28 julio 2014
Será sustituido por una Gestora presidida de Pablo Zalba
Crisis en el PP de Navarra: Dimite su presidente Enrique Martín de Marcos denunciando división y falta de apoyo de Génova 13

Hechos
- La dimisión del presidente del PP de Navarra fue noticia el 28 de julio de 2014. Será sustituido por una Gestora.
Lecturas
El 28 de julio de 2014 el presidente del Partido Popular de Navarra D. Enrique Martín de Marcos anuncia su dimisión. La dimisión no se había hecho pública hasta ahora aunque se había presentado el día 23 argumentada en ‘motivos personales’. El Sr. Martín de Marcos hace pública una carta a los afiliados en la que denotará un tono amargo y crítico del dimitido hacia el PP y la existencia de un sector ‘nacionalista’ en el PP navarro que busca crecer a costa de UPN.
La dirección del PP navarro quedará en manos de una gestora (‘comisión de gobierno provisional’) presidida por el eurodiputado D. Pablo Zalba.
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Para reemplazar la presidencia del PP Navarro de D. Enrique Martín de Marcos, la dirección nacional ha designado una Gestora presidida por D. Pablo Zalba.
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27 Julio 2014
CARTA DE DESPEDIDA DEL PRESIDENTE DEL PP NAVARRA A LOS AFILIADOS.
Falta de apoyo, falta de confianza e ignorancia de la dirección nacional.
Querid@ amig@ afiliad@: A través de esta carta quiero comunicarte que el pasado día 23 de julio presenté mi renuncia a la presidencia regional del partido en Navarra a nuestro Presidente Mariano Rajoy.
Sin lugar a dudas, como comprenderás no es una decisión ni fácil, ni agradable. Es una decisión que ha sido meditada y sopesada durante mucho tiempo y creo que ahora es el momento de adoptarla desde la responsabilidad y la coherencia, siempre pensando que es lo mejor para nuestro partido en Navarra.
Cuando accedí a la presidencia del partido lo hice con un solo objetivo, sin ambiciones personales. Este objetivo no era otro que consolidar nuestra presencia en Navarra con un partido fuerte, con proyección de futuro para gobernar en Navarra y, a corto plazo, tener influencia en el devenir de la política en la Comunidad Foral.
No han sido pocas las dificultades a las que la dirección actual del partido hemos tenido que hacer frente. Unas derivadas del desgaste de estar gobernando en España y haber tenido que llevar a cabo medidas necesarias pero antipopulares y para nada electoralista, algo que ha condicionado en gran medida nuestras actuaciones como partido de la oposición aquí en Navarra. La labro de implantación y consolidación del partido, difícil ya de por sí en Navarra, se ha visto perjudicada también por el descrédito que vive actualmente la actividad política y el desapego de la ciudadanía hacia ésta. No hay que olvidar también la importancia reducción presupuestaria que se produjo al cortarse la partida desde la dirección nacional se aportaba mensualmente al partido para ayuda a la implantación y gastos corrientes. Estas dificultades que menciono, y otras, se han ido solventando gracias a la colaboración y comprensión de la gran mayoría de vosotros, pero, por desgracia, no de todos. Aunque es normal e incluso enriquecedor que en las organizaciones haya diversidad de opiniones, es lamentable que miembros de la organización que no aceptaron en su día el resultado de nuestro último congreso, utilicen su desacuerdo y discrepancia trabajando e invitando a trabajar para su ambición e interés personal, en vez de hacerlo para el interés general y para la unidad del partido.
Pero sobre todo, lo peor y más decepcionante para mí en estos algo más de 2 años ha sido la sensación de falta de apoyo, falta de confianza e, incluso, ignorancia que he sentido en ocasiones hacia la dirección regional por parte de la dirección nacional. Hay que reconocer que las cosas se pueden hacer mejor, pero hay que conocer el contexto en el que estamos trabajando en Navarra para evaluar la actividad del partido y, sobre todo, tiene que existir una relación fluida basada en el respeto y la confianza entre ambas direcciones para examinar los problemas y buscar las posibles soluciones, algo que, desde mi punto de vista, falta desde hace mucho tiempo, y no se han dado los pasos para arreglar el problema.
No han sido pocas las ocasiones que a lo largo de este año he intentado ser recibido, o al menos hablar con la Secretaria General para informarle de la situación del partido en Navarra e intercambiar impresiones sobre nuestro proyecto político para la Comunidad Foral. No lo he conseguido. Después de las elecciones europeas le solicité por escrito una reunión, concretamente el día 31 de mayo, de la que ni tan siquiera se me ha remitido un acuse de recibo de dicha solicitud. Comprendo lo apretado de las agendas de los dirigentes nacionales, pero esto me parece algo que puede sobrepasar a lo más básico de la cortesía. Sé que a Génova llegan informaciones sobre Navarra, algunas claramente intencionadas, y es normal que Génova tenga múltiples fuentes de información. Pero lo que no es de recibo es que ciertas informaciones no se hayan contrastado con la dirección o conmigo mismo antes de darles credibilidad.
No tomar la decisión que he tomado, sería engañarme a mí mismo, engañaros a vosotros y a vuestros potenciales votantes, como sí aquí no pasase nada. No está tan lejos el siguiente gran reto del partido en Navarra, las elecciones forales y municipales. Para afrontar este importante reto es necesario, desde mi punto de vista, un cambio de actitudes e incluso de personas y diseñarlo antes posible un proyecto para movilizar a nuestro electorado, valorando la conveniencia o no de propiciar o al menos intentar un pacto con UPN, con quien compartimos, en desventaja, el gran caladero de votos de centro derecha. El nacionalismo radical en Navarra es la espada de Damocles que debemos afrontar con las mayores garantías a pesar de que algunos de nuestros compañeros de partido hayan manifestado internamente que el Partido Popular podría beneficiarse de la larga de una derrota de UPN y consecuentemente de un gobierno con nacionalistas, circunstancia que resulta inadmisible porque podría traer consecuencias irreversibles para Navarra y para España. El tiempo pasa volando y hay que tomar decisiones.
Más que discrepancia, mi gran decepción no es con lo fundamental del proyecto, de los principios y valores del Partido Popular, sino con determinados dirigentes y personas del mismo. Siento enormemente el motivo de esta carta. Llevo más de 31 años ligado al Partido Popular y aquí voy a seguir defendiendo los mismos principios y valores de siempre. Espero que la mayoría de vosotros hagáis lo mismo y deseo y confío que se consiga más pronto que tarde lo que hasta ahora no ha sido posible: La unidad en el Partido Popular de Navarra.
Muchas gracias y un cordial saludo.
Enrique Martín de Marcos.
27 de julio de 2014.