11 julio 1985

CINCO DÍAS y 'Mercado' se unen, la sociedad editora de las revistas 'Mercado', 'Rapport Económico' y 'Tría' tomara la participación mayoritaria de DEIESA, la empresa editra de CINCO DÍAS

Cambio accionarial en CINCO DÍAS: Francisco Gayá se hace con el control del principal referente de información económica del país

Hechos

El 11.07.1985 la compañía Estructura Grupo de Estudios Económicos compró la mayoría del capital de Diario y Ediciones de Información Económica (DEIESA), empresa editora de CINCO DÍAS.

Lecturas

Francisco_Gaya D. Francisco Gayá, presidente del Grupo Estructura que ha comprado Diario y Ediciones de Información Económica (DEIESA)

El discreto encanto de la prensa económica

Casimiro García Abadillo

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CINCO DÍAS, fundado en 1978 por un grupo de profesionales relacionados con la información económica, había tenido unos comienzos dignos, aunque austeros, enfrascado en la dura batalla de subsistir en unos momentos – ¡que alejados de los tiempos actuales! – en los que no había ningún periódico especializado en tan abrupta materia.

Con unos presupuestos tan ajustados como sus medios, el diario fue subsistiendo hasta que la empresa todavía con una frágil consistencia, decide participar en la resurrección del viejo INFORMACIONES, el diario que había desaparecido con la última puntilla proporcionada por el empresario catalán Sebastián Auger.

La aventura, impropia para una empresa que apenas si tenía solvencia para aguantar el peso de un periódico, se salda con un rotundo desastre informativo y económico. El remedo de INFORMACIONES – que no guardaba la más mínima relación con el talante liberal de aquel otro que consumió su vida en el caserón de la calle de San Roque – cierra y CINCO DÍAS ve sensiblemente minada su salud financiera.

Tras una etapa renqueante, que se prolonga durante un par de años, los socios del periódico optan por venderlo. El 31 de diciembre de 1985 se cierra la operación. Deiesa, la sociedad editora del diario fue absobida por Estructura, una empresa propietaria de publicaciones también especializadas en economía – Mercado y Rapport – y otra de temas aagrículas, Tría.

El capital de Deiesa era de 63 millones de pesetas pero Francisco Gayá, el presidente y propietario de Estructura, suscribe una ampliación de capital – que pasa a 126 millones – y va comprando los paquetes de los distintos accionistas hasta hacerse con la mayoría del capital en una operación diseñada por el abogado Mario Fernandez, ex vicepresidente del Gobierno vasco durante la etapa de Carlos Garaicoetxea.

El negocio de la prensa económica no parecía ser precisamente muy rentable, a juzgar por el balance que  presenta en ese momento el ampliado grupo Estructura. Tenía un déficit patrimonial de 600 millones de pesetas, unas deudas por encima de los 1.000 millones y una facturación, con todas las publicaciones incluidas, que apenas superaba los 500 millones de pesetas. Como se ve, un verdadero modelo de optimización empresarial.

Entre los paquetes minoritarios se encontraban dos de un 10% cada uno: el del periodista Ladislao Azcona, que representa las acciones de José María Escondrillas, presidente de Explosivos Río Tinto; y el de los Albertos, cuyo representante era Pedro López Jiménez, ex presidente de la empresa pública Endesa, y que ha estado ligado a ellos durante un precio posterior.

Tras unas discrepancias iniciales sobre la valoración, Gayá llega a un acuerdo con ambos. Les compra su participación a su valor nominal – 6,3 millones de pesetas a cada uno – y les ofrece la opción de adquirir por ese mismo precio, un 5% de las acciones de Estructura, la nueva propietaria del periódico, en un plazo de tres meses (opción que no llegan a ejercer). Los Albertos habían mantenido una absoluta discreción en el diario, hasta el punto de que para muchos de sus miembros, esa presencia era desconocida.

Sin embargo, en septiembre de 1987 Pedro López Jiménez, de nuevo en representación de los dos primos contacta con Gayá y le propone comprarle un 10% de Estructura, invocando en ese momento la opción ofrecida en su día y cuyos plazos ya habían expirado. Francisco Gayá se muestra inflexible. El acuerdo ya no tiene validez jurídica, y si quiere comprar tendrá que hacerlo a los precios que él le fije.

Estructura ya no es en esos momentos la empresa a la que nadie daba más de un año de vida. EN poco tiempo, Gayá había conseguido racionalizar la gestión y, aprovechándose del boom de la economía que se empezaba a sentir, logró colocarla en una situación envidiable. En 1986, la cuenta de resultados de estructura auditada por Arthur Andersen, había reflejado unos beneficios cercanos a los 300 millones de pesetas, casi un 30% sobre ventas.

Con ese panorama despejado y ya sin los problemas acuciantes de liquidez por los que había atravesado unos años antes, Gayá, vence el 11% de Estructura a Imagen y Medios – una empresa filial al 100% de Construcciones y Contratas – valorando las acciones al 2.000 por 100. Los Albertos pagaron 200 millones de pesetas por un paquete de acciones que un año antes podía haber comprado por sólo 13 millones de pesetas.

¿Cuál era la razón por la que los Albertos se habían mostrado tan proclives a ceder en un precio 15 veces superior al que habrían podido obtener no mucho tiempo antes?