17 abril 1996

El editorial incluye insultos a Pedro J. Ramírez, José Luis Gutiérrez, Martín Ferrand, Pablo Sebastián y Antonio Herrero

Brutal ataque de DIARIO16 a periodistas de ‘El Sindicato del Crimen’ y a Miguel Ángel Rodríguez, reproducido también por EL PAÍS

Hechos

El 17 de abril de 1996 el periódico DIARIO16, propiedad de D. José Luis Domínguez, dedicó un editorial a ‘denunciar’ la actitud de periodistas de la AEPI y de D. Miguel Ángel Rodríguez contra ellos. El editorial fue reproducido también contra EL PAÍS.

Lecturas

EL ORIGEN: LA TERTULIA DE ‘LA MAÑANA’ DE COPE

pedrojota_d16El 15.04.1996 el periódico DIARIO16 publicó una columna de D. Santiago Belloch titulada ‘Pedro José I, Rey del Mundo’ en la que se burlaba del director de EL MUNDO, D. Pedro J. Ramírez. El 16.04.1996 en el programa de radio ‘La Mañana’ de la cadena COPE, en la tertulia, conducida por D. Antonio Herrero, se hicieron diversos juicios críticos contra DIARIO16. D. Pedro J. Ramírez, presente en la tertulia consideró lamentable el texto del Sr. Belloch. D. Antonio Herrero calificó a los nuevos propietarios de DIARIO16 (D. José Luis Domínguez y D. Miguel Ángel Jiménez) de ser ‘gente del PSOE’. El tertuliano D. Manuel Martín Ferrand señaló abiertamente al Banco Central Hispano de D. José María Amusátegui de estar sosteniendo aquella operación para la supervivencia de DIARIO16, mientras que el tertuliano D. Pablo Sebastián advirtió que la operación incluía el fichaje de socialistas como D. Ramón Cotarelo como responsable de las páginas de opinión del diario. Así mismo que, a su ver, la única solución era que D. José Luis Gutiérrez volviera a la dirección de DIARIO16.

RÉPLICA DE DIARIO16:

En ese contexto DIARIO16 publicó el artículo ‘Se acabó nuestro Silencio’ arremetiendo contra todos aquellos tertulianos. Aunque el ataque más sorprendente, era el que se producía contra D. José Luis Gutiérrez (‘el Guti’), el que hasta hace apenas unos meses había sido su director, al que se le arremetía con especial saña por su amistad con los tertulianos de la COPE antes citados.

Audio: José Luis Gutiérrez habla con J. F. Lamata sobre su despido de DIARIO16

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DIARIO16 CONTRA MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ

Pero en ese editorial de ‘Se acabó nuestro Silencio’ además de atacar a los tertulianos de la COPE y a D. José Luis Gutiérrez se atacaba al dirigente del Partido Popular, D. Miguel Ángel Rodríguez, jefe de comunicación del PP e inminente nuevo Secretario de Estado de Comunicación. Esto es lo que decía de él aquel editorial:

«Personajes, como el ínclito Miguel Ángel Rodríguez, chico de la Prensa de José María Aznar, y cuyo bagaje cultural e intelectual apenas alcanza primero de BUP, se arrogan una autoridad que nadie les ha dado. Hasta el escándalo de exigir la vuelta de su buen amigo ‘El Guti’, o en compensación nombrar comisarios políticos en cada uno de los diarios de ese Grupo. Semejante mamarracho que proclama a los cuatro vientos que hay que cerrar EL PAÍS y que en su mano está el futuro del Grupo16 no merece más líneas».

Audio: D. Miguel Ángel Rodríguez (Secretario de Estado de Comunicación, jefe de prensa del PP y portavoz del Gobierno en 1996) explica a J. F. Lamata su postura ante DIARIO16:

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Los ataques a D. Miguel Ángel Rodríguez tenían un contexto muy claro. Según la versión relatada por el Sr. Rodríguez, los propietarios de DIARIO16, D. José Luis Domínguez le habían pedido ayuda económica para salvar al diario del nuevo Gobierno del PP.

12 Abril 1996

PEDRO JOSÉ I, REY DEL MUNDO

Santiago Belloh

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Baron del Balcón de Carabaña, conde de Garsón, hijo ilustre de la ambición y la ira, maestro de lances de guerra, martillo de herejes, paladín del juez de jueces, luz de la nueva cristiandad, filósofo de Génova, pluma de la caverna, emperador del pánico, terror de infieles, padre de la patria que viene, traficante de pesadillas, aznar de aznares, estrella de la mañana, volcán de la miseria, genio del rencon, tótem de la mezquindad, ángel de la soberbia, Armagedón de presidentes, señor de Cascos y otras alegrías, caudillo de tiburones, orgullo del os héroes patrios, refugio de perotes, místico de la audiencia, rey de reyes, rey del Mundo.

Loor y gloria a ti por los siglos de los siglos. Que rindan pleitesía ante su genio Cervantes y Lope, Quevedo y Góngora, el duque de Alba, el conde de Godó, el otro ‘conde’ y el señor de Fierabrás. Que alumbre tu difícil camino la sombra ilustre de Maquiavelo y Fouché, el coraje iluminado del conde duque de Olivares y la honradez sublime del Síndrome de la Rosa. Que la Historia seas tú y tú seas la Historia. Humildemente, con toda la sinceridad de tus portadas, totus tuus.

Pedro José I fue el genio que calmó el temporal de la eterna derecha gobernante. El fue el maestro que descubrió que ya no había derehca en este país. Iluminó nuestras vidas creando el Centro y adoptando al Churchill de Valladolid como hijo predilecto. No fue fácil descubrir verdad tan sencilla, hicieron falta muchas y grandes hazañas para alcanzarla. Fue necesario que durante años llegase a buen puerto un largo convoy de preciosas asistencia que, desinteresada constancia, le hizo llegar algún ‘conde’ cuyo título exacto no tengo el placer de recordar. Fue necesario purificar su espíritu defendiendo la actuación del GAL allá donde hiciera falta, no ahora – diez años después – sino entonces cuando más mérito y coraje exigía, incluso antes de que Domínguez y Garzón tuviesen aquella larga, deliciosa y personal velada. Nostalgias de tiempos pasados en que la verdad y la gloria iluminaban tan sólo débilmente la grandeza de sus miras, la altura de su genio y el volumen de su tirada. Fue necesario que en largas noches de ingenios y desvelos descubrieron su vocación y su destino. Antes de alcanzar la senda de la verdad y la vida tuvo que comprender – ¡Saulo, Saulo…!  Que Satán anidaba en el corazón de La Moncloa.

Sólo su sentido del deber, su honrosa y meritoria marcha hacia la perfección, su personal estación de Finlandia, le hicieron dedicar largos esfuerzos investigadores en las áureas tarde de Madrid. Al otro lado de su esfuerzo fueron saliendo, tarea de titanes, uno a uno, los turbios secretos de las pecadoras Fuerzas de Seguridad del Estado. Él nos iluminó con sus titulares sobre el carácter asesino de quienes lucharon contra el terrorismo de ETA. Fue él, luz del occidente cristiano, unidad de destinos en lo particular, el que consiguió arrancar – no está en la cárcel, lo que indica que lo hizo legalmente – los misterios guardados bajo cien llaves de fuego en las cajas de seguridad de la Audiencia Nacional. Guardián perfecto de sus secretos e imparcial coloso de la lucha titánica de la Justicia contra las fuerzas del mal, hoy se ha sabido que el juez Garzón iba a ser investigado en el Tribunal Supremo por su vieja tertulia dominguiana.

Pedro José I, rey del Mundo, sigue en la brecha irrenunciable de la búsqueda y captura de la verdad verdadera, por oculto que sea su cobijo y triste el aspecto de su morada. Seguirá, sin relevo ni descanso, en su personal manera de entender la investigación, le cueste lo que le cueste, aunque sea la pesadumbre de aumentar en cien mil ejemplares su tirada. Ha sido su genio y su figura la que acaba de cerrar otra hazaña bíblica en la lucha contra el delito. Ha acusado, en una de sus salomónicas primeras páginas, de maestro y padre putativo de asesinos al General Galindo, pieza clave de la lucha contra ETA durante toda una década. Causa asombro y fervor leer, en uno de esos sencillos textos que caracterizan su reinado, unas sinceras palabras… “tras meses de duras investigaciones…” ¡Qué mérito, señores! ¡Qué grandeza la de este hacedor de luz entre las densas tramas del misterio y la oscuridad! ¡Meses de investigación! Hay descreídos que opinan que eso puede dar una idea de la altura, profundidad y anchura de su caja fuerte.

Él supo sacar a la luz los secretos de ese modélico español que es el coronel Perote. Cierto es que algunos sospechan, incluso tienen la certeza, de que se trata de un traidor a su patria. Pura maledicencia. También es verdad que algunos miserables de escasas luces opinan que esa portada volverá a relanzar a ETA y a sus perros de presa. Tonterías. La verdad es la verdad y el que no quiera bromas que no venga al pueblo. Sobre la necesidad de esta portada y la hondura moral de su contenido podría servirnos de iluminación una sentencia  les aseguro que cierta – y por la que, dado su carácter atrevido, de antemano solicito su perdón y su benevolencia: Resultando Probado, que el inculpado dirigiéndose a la víctima le dijo: ábrete de piernas, corazón, que te vas a tragar este plátano; Considerando, que en modo alguno es necesaria ni conveniente la referida postura para ingerir el mencionado fruto, Fallo, que debo condenar y condeno.

Santiago Belloch

16 Abril 1996

SE ACABÓ NUESTRO SILENCIO

Editorial (Editor: D. José Luis Domínguez)

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Desde el pasado día 22 de enero este Grupo, que ha sido siempre el estandarte de la libertad de expresión cuenta con un nuevo accionariado. Los nuevos accionistas, como primera medida, recuperaron la presencia en su equipo de Dirección de Juan Tomás de Salas, quién fue arrojado de la propiedad y de la Presidencia por intereses que algún día explicaremos; y, en segundo lugar, manifestaron su deseo de recuperar el espíritu del 16. Desde entonces hemos venido sufriendo en silencio ataques, insultos, mentiras y agresiones de todo signo, fundamentalmente inspiradas por esa banda de manipuladores de la verdad, mercenarios de oficio y gansters de la pluma, que bajo el mando de llamado ‘Sindicato del Crimen’ se arropan unos a otros, en un intento de seguir medrando y enriqueciéndose con una mercancía tan valiosa y sensible como la información.

Alguno de esos pandilleros, como nuestro ínclito Martín Ferrand, no han dejado de atacar a esta Casa. Quizá lo hace despechado porque un banquero no le entregó esta empresa a coste cero, sin arriesgar un duro y con una subvención que solicitó de miles de millones de pesetas. Todavía tuvo la desvergüenza de pedir que se le pagara su triste colaboración con un coche, previa liberación de los impuestos correspondientes, ya que la situación económica de la empresa no podía hacer frente a sus honorarios, por otra parte privilegiados gracias a su amistad con el anterior cancerbero de las libertades de este diario.

Y puestos a hablar de cancerberos de la libertad de expresión, y como autor del desastre empresarial al que se llevó a este Grupo, habría que hablar del director cesado, José Luis Gutiérrez, sobre quien hemos guardado un piadoso silencio, que rompemos hoy ante su preocupante paranoia. Sin que se sepa por qué, desde el primer momento José Luis Gutiérrez achacó su cese a ‘una operación de La Moncloa’ comandada por el ministro en funciones de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba. Ni el ministro Rubalcaba, ni el Gobierno en funciones, ni el Partido Socialista, ni cuantos fantasmas de uno u otro signo quiera añadir José Luis Gutiérrez han tenido nada que ver con su relevo al frente de DIARIO16. Los hechos son menos heroicos y más prosaicos. Su cese se debió pura y simplemente a la fuerte caída en las ventas (perdió dos de cada tres lectores durante sus tres años de responsabilidad en el periódico) y a la política de terror informativo insaturada en la Redacción. Que Dios le confunda con sus 75 millones de indemnización que se llevó cuando en esta Casa hasta la última peseta es necesaria para pagar al último trabajador. Todo esto sin recordarle que cuanto en esta empresa había colaboradores y trabajadores que no podían cobrar, consiguió una subida salarial de 5 millones para él mismo por aquello de sus impagables servicios.

Aun con todo eso, DIARIO16 es el séptimo periódico más leído de España según el Estudio General de Medios, y debe ocupar el puesto de cabeza que le corresponde por su profesionalidad y calidad informativa contrastadas.

Un ejemplo vergonzoso de todo lo contrario, es decir, de mirarse morbosamente el ombligo, fue la tertulia del lunes por la mañana en la COPE, conducida por Antonio Herrero. El conocido cantamañanas; el ex colaborador de DIARIO16 Martín Ferrand; el director de EL MUNDO, Pedro J. Ramírez, y su columnista Pablo Sebastián desgranaron la mayor colección de infamias que este periódico haya recibido en toda su historia. La nutrida representación del llamado ‘Sindicato del Crimen’ calificó a los nuevos accionistas y a los recientes nombramientos directivos de ser ‘gente del PSOE’ (Herrero); acusó al Banco Central Hispano de estar teledirigiendo una oscura operación de supervivencia de esta Casa (Martín Ferrand); dijo que Ramón Cotarelo será nuevo responsable de las páginas de opinión de este periódico y, entre otras cosas, que José Luis Gutiérrez ha de volver a la Dirección de DIARIO16 (Sebastián). El más sibilino fue, una vez más, el director de EL MUNDO, Pedro J. Ramírez, quien dijo tener ‘sentimientos ambivalentes’ hacia DIARIO16 por haberlo dirigido y se limitó a lamentar que, en uso legítimo de nuestro derecho, prestáramos a Santiago Belloch una tribuna donde expresarse, en referencia a su artículo del lunes titulado ‘Pedro José I, rey del Mundo’. Su discreción, no obstante, no le impidió sembrar chinitas, o minas, contra las soluciones a la crisis de esta editora que ofrecen las guías oficiales.

Ladran porque cabalgamos, porque desde las elecciones del 3-M las ventas de DIARIO16 crecen mientras que las de otros periódicos caen en picado. Pero no hemos de callarnos ante esta nueva operación de acoso y derribo de DIARIO16 que dirigen los miembros de ese ‘sindicato’ presuntamente criminal y presuntamente periodístico.

Entre los perros que ladran desde hace tiempo y anteayer ladraron una vez más está ese confuso y dudoso personaje que atiende al nombre de Sebastián Pavón autor de uno de los desastres empresariales en el mundo de comunicación de más alto calado y en más breve tiempo que se recuerda, y que no tuvo vergüenza alguna de embolsarse más de 100 millones mientras mandaba a su empresario a una silla de ruedas. Semejante individuo no merece más atención que el mayor de los desprecios. Y clama al cielo que con esa biografía, la más oscura y deleznable de esta profesión, todavía se atreva a escribir en las páginas de un periódico.

Pero es que no escribe en las páginas de un periódico, escribe en el boletín de Pedro José I, el personaje más lamentable que circula por el mundo periodístico. Autonombrado consejero áulico del futuro presidente del Gobierno, utilizad un periódico construido con el dinero distraído de un banco que hemos pagado todos los españoles y reparte carnés de ciudadanos de bien desde las páginas de su libelo sin ningún rubor.

Ante la caída de ventas de su libelo, su única aspiración es que DIARIO16 cierre, a ser posible en Sevilla, para así poder recuperar cuotas de mercado y presencia. Una vez que se le han acabado los ‘dossieres’ de los Mario Conde, los Javieres de la Rosa, los Perote y demás íntimos amigos, esperamos ansiosos sus exclusivas informativas, que él sabe que jamás conseguirá porque nunca ha cumplido las mínimas normas éticas del periodismo. Ha sido un conspirador mago del marketing.

Estos y otros personajes, como el ínclito Miguel Ángel Rodríguez, chico de la Prensa de José María Aznar, y cuyo bagaje cultural e intelectual apenas alcanza primero de BUP, se arrogan una autoridad que nadie les ha dado. Hasta el escándalo de exigir la vuelta de su buen amigo ‘El Guti’, o en compensación nombrar comisarios políticos en cada uno de los diarios de ese Grupo.

Semejante mamarracho que proclama a los cuatro vientos que hay que cerrar EL PAÍS y que en su mano está el futuro del Grupo16 no merece más líneas. Sabemos que hay muchos intereses en juego, sabemos que muchos desean el fin de este diario, pero a todos ellos les diremos una sola cosa: mientras haya una brizna de libertad en este país, mientras quede una resma de papel para imprimir ideas en libertad, existirá el ‘Grupo16’.

17 Abril 1996

GONZÁLEZ, LINCHADOR DE PERIODISTAS

José Luis Gutiérrez

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El grueso perfil antidemocrático de Felipe González, que se reproduce y encuentra continuidad en sus más próximos colaboradores, ofrece su plasmación más grosera en las campañas propagandísticas o en los operativos de linchamiento moral y público de todos los desafectos, de todos quienes han osado criticar el régimen felipista, denunciar sus abusos, sus corrupciones, los crímenes del GAL. El caso de mayor abyección moral e intelectual, es, sin duda, la campaña lanzada contra los escasos medios y periodistas que han logrado desvelar los infinitos casos de corrupción del felipismo  como muestra, 47 comisiones de investigación parlamentaria vetadas por González es decir, que se ha  privado a los ciudadanos de su inalienable ‘derecho a conocer’ –. A todos ellos se les denigra y calumnia, de tal forma que si no se puede hacer desaparecer el mensaje, se trata de destruir al mensajero. Y se utiliza uno de los procedimientos que popularizaron los nazis, consistente en extraer un aspecto supuestamente negativo, descontextualizarlo, deformarlo y agigantarlo con toda la megafonía disponible. Sobre todo si el mensajero se empeña en cumplir con esa elemental obligación consistente en tratar de descubrir la verdad de las cosas y explicársela a sus conciudadanos. González ha creado estilo propia en la ingeniería de la mordaza y el silencio.

El pasado 31 de enero de 1996 fui cesado como director de DIARIO16 tras tres años y medio en el cargo, después de 16 años de permanencia ininterrumpida en el periódico, cuando faltaban unos días para cumplir 20 años en el Grupo16.

Todo eso, toda una carrera profesional unánimemente reconocida, era ayer vilipendianda en un editorial del que fue mi periódico hasta hace dos meses, lo que me obliga a romper el silencio que me había autoimpuesto. Nunca, a lo largo de su veinte años de historia, y, desde luego, durante los tres años y medio últimos, se había publicado en DIARIO16 un editorial semejante, que violenta las más elementales normas éticas y de respeto hacia quien había sido su director, con groseras calumnias  y terribles insultos e injurias vertidos en un texto editorial. Se me sienta en el diván del psiquiatra y se me diagnostica un ataque de ‘paranoia’ – ya sabemos quiénes usaban tales procedimientos – por haber sugerido que el Gobierno socialista y el ministro Rubalcaba, entre otros, habían tenido algo que ver con mi cese y me atribuye, nada menos, que la condición de ‘autor del desastre empresarial al que se llevó este Grupo’.

‘Los hechos – prosigue el texto – son menos heroicos y más prosaicos. Su cese se debió pura y simplemente a la fuerte caída en las ventas (perdió dos de cada tres lectores durante sus tres años de responsabilidad al frente del periódico) y a la política de terror informativo instaurada en la Redacción…’

Las imputaciones son terriblemente calumniosas, infames y, sobre todo, disparatadas. A hube de responder a ellas en otras dos ocasiones, cuando se trató de transmitirlas a la redacción del periódico o, en cierta ocasión, en un almuerzo con el subsecretario de Comercio, Ángel Serrano – amigo, mentor y protector, junto con el ministro Gómez Navarro, del actual presidente de DIARIO16 – que enunció milimétricamente los mismos argumentos que leí ayer en el citado editorial. A Serrano, y a todo el que quiso oírme, le expliqué simples obviedades, que todo el mundo en esa Casa conoce. Por ejemplo:

La pérdida de ventas de DIARIO16 se produjo como consecuencia de los seis días de huelga que padeció el periódico a finales del 93 y principio del 94. Estamos pues  así se lo hice saber a Serrano – ante una nueva actuación de los inoculadores de virus que, acto seguido y tras infectarle, te venden el antibiótico, al ser conocida por todos la intervención felipista en todas las maniobras de desestabilización del Grupo16. La imputación de autor del desastre empresarial es, sencillamente, un disparate entre otras cosas porque yo era el director del periódico. Los responsables empresariales del Grupo lo saben muy bien. Por ejemplo: uno de ellos, no hace mucho, escuchó estas palabras de una conocida personalidad financiera: ‘Todos en el Grupo16 deberían estar muy agradecidos a José Luis Gutiérrez, porque él ha salvado el periódico y el Grupo. Le ha dado recursos, le ha permitido vivir durante estos últimos dos años’. Acaso el conocido financiero se refería a los esfuerzos titánicos que hubo que realizar durante los últimos tres años para evitar la desaparición del periódico. O, los más de tres mil quinientos millones de pesetas que quien esto firma logró aportar como recursos al Grupo. Es decir, quienes hoy me injurian y calumnian, lo hacen sobre unas páginas que yo he contribuido poderosamente, y mucho más allá de mis obligaciones, a mantener vivas.

Seré prudente y guardaré silencio porque no deseo perjudicar a nadie en una Casa que ha sido la mía durante dos décadas. No hablaré de ciertas operaciones andaluzas. No reproduciré los elogios epistolares que me dedicó profusamente el actual presidente del Grupo16 (Gutiérrez es el ‘principal activo del Grupo’, ‘insustituible’, ‘providencial’, son algunos ejemplos de la incontenible catarata de lisonjas que ayer, misteriosamente, se transformaron en insultos y calumnias), ni siquiera los que, públicamente, me han dedicado él u otros responsables empresariales, como el actual consejero delegado. Sólo decir que la línea editorial de DIARIO16 es, era hasta hace poco, algo demasiado serio, que no debía haber sido manchada con tales bajezas, la primera de ellas, arremeter tan rastreramente contra su último director, con nombres y apellidos.

Limpieza étnica

Estremecimientos produce leer que bajo mi dirección se instauró una política de ‘terror informativo’ en la Redacción. Durante los años que permanecí como director, ni un solo asunto informativo fue considerado tabú, todo el mundo pudo desarrollar su trabajo en libertad, nadie quedó sin voz, a ni uno solo de los afectados por informaciones u opiniones se le privó de su inalienable derecho de réplica. Y esto lo escribe un periódico que, en apenas unos días, ha realizado una auténtica ‘limpieza étnica’. Ha cesado a tres responsables de periódicos regionales  – Alemany en Baleares; Montesinos en Murcia; Rossell en Andalucía; ha prescindido, o no ha hecho lo suficiente para que permanezcan en la Casa quienes eran, sin duda, la más relevante seña de identidad del periódico, Gallego & Rey; se han producido dimisiones de gran parte del staff en Andalucía; se ha dicho adiós a todo un consejo editorial integrado por dos decenas de personas, que además habían resistido durante más de un año sin cobrar sus colaboraciones; que colaboradores valiosos abandonan el diario; que ha cesado al director general del Grupo, Javier Aldea, y al director general de publicidad, Manuel Idiarte.

Que Dios le confunda – añade el texto editorial sobre mi persona – con sus 75 millones de indemnización, que se llevó cuando en esta Casa hasta la última peseta es encesaria para pagar al último trabajador. Todo esto sin recordarle que cuando en esta empresa había colaboradores y trabajadores que no podía cobrara consiguió una subida salarial de 5 millones para él mismo por aquello de sus impagables servicios’.

Habría que recurrir a los libelos y panfletos de preguerra para encontrar un párrafo tan infame, tan aterrador y demagógico como el citado, donde cobra toda su virtualidad la vieja sentencia de que la demagogia es la antesala del fascismo. Es espantoso lo leído y yo estoy seguro que Juan Tomás de Salas, que, al parecer, recobra parte de su antiguo ‘status’ en el Grupo, no permitirá que estas cosas queden sin respuesta. Y que exigirá a los empresarios que cumplan con su principal obligación, aportar capital y atender sus responsabilidades con todos sus empleados.

Para que no haya dudas: fui despedido con nocturnidad y alevosía, un 31 de enero. Se me entregó una carta de despido, en la que se me manifestaba el deseo de la empresa de que continuara vinculado a ella. Se me entregó carta de despido, en la que se me manifestaba el deseo de la empresa de que continuara vinculado a ella. Se me comunicó verbalmente que seguiría de director de Publicaciones, que sería nombrado consejero y que se buscarían otras funciones para mí. Estamos en abril y aún espero. Acudí en conciliación a magistratura, alcanzando el acuerdo con los representantes de la empresa, que admitieron que mi despido fue nulo de pleno derecho. Renuncié a todos los derechos que ampraba mi contrato e hice uso únicamente de los que establece el Estatuto de los Trabajadores y las nóminas devengadas y no cobradas. Punto. Soy, por cierto, el único director del periódico en toda su historia que ha renunciado a los derechos de su contrato de dirección, que hubieran supuesto casi un tercio de la indemnización total. He recibido una docena de letras y aún no he cobrado una sola de ellas. No he cobrado una sola peseta. La ‘subida salarial’ de la que habla el editorial- ¿cómo han podido llegar a esto? – es, también, una burda falsedad, una auténtica canallada.

El 13 de enero de 1995, fui nombrado director general de Publicaciones del Grupo16 por el Consejo de Administración. Meses más tarde, el 10 de mayo, se me entregó una carta firmada por el consejero delegado, en la que se establecía el correspondiente sueldo, que, ‘dadas las dificultades económicas por las que atraviesa la empresa… hemos cifrado en 6 millones de pesetas brutas anuales…’

Días más tarde, escribí al presidente otra carta por la que ‘renuncio a mis emociones’. Es decir, no sólo renuncié a tales emolumentos, ni he cobrado ni una sola peseta por tal tarea: ni siquiera exigí su pago en la liquidación tras el despido.

¿Cómo se puede recoger en un editorial de un periódico que se pretende serio semejante manojo de infamias y calumnias contra quien ha sido su director apenas dos meses atrás, mezclándome con historias que desconozco y personas a las que apenas trato? ¿Qué explicación tiene semejante texto, que he leído sin salir de mi estupor, tras regresar de unas vacaciones y cuando me disponía a emprender otro viaje? Acaso parte de la explicación se encuentre en este escueto documento que obra en mi poder: ‘Por la presente me comprometo a salir del Grupo16 si lo hace José Luis Gutiérrez. Madrid, 31 de Julio de 1995’. Está firmado por Domínguez, actual presidente del Grupo16.

Mientras tanto prosigue, con su cobertura de medios amigos, la campaña de González de linchamientos, insultos, calumnias, difamaciones, contra quienes desvelaron la corrupción y el latrocinio generalizado, los crímenes de Estado, tratando de ahondar y profundizar en la división y el enfrentamiento entre periodistas y medios sin advertir que las mentiras tienen las patas muy cortas. ¿Quién, quienes cuánto, cómo y dónde han robado los cientos de miles de millones de pesetas que han desaparecido de las arcas públicas estos trece años? ¿Quién mando asesinar desde los aparatos del Estado? Éstas son las ‘W’ que debe responder cualquier periodista honrado en este país. Hago votos para que el que ha sido mi periódico hasta hace dos meses, prosiga en la tarea.

José Luis Gutiérrez

18 Abril 1996

CARTA DE MANUEL MARTÍN FERRAND AL DIRECTOR DE DIARIO16

Manuel Martín Ferrand

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Señor director:

Aunque le imagino cansado de tanto soportar el estandarte de la libertad de expresión, le ruego incluya estas líneas en su DIARIO16.

Su editorial de hoy – ‘se acabó nuestro silencio’ – además de reverdecer un lenguaje y unos modos inéditos en la Prensa española desde los años treinta, es un cúmulo de falsedades. En lo que a mí respecta al margen de los ásperos adjetivos con que me regala, debo decirle:

1. Es cierto que en septiembre de 1993 traté, en compañía de otros amigos y compañeros, de adquirir ese periódico que estaba en venta. Nuestra oferta no fue, y podría haberlo sido como lo evidencian transacciones posteriores, de ‘coste cero’. Se elevó a mil millones de pesetas y de ello podrían dar fe los negociadores bancarios que, en el ejercicio de su voluntad, prefirieron otros ofertantes. No hay despecho que valga.

2. Colaboro en ese periódico, invitado por su dignísimo director don José Luis Gutiérrez, desde septiembre de 1993. Desde esa fecha era acreedor del importe de mis colaboraciones profesionales y en octubre de 1995 recibí, como parte del importe un automóvil, tal y como usted dice. No entiendo su extrañeza porque un profesional reciba un pago por su trabajo. Fue una gentileza por mi parte aceptar ese pago ‘en especie’ ante la delicada situación económica de la casa que aliviaba así, según se me informó, su cartera publicitaria. En cualquier caso, para su satisfacción de husmeados fiscal, he declarado el ‘ingreso’ como retribución en especie y hecho el depósito correspondiente. Sigo siendo acreedor de su periódico en una (para mí) importante cantidad.

Nunca esperé agradecimiento de mi entrega a esa Casa que con tanta jerigonza defiende, pero su editorial de hoy marca un nuevo límite en el despropósito al que puede llegarse en las relaciones entre las personas y en el ejercicio de algo que recuerda al periodismo.

Manuel Martín Ferrand

El Análisis

¡DINERO, POR FAVOR!

JF Lamata

Los propietarios de DIARIO16 no atacaban gratis, querían dinero, pero no para ellos, para salvar al periódico de la quiebra y a los puestos de trabajo. D. José Luis Domínguez y D. Miguel Ángel Jiménez querían que D. Miguel Ángel Rodríguez les gestionara que el Instituto de Crédito Oficial les concediera un préstamo de 1.500 millones de pesetas, y que la Comunidad de Madrid (gobernada por el PP) les concediera otros 1.000 millones. A cambio DIARIO16, según aseguró el Sr. Rodríguez se pondría al servicio del PP. Incluso ofrecieron nombres de periodistas afines al PP como posibles nuevos directores del periódico (se citó a la Sra. Curri Valenzuela o a D. Miguel Ángel Gozalo). Como el PP y el Sr. Rodríguez declinaron tal ofrecimiento optaron por pasar al ataque, a ver si por ese lado les caía algo.

Pero DIARIO16 tenía dos problemas: el primero que su empresa estaba en suspensión de pagos, lo que dificulta la ayuda y, segundo y más importante, que el Gobierno Aznar mantenía muy buenas relaciones con el diario EL MUNDO de D. Pedro J. Ramírez, que se había convertido en el medio más próximo al nuevo Gobierno. Y no había nadie más interesado en la desaparición de DIARIO16 que EL MUNDO.

J. F. Lamata