajado en lo público para seguir explotando al muñeco. O se fueron a su casa o se integraron en una empresa privada, donde no hay nada que objetar, al menos por mi parte.

3.- Con Ricardo Melchior he tenido diferencias, claro que sí. Y este diario también. En este momento escribe de nuevo en mi periódico, que le ha abierto sus puertas, como EL DÍA se las abre a todos los que trabajan por Tenerife. Es una decisión del editor en la que, por supuesto, no osaría meterme jamás, aunque no la compartiera. Mas parece un tanto estrambótico que la jefa del Gabinete de Melchior lleve a los tribunales al periódico que ha acogido a su presidente, poniéndolo, cuando menos, en un aprieto. Y a dos de sus columnistas de referencia. ¿Cómo ha actuado usted, señora Arozarena, como jefa de Gabinete o personalmente? ¿Qué traje se pone cuando actúa como jefa del Gabinete y qué batilongo y paño del polvo agarra cuando lo hace personalmente? ¿Se pueden separar ambos cargos para arremeter judicialmente contra un medio de comunicación? Como usted tiene su vida asegurada por el ERE inmoral que cobra, ¿no sería más lógico que dimitiera para litigar contra un medio y sus cronistas, en vez de meter al Cabildo en un lío? ¿Por qué es usted tan torpe, señora? Es usted una atrevida funcionaria asimilada y una reconocida imprudente. Y especialista en ser elegida a dedo. Entró en Radio Nacional por oposición flojita, fue elegida a dedo directora y a dedo jefa del Gabinete del Cabildo. Estas son verdades absolutas, ni siquiera podríamos aludir de nuevo a la objetividad imposible. Su vida ha estado ligada a un dedo, Arozarena. A un dedo negro y tieso. Además, tiene floja la memoria, entre otros presuntos descangallos. ¿O ya no se acuerda cuando un periodista que trabajaba en el «Diario de Avisos» la vejó de palabra, estando a mis órdenes en el periódico, y yo lo puse en la calle a los cinco minutos de enterarme? ¿O tampoco recuerda cuando uno de pelo caoba que ahora la arropa decía de usted, Arozarena, las mayores atrocidades (la definía como «Arroz» y «Arena») y alguna que otra verdad, entre ellas que era usted una pésima periodista? Y ahora lo tiene pegado a su culo, como adalid de sus cuitas. A este tiparraco que la asesora, godo de solemnidad, había que echarlo de la isla, pero por imbécil, por meapilas y por mala persona. Además, lleva usted a la vista oral de su demanda civil, como testigos, a dos personajillos memorables que ni siquiera se habían leído los artículos de Peytaví y míos, los de un señor llamado Roger y los editoriales del periódico y se atreven a opinar sobre ellos ante el juez. Lo mejor de los vejestorios es que tenemos memoria remota, que se convierte en una agenda de la que echamos mano cuando corresponda. Si quiere, añada usted este artículo a su demanda. Y volveré a decir en el juicio lo que pienso. Que cobra usted de un ERE inmoral, que es inmoral que la hayan contratado como jefa del Gabinete de la Presidencia del Cabildo y que es todavía más inmoral que usted, desde ella, litigue contra medios y periodistas, cuando su obligación es acercarlos a la institución. Y que si usted quiere acceder a la tutela judicial, a la que tiene todo el derecho, hágalo desde su casa y renuncie a un cargo que no le corresponde. Podría, porque perras para comer no le van a faltar, gracias al esfuerzo de todos los españoles que vieron cómo un ente público despilfarraba nuestros impuestos para beneficiar, entre otras personajas, a usted. A usted, Arozarena, no la vamos a ver sentada en un comedor social, como a tantos compañeros periodistas de Canarias y de España. Incompetente, atrevida e imprudente. Y esta es una crítica profesional y política; porque usted es política desde que acepta un cargo político-técnico. Jamás un ataque personal.

15 Octubre 2014

El honor de Chicha

Leopoldo Fernández

Diario de Avisos

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No me gusta escribir sobre cuestiones que me afecten directa o indirectamente; prefiero, por discreción, dejarlas en el territorio de lo personal o privado. Hoy hago una excepción porque en medio se encuentra una querida compañera, Chicha Arozarena, cuyo buen nombre e incluso su impecable trayectoria profesional fueron puestos en tela de juicio por el simple hecho de haber declarado como testigo en un juicio instado por mí, en solicitud de protección de mi honor, contra Andrés González de Chaves, Ricardo Peytaví y Editorial Leoncio Rodríguez, editora de El Día. Una sentencia de la Audiencia Provincial acaba de confirmar otra del Juzgado número 4 de Santa Cruz que condenó a los mismos tres demandados a abonar a Chicha 6.000 euros por los daños morales causados con la intromisión ilegítima en su derecho al honor y a la intimidad, al utilizar frases y expresiones insultantes y vejatorias, así como información no veraz, en al menos 26 ocasiones, entre 2009 y 2012. Entiende la audiencia que los aludidos vertieron sus palabras “en un contexto que se puede considerar de venganza y campaña difamatoria” a raíz de las declaraciones prestadas por Chicha en el juicio citado, que la Audiencia considera “una obligación ciudadana”. Según la sentencia, los insultos y las expresiones utilizados por los actores, que prefiero no reproducir, “resultan excesivas, innecesarias y claramente obedecen a un afán difamatorio”. Como cabía esperar, el fallo judicial deja las cosas en su sitio y, con duras palabras, rechaza las “vulgaridades y expresiones soeces que en nada ayudan a la formación de los lectores de prensa y sólo sirven para degradar una profesión que tiene como finalidad la comunicación de noticias pero también la de acercar la cultura a sus lectores”. Y es que determinadas opiniones no pueden quedar amparadas por la libertad de expresión si ésta sobrepasa los justos límites del derecho de crítica y la protección del honor. Me consta que, durante unos cuantos meses, Chicha lo pasó muy mal, por los persistentes e indebidos ataques que hubo de soportar -a mí me pasó otro tanto con los mismos actores- y a los que nunca quiso responder -igual hice yo-, salvo en la única instancia en la que se deben dilucidar las acometidas injustas y desproporcionadas: los tribunales. Una sentencia tan rotunda deja a Chicha con su honor bien a salvo, aunque quienes la conocemos sabemos fehacientemente que siempre ha sido persona de bien, íntegra, seria y competente tanto en su vida personal como en la profesional. En cuanto a los condenados, no me duele reconocer que ya di por olvidadas las ofensas de que fui objeto. Sólo deseo que estén arrepentidos de su proceder de ayer y de hoy y que nunca más ataquen el honor de nadie.