28 julio 1977

Cortes Constituyentes: Los grupos parlamentarios exponen sus programas políticos por primera vez ante el Congreso de los Diputados

Hechos

El 27 de julio de 1977 los grupos parlamentarios expusieron su programa de Gobierno en las cortes constituyentes.

Lecturas

Felipe González (PSOE): Necesidad urgente de una Constitución pactada

D. Felipe González inició su discurso haciendo una referencia al papel de los socialistas en el Parlamento, desde D. Pablo Iglesias Posse a D. Julio Bestelro, para afirmar que tras los últimos cuarenta años sin posibilidad de representación popular, el PSOE aspiraba de nuevo a ser portavoz de la clase trabajadora y de las clases populares. Señaló que la fecha del 15 de junio es decisiva porque ha supuesto el restablecimiento de la soberanía popular y que las elecciones han creado una dinámica sociopolítica que nos encamina imparablemente a la consecución de tres objetivos básicos: liquidación de los residuos autocráticos y de la división entre los españoles; construcción de un nuevo marco de convivencia democrática y creación de las normas y mecanismos que permitan superar la marginación y la injusticia económica, social y cultural.

Respecto al primer punto, reiteró al Gobierno las exigencias planteadas por el PSOE en los últimos meses: que la amnistía se complete con urgencia y se extíenda al campo sociolaboral; que la libertad de asociación dé cabida a todos los grupos políticos y sociales; que se restablezcan inmediatamente los derechos de los ciudadanos y colectividades que aún siguen teniendo la consideración de vencidos (mutilados de guerra, ciudadanos expedientados, etcétera); que se deroge inmediatamente toda legislación represiva nacida durante la dictadura (ley de Asociaciones, ley de Prensa, de Orden Público, de Secretos Oficiales, etcétera), y que se derogue la ley de Peligrosidad Social y se modifique el Código Penal.

Señaló también que la tarea Inmediata de las Cortes es la elaboración de una nueva Constitución y dijo que el voto popular ha inclinado definitivamente la balanza en favor de la misma. Recordó la propuesta socialista de compromiso constitucional y señaló que el proceso constitucional debe ser el fruto de trabajo de una comisión parlamentaria en la que deben estar presentes todos los grupos significativos de la Cámara.

La Constitución propuesta por el líder socialista debe comprender los siguientes puntos: un estatuto de libertades que reconozca y proteja los derechos y libertades fundamentales, entre ellos, la libertad sindical y los derechos políticos, sociales, económicos y culturales de la juventud y de la infancia con el reconocimiento del voto a los dieciocho años; un marco autonómico capaz de responder generosamente a las aspiraciones y derechos de los diversos pueblos que componen España; el respeto a la libertad de conciencia de cada uno y a las instituciones que de ella emanan; una correcta organización de los poderes públicos que permitan controlar al ejecutivo, y un tribunal de garantías constitucionales.

Seguidamente abogó por la elaboración inmediata de una ley Electoral para las próximas elecciones municipales, seguida de una nueva ley de Régimen Local, y propuso el control democrático de los órganos de comunicación de masas en poder del Estado y una ley de Régimen Jurídico de la Administración del Estado.

Felipe González pasó a continuación a ocuparse de la crisis económica, inmersa en la crisis internacional del capitalismo y en defectos de estructura y de gestión de los anteriores Gobiernos. Afirmó que la gravedad de la misma impone un debate parlamentario, además de las necesarias negociaciones entre el Gobierno y los sindicatos. Criticó que el programa económico del Gobierno se basa en dos medidas, como la congelación de salarios y una política monetaria restrictiva, que suponen que el peso de la crisis va a descansar, fundamentalmente, sobre la clase trabajadora y en la pequeña y mediana empresa.

Estimó positivos los propósitos del Gobierno de reforma fiscal y lucha contra el paro, aunque señaló algunas lagunas, y anunció el apoyo socialista a las medidas que tiendan a crear puestos de trabajo.

El secretario general del PSOE finalizó su discurso refiriéndose a la necesidad de que las nuevas Cortes aborden de inmediato una ley sobre acción sindical a nivel de empresa y exponiendo brevemente la línea de su partido sobre la política Internacional, que debe basarse en una neutralidad activa relaciones diplomáticas con todos los países, adhesión a las Comunidades Europeas y al Consejo de Europa y especial atención a la política latinoamericana, mediterránea y africana.

Santiago Carrillo Solares (PCE): «Lo que haría falta hoy es un gobierno de concentración» 

Un Gobierno de concentración democrática nacional fue propues lo ayer por D. Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista de España (PCE) en su discurso al Congreso de Diputa dos, como único instrumento capaz de presidir la elaboración de una Constitución que consolide las instituciones democráticas, de llevar a cabo la reforma democrática del Estado y, especialmente, de preparar y realizar un amplio plan de recuperación y saneamiento de la economía. El discurso del secretario general del PCE, que habló durante media hora con voz pausada, fue seguido con atención por los diputados y fue aplaudido por casi todos, si se exceptúa a los parlamentarios de Alianza Popular.

El dirigente comunista se extendió ampliamente sobre los puntos que debía abordar el plan de recuperacIón y saneamiento de la economía, sobre todo los referentes a los problemas de la energía, de la alimentación y de modernización de la agricultura, y explicó que el llamamiento de los comunistas a una política de concentración nacional democrática se debe al hecho de que la situación de España es más crítica de lo que muchos creen.

Tras afirmar que de la actual crisis no es responsable la naciente democracia española, el líder comunista declaró que para hacerla frente no basta un Gobierno monocolor, que además es minoritario en esta Cámara y en el país. Santiago Carrillo manifestó que los comunistas no podían aplaudir e programa de medidas económicas aprobadas por.el Gobierno, manifestando al respecto: «Queremos ser sinceros: ningún partido obrero -y estamos convencidosninguna organización sindical puede asumir la grave decisión de aceptar tales sacrificios en estas condiciones, ni siquiera con la promesa de la reforma fiscal, del ¡Mpuesto sobre los patrinionios y otras medidas, que tienen un carácter positivo, pero que tardarán en dar resultados.»

Ni los trabajadores ni la pequeña ni mediana empresa, según el líder comunista, ven garantías de defensa de sus intereses en el programa del Gobierno, mientras que, por otra parte, dicho programa ofrece un amplio campo de agitación política y social a los sectores de grandes empresarios y financieros acostumbrados a no pagar impuestos y a no sufrir ningún control, los cuales pueden llegar a una política de boicot que explote el descontento social y ponga en peligro los logros democráticos. En relación con este tema, Santiago Carrillo insistió en que, aunque el plan económico no tuviera fallos, un Gobierno monocolor y minoritano en el que están hombres relacionados con la alta finanza y el empresariado y del que están ausentes representantes de los trabajadores, carece de autoridad política ante el país para exigirle el sacrificio y los esfuerzos imprescindibles a fin de superar la situación.

Santiago Carrillo, que comenzó su discurso saludando el estilo civilizado y dialogante en que se ha iniciado la nueva etapa política, en la que la cuestión esencial no es Monarquía o República, sino democracia o dictadura, terminó su intervención con una referencia a la política exterior de los comunistas, que sostienen la petición de ingreso de España en la CEE y una revisión de la política de España con Marruecos y con el Sahara, así como un mejoramiento de las relaciones con Argelia.

Manuel Fraga (Alianza Popular): «Lealtad al pasado»

«No vamos a debatir cada día nuestra lealtad a una época», dijo D. Manuel Fraga, portavoz del grupo parlamentario de Alianza Popular (AP), en si¡ intervención, que abrió la sesión de la tarde en el Congreso. Hizo hincapié en el tema de la lealtad al pasado, no sólo al inmediato, sino a todo el pasado, que es, dijo, nuestra realidad histórica y social.

Tras anunciar la colaboración de AP en las tareas de la Cámara. afirmó que era necesario un texto constitucional «realista, práctico, moderno, conciso y con amplias perspectivas de futuro».

Se afirmó también en la necesidad de no reproducir viejos errores y pidió que la Cámara funcionase a base de dictámenes serios, de ponencias y comisiones más que de menos.

Pidió un reglamento parlanientariojusto, con oportunidades para todos los grupos, y expresó su conf’Íanza en que los congresistas expresarían sus opiniones como «discrepancias entre adversarios y no con hostilidades entre enem1’90S».

Abordó después la crisis económica «la más grave -dijodesde hace medio siglo», y pidió soluc i ones reales y no utópicas. Afirmó que había que dlstribuir el esfuerzo entre todos, pero que había un objetivo prioritario: devolver la confianza a los empresari0s.

Habló también de estructurar el hecho regional, y felicitó a los líderes que le habían precedido «porque -dijo- había escuchado palabras muy bellas y oportunas que esperaba se convirtiesen en realidad ».

Enrique Tierno Galván (PSP): «Las autonomías benefician al Estado».

En tono profesoral y de forma improvisada, D. Enrique Tierno Galván, presidente del Partido Socialista Popular (PSP), habló en último lugar en la sesión de lamañana, en nombre de la mayoría socialista del grupo parlamentario mixto.

Inició su intervención afirmando que es preciso mirar más al futuro y menos al pasado y olvidar los errores de regímenes pasados, para exponer a continuación su concepción sobrela futura Constitución española. «La nueva Constitución -dijo- no ha de ser teledirigida por el Gobierno y por los partidos mayoritarios, sino que habrá que discutirla y encauzarse entre todos.» Afirmó que el texto constitucional debe ser flexible, fácilmente reformable, y abierto, de forma que- puedan irse incorporando las concepciones democráticas que hoy se profundizan en Europa y en todo el Occidente. Del 1 endió como tema urgente el de las autonomías, «problema -dijo- sobre el que hay que pro nunciarse de manera clara y termi nante». Para el profesor Tierno, es el propio Estado en su conjunto el que sale beneficiado por las auto nomías. «En la concepción socia lista -añadió- la autonomía es la participación popular en el poder político.» Propuso que se creara un «fondo de compensación entre las diveisas regiones, de forma que se realice el principio de solidaridad entre todas las que componen el Estado». «Estamos a tiempo -dijo de corregir los graves daños producidos en las regiones por la in comprensión del Estado.»

Abordó el tenia de la economía, aíÍrmando que «España atraviesa en este sentido una situación patética», y criticó las medidas económicas del Gobierno porque no consideran como absolutamente prioritario el problema del paro. Igualmente calificó de «Insuficiente» la congelación de precios decretada por el Gobierno. Sólo salvó de su análisis, el proyecto de refórma fiscal, que consideró positivo.

El profesor Tierno Galván se mostró partidario de un Estado fuerte, pero no basado en la discriminación y la represión, sino en supuestos de autoridad, equidad y justicia.

Volvió a insistir, asimismo, en la necesidad de que la Cámara no excluya a nadie de sus trabajos, por que si se le excluye, dijo, no se le puede exigir luego responsabilida des en cuestiones en las que no han participado.

Jordi Pujol (Convergencia): «Lo concesión de autonomías debe interesar en especial a la Corona». 

El secretario general del Convergencia Democratica de Catalunya y portavoz del grupo minoritario vasco-ca talán en la Cámara, Jordi Pujol tomó la palabra a continuación de Santiago Carrillo y toda su intervención, de media hora de duración, estuvo centrada en la necesidad del reconocimiento de la autonomía de Catalunya y la inmediata promulgación del Estatuto de 1932., Jordi Pujol fue largamente aplaudido por la Cámara.

El líder de Convergencia Democrática de Cataluña hizo hincapié al principio de su discurso en que las pasadas elecciones han demostrado que existe en Cataluña una amplia mayoría de ciudadanos en favor de la autonomía que desea ver reconocidos esos deseos en un Estatuto. Agradeció los gestos de comprensión que en este sentido ha realizado el Gobierno Suárez, en especial la venida a Madrid de Josep Tarradellas. Sin embargo, expresó su temor a que el Mirlisterio de las Regiones, a través de la ley de Autonomías, intentase introducir «un nuevo uniformismo sofisticado o, simplemente., que pretendiese a través de esta ley pinchar el globo de las reivindicaciones nacionalistas, e Incluso regionales, sin reales contrapartidas de reconocimiento y de poder».

Jordi Pujol mostró su confianza en que las Cortes nacidas de las elecciones del 15 de junio sean el instrumento que haga efectivo el reconocimiento pleno de la personalidad colectiva de las diversas regiones y nacionalidades que hay en España, así como la creación de una solidaridad real, fruto de la voluntad de convivencia, del respeto mutuo y de la aceptación de la responsabilidad de todos. Subrayó, finalmente, que la concesión de las autonomías debe interesar especialmente a la Corona, «porque es ella, más que nadie, quien tiene necesidad de dar a los problemas fundamentales de España una respuesta integradora y, por consiguiente, justa».

Xabier Arzallus (PNV): «El pueblo vasco debe recuperar su personalidad política» 

 El dirigente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzallus, ocupó la tribuna a continuación de Jordi Pujol. Su intervención fue breve, y como él mismo anunció, improvisada, ya que le comunicaron que podría tomar la palabra momentos antes de iniciarse la sesión. En principio, solo se había previsto que hablara el portavoz de la minoría vasco-catalana, Jordi Pujol, pero tras un ruego de este grupo a la mesa de la Cámara, ésta acordó la intervención del diputado vasco. Xabier Arzallus insistió en los veinte minutos que duró su parlamento, en la necesidad de la autonomía para Euskadi y de la concesión de uña amnistía total.

El diputado -vasco asurnió las palabras que Jordi Pujol había pronunciado momentos antes, para exponer seguidamente lo que los vascos, y más concretamente, el partido al que pertenece, el PNV, reivindican cuando exigen la autonomía.

Señaló que lo que el PNV pretende es que el pueblo vasco recupere su personalidad política y su capacidad de autogobierno, para que a partir de ese día ejerza la solidaridad con todos los pueblos del Estado, «ya que sólo cuando se resuelvan los problemas de las nacionalidades se puede llegar a la firmación de un Estado armónicamente integrado».

Por último, el señor Arzallus pidió la legalización de todos los partidos y la concesión de amnistía total. «Hay que renunciar a la violencia de forma definitiva», concluyó.

Leopoldo Calvo Sotelo (UCD): Tres objetivos inmediatos: Constitución, autonomías y medidas económicas

«Unión de Centro Democrático sabe que el proceso democrático no hubiera podido completarse sin la participación activa de todas las fuerzas políticas aquí representadas y quiere expresamente reconocerlo», dijo D. Leopoldo Calvo Sotelo, presidente del grupo parlamentario de UCD, en su intervención ante el Congreso, que cerró el turno de oradores en la sesión de ayer.

«Nuestro partido -añadió- tiene la firme convicción de que el pluralismo político es condición previa, indispensable, para organizar la convivencia y, desde una posición ideológicamente bien definida, aunque no dogmática, acepta, respeta e intenta comprender los puntos de vista y los principios discrepantes de los demás partidos. »

Dijo después que UCD «es, sin duda, la más reciente entre las formaciones políticas presentes en el Congreso. No puede invocar, como otros partidos -afirmó-, un pasado histórico lejano o brillante, por eso tal vez se siente más comprometida con el futuro, con ese futuro

superador de enfrentamientos antiguos que tenemos la obligación, más aún, el mandato, de construir».

Recordó después los seis millones de votos que habían obtenido en las elecciones y dijo que «un Gobierno salido de nuestras filas y que ha asumido nuestro programa en sus primeras declaraciones y decisiones acentúa nuestro sentido de la responsabilidad ».

Enumeró luego los puntos sobre los que UCD «va a centrar inicialmente su acción en el Congreso y su acción sobre el Gobierno».

Dijo que el primer punto era elaborar una nueva Constitución «que obtenga el consenso expreso de todos los partidos políticos con representación parlamentaria y merezca luego ser refrendada por el pueblo español». Dijo también que la Constitución debe institucionalizar «un marco de libertades públicas jurisdiccionalmente garantizadas y cuyo ejercicio no tenga más límite que el propio respeto a la Constitución ».

Destacó más tarde cómo la ley para la Reforma Política atribuye al Gobierno y al Congreso la iniciativa constitucional, y cómo UCD había pedido, igual que otros grupos, la creación de una comisión constitucional «que estudie y dictamine un texto para su remisión al Pleno».

«La segunda preocupación de UCD -dijo- será el tema económico, muy ligado al primero para consolidar la democracia. UCD -afirmó- tiene la satisfacción de que el Gobierno haya hecho suyas explícitamente las líneas generales, y aun las medidas concretas, de aquel programa -se refería al que habían elaborado antes de las elecciones-, empezamos así a cumplir como partido -añadiólos -compromisos electorales que adquirimos como coalición; somos, en definitiva, los mismos antes y después de las elecciones.»

Señaló que el Gobierno había acertado al establecer prioridades respecto a combatir la inflación, el paro y el desequilibrio exterior. Dijo que «el corazón de ese programa es la reforma fiscal, por primera vez planteada en términos convincentes y con un propósito inequívoco de llevarla a término».

Señaló como tercer punto de atención el tema de las autonomías regionales. «Hemos de elaborar -aseguró- una ley que desarrolle los preceptos constitucionales sobre la autonomía de las regiones y dictamine el protagonismo de sus propias instituciones políticas. »

Se lamentó de que no fuera posible la intervención de los diputados de UCD procedentes de las distintas regiones y anunció que lo harían en el momento oportuno «para ratificar la defensa de las autonomías regionales que hicieron en sus regiones durante la campaña electoral».

Dijo que UCD se comprometía a dar estos primeros pasos para «una completa puesta al día de la normativa legal española, en tantos campos obsoleta, y que no responde a la estructura sociopolítica del país».

Terminó felicitándose de la coincidencia de criterios, en este sentido, con otros partidos, «que presagia un consenso amplio en los debates que han de producirse».

28 Julio 1977

Los sermones la montaña

Manuel Vicent

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Daos la paz, hermanos, que han llegado los misioneros de la democracia con el salmo puesto, con la líbido de la patria florecida en la garganta y un pliego de advertencias escatológicas escritas en un mazo de folios del galguito. Los diputados ayer echaron el día a sermones para ensalzar las virtudes del santo patrono de esta fiesta. Allí, en el púlpito, estaban los predicadores, en el banco azul los clavarios y los fieles repantingados en los escaños oyendo caer la rnúsica desde las esferas.Felipe González es un orador sagrado de escuela andaluza, con facundia sureña, que usa un medio tono para clecir sus verdades a medias. Expuso el programa del PSOE, que es una melodía pegadiza y festivalera, una canción del verano, agradable de oír y fácil de tragar si se ayuda con un rosado clarete. Bueno, pues ni aun así consiguió que Fraga aplaudiera. Llegó después el predicador Carrillo, con voz de aguardiente y resabios de quinqueño, y habló de todo, desde la reconciliación nacional hasta la ganadería, desde el Gobierno de concentración hasta la pesca de bajura, desde el petróleo hasta la amnistía, haciendo bordadas, poniendo el índice en dirección a los chelis del banco azul, que recibían la lección como alumnos aplicados: Suárez con la barbilla atrapada, Garrigues riendo y Fernández-Ordóñez tirando de puro.

Y de pronto Jordi Pujol se desamarra del folio, coge la veta sentimental de la autonomia y se va para arriba en busca de Companys sobre el caballo alado de Tarradellas. Con un toque de postrimerías advirtió que aquí o nos salvamos todos o perecemos todos. Muy bueno lo tuyo, Jordi. Porque el caso de Xabier Arzallus ya fue otra cosa. Este es un orador de cuerda baja, de bordón dramático, que adelantaba un mentón lleno de convicciones para hablar de la autonomía vasca y de la amnistía total. Y a todo esto, oiga, Fraga sin aplaudir, soportando a estos buenos chicos con resignación cristiana, de la de Trento.

Y en esto que sube Tierno Galván al púlpito y lo que hasta ahora había sido un fogoso sermoneo de fliesta mayor se convirtió en seguida en una plática de abad mitrado. Con ese gesto de la mano fláccida que se pasa el rato sopesando el aire, el señor Tierno, durante más de una hora, ha sometido a la parroquia a una lección monocorde, paternal y catedrática sobre lo que todo el mundo sabe, porque está en los textos, a unos ejercicios espirituales para neoconversos que aún no se han aprendido el catecismo y confunden el sacramento del bautismo con el de la extremaunción. No me extraña que el PSP haya sacado tan pocos votos, porque yo observaba que mientras el profesor hablaba los discípulos jugaban a las canicas entre los escaños. Pero creo que Suárez al menos habrá recordado aquellos lejanos textos que estudió en la carrera de Derecho. El profesor sigue soltando filosofía política, teología constitucional, mientras algunos ministros y diputados -Salen al pasillo a confeccionar gramática parda. Baste con decir que hasta los de Alianza Popular le han aplaudido, fijense si será poco peligroso este buen hombre.

Y después hablará Fraga, y después hablará el Centro, tras la intervención de Joan Reventós. Los grupos parlamentarios son buenos y honrados. Hozando en el basurero de la economía, unos apuntando a las estrellas, otros disparando sólo a media altura, tocando a la guitarra grandes temas de José Antonio Aguirre, Companys, Pablo Iglesias y Carlos Marx, y otros de la derecha, los líderes parlamentarios han sacado todo el muestrario de la felicidad democrática y han, prometido desde el púlpito del Congreso regalarnos un peine. Ha sido una sesión de grandes promesas, de grandes palabras, una cuestión de flato.

Mientras tanto, Xirinacs, en el salón de los pasos perdidos, cazaba mariposas con un látigo de panfletos.