Cierra definitivamente el periódico EL NOTICIERO de Zaragoza, en Aragón, tras una larga agonía

Lecturas

El que durante años fue considerado ‘periódico católico’ de Aragón, El Noticiero cierra el 16 de junio de 1977 coincidiendo con la celebración de las primeras elecciones generales en España. Sus últimos propietarios fueron D. Publio Cordón Munilla, D. Manuel Abad León y D. Francisco Sánchez-Ventura Pascual (hijo de D. Ramón Celma Bernal, hijo en el periodo 1938-1972).

La muerte de El Noticiero estaba adelantada desde que el 25 de marzo de 1977 el periódico publicó en portada un ‘S. O. S.’ denunciando su inminente cierre.

El periódico, propiedad desde hacía un año de los Sres. D. Manuel Abad León, D. Francisco Sánchez Ventura y D. Publio Cordón Munilla, venía anunciando su inminente desde el 25 de marzo, cuando publicó en portada un ‘S. O. S.’, por la crisis financiera que padecía frente a la dura competencia con el HERALDO DE ARAGÓN.

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EL ÚLTIMO EDITORIAL 

NUESTRA SITUACIÓN

Este es el difícil editorial que jamás hubiéramos deseado escribir. Pero la situación se ha vuelto extremadamente grave y Aragón merece una explicación suficiente sobre el triste hecho de que uno de sus periódicos se encuentra en trance desaparición.

Efectivamente, resulta doloroso escribirlo, pero EL NOTICIERO, con 76 años de vida nuestra región en sus páginas de cada día, puede dejar de salir en el plazo de muy pocos días. Ya en nuestro editorial de ayer adelantábamos, veladamente, lo que era extraoficial y resultaba increíble para cuantos trabajamos en esta Casa. Hoy, debemos decir – cuando ya lo ha comunicado oficialmente la Empresa – que el cierre está ya muy próximo.

El gerente, en representación de los principales miembros del Consejo de Administración comunicó ayer a los representantes sindicales, que tiene orden de un cierre temporal, si no se encuentra alguna fórmula de continuidad. La decisión parece haber sido tomada por la difícil situación económica que atraviesa el periódico desde hace años, agravada con la subida de las materias primas y demás conceptos que gravan a las empresas de Prensa.

Hasta el momento no se ha ofrecido garantía alguna de que el cierre que se pretende vaya a ser temporal como se dice, ni tampoco que en caso de posterior reapertura se ofrecerían los puestos a cubrir entre el actual personal. La medida, gravísima, afectará también a los trabajadores de la sección Editorial, y en conjunto a un total de 140 empleados, con todos los problemas que supone para tantas familias, aparte del shock emotivo, especialmente para quienes llevan treinta, cuarenta y más años haciendo posible la realidad de EL NOTICIERO.

Este periódico, segundo de Aragón en antigüedad y difusión entre la Prensa diaria [tras EL HERALDO DE ARAGÓN] había pasado al sistema de impresión offset y estrenado edificio recientemente, y todo hacía prometer un futuro esperanzador, desde que, en presencia del entonces subsecretario de información y Turismo, don José María Sánchez-Ventura, hijo de un gran alcalde y director que fue de EL NOTICIERO emprendió una nueva etapa.

A comienzos del pasado año, la propuesta cambia de manos, pasando a ser accionistas principales los señores Manuel Abad León, Francisco Sánchez Ventura y Publio Cordón Munilla, todos ellos reconocidos empresarios de nuestra ciudad.

La tirada y la publicidad han llevado una línea ascendente importante, pese a que en este periodo de tiempo, la tónica general de los periódicos ha sido contraria, tanto en venta como en anuncios, como consecuencia de la crisis económica nacional, que se deja sentir en todos los sectores.

Todas estas circunstancias, y algunas más que comentaremos en los días que quedan de vida a este periódico, le han llevado a esta dramática situación, que si es triste para tantas familias, lo es también para los miles de lectores de Zaragoza, Huesca y Teruel que quieren leer EL NOTICIERO, guardando hacia el una absoluta fidelidad.

Si no lo remedian quienes pueden hacerlo, va a desaparecer, pues EL NOTICIERO, quizá este mismo mes de marzo o a comienzos de abril. Hacemos un llamamiento desde aquí a las autoridades y entidades de Aragón, al Ministerio de Información y Turismo, a todos los compañeros de la Prensa, a todos quienes aprecien lo que ha sido y lo que es un periódico que no podemos dejar morir.

Comprenderá el amigo lector las deficiencias de estos números en información y número de página. Pero, aparte de voluntad de diálogo y negociación, había ayer menos ánimos que lágrimas en muchos de los trabajadores.