6 mayo 2001
En la coalición berlusconiana que toma el poder están 'Forza Italia', la Alianza Nacional de Giafranco Fini, la Liga del Norte de Umberto Bossi y NPSI (herederos del PSI del difunto Bettino Craxi)
Elecciones Italia 2001 – Berlusconi vuelve al poder: su coalición derechista ‘Casa de las Libertades’ gana a ‘El Olivo’ de Rutelli
Hechos
- ‘Casa de las Libertades’ – 368 diputados
- ‘El Olivo’ – 247 diputados
Lecturas
LA FALLIDA MOVILIZACIÓN DE LA TELEVISIÓN PÚBLICA ITALIANA CONTRA BERLUSCONI:
El programa ‘Il Fatto’ del anciano Enzo Biagi de la televisión pública RAI ha sido uno de los programas que en estos comicios más se ha posicionado en contra del candidato de la derecha, Silvio Berlusconi. Cerca de las elecciones políticas , que verían luego la victoria de la Casa delle Libertà, Enzo Biagi entrevistó al célebre actor italiano Roberto Benigni que, junto a Biagi, comentaron en plena campaña el conflicto de intereses y el contrato con los italianos que Berlusconi había firmado unos días antes en el salón de Bruno Vespa. Los comentarios provocaron una acalorada polémica al día siguiente contra Biagi, quien fue acusado de utilizar la televisión pública para impedir la victoria de Berlusconi. En el centro de la tormenta estaban también las declaraciones que Indro Montanelli le había hecho a ‘Il Fatto’ el 27 de marzo de 2001. El periodista había atacado duramente al centroderecha , comparándolo con un virus para Italia y argumentando que bajo Berlusconi el país habría vivido una «dictadura blanda en la que en lugar de legiones cuadradas hubiéramos tenido presupuestos cuadrados», es decir, mucha corrupción. .
FERRARA: «SI YO HUBIERA HECHO LO QUE BIAGI, ME ESCUPIRIAN EN LA CARA»
Tras estas dos entrevistas, varios políticos y periodistas atacaron a Biagi; entre ellos Giulio Andreotti (exprimer ministro) y Giuliano Ferrara (periodista pro-Berlusconi, director de IL FOGLIO), quien declaró: «Si le hubiera hecho a alguien lo que Biagi le hizo a Berlusconi, me habría escupido en la cara». Las críticas más duras, sin embargo, vinieron del diputado de Alianza Nacional y futuro ministro de Comunicación Maurizio Gasparri , que esperaba que el propio Biagi fuera apartado de Rai de una emisora lombarda . [10] Biagi fue luego denunciado a la Autoridad de Comunicaciones por «violación de la igualdad de condiciones».», pero luego fue absuelto con plena fórmula.
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MEDIOS DE COMUNICACIÓN INTERNACIONALES CONTRA BERLUSCONI
La revista británica THE ECONOMIST, propiedad del Grupo Pearson, de Reino Unido (dueño también del Financial Times) ha sido la publicación más agresiva contra la candidatura de Silvio Berlusconi.
El veterano periodista Indro Montanelli, columnista del CORRIERE DELLA SERA en Italia y de LA VANGUARDIA en España que trabajara durante muchos años junto a Silvio Berlusconi en el periódico de este IL GIORNALE, ha sido durante esta campaña el periodista que más ha atacado al líder de la derecha italiano hasta el punto de pedir el voto para la izquierda. Berlusconi no ha dudado en calificar a su antiguo empleado de ‘mentiroso’ y de volverse comunista.
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El Gobierno Berlusconi, constituido el 10 de junio de 2001 tendrá a 10 miembros de Forza Italia, 5 de la Alianza Nacional, 5 independientes, 3 de la Liga del Norte y 2 Democristianos.
LÍDERES DE LA EXTREMA DERECHA ITALIANA EN EL GOBIERNO
Gianfranco Fini, líder de la Alianza Nacional, será el vicepresidente del Gobierno.
Umberto Bossi, líder de la Liga del Norte será ministro de Reformas Institucionales.
12 Junio 2001
“Sotto Tutela”
Berlusconi gobernará Italia bajo severa observación. Por primera vez desde la caída del fascismo y después de un irrepetible desfile de 58 gobiernos en 53 años de régimen republicano, estamos ante un ejecutivo ‘sotto tutela’. Un gabinete cuyo futuro no depende tanto de una sólida mayoría parlamentaria, que, de momento, parece garantizada, como de la habilidad del magnate de Milán para aceptar un conjunto de reglas no escritas que pueden resumirse en un único canon; no llevar a Italia, sexta potencia industrial del mundo, por el camino de la aventura.
Así es como el Gobierno Berlusconi nace fuertemente uttelado por la Presidencia de la República y por los poderes fuertes de la economía italiana, especialmente el imperio FIAT; tantas veces caracterizado, quizá exageradamente, como el más importante centro de mando realmente existente más debajo de los Alpes.
A diferencia de su antecesor, el democristiano Oscar Luigi Scalfaro, que detestaba profundamente al líder de Forza Italia y daba crédito, desde su condición de antiguo responsable de los servicios secretos, a las voces que asocian la poderosa galaxia económica de Berlusconi a la mafia siciliana, el actual presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, ha decidido no poder obstáculos a la alternativa triunfante en las urnas, pero sí condiciones. Exigentes condiciones.
El primer gesto de Ciampi después de las elecciones del 13 de mayo fue publicar en la prensa unas inequívocas reflexiones de su puño y letra sobre la validez histórica de la resistencia antifascista. Después vendría la celebración, por todo lo alto, del Dos de Junio, fiesta nacional que recuerda el nacimiento de la República en 1948, en la que el presidente, en un gesto inédito cerró el desfile militar de Roma, saludando desde un vehículo descapotable.
Primero los gestos y después los vetos. El antiguo gobernador del Banco de Italia ha obligado a Berlusconi a formar un gobierno de perfil moderado. Con el explícito apoyo de Giovanni Agnelli, todopoderoso patrón de FIAT, Ciampi ha impuesto al veterano diplomático Renato Ruggiero como ministro de asuntos extranjeros, nombramiento que mantiene la política exterior italiana – atención Aznar y Piqué – en sus coordenadas tradicionales: inequívocamente favorables a la ampliación europea al Este y siempre maquiavélica en el juego de las alianzas.
Berlusconi intentará ser el más fiel servidor de George Bush en Europa, pero no habrá sabotaje italiano a la construcción europea. El segundo veto ha alejado de Ministerio de Justicia al número dos de la Liga del Norte, Roberto Maroni, cuya actividad más conocida en el mundo civil es haber sido batería de un grupo de rock. La lista sigue: Alianza Nacional, el partido posfascista, se ha quedado sin sus ambicionados ministerios de Interior y Defensa. Y el filósofo Rocco Buttiglione, amigo personal del Papa y conspicuo representante de la derecha católica (Comunión y Liberación) tampoco catará la muy cotizada cartera de Educación.
El círculo de tiza ha sido trazado y Berlusconi difícilmente lo puede traspasar, porque sobre su cabeza penden todavía varios procesos judiciales, uno de ellos muy grave, por presunta implicación mafiosa de su principal colaborador, Marcello Dell Utri. Es el Berlusconi tutelado. “si gana, ganaremos todos, y si pierde, será el único perdedor”, dicen que sentenció Agnelli.
Enric Juliana.
02 Mayo 2001
Berlusconi dice ser víctima de un complot del grupo Pearson
El diario oficial de Silvio Berlusconi ha encontrado los motivos que justifican las informaciones publicadas en EL MUNDO y en el semanario The Economist. Resulta que el grupo británico Pearson, presente en el accionariado de ambos medios, ha urdido una campaña de acoso para hacerse con el control de Mediaset, la plataforma televisiva de Berlusconi.
La teoría del complot mediático ocupaba ayer aparatosamente la portada del diario Il Giornale y los artículos de opinión más relevantes. Entre ellos, el de Mario Cervi, firma ilustre del periodismo italiano reciclado en la escuadra berlusconiana. «No hace falta leer las informaciones, basta identificar el sello de la fábrica. El verbo proviene del The Economist y de Le Monde, y aquí no se bromea; mientras que el refuerzo proviene de EL MUNDO, inducido por Baltasar Garzón, magistrado conocido por su carácter reservado y por su alergia a los reflectores mediáticos», ironiza Cervi.
La hipótesis de la conspiración puede leerse con detalle en las páginas interiores del diario milanés. Veamos: el grupo Pearson habría puesto en marcha la maquinaria del Financial Times, del The Economist y de EL MUNDO con las pretensiones de postularse a la adquisición de Mediaset. Especialmente ahora, que Berlusconi ha pensado en desprenderse de ella para evitar la confusión entre la política y los suculentos negocios personales.
La teoría conspiratoria de Pearson, completada con una sátira sobre Pedro J. Ramírez, contradice los argumentos que había esgrimido hasta hace unas horas el centro derecha italiano. Gianfranco Fini, mano derecha de Berlusconi, declaró anteayer que las informaciones de EL MUNDO sobre la gestión de Tele 5 se atenían a un complot elaborado desde la izquierda europea.
Berlusconi ha utilizado un lenguaje menos sofisticado. De acuerdo con el líder de Forza Italia, gran favorito en las elecciones del 13 de mayo, las informaciones de EL MUNDO responden a un nuevo ejemplo de la basura internacional. «Amigos, estos extranjeros nos están haciendo la guerra sucia, pero venceremos en las elecciones», señaló con motivo de un mitin siciliano.
La credibilidad de Il Giornale ha cedido bastante terreno al convertirse en un negocio del holding Fininvest. Tanto, que el histórico fundador del periódico, Indro Montanelli, se marchó de la redacción tras conocer que Il Cavaliere quería convertirlo en aparato propagandístico.
15 Mayo 2001
El amo de Italia
Silvio Berlusconi ha ganado las elecciones por mayoría absoluta en la Cámara de los Diputados y en el Senado. Una victoria clara, pese a las posibles sospechas por el escandaloso retraso en las votaciones y en el recuento, que desluce la capacidad de la sexta economía del mundo. La noticia más positiva es que uno de sus coaligados, la separatista y xenófoba Liga Norte, ha visto reducidos considerablemente sus votos respecto a cinco años atrás, y la otra fuerza aliada, la posfascista Alianza Nacional, ha perdido cuatro puntos.
Esta situación no reduce el peligro que supone que llegue a la jefatura del Gobierno un político como Berlusconi, que concentra un poder sin precedentes en una democracia y que ve a los ciudadanos como empleados de una Italia que considera como casa propia. Con más de media docena de sumarios abiertos por diversos casos de corrupción, es el hombre más rico de Italia, con capacidad, si se le antoja, de comprarlo casi todo. Desde el Gobierno sumará ahora el control de los medios de comunicación públicos a los privados, pues posee la totalidad de las cadenas privadas generalistas, aunque acabe vendiéndolas. Quedan pocos medios independientes en la Italia de Berlusconi.
¿Cómo ha sido posible este resultado? Tras su breve paso por la Presidencia del Gobierno en 1994, Berlusconi se dedicó a construir su partido Forza Italia y a montar una coalición a su semejanza. La experiencia del centroizquierda ha fallado por sus divisiones internas pese a éxitos como la entrada de Italia en el euro. Ni siquiera ha sido capaz de hacer aprobar una ley que obligase a Berlusconi a optar ante lo que puede ser un conflicto de intereses evidente entre su fortuna privada y sus futuras actuaciones públicas. El Olivo ha sido una coalición demasiado variopinta, sometida a tensiones insuperables, que ha quemado a tres primeros ministros para acabar presentando a un cuarto candidato a las elecciones, Francesco Rutelli, con un mensaje débil. La derecha ha concurrido con un programa duro contra la inmigración ilegal y de rebaja de impuestos.
Para Europa, pese a las palabras tranquilizadoras de Berlusconi ayer, esta victoria resulta sumamente preocupante, por la situación del magnate, y por sus aliados, que no desmerecen de Haider (en Austria) en lo referente a la xenofobia. Pero esta vez la UE no tomará medidas, ya que Italia es uno de los países grandes y fundadores de la UE. Berlusconi constituye también un riesgo por su intención declarada de aumentar el déficit público italiano, en contra de los criterios de la Unión Monetaria, no por la vía de un aumento de los gastos, sino de una reducción de impuestos. En cuanto al Gobierno de Aznar, encontrará un nuevo aliado de derechas en una UE dominada por el centroizquierda. Aznar está en estos momentos falto de aliados en la UE, pero éste, que le debe importantes favores, no es el mejor compañero de mesa. La entrada de Berlusconi en el Consejo Europeo traerá problemas, pues ni él ni sus aliados son europeístas. Sólo permanece el presidente Ciampi, cuyo nombre utilizó ayer Italia como credencial europea. Este país parece tener, finalmente, un gobierno estable, pero perturbador