3 octubre 2014

Catarata de dimisiones forzadas, destituciones y expulsiones en todos los afectados por haber usado 'tarjetas opacas'

Estalla el caso «Tarjetas Black»: Bankia hace público que los antiguos consejeros de Caja Madrid disponían de tarjeta de gastos a cuenta de la caja que no se declaraban a Hacienda

Hechos

En octubre de 2014 se hizo público que 86 miembros de organismos de Caja Madrid y Bankia habían dispuesto de una tarjeta para gastos, a parte de su sueldo, a la que no se le aplicaban retenciones de IRPF.

Lecturas

El 1 de octubre de 2014 se filtró a los medios de comunicación que una auditoría ordenada por el nuevo del equipo gestor de BFA-Bankia encabezado por D. José Ignacio Goirigolzarri Tellaeche a partir de la intervención había descubierto que 86 directivos de Caja Madrid disponían de una tarjeta de gastos adicionales al margen de su sueldo. Una tarjeta cuyos pagos no estaban sujetos a retenciones, motivo por el que fueron conocidas como ‘tarjetas black’. En total a lo largo de los 9 años (2003-2012) que estuvieron en circulación esas tarjetas la suma total de los pagos cargados a la entidad era de 15 millones de euros. De los 85 consejeros que utilizaron las tarjetas había 28 consejeros a propuesta del PP, 15 del PSOE, 6 de Comisiones Obreras, 4 de Izquierda Unida, 4 de la UGT y 3 de CEIM. (sólo tres consejeros de ese periodo, D. Félix Manuel Sánchez, D. Íñigo María Aldaz y D. Esteban Tejera no utilizaron la ‘tarjeta black’ en ese periodo).

La nueva dirección de Bankia trasladó el caso a la Audiencia Nacional. El 2 de octubre de 2014 el listado total de lo que había gastado cada consejero se filtró a los medios de comunicación, ante lo cual los partidos políticos solicitaron la dimisión de sus puestos de las personas que en su momento habían sido consejeros de Caja Madrid y habían sido usuarios de esas tarjetas.

El 2 de octubre de 2014 dimiten D. Pablo Abejas Juárez como director general de Economía, Estadística e Innovación de la Comunidad de Madrid y Dña. Carmen Cafranga Cavestany como presidenta de la Fundación Caja Madrid.

El 3 de octubre de 2014 dimite D. José María Buenaventura como jefe de Gabinete del secretario de Estado de Hacienda, D. Manuel Rodríguez González como gerente de la Empresa Municipal de Vivienda y el Suelo de Boadilla del Monte, D. José Ricardo Martínez Escobar como secretario general de la UGT, D. Rodolfo Benito Valenciano como miembro de la Ejecutiva de Comisiones Obreras y D. Ángel Gómez del Pulgar como miembro de la ejecutiva del PSOE de Madrid.

El PSOE, Izquierda Unida, UGT y CCOO anunciaron la expulsión del partido de todos los implicados. El PP abrió un expediente informativo que derivaría en expulsión el 27 de octubre (la mayoría de ellos ya se habían dado de baja antes de que se efectuara la expulsión).

El 4 de octubre de 2014 se hizo público que D. Beltrán Gutiérrez Moliner había sido cesado como asesor del grupo municipal del ayuntamiento de Madrid.

El 7 de octubre D. Rafael Spottorno Díaz Caro dimitió como consejero de la Casa del Rey y se hizo público que D. Rodrigo Rato Figaredo ya no era consejero de Servihabitat Servicios Inmobiliarios. También renunció a su puestos en el PP D. Antonio Cámara Eguinoa.

El 13 de octubre de 2014 D. Juan Iranzo Martín dimitió como consejero de Red Eléctrica (REE).

El 14 de octubre de 2014 D. Arturo Fernández Álvarez anunció que se retiraría de la presidencia de la patronal madrileña CEIM.

LOS IMPLICADOS CON POSIBLE RESPONSABILIDAD PENAL:

De todos los afectados en el caso, tres de ellos pueden tener responsabilidad penal por ser quienes tenían la responsabilidad financiera de la entidad.

– Los 3 imputados:

  • miguel_blesa D. Miguel Blesa (PP) – 436.700.
  • El que fuera presidente de Caja Madrid entre 1996 y 2009 y considerado como uno de los mejores amigos de D. José María Aznar, aparecía como el principal implicado en la estafa al IRPF con las ‘tarjetas opacas’ por lo que fue uno de los tres imputado por la justicia.
  • Consejero_RodrigoRato D. Rodrigo Rato (PP) – 44.200
  • Histórico dirigente del Partido Popular desde la etapa que era Alianza Popular. Secretario General Adjunto de AP y vicesecretario general del PP. Vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía de todos los gobiernos de D. José María Aznar. Presidente del Fondo Monetario Internacional, presidente de Caja Madrid y presidente de Bankia. Considerado durante mucho tiempo como uno de los responsables del ‘milagro económico’ español de 1996-2003. Fue uno de los tres imputados por la justicia por posible responsabilidad penal.
  •  consejero_ildefonsoSanchezBarcoj D. Ildefonso José Sánchez Barcoj – 484.200
  • El ex Director General de Caja Madrid fue considerado el responsable financiero de la entidad y considerado por tanto, el que diseñó el sistema de gastos sin retenciones de IRPF. De hecho, fue el consejero que más usó su ‘tarjeta opaca’.

LOS BENEFICIADOS POR LAS TARJETAS BLACK:

Aunque no parezcan tener responsabilidad penal, estos son todos los consejeros que habían usado las ‘tarjetas opacas’

DEL PARTIDO POPULAR

  • Consejero_estalisnao_RodríguezPonga D. Estanislao Rodríguez-Ponga (PP) – 255.400 – Fue secretario de Estado de Hacienda durante el Gobierno de D. José María Aznar, por lo que resultaba especialmente chocante que hubiera realizado pagos sin declararlos a Hacienda. Tras el escándalo el PP le abrió expediente disciplinario.
  • consejero_pabloabejas D. Pablo Abejas (PP) – 246.700 – Director General de Economía de la Comunidad de Madrid había sido presidente de la Comisión de Control de Caja Madrid. Tras el estallido del escándalo fue destituido de su cargo por el Gobierno madrileño de D. Ignacio González y el PP le abrió expediente disciplinario.
  • consejero_romerodetejada D. Ricardo Romero de Tejada (PP) – 212.200 – El ex alcalde de Majadahonda apodado por sus enemigos como ‘Romero de Tajada’. Fue Secretario General del Partido Popular de Madrid con D. Pío García Escudero como Presidente (entre 1993 y 1996), considerado un hombre próximo a D. Rodrigo Rato. El PSOE presentó una querella contra él en 2003 por considerarle vinculado al ‘Tamayazo’ pero fue archivada por falta de pruebas. El PP le abrió expediente disciplinario tras el estallido del escándalo.
  • Consejero_FdezNorniella D. José Manuel Fernández Norniella (PP) – 175.400 – Fue diputado del PP en el Congreso y ocupó diversos cargos: Presidente de Ebro-Puleva, del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Secretario de Estado de Comercio en el Gobierno de D. José María Aznar y persona de confianza de D. Rodrigo Rato.
  • mercedes_merced Dña. Mercedes de la Merced (PP) – 287.900 – Mujer destacada del PP en la década de los noventa, su imagen quedó deteriorada por una palabras que, según el PSOE y el Grupo PRISA eran elogiosas al régimen franquista. Fue apartada de la ejecutiva nacional del PP en 2004 por el Sr. Rajoy. Tertuliana habitual de la Cadena SER (Grupo PRISA) entre 2004 y 2011. No padeció el escándalo de las tarjetas opacas, ya que había fallecido un año antes, en 2013.
  • consejero_ignaciodelrioD. Ignacio del Río (PP) – 21.000 – Concejal del Partido Popular en el ayuntamiento de Madrid ocupó la siempre polémica concejalía de urbanismo. Fue columnista en el diario digital ESTRELLA DIGITAL donde en alguno ocasión escribió artículos para elogiar a D. Pedro J. Ramírez.
  • consejero_carmencafranga D. María Carmen Cafranga (PP) – 175.200 – Conocida jugadora de cartas (bridge), el Partido Popular la puso al frente de la Fundación Caja Madrid y responsable, por tanto, de la obra social de la caja. Tras el estallido del escándalo el Gobierno de D. Ignacio González la destituyó de su cargo.
  • Consejero_JesusPedroche D. Jesús Pedroche (PP) – 132.200 – Fue presidente de la Asamblea de Madrid. En uno de los mails del Sr. Blesa filtrados a la prensa se sacó a la luz que el Sr. Pedroche había pedido explicaciones sobre las tarjetas y el Sr. Blesa le había calificado de ‘gilipollas’. El PP le abrió expediente disciplinario tras el estallido del caso.
  • Consejero_DarioFernándezYruegas D. Darío Fernández Yruegas (PP) – 69.800 – Traumatólogo de profesión fue introducido en el Consejo de Caja Madrid por el PP, lugar en el que permaneció hasta el año 2006. Tras el escándalo el PP le abrió expediente disciplinario.
  • consejero_beltrangutierrez D. Beltrán Gutiérrez (PP) – 58.000 – Gerente del Partido Popular en Madrid. Al estallar el escándalo fue destituido por orden del a Secretaria General, Dña. Dolores de Cospedal. Además el PP le abrió el expediente disciplinario.
  • Consejero_MiguelAngelAraujo D. Miguel Ángel Araujo (PP) – 212.900 – El ex concejal del PP se hizo célebre porque acababa de publicar un libro ‘Quo Vadis Hispania?’ en el que analizaba la crisis económica y lo mucho que se había derrochado en España. Rechazó devolver el dinero por considerar que no había cometido ningún delito. El PP le abrió expediente disciplinario.
  • Consejero_juaniranzo01 D. Juan Emilio Iranzo (PP) – 46.800  – El economista. Tertuliano habitual de programas de televisión siempre en posiciones próximas al PP y políticas de austeridad y liberalismo. Fue tertuliano semanal en ‘El Gato al Agua’ (INTERECONOMÍA TV) y ‘El Cascabel al Gato’ (13TV). La aparición de su nombre en este escándalo significó no sólo perder esa condición, sino su dimisión como miembro del Consejo Económico y Social (CES). Inicialmente rechazó dimitir como consejero de Red Eléctrica Española (REE) hasta que el Gobierno anunció, a través del diputado D. Agustín Conde, que si no dimitía, la SEPI procedería a su destitución, tras lo cual presentó su dimisión.
  • Consejero_recarte2 D. Alberto Recarte (PP) – 139.900 – Economista liberal, fundó junto a D. Federico Jiménez Losantos el grupo mediático LIBERTAD DIGITAL cuya presidencia ocupó, que llegó a tener un digital, una radio, ESRADIO y una televisión LDTV que ya había sido cerrada. Había publicado en LD artículos de elogio al Sr. Blesa. Tras estallar el escándalo ya había abandonado el citado grupo mediático.
  • CM_JoseRabago Jorge Rábago (PP) – 8.000 –
  • CM_MercedesRojo Mercedes Rojo (PP) – 119.300 –
  • CM_MiguelCOrsini D. Miguel Corsini (PP) – 46.700 –

DE IZQUIERDA UNIDA / COMISIONES OBRERAS

  • consejero_moralSantin D. José Antonio Moral Santín (IU) – 456.500 – Fue junto con D. Ángel Pérez el principal líder pro-soviético madrileño, primero en el PCE, luego con el PCPE y finalmente tras la reintegración del PCPE en PCE, en IU. En 1991 fue nombrado Presidente de TELEMADRID dentro del pacto PSOE-IU. Tras el pacto PP-CCOO-IU de 1996 se hizo con una vicepresidencia de Caja Madrid fue el consejero que más gastó sin declarar a Hacienda después del Sr. Sánchez Barcoj. Tras el estallido de la primera fase del ‘caso Bankia’ en 2012 fue forzado a darse de baja en Izquierda Unida.
  • consejero_rubencruz D. Rubén Cruz (IU) – 233.700 – Fue uno de los principales líderes de Izquierda Unida en Madrid en los noventa, desde el ‘núcleo duro’ del PCE. Tras la caída de Dña. Susana López del cargo de Coordinadora Regional de IU en Madrid, se presentó como candidato a sucederla, pero fue derrotado en la Asamblea regional por el sector liderado por el pro-soviético D. Ángel Pérez. Tras saltar el escándalo fue expulsado de Izquierda Unida.
  • CM_JuanJoAzcona D. Juan José Azcona (CCOO) – 99.300 – Co-fundador de Izquierda Unida en Madrid y el primer coordinador regional de Izquierda Unida en Madrid, secretario general del PCE en Madrid y uno de los líderes del sector ‘Nueva Izquierda’ en Madrid, partidario de la disolución del PCE tras la caída del muro de Berlín, derribado de la dirección por el pacto entre el sector de Dña. Susana López y el sector pro-soviético de D. Ángel Pérez.
  • consejero_FranciscoBaquero D. Francisco Baquero (CCOO) – 266.400 – Miembro del sindicato Comisiones Obreras en el Consejo que más dinero con tarjeta no declarada a Hacienda.
  • consejero_RodolfoBenito D. Rodolfo Benito (CCOO) – 140.600 – Presidente de la Fundación 1º de mayo y miembro de la Ejecutiva del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) había sido un dirigente histórico y había llegado a ser candidato a Secretario General de CCOO en 2004 frente al Sr. Fidalgo. Fue el primero en dimitir de todos sus cargos cuando saltó el escándalo
  • bedia D. Pedro Bedía (CCOO) – 78.200 euros – D. Pedro Bedía, también representante de Comisiones Obreras en el Consejo de Caja Madrid, gastó más de 75.000 de su tarjeta sin pagar las retenciones legales.
  • CM_AntonioReydeViñas D. Antonio Rey de Viñas (CCOO)

DEL PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL / UNIÓN GENERAL DE TRABAJADORES

  • consejero_VirgilioZapatero D. Virgilio Zapatero (PSOE) – 36.000 – Ex ministro de Relaciones con las Cortes durante el mandato de D. Felipe González, considerado alineado en el sector ‘guerrista’ (por el vicepresidente del Gobierno de entonces, D. Alfonso Guerra)  y posteriormente rector universitario. Al estallar el escándalo aseguró que en ningún momento había quebrantado la ley y que había reintegrado el dinero no declarado, pese a lo cual fue expulsado del PSOE.
  • Consejero_JoseAcosta D. José Acosta (PSOE) – 62.300 – Ex diputado del PSOE e histórico líder del ‘guerrismo’ en Madrid, que con el 40% era la familia ‘mayoritaria’ en la federación. Fue vicesecretario del PSOE madrileño (1979-1981) y Presidente del PSOE madrileño (1981-1997), manteniendo la presidencia de la FSM durante todo el tiempo en que el PSOE gobernó Madrid En 1997 perdió la presidencia de la FSM al ser derrotado por la candidatura de Dña. Cristina Alberdi que logró unir a todas las demás familias frente a la suya, pero seguiría siendo referente del partido. En 2000 apoyó a D. Rafael Simancas para Secretario General de la FSM mediante un pacto con los ‘leguinistas’. A la caída de este, en 2007, apoyó la candidatura de D. José Cepeda, pero esta fue derrotada por la de D. Tomás Gómez. Ante el anuncio del PSOE de que iba a expulsarle optó por darse de baja.
  • consejero_espinar D. Ramón Espinar (PSOE) – 178.400 – Ex Presidente de la Asamblea de Madrid y hombre de confianza de D. Joaquín Leguina. Tras la retirada de este de la primera fila política en 1998 se convirtió en el principal líder del sector ‘leguinista’ de la FSM, sector que también fue identificado como ‘sector Caja Madrid’ por su pertenencia a ese organismo. Él y su pupila Dña. Ruth Porta apoyaron a D. Rafael Simancas en el congreso de la FSM del año 2000 en el que su pacto con los guerristas derrotó al sector de los ‘balbases’ de D. Eduardo Tamayo, de los que pasó a ser su principal enemigo. Ante el anuncio de que iba a ser expulsado optó por darse de baja
  • consejero_AntonioRomero D. Antonio Romero (PSOE) – 252.000 – Fue Secretario de Organización de la Federación Socialista Madrileño (FSM), más tarde rebautizado como Partido Socialista Madrileño (PSM) y Vicesecretario general de la PSM, o lo que es lo mismo mano derecha de D. Rafael Simancas durante todo su mandato al frente del PSOE en Madrid. Lideró la batalla contra los ‘balbases’ que causó el ‘Tamayazo’. Tras la llegada al frente del PSOE madrileño de D. Tomás Gómez mantuvo varios enfrentamientos con él, precisamente a cuenta de Caja Madrid. Abandonó el PSOE antes de ser expulsado.
  • consejero_josemariadelariva D. José María de la Riva (PSOE) – 208.900 – Veterano concejal del PSOE en el ayuntamiento de Madrid en los mandatos del profesor Tierno Galván y D. Juan Barranco, siendo conocido como ariete contra las irregularidades urbanísticas en ayuntamientos. Fue expulsado del PSOE tras estallar el escándalo.
  • consejero_arteta D. José María Arteta (PSOE) – 139.000 – Histórico dirigente del PSOE madrileño como alcalde de Móstoles en la etapa del ‘cinturón rojo’ en Madrid. Fue expulsado del PSOE tras estallar el escándalo.
  • consejero_josecaballeroD. José Caballero (PSOE, luego UPyD) – 19.800 – Histórico dirigente del PSOE como alcalde de Alcobendas en la etapa del ‘cinturón rojo’ de Madrid. Abandonó el PSOE después de que fuera apartado de su puesto en 2007 por el PSOE madrileño dirigido por D. Rafael Simancas. En 2011 fue candidato a la alcaldía de Alcobendas por Unión Progreso y Democracia (UPyD). En el momento de producirse el escándalo ya había abandonado este partido, que se apresuró a renegar de él.
  • consejera_enedina_álvarez Dña. María Enedina Álvarez Gayol (PSOE) – 47.000 – Ex diputada del PSOE, perteneciente al «sector guerrista». Se hizo muy popular en 1999 por calificar en el Congreso al presidente del Gobierno, D. José María Aznar de ‘marrano’. Fue expulsada del PSOE tras estallar el escándalo.
  • consejero_Varela D. Ignacio Varela (PSOE) – 35.700 – Un dirigente del PSOE afín a D. Alfredo Pérez Rubalcaba. Fue expulsado del PSOE tras el escándalo. Una vez conocida su expulsión difundió un comunicado en el que aseguraba desconocer haber cometido ningún delito y señalar que las ‘tarjetas opacas’ también realizaron gastos para el partido.
  • consejero_joseRicardoMartinez D. José Ricardo Martínez (UGT) – 44.200 – Secretario General de la federación de Madrid de la Unión General de Trabajadores (UGT), cargo que ocupaba desde 1995. Aseguraba que todo el dinero que ganaba como consejero de Caja Madrid lo ingresaba en UGT, pero no informó de que disponía de una tarjeta para gastos extra que no eran declarados al fisco. Tras el escándalo se vio obligado a dimitir y además se dio de baja del PSOE.
  • consejero_abejon D. Miguel Ángel Abejón (UGT) – 109.300 – Fue durante años hombre de confianza de D. José Ricardo Martínez. Entre 2002 y 2013 fue Secretario de Organización, es decir ‘número 2’ de la UGT-Madrid. En 2013 sorprendió enfrentándose a D. José Ricardo Martínez para el puesto de Secretario General de UGT-Madrid, pero fue derrotado. Tras el escándalo fue expulsado del PSOE.
  • CM_JorgeGomezMorenoPSOE D. Jorge Gómez Moreno (PSOE) – 98.200 – Miembro de la ejecutiva del Partido Socialista Madrileño (PSM) como hombre de confianza de D. Tomás Gómez. Nada más estallar el escándalo dimitió de su puesto en la ejecutiva regional. Posteriormente fue expulsado del PSOE.
  • CM_JoaquínGarcíaPontesPSOE D. Joaquín García Pontes (PSOE) – 21.100 – Fue expulsado del PSOE.

CONFEDERACIÓN EMPRESARIAL INDEPENDIENTE DE MADRID (CEIM)

  • Diaz_Ferran_dimite D. Gerardo Díaz Ferrán (CEOE) – 94.000 – Al que fuera presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) entre 2007 y 2010 la aparición de su nombre en el escándalo de las tarjetas le afectó poco, puesto que desde diciembre de 2012 estaba encarcelado, en prisión preventiva, dentro de una investigación sobre irregularidades en la quiebra de sus empresas.
  • Consejero_Arturo D. Arturo Fernández (CEIM) – 37.000 – Vicepresidente de la patronal madrileña, la Confederación Empresarial Independiente de Madrid (CEIM) y Vicepresidente de la patronal nacional, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) se vio obligado a dimitir del segundo de los cargos tras el escándalo y a anunciar que, en breve, abandonaría también el primero.

DIRECTIVOS DE CAJA MADRID

  • consejero_RafaelSpottorno D. Rafael Spottorno -223.900 – El que fuere último jefe de la Casa del Rey durante el reinado de D. Juan Carlos I, tocándole – entre otras cosas – afrontar el escándalo del ‘caso Urdangarín’, también aparecía como beneficiado por la tarjeta durante la etapa en la que fue directivo de Caja Madrid. Al estallar el escándalo dimitió como Consejero Privado del Rey Felipe VI.
  • consejero_astorqui D. Juan Astorqui – 293.000 – Director de Comunicación de Caja Madrid durante el escándalo, tras el estallido del cual fue destituido como miembro del consejo de administración de de Burson-Marsteller.
  • CM_CarmenContreras Dña. Carmen Contreras – 266.800
  • CM_CarlosMartinez D. Carlos Martínez – 276.000
  • CM_RicardoMorado D. Ricardo Morado – 448.300
  • CM_CarlosVera D. Carlos Vera – 249.200
  • CM_MatiasAmat D. Matías Amat – 389.000
  • CM_MarianoPérezClaver D. Mariano Pérez Claver – 379.500
  • CM_RamonFerraz D. Ramón Ferraz – 397.900

03 Octubre 2014

Tarjetas negras

EL PAÍS (Director: Antonio Caño)

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Los gastos sin control en Bankia exigen una investigación exhaustiva del juez y de Hacienda

El rescate de Bankia ha costado a los contribuyentes más de 24.000 millones hasta el momento. Es lógico e imperativo que, a cambio de ese esfuerzo, se exijan responsabilidades a los gestores que llevaron a la institución a la quiebra; y que, por supuesto, estas responsabilidades las determine un juez después de una investigación exhaustiva. De los informes del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria —propietario actual de Bankia— en poder de la Fiscalía Anticorrupción y del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, se desprende que consejeros y directivos de Bankia (y antes de Caja Madrid) se gastaron 15,5 millones entre 2003 y 2012 utilizando tarjetas de crédito fantasmas,es decir, sin contabilidad precisa, en algunos casos sin límite, al margen de las cantidades reguladas y contabilizadas como gastos de representación y, aparentemente, sin que Hacienda tuviera conocimiento de los ingresos obtenidos.

En primer lugar, compete al juez Andreu determinar si los hechos mencionados por el FROB y la Fiscalía Anticorrupción constituyen un caso de saqueo de los fondos de la institución (en términos jurídicos, delito societario y apropiación indebida) y decidir los pasos legales pertinentes para aclarar el caso. El juez actuará sin duda concediendo todas las garantías adecuadas a los consejeros y directivos implicados. De forma que quienes usaron la tarjeta —como Pablo Abejas, destituido ayer de su cargo de director general de la Comunidad de Madrid— podrán defender su inocencia y el grado de conocimiento que tenían de las condiciones de uso del dinero.

Además, Hacienda tendrá que decidir si existe o no causa de delito fiscal. Pero, en principio, la disposición de dinero que no esté considerado como gasto de representación exige que se declare como rendimiento de trabajo. Es difícilmente creíble argumentar ignorancia o insistir en que todas las instituciones financieras y las empresas tienen tarjetas “para gastos de representación”; porque los llamados gastos de representación están perfectamente controlados en las cuentas de las compañías. Si existe delito en las tarjetas de Bankia procede precisamente de su opacidad.

En todo caso, si el juez y Hacienda consideraran que existen indicios suficientes para iniciar una causa, la acción debería ser tajante y rápida. Una primera condición es que los implicados devuelvan el dinero sin justificar que obtuvieron a través de las tarjetas sin control. Por cierto, eso es lo que han hecho ya, con buen criterio, cuatro consejeros ejecutivos de Bankia. Rodrigo Rato, José Manuel Fernández Norniella, Ildefonso Sánchez Barcoj y Matías Amat han devuelto en total casi 200.000 euros a la entidad financiera después de que se les pidiera la justificación de las cantidades gastadas. Aunque la devolución no evite acciones judiciales posteriores, es la actitud correcta y también un indicador indirecto de que las tarjetas fantasma no responden a la ortodoxia empresarial.

Pero, en todo caso, la responsabilidad individual de las prebendas sin justificar, que es grave, palidece ante el desdichado modelo de gestión en Bankia (antes del rescate). Porque, sea cual sea la decisión judicial y de Hacienda, es evidente que la existencia de cuentas de dinero para gastos de la alta dirección que no necesitaban justificación indica una mala praxis empresarial. Ese es el modelo de gestión —lamentablemente presente en muchas otras cajas— que tomó decisiones ruinosas, se despreocupó del negocio financiero y permitió durante decenios la manipulación de la entidad, con resultados desastrosos para los contribuyentes que pagan el rescate, los depositantes, los accionistas y las víctimas de las preferentes.

04 Octubre 2014

Las responsabilidades individuales en las tarjetas opacas de Caja Madrid

EL MUNDO (Director: Casimiro García Abadillo)

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«NOS DIJERON que podíamos usarla para gastos generales que no se tenían que justificar», dijo ayer Alberto Recarte, economista y uno de los consejeros que utilizaron las tarjetas opacas de Caja Madrid. «Un gasto de 1.000 euros al mes no es una cifra desorbitada», afirmó Arturo Fernández, presidente de los empresarios madrileños. «Era una práctica habitual en la caja y también en las empresas en general», señaló Pablo Abejas, el primer cargo público destituido por el escándalo.

Son intentos vanos de excusarse por parte de algunos de los implicados porque todos tienen sus responsabilidades en la acción cometida. Los tribunales dictaminarán si las hay penales, pero nadie en su sano juicio puede pensar que estos señores, consejeros y directivos de una entidad financiera y, por tanto, a los que se les supone unos ciertos conocimientos de gestión empresarial, no sabían que lo que hacían con esas tarjetas era ilegal. Es un sarcasmo que se pueda pensar en eximir de cultura financiera a un ejecutivo y se exija, por ejemplo, a un jubilado que entienda a la perfección las participaciones preferentes que le vendieron en la Caja. Ninguno de los 86 perceptores de las tarjetas opacas puede alegar ignorancia para exculparse por su uso fraudulento. Muchos de ellos –los que tenían un puesto ejecutivo– contaban con otra tarjeta legal para gastos de representación. Y es inconcebible que el resto no supiera perfectamente que comprar ropa o pagar un viaje familiar era un desembolso ajeno a su actividad en la entidad financiera.

Hay que reconocer que en esta ocasión algunas organizaciones han estado más rápidas de lo habitual en la toma de decisiones. Ignacio González obligó a dimitir el jueves a Pablo Abejas, hasta entonces director general en la Comunidad de Madrid. Los sindicatos también están respondiendo: Rodolfo Benito, de CCOO, y José Ricardo Martínez, de UGT, dimitieron de sus cargos. José María Buenaventura dejó ayer su puesto de director del gabinete del secretario de Estado de Hacienda y Ángel Pérez del Pulgar ha abandonado la Ejecutiva del PSOE madrileño.

Además, los socialistas han abierto una investigación para delimitar responsabilidades en sus militantes. El PP, más lento de reflejos que sus rivales políticos, decidió a última hora de ayer abrir una investigación interna. Era inadmisible que Alfonso Alonso se limitara decir que «las responsabilidades se depuran en los tribunales» y que el partido no hubiera movido un dedo para pedir explicaciones a sus afiliados implicados en el escándalo. Tampoco se entendía que el Gobierno iniciara una ofensiva contra las tarjetas B en el Ibex y que Guindos dijera que se le «revuelve el estómago», y mientras el PP no reaccionara ante un escándalo que le afecta gravemente. Es posible que la presencia de un peso pesado como Rodrigo Rato entre los beneficiarios de las tarjetas suponga un obstáculo simbólico, pero es la ocasión para demostrar que está dispuesto a limpiar lo que haga falta.

Es indudable que ningún partido puede hablar a partir de ahora de regeneración si no ha llegado hasta el final en la exigencia de explicaciones y reparación a quienes están bajo su órbita. Los cargos públicos tienen que ser destituidos si antes no dimiten y los militantes, expulsados de las formaciones. Lo mismo deben hacer los sindicatos y las organizaciones empresariales. Y tan importante o más que su retirada de la vida pública: todos los que usaron las tarjetas y no lo han hecho deben reintegrar el dinero al Frob. Los 15 millones de euros son una gota de agua en los 24.000 millones que ha costado el rescate de la Caja, pero su devolución aplacaría algo la indignación de los ciudadanos.

06 Octubre 2014

A IU y Comisiones Obreras

Rafael Reig

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Me muero de ganas de saber con detalle, como sabremos pronto, en qué han gastado ustedes con esas tarjetas que llaman “black”, no por malas (que son las mejores, como el whisky etiqueta negra) sino por opacas a Hacienda. No sé por qué sospecho que en compras de pésimo gusto y hoteles retumbantes, para no mencionar el putiferio de lujo o quizá los yates. Puede que alguno de ustedes haya usado esas tarjetas para comprar uno cuantos clásicos grecolatinos en Gredos (no en ediciones de bibliófilo, sino para leerlos), para apadrinar niños en el Tercer Mundo o para pagar el tratamiento médico de un amigo enfermo. Puede, pero me da que no, ¿verdad?

Esta lista es oprobiosa, pero unos son más infames que otros, porque esperábamos más de ellos. De los banqueros, de los del PP y de los del PSOE sólo esperábamos codicia sin freno y cinismo escandaloso. Pero ¿de ustedes? ¿los sindicalistas de CC.OO.? ¿Y los de Izquierda Unida? ¿Cómo no se les cae la cara de vergüenza?

Pues porque no la tienen. Vergüenza, digo. Cara dura les sobra.

Pensé en aprenderme sus nombres de memoria para no olvidarme de cambiar de acera si me cruzo algún día con ellos y porque están mejor olvidados, pero luego recordé que en Grecia se prohibió, bajo pena de muerte, difundir el nombre del tipo que quemó el templo de Artemisa, en Éfeso, con el único fin de hacerse ser famoso.

Eróstrato se llamaba, así que no funcionó, y hasta el diccionario de la Academia Española recoge erostratismo: “Manía que lleva a cometer actos delictivos para conseguir renombre”.

Ustedes lo han hecho por simple codicia, pero tampoco merecen ningún renombre.

Algunos ya eran bien conocidos, como cierto sedicente comunista de IU que apandó casi un millón de euros con su opaca tarjeta. Fueron 456.500, pero, puesto que están libres de impuestos, equivalen a cobrar casi un millón. Ya había sido expulsado del Izquierda Unida hace tiempo, según ha explicado la organización.

Pero ¿y los otros? ¿Ni CC.OO. ni IU piensan suspenderlos de militancia de inmediato? Ésta es mi pregunta: ¿qué van a hacer?

No hay excusa ninguna ni necesidad de investigar gran cosa: cualquier comunista sabe que una tarjeta de esas, libre de impuestos, es una inmoralidad.

En empresas privadas y hasta en el ayuntamiento de Madrid les han echado a la calle sin contemplaciones. Como debe ser.

De hecho hubo  tres personas que no la utilizaron jamás y merecen un aplauso y que se recuerden sus nombres: Félix Manuel Sánchez Acal, Iñigo María Aldaz y Esteban Tejera.

Tres. No cogieron ni un céntimo de euro. Uno de UGT. Y ningún comunista, para vergüenza de IU y de CC.OO.

Repito, ¿qué van a hacer?

Porque, según la respuesta, decidiré yo lo que voy a hacer con mi voto.

06 Octubre 2014

86 Delincuentes 86

Juan Gómez

Ex consejero de Caja Madrid (IU)

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Se ve que la cosa no anda bien por nuestros pagos. La economía no acaba de despegar, la mejora del empleo es muy tímida y la de los salarios no existe. La política es un patio de monipodio donde los más tontos hacen relojes de madera y los más astutos se llevan los laureles, pero falta talento, transparencia y gente de bien. En medio de la cruda batalla de Cataluña y de la decadencia de los partidos tradicionales, alguien ha pensado en soltar la liebre de las llamadas tarjetas «opacas» de Caja Madrid, a las que otros más ocurrentes prefieren llamar «fantasma», que queda más contundente y justiciero.

Entre el ruido mediático, la confusa polvareda política y el lento reaccionar de la justicia, alguien ha dictado ya sentencia firme y echado su abundante dosis de carnaza a una sociedad necesitada y anhelante de tener algo con qué mitigar sus decepciones y frustraciones. Cuanto más, mejor. Mejor, sobre todo, para esas misteriosas -o no tan misteriosas- manos que mueven los hilos, todos los hilos de este país.

Así que, ahí van. 86 delincuentes y sinvergüenzas 86, de la aniquilada Cajamadrid, que serán lidiados y estoqueados por la afición de la localidad en espectáculo público y gratuito en medio de la plaza mayor. No se repara en gastos. Qué más da si varios de ellos ya están muertos y si uno en concreto, el pobre Félix Sánchez Acal, murió el mismo año en que empieza la serie anual y no pudo gastar ni un euro.

Da igual, ¡todos a la cárcel!, como en el divertido sainete cinematográfico de García Berlanga. Todos a la cárcel porque representan a una muestra significativa de los partidos políticos, sindicatos y patronales de la vieja política, esa que hay que aniquilar ya mismo. Todos condenados y todos entre rejas independientemente de cuáles sean sus responsabilidades, las tengan o no las tengan, todos solidaria y mancomunadamente responsables en la representación de un auto de fe donde todos acabarán en la hoguera.

Para qué investigar, aclarar detalles y procedimientos; para qué informarse de la legalidad, de las circunstancias y diferencias que determinan las responsabilidades personales e individuales de esos 86 casos, las únicas que deben depurarse separadamente en los estados de derecho formados por hombres y mujeres libres y responsables. Pero así, tratados en bloque, se ha hecho una causa general que, evidentemente, resulta más atractiva mediática y políticamente y da lugar a una sentencia única: todos delincuentes, todos a la cárcel.

Tuve la ocasión de pertenecer a uno de los órganos de la caja, la comisión de control. Aquella comisión no tenía funciones directivas ni ejecutivas, funciones que lógicamente no desempeñé. Todos los miembros de esa comisión teníamos unas retribuciones, consistentes en unas dietas por asistencia a las comisiones y en una tarjeta para gastos. Esta tarjeta, usada ahora para la regeneración de la vida pública española, fue aprobada por el Consejo de Administración, en 1988, bajo la presidencia de Jaime Terceiro. Su gestión y control, bajo la responsabilidad de los gestores y administradores de la entidad financiera, se organizaba del modo siguiente: había una cuenta habilitada para los cargos de la misma, esta cuenta se controlaba por los servicios de auditoría interna, se incorporaba a las cuentas generales de la entidad, se aprobaba con el conjunto de las cuentas y se sometía a la auditoría externa correspondiente. Después, las cuentas son aprobadas por el Consejo de Administración y por la Asamblea General. Posteriormente se presentan para su liquidación fiscal. Naturalmente, toda esa Contabilidad está supervisada por el Banco de España y la Consejería de Hacienda de la Comunidad de Madrid.

Cuando un consejero toma posesión de su puesto se le entrega la tarjeta. En ese momento, en mi caso concreto, se me hacen dos advertencias: no sobrepase el límite establecido (variable según los casos, al menos hay tres supuestos diferentes entre los 86: directivos, consejeros de administración y comisión de control) y no saque dinero del cajero. La pregunta inmediata en mi caso fue, ¿cómo se resuelve la tributación de estos gastos? La respuesta fue: la fiscalidad es asumida directamente por la entidad, estos gastos, al incorporarse a las cuentas de la entidad, son directamente tributados por la caja. Fiscalmente os corresponde incluir en el IRPF los ingresos recogidos en el certificado de haberes que anualmente se envía desde la entidad.

Siempre cumplí rigurosamente esas limitaciones y condiciones, reiterando a veces mi interés por conocer el cumplimiento de las obligaciones fiscales. Ante mi insistencia, se me informó que la Inspección de Hacienda estaba al tanto y daba su conformidad a ese modelo de tributación. No creo, por tanto, que haya que hacer una causa general de esto. Hay casos muy diferentes y responsabilidades diversas. Por mi parte, tengo la certeza de no haber cometido ninguna irregularidad y, en conciencia, sólo puedo admitir que, aun conociendo la anuencia entonces de la Inspección Fiscal, en el caso de que pudiera existir alguna discrepancia acerca de la forma en que se liquidaron aquellos impuestos y esa discrepancia me afectara, estaría dispuesto a subsanarla al instante.

Y así han pasado los años, hasta que salta el escándalo, promovido desde instancias oscuras, detrás de las cuales hay interés por ocultar el verdadero trasfondo del caso Bankia y una demagógica campaña de saneamiento de la vida pública española por parte de algunos «inocentes con las manos sucias», que no quieren perder comba en la agitada vida política de la España actual.

Y como colofón, ahí sale el ministro Guindos amenazando con una inspección exhaustiva a todo el sistema bancario para evitar estas prácticas. Me ha recordado al jefe de los gendarmes de la película Casablanca, en aquella escena en que se escandaliza y cierra el bar de Rick porque allí se jugaba, siendo él uno de los principales beneficiarios de la timba.

Juan Gómez

06 Octubre 2014

Carta a la Ejecutiva del Partido Socialista Obrero Español

Virgilio Zapatero

Ex Consejero de Bankia (PSOE)

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A la vuelta de un viaje fuera de Madrid por circunstancias familiares graves – que
vosotros conocías- me he encontrado con el aviso depositado en el buzón de
publicidad de la existencia de dos burofax que recogeré mañana martes, día 7. Con
independencia de cuál sea su contenido, y a la vista del aluvión y del contenido de las
declaraciones que habéis estado haciendo estos días, me veo obligado, tras cuarenta y
dos años de militancia en este partido, a manifestaros lo siguiente:

1.- Lamento profundamente la forma de proceder del nuevo secretario general del
PSOE, Pedro Sánchez, quien sin haberme pedido una mínima información ni
explicación y, por tanto, sin conocimiento de nada, ha anunciado reiteradamente a la
prensa que no le importa si el uso de las tarjetas de las que viene hablando la prensa
en estos días sea legal porque lo que él busca es una decisión implacable. Sin conocer
los hechos, los prejuzga y los califica oficiando de justiciero.

2.- No quiero calificar tales declaraciones que parecen buscar notoriedad y titulares de
prensa más que la verdad y la justicia, quiebran las mínimas garantías internas de
cualquier partido y, sobre todo, quebrantan el honor de un militante a quien el
secretario general públicamente insulta y ofende sin razón, sin conocimiento y
gratuitamente.

3.-Lamento profundamente asimismo las incesantes declaraciones del secretario de
organización, Cesar Luenga, en el sentido de haber ordenado que “la instrucción sea lo
más dura posible”. Entiendo que se trata de una amenaza con la que pretende que yo
no hable ante el partido y que presente mi renuncia cuanto antes para poder
presentarse al “Foro de limpieza democrática” -convocado para el sábado 11- como el
paladín de la lucha contra la corrupción. La política reducida a titulares y marketing.

4.- Esta forma de entender la política por parte del secretario general y su secretario
de organización, aparte del daño que suponen para mí y mi familia, no tienen que ver
nada con la transparencia, la ejemplaridad ni la ética; violenta las mínimas garantías,
no redunda en el prestigio del partido socialista, ni proporciona réditos políticos si es
eso lo que se busca, y puede terminar por confundir a este partido centenario, a quien
tanto debo y algo he servido, en un mero experimento populista.

5.- Como explicaré a la comisión ejecutiva en cuanto lea sus requerimientos, no he
tenido ninguna tarjeta B en mi vida, ni negra, ni black, ni fantasma, ni opaca como os
gusta decir. He declarado todos los ingresos que he percibido, liquidé sin que nadie
me lo pìdiera hace dos años todos los gastos de representación de 2011 y los de 2010
que conocía y, puesto que habláis de ética, renuncié hace dos años a 200.000 euros a
los que legalmente tenía derecho, sin publicidad alguna y sin que nadie me lo pidiera,
en razón de la grave situación de la entidad. Lo hice no por una obligación legal sino
por ser coherente con mi sentido de la ética tanto pública como privada.

6.- Después de 42 años en el partido socialista, no acepto chantajes ni presiones para
que no hable. Y por lo tanto, utilizaré todos los medios legales para defender mi honor.
Lo más cómodo para mí sería aceptar vuestras presiones y pedir la baja del partido
socialista, que es lo que ya pedís expresamente en vuestra permanente búsqueda de
titulares. No lo haré porque es una injusticia y un pésimo precedente para este
partido. No lo voy a aceptar y por ello estoy dispuesto a defenderme hasta el final. Sé
que podéis tener la tentación de expulsarme cautelarmente; una monstruosidad que
nunca he entendido cómo figura en los Estatutos de un partido democrático, dada su
manifiesta inconstitucionalidad. Pero vais a tener que seguir un proceso debido, con
todas las garantías para que yo pueda hablar e informar de lo que no queréis saber así
como defender mi honor, cosa que “el PSOE de antes” garantizó siempre a todos.

Virgilio Zapatero

09 Octubre 2014

Carta a la Ejecutiva del PSOE

Ignacio Varela

Ex Consejero de Caja Madrid (PSOE)

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Estimados compañeros: Tras pasar casi un mes fuera de España por motivos profesionales, he comprobado que durante mi ausencia habéis enviado a mi domicilio dos comunicaciones por burofax:

  1. La primera viene firmada por el Coordinador de la Secretaría de Organización y Acción Electoral, Juan Ramón Ferreira Alonso, y en ella se me comunica el acuerdo de apertura de un procedimiento de información reservada en relación con la percepción o disposición de importes mediante el uso de tarjetas de crédito vinculadas s las entidades Caja Madrid/Bankia así como la designación de Susana Sumelzo Jordán como instructora del procedimiento y Francisco Virseda Barca como secretario.
  2. En la segunda, firmada por la instructora y el secretario del procedimiento, además de reiterar el acuerdo anterior, se me requiere que proporcione una serie de datos supuestamente relacionados con los hechos que son objeto de dicho procedimiento “reservado”

Hago constar que tuve en mi mano ambas comunicaciones el 7 de octubre de 2014, apenas dos horas más tarde de mi llegada a Madrid, y que envío mi respuesta el día 9 de octubre. Hago constar también que el 2 de octubre, cuando tuve las primeras noticias a través de los medios de comunicación, hice llegar al Secretario de Organización y Acción Electoral del PSOE, César Luena, un correo electrónico que contenía un relato bastante completo y detallado de mi versión de los hechos. No he recibido respuesta a ese correo e ignoro si su texto ha sido transmitido a los instructores; en todo caso, lo que expondré a continuación lo reproduce en su mayor parte.

(Aprecio el rasgo de humor de calificar a este procedimiento como “reservado”)

Dividiré mi respuesta a vuestro requerimiento en tres partes:

En la primera formularé algunas consideraciones sobre la naturaleza  jurídica de la entidad en que se han producido los hechos; consideraciones, que, a mi juicio, por elementales que sean se ignoran por completo en el planteamiento de este expediente y son, sin embargo, fundamentales para situar los hechos en su contexto.

En la segunda, reiteraré mi versión de los hechos, tal como se los relaté en el correo citado al Secretario de Organización, con algún detalle adicional.

Finalmente, haré unas consideraciones sobre los datos que se me requieren en la comunicación firmada por la instructora y el secretario

Los llamados “antecedentes” del texto que he recibido contienen algún error de hecho que es fácil rectificar: yo formé parte del Consejo de Administración de Caja Madrid desde marzo de 2005 hasta julio de 2006: 17 meses. No es correcto, pues, el dato de que estuve en el Consejo “entre los años 2005 y 2007”. Mucho más trascendente es, a mi juicio, deshacer algunos equívocos sobre la naturaleza jurídica de Caja Madrid y del cargo de consejero de esa entidad. Conceptos que, como he señalado antes, no sólo se ignoran en la instrucción del procedimiento, sino que se tratan de forma totalmente desviada de la realidad. Creo que es importante dejar claro que:

  • Caja Madrid no es ni ha sido nunca una empresa pública

Es cierto que las Cajas de Ahorro han estado sometidas –especialmente en su origen- a un régimen jurídico distinto en algunos aspectos al de los bancos, pero ni el Estado ha tenido participación en su propiedad (que correspondía única y exclusivamente a sus impositores) ni les ha sido jamás aplicable la normativa que rige el régimen de la empresas de titularidad publica. Las Cajas de Ahorro (entre ellas, Caja Madrid), pueden ser consideradas como instituciones financieras de carácter singular, pero de ninguna manera como empresas públicas. Y a medida que sus actividades han evolucionado hacia el negocio bancario convencional y han entrado en competencia directa con los bancos, este carácter no público de las Cajas se ha acentuado.

Como consecuencia de lo anterior, los miembros del Consejo de Administración de Caja Madrid no son ni han sido nunca cargos públicos. Ninguna de las normativas que rigen el estatuto jurídico de los cargos públicos en España son de aplicación a los consejeros de esta institución financiera, que se ha regido hasta su desaparición por sus propios estatutos. De donde se deriva que la referencia al “desempeño de funciones públicas” sobre el que se pretende fundamentar el inicio de este “procedimiento de información reservada”, es claramente no pertinente.

A los miembros del Consejo de Administración de Caja Madrid no los designan los partidos políticos. Ni siquiera los proponen los partidos políticos. Yo fui elegido Consejero de Caja Madrid en marzo de 2005 por la Asamblea General de la Caja, a propuesta del Consejo de Administración y como representante de los impositores, que constituyen la parte más numerosa de dicha Asamblea. Del punto anterior se deriva que:

-No fue el PSOE quien me designó como Consejero de Caja Madrid;

-Mi función como Consejero no era representar al PSOE, sino a los impositores de la Caja;

-Mi actuación en el Consejo no estaba sometida a la disciplina de opinión ni de voto del PSOE;

-No estaba obligado a responder de mi actuación como Consejero ante el Partido Socialista, sino ante el órgano que me eligió, la Asamblea de Compromisarios de Caja Madrid.

Mi condición de militante socialista era, por tanto, desde el punto de vista jurídico y estatutario, una circunstancia totalmente accidental en lo que se refiere al ejercicio de mis derechos y al cumplimiento de mis deberes como Consejero de Caja Madrid (aunque sí fuera relevante desde el punto de vista político).

Todas estas precisiones son elementales para cualquiera que tenga un mínimo conocimiento del funcionamiento de las Cajas de Ahorro en España (lo que es singularmente exigible si se ha formado parte de alguno de sus órganos de representación o dirección)

Dicho lo cual, y entrando ya en el tema de las tarjetas de los consejeros, limitaré el relato de los hechos a mi experiencia personal (sin entrar, por tanto, en lo que haya podido ocurrir en otros casos, aunque tengo la fuerte presunción de que mi caso no fue la excepción, sino la regla): Fui elegido consejero por la Asamblea General de Caja Madrid, en representación de los impositores, en marzo de 2005, para ocupar el lugar de un consejero que había dimitido antes del final de su mandato. Al día siguiente de mi elección fui citado en su despacho por el secretario y asesor jurídico del Consejo de Administración, Enrique de la Torre, quien, entre otras cosas, me informó de lo siguiente:

La retribución ordinaria de los consejeros, me dijo, se divide en dos partes: por una parte, los ingresos directos por asistencia a las reuniones del Consejo y de sus Comisiones; por otra, recibirás una tarjeta de crédito de libre disposición (palabras textuales), con un limite mensual de gasto.

Pregunté expresamente si el uso de esa tarjeta estaba ligado al ejercicio de las funciones de consejero, y se me respondió: «No, forma parte de tu retribución ordinaria  como consejero, es de libre disposición y lo único que tienes que hacer es no sobrepasar el límite mensual de gasto».  Insistiendo, pregunté también si debía entregar facturas o justificantes de los gastos que hiciera con la tarjeta, y se me respondió: «No, nosotros llevamos el control desde aquí, puesto que recibimos todos los cargos. También nos ocupamos de su tratamiento fiscal. Si vemos alguna anomalía, te lo haremos saber. Por lo demás,  puedes usarla libremente».

(Yo no formé parte de ninguna Comisión ni en mi período se celebraron reuniones extraordinarias del Consejo; por tanto, mi retribución por este primer concepto se limitó a la correspondiente a la reunión mensual ordinaria del Consejo de Caja Madrid y de la Corporación Financiera, que se celebraban el mismo día).

Me aseguró, además, que este sistema de retribuciones de los consejeros era conocido y estaba avalado por todos los órganos competentes: la Comisión de Retribuciones, la Comisión de Control (encargada específicamente de controlar al Consejo), la Asamblea General (que aprobaba los presupuestos y las cuentas anuales) y, en última instancia, los auditores que anualmente revisaban las cuentas y el propio Banco de España y la CNMV, que controlaban a Caja Madrid como a todas las demás instituciones financieras del país

Estuve en el Consejo 17 meses. En ningún momento recibí indicación alguna sobre anomalías en el uso de la tarjeta, cuyos cargos se recibían regularmente en la administración de la Caja. Dí por hecho que si había algún gasto no adecuado por mi parte me lo harían saber, como me habían anunciado. En julio de 2006 dejé de pertenecer al Consejo. Hablé de nuevo con el Secretario y le pregunté qué debía hacer para devolver la tarjeta inmediatamente. Me respondió: «según las normas, tienes derecho a usarla hasta octubre, siempre respetando el límite de gasto. Después, simplemente rómpela y ya no atenderemos ningún gasto posterior»

Eso fue exactamente lo que hice. Insisto en que:

  1. a) Quien me dio todas esas indicaciones era el Secretario del Consejo de Administración y responsable del control jurídico de la actuación del Consejo, por lo que dí por seguro que todo lo que me decía era completamente legal;
  2. b) Se me dijo que el uso de la tarjeta, dentro del límite establecido, formaba parte de la retribución ordinaria de los consejeros.
  3. c) Se me informó de que la tarjeta era de libre disposición: es decir, no vinculada a gastos de representación ni a mi actividad como Consejero, sino equivalente a cualquier otra parte de mi retribución. Ante mi insistencia, se me repitió que la Administración de la Caja controlaba todos los cargos así como su tratamiento fiscal, por lo que no era necesario que conservara ni presentara documentación sobre su uso, puesto que ellos disponían de toda la documentación y si veían algo en ella que no fuera adecuado me lo comunicarían inmediatamente. Nunca recibí advertencia alguna sobre mi uso de la tarjeta.

En esa misma conversación, insistí en preguntar cuál era el uso habitual de esas tarjetas por parte de los consejeros. La respuesta fue: lo más habitual es que se usen para pagar comidas, viajes, libros o regalos pero no es obligatorio que sea sólo para eso.

Nunca me dijeron que pudiera usar la tarjeta para extraer dinero en metálico de los cajeros automáticos: de hecho, creo que la tarjeta que me entregaron carecía de esa función. En todo caso, ni siquiera lo intenté. En varios momentos, durante los meses siguientes, llamé a la Secretaría del Consejo para preguntar si estaba autorizado a usar la tarjeta para algún gasto privado (por ejemplo, viajes) que me creaba dudas. La respuesta invariable fue:

La tienes para eso. Ya te hemos dicho que forma parte de tu retribución ordinaria y es de libre disposición, siempre que no rebases el límite

En cuanto al aspecto fiscal: ya he repetido que Caja Madrid me aseguró que ellos se ocupaban de que todo estuviera en orden desde el punto de vista del tratamiento de las tarjetas ante Hacienda. Y yo creí lo que me decían: estamos hablando de la que era en aquel momento la cuarta institución financiera del país, bajo el control directo del Banco de España. Realmente, no valoré la hipótesis de que estuvieran arriesgándose a suministrar a Hacienda información falsa por el valor de una tarjeta que suponía una parte infinitesimal del negocio global de la Caja. Es cierto que Caja Madrid me envió en su momento el correspondiente certificado de ingresos y retenciones para la declaración del IRPF. Y yo, dando por hecho que los datos que allí figuraban eran correctos, se lo pasé a mis asesores fiscales para que, con el resto de mi actividad profesional, elaboraran mis declaraciones de la Renta y demás impuestos (IVA, Sociedades, etc). Tampoco mis asesores me señalaron que hubieran visto alguna anomalía o información insuficiente en los datos enviados por Caja Madrid. Y en los 9 años que han transcurrido desde mi salida del Consejo, no he recibido ninguna reclamación de la Agencia Tributaria en relación con mis declaraciones del IRPF, ni tampoco de los órganos de Administración de Caja Madrid (después, Bankia) relativa al uso de la tarjeta.

La pregunta, a los efectos de este procedimiento, es: ¿Me convierte todo esto en un “socialista indigno”? ¿Puede todo esto considerarse un fraude deliberado por mi parte?

En tal caso, mi supuesto fraude consistió en:

-Preguntar hasta en seis ocasiones al Secretario del Consejo (responsable también del control jurídico de la actuación del Consejo y de sus miembros) sobre la naturaleza y el uso de la tarjeta, para obtener siempre la misma respuesta;

-Seguir las indicaciones de la Comisión de Control (un órgano cuya misión estatutaria era precisamente controlar al Consejo) y de la Comisión de Retribuciones;

-Confiar en el funcionamiento de los órganos de dirección y control de la propia Caja Madrid y del conjunto del sistema financiero, incluidos el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

¿Qué hubiera debido hacer un “verdadero socialista”? ¿Sospechar que todas esas personas y órganos competentes en la materia me estaban mintiendo?, ¿meter la tarjeta en un cajón y no usar un dinero que, según se me reiteró varias veces, formaba parte de mi retribución ordinaria y tenía perfecto derecho a usar? Admito sin ambages que no se me no se me ocurrió pensar que el Presidente de la entidad, el Secretario del Consejo, la Comisión de Control, la Comisión de Retribuciones y la Asamblea General me estaban engañando y alentando a cometer un delito.

Agradezco también, tras 40 años de militancia, las lecciones públicas de “verdadero socialismo” que imparte la nueva dirección del PSOE.

En resumen: Es cierto que dispuse de una tarjeta de crédito durante los 17 meses en los que pertenecí al Consejo y también es cierto que la usé para gastos privados, en los términos estrictos en los que se me había informado que podía hacerlo. Y es igualmente cierto que en ningún momento tuve la menor conciencia de estar haciendo o haber hecho algo irregular o ilegal. En este asunto, a día de hoy, me siento más víctima que ninguna otra cosa.

La notificación firmada por la instructora de este “procedimiento de información reservada” me reclama datos, documentación e información exhaustivos sobre todos y cada uno de los gastos que hice con la tarjeta. Desgraciadamente, no puedo ni debo dárselos. En primer lugar, porque no están en mi poder. Ya lo he explicado: estuve convencido desde el primer momento –porque se encargaron de llevarme a esa convicción- de que no tenía ninguna necesidad de aprovisionarme de documentos, facturas o justificantes de cada gasto que hiciera, puesto que todo estaba bajo el control y custodia de la administración de la Caja. Puedo decir, en líneas generales: – Que, efectivamente, como ya he admitido, realicé gastos de naturaleza privada. También otros: por ejemplo, los que realicé para pagar determinadas actividades del partido con pleno conocimiento y consentimiento de sus dirigentes, no sé en qué categoría englobarlos. – Que, tal como me habían indicado en la primera conversación, la gran mayoría de los gastos privados que realicé con la tarjeta se correspondieron con los que me dijeron que eran más usuales: comidas, libros, viajes y regalos. Pero además, tengo que hacer una reflexión adicional: Este asunto está en este momento sometido a una investigación judicial y a una investigación de la Agencia Tributaria. Los detalles de todos y cada uno de los gastos que se hicieron con las tarjetas están en manos del juez que dirige la investigación., que aún tiene muchas decisiones que tomar con esa información. Que yo sepa, el Partido Socialista no es parte en este procedimiento judicial.

Por lo tanto, en mi humilde opinión: Ni el Partido Socialista está legitimado para exigir que se le entreguen unos datos que forman parte de una investigación judicial, Ni yo estaría autorizado a entregar esos datos a una organización política, al margen del proceso judicial. Lo que se reclama en este “procedimiento de información reservada” es sencillamente un imposible: ni es lícita la reclamación ni sería lícita la satisfacción de la reclamación. Así pues, de momento lo único que puedo ofreceros, en lo que valga, es mi testimonio personal.

Hay un asunto que no figura en el escrito de acusación pero que ha sido reiteradamente mencionado por los dirigentes del Partido Socialista desde el primer día en que este tema apareció en los medios de comunicación: la devolución del dinero gastado con estas tarjetas. Mi posición al respecto es clara: si, estoy dispuesto a devolver el dinero. Estoy dispuesto a hacerlo en el mismo momento en que me lo ordene un juez y a la vez me indique la ventanilla en la que debo depositarlo. No antes ni de otra manera. Esto es así porque yo creo que en un país serio este tipo de cosas (si un dinero se ha obtenido de forma legal o ilegal, si existe o no obligación de devolverlo y, en su caso, cómo y dónde debe efectuarse esa devolución) las deben decidir los  jueces y no los dirigentes de los partidos políticos; y deben resolverse en los tribunales y no en las tribunas políticas o mediáticas. . Tiene que ver con mi concepción del funcionamiento del Estado de Derecho, aunque admito que puede y parece haber otras.

Una puntualización final: La dirección del Partido Socialista se ha sentido libre para proclamar públicamente la apertura de este “procedimiento reservado”, presumir de haber dado órdenes precisas a la instructora, anticipar su desenlace antes de haberse iniciado el primer trámite y ofender gravemente en público a las personas implicadas. Eso sí, “con todas las garantías procesales”.

Yo renuncio a todas esas cosas (especialmente, la de ofender a las personas), pero me siento libre de dar a este escrito el tratamiento privado o público que crea oportuno, reivindicando como válido para todos el hasta ahora inédito concepto de lo que es un procedimiento reservado.

Un saludo

Ignacio Varela.

El Análisis

UN SÍNTOMA

JF Lamata

Teniendo en cuenta el estilo de los medios de comunicación en España, no sorprende que presentaran el caso de ‘las Tarjetas Opacas’ de Caja Madrid como si todos los consejeros fueran una panda de mini-Roldanes o mini-Bárcenas que habían estado robando el dinero de los clientes de la citada caja de ahorros, lo cuál era rotundamente falso. El hecho de que los consejeros de Caja Madrid dispusieran de una tarjeta opaca no es algo ilegal. Incluso dentro del conglomerado del caso Bankia era algo bastante secundario en comparación a lo que suponía el maquillaje de cuentas y demás. Lo único ilegal en el punto de las tarjetas era el hecho de que no se hubieran practicado las correspondientes retenciones en sus gastos, pero eso no era responsabilidad de los consejeros, sino de la entidad que había repartido las tarjetas y creado el sistema. Por lo que es bastante lógico que los que los únicos imputados fueran los presidentes de Caja Madrid y su financiero.

Ahora bien, el hecho de que no fuera delito no impide que fuera relevante el hecho de que todos los consejeros tuvieran justo a su sueldo una tarjeta extra para gastos complementarios es un buen síntoma para saber cuál era el nivel de vida de las Cajas de Ahorro: era el mejor síntoma del espíritu de ‘el último que apague la luz’ que marcó a las Cajas que parecían actuar como si pensaran que el nivel de beneficios de la caja no iba a descender nunca y la fiesta nunca iba a terminar. Pero terminó.

J. F. Lamata