24 marzo 2007

Acusa a Carlos Arenillas de pactar con la Cadena SER el ataque a Francisco González durante la guerra de Sacyr por hacerse con el control del banco BBVA

Crisis en la CNMV: Manuel Conthe dimite como presidente cargando contra su vicepresidente, Miguel Sebastián y la Cadena SER

Hechos

El 24.04.2007 D. Manuel Conthe compareció en el Congreso de los Diputados para anunciar los motivos de su dimisión como presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Lecturas

D. Javier Ruiz (periodista de la SER señalado por D. Manuel Conthe) habla con J. F. Lamata sobre aquel tema:

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10 Mayo 2007

Chantaje puro y duro

Ernesto Ekaizer

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En su comparecencia del pasado 24 de abril en el Congreso, el entonces presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe, dijo sobre presuntas presiones recibidas: «He dicho que no en muchos casos que me conste, pero en algunos casos que sí me constan directamente, y en uno en concreto que se produjo el año 2005, hubo una relación muy directa entre la Oficina Económica del presidente del Gobierno y el vicepresidente de la CNMV por un tema relacionado con la CNMV. Me parece que esa relación directa que se produjo inicialmente a mis espaldas y al margen de la CNMV no fue apropiada y es precisamente a ese supuesto al que prioritariamente me refería en este contexto, en el que también, dicho sea de paso, estuvo involucrado un profesional de un medio de comunicación en una triangulación un poco perturbadora»

Como quiera que dicha afirmación pasara inadvertida, el lunes 7, durante la toma de posesión del nuevo presidente de la CNMV, Julio Segura, y tras leer el texto en el que su sucesor le llamaba «majadero», Conthe fue más lejos que en el Congreso y puso nombre y apellido: el caso FG Valores o BBVA. No sin un temblor en los labios y una voz quebradiza, explicó que el vicepresidente Carlos Arenillas le citó en su casa -enero de 2005- para mostrarle un informe sobre presuntas irregularidades en la venta de la sociedad FG Valores a Merrill Lynch. El informe procedía, según su «evidencia directa», de la Oficina Económica del Presidente. Pedro Solbes al comentar estos hechos señaló el pasado martes «que no era un informe oficial de la oficina del presidente», sino «unos papeles que llegan y que de forma informal se hacen llegar al vicepresidente de la CNMV». Poco después intentó matizar pero lo esencial es esto: «Lo único que sé es que se presentó un documento ante la CNMV».

Solbes tiene razón: no era ningún informe oficial. La Oficina Económica del Presidente tuvo en su poder, según fuentes consultadas, un juego de cartas y documentos que la empresa Merrill Lynch entregó a un miembro de la CNMV, Ramiro Martínez Pardo, entonces jefe de Sujetos del Mercado, el 25 de julio de 1996. Allí se denunciaba la existencia de un esquema de compraventas ficticias para ocultar pérdidas de 800 millones de pesetas en las sociedades FG Sociedad de Valores y Bolsa, y FG Gestión, propiedad de Francisco González, que en julio de 1996 era ya presidente de Argentaria por nombramiento del Gobierno de José María Aznar. Merrill Lynch replanteó la compra de esas sociedades y para cubrirse las espaldas dejó por escrito el así llamadoesquema de ocultación. Sólo que en lugar de entregar el sobre en el registro de entradas de la CNMV se lo entregó en mano a Martínez Pardo. Fue el último rastro de esos documentos. Ya nunca más aparecieron.

Hasta el mes de enero de 2005. En el contexto de la batalla por el control accionarial de BBVA lanzado por Sacyr, los citados documentos resucitaron. Por supuesto que su filtración no tenía nada de candor. «Pero, ¿es que todas las demás filtraciones son candorosas? Si lo fueran, ¿por qué la Securities and Exchange Commission norteamericana otorga especial atención al whistleblower [chivato], esto es, recomienda a las empresas que cuenten con chivatazos de dentro de la compañía que tienen en el punto de mira? Muchas compañías utilizan los servicios de agencias de detectives famosas estilo Jules Kroll», dijo ayer a este periódico el consejero de una importante compañía financiera española.

Conthe abrió un expediente, confirmó que los documentos no estaban en los archivos de la CNMV y cerró en tres días su presunta investigación. Algunos de sus predecesores, a los que interrogó, advirtieron, según fuentes consultadas, que el entonces presidente de la CNMV y su asesor jurídico lo tenían claro antes de partir: no había caso. En realidad, parecían los abogados de aquel que presuntamente era acusado de cometer las irregularidades en 1996. Y, cómo no, en el camino de cerrar el caso, Conthe acusó a un medio de comunicación de tenderle una trampa. Ahora, dos años y medio más tarde, Conthe ha divulgado su investigación: también el vicepresidente de la CNMV estaba en el complot que, según dijo, en la época, él resolvió estupendamente. «No ha habido presión. Me siento totalmente independiente», dijo, y añadió que eso no había existido en otras etapas de la CNMV, aludiendo al Partido Popular.

Por supuesto, en esta historieta de la CNMV todos tienen su parte estelar. Miguel Sebastián aconsejando a Conthe que ingrese en el PP; Julio Segura llamándole majadero; la rivalidad entre La Oficina -que debería cuidar sus actividades o, si cabe, someterse a alguna regulación- y el vicepresidente Pedro Solbes; en fin, ha habido codazos para llegar a ser el campeón de la incompetencia. Es el fantasma de la autodestrucción que suele cebarse con José Luis Rodríguez Zapatero.

Pero la conducta de Conthe ha sido muy clara: advirtió a Arenillas que debía dimitir. Al fracasar su chantaje terso y elegante, ahora ha ido al escándalo. Debía investigar discretamente el caso en 2005 como todo supervisor, pero no quiso hacerlo y culpó al mensajero. Y ahí sigue. Como dice el viejo proverbio chino: «Cuando el sabio señala la Luna, el tonto mira el dedo».

15 Mayo 2007

Respuesta de Conthe

Manuel Conthe

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En Chantaje puro y duro, Ernesto Ekaizer afirma que yo manifesté que el informe FG «procedía» de la Oficina Económica del Presidente. La frase es ambigua. Yo dije que, según Arenillas, el informe le fueentregado en dicha Oficina, pero no dije nada sobre quién lo habíaelaborado, ni que fuera un «informe oficial».

Después de que el señor Ruiz entregara el informe FG a la CNMV, ésta creó un grupo especial integrado por cuatro directores para que lo estudiara. No es cierto que yo interrogara «a algunos de mis predecesores»: todas las entrevistas y contactos los llevó a cabo ese grupo especial. El señor Ekaizer reitera el error que difundió aquellos días la cadena SER.

Es falso que, «según fuentes consultadas, el entonces presidente de la CNMV [y su asesor jurídico] lo tenía claro antes de partir: no había caso». Si no hablé con ninguna «fuente consultada», no pudieron sacar ninguna conclusión sobre mi punto de vista.

El señor Ekaizer acusa a la CNMV de no haber efectuado ninguna investigación sobre los hechos descritos en el informe FG. Pero tal investigación se hizo. Se centró en indagar si había indicio de posiblesdelitos que, cometidos en 1996, no hubieran prescrito todavía en 2005. La investigación fue intensa y rápida. Más tarde, la Fiscalía General del Estado investigó los mismos hechos, con igual resultado. Como las infracciones administrativas de la Ley del Mercado de Valores prescriben a los cinco años, no tenía sentido investigar las que pudieran haberse cometido en 1996.

¿Por qué no pedí en 2005 al señor Arenillas que dimitiera? ¿Por qué no revelé hasta el pasado 7 de mayo su conducta en el caso FG? En 2005, yo era presidente y el señor Arenillas estaba todavía en minoría en el Consejo de la CNMV. Un niño travieso tiene menos peligro cuando los padres están en casa. Pero cuando van a salir, es lógico que les preocupe que el niño se quede solo, o al cargo de alguien con poca autoridad. ¿Es eso chantaje o prudencia?

25 Abril 2007

El fiasco de Conthe

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe, envió ayer su carta de dimisión al vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes. Ésta es casi la única buena noticia que deparó su comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso. Después de forzar su presencia en el Parlamento para explicar la decisión, resultó que sus razones fueron muy poco o nada convincentes.

Se esperaban argumentos jurídicos para fundamentar su propuesta de sanción a Enel y Endesa, precisamente la que le dejó en minoría en el Consejo de la CNMV, pero no los hubo. Se esperaba una relación completa de presiones ejercidas por el Gobierno para favorecer la opción de Enel-Acciona en la compra de Endesa, pero tuvo que reconocer que Solbes y el resto del Ejecutivo fueron respetuosos en todo momento con sus funciones. Se esperaba conocer las razones por las cuales pedía la dimisión del vicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas, pero Conthe apenas logró mencionar confusas connivencias de éste con los directores de la Oficina Económica de Moncloa, al parecer, enemigos declarados del presidente del organismo regulador casi en función de su cargo.

Toda su exposición estuvo empedrada de sugerencias respecto a la supuesta preferencia del Gobierno por Enel y Acciona, una forma indirecta de aludir a las también supuestas presiones que habrían sufrido algunos miembros del Consejo. Conthe no aportó pruebas de tal preferencia; sólo atropellados juicios de intenciones, que no son muy propios del presidente del organismo que debe velar por la correcta regulación de los mercados. Tales insinuaciones fueron recogidas por el PP como pruebas irrefutables del supuesto intervencionismo enfermizo del Gobierno. Todas las líneas argumentativas de Conthe adolecieron de la misma ausencia de prueba. Pero, a cambio, fue generoso a la hora de la autocomplacencia. Según su análisis particular, la tarea de la CNMV en el caso Endesa fue «un rico brocado tejido con gran profesionalidad», justo hasta que el Consejo decidió llevarle la contraria, «arrugarse» ante Enel y Acciona y cometer el «grave error» de rechazar la propuesta de incoar expediente sancionador y obligarle a dimitir.

Conthe dejó claro que no entiende muy bien la naturaleza de las funciones de la CNMV ni de sus límites. O que tiene de todo ello una idea muy personal y subjetiva. Considera que el regulador financiero es una especie de árbitro justiciero facultado para interpretar la ley y corregir las injusticias a su manera. Así se explica la sarta de inconsecuencias cometidas durante el desarrollo de las ofertas sobre Endesa, su enfrentamiento con casi todo su Consejo y su desprecio hacia los medios de comunicación que le han exigido que, ante todo, cumpla la ley. Con el tiempo, su paso por la CNMV se interpretará como una anomalía. Por eso lo mejor es que la página Conthe se pase cuanto antes y se nombre un presidente que aplique las normas con sentido común, que tenga el respeto del mercado y que no se dedique a forzar la ley para corregir injusticias imaginarias.

25 Mayo 2007

La denuncia de Conthe

Manuel Martín Ferrand

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Quizá no sea significativo, pero resulta alegórico -cuasi poético- que mientras Manuel Conthe comparecía ayer ante la Comisión de Economía del Congreso, en la Bolsa, arrastradas por el previsible batacazo de Astroc, las grandes inmobiliarias nacionales experimentaban una tendencia a la baja en sus cotizaciones directamente proporcional a la incertidumbre que, innecesaria pero conscientemente, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha introducido en el mercado. La chapuza del «caso Endesa», que une en un ramillete de desdoro a Zapatero, Pedro Solbes, José Montilla y otros ilustres nombres del repertorio socialista, tenía que dar sus frutos. Y los está dando. Basta asomarse a la prensa internacional para constatar el deterioro de la imagen nacional en lo que al mercado se refiere.
En lo relativo a Conthe, el regulador que no dejó que le regularan, todo aconteció con la engañosa habilidad con la que este Gobierno sabe disimular sus erráticas y malignas acciones. Para no dar su brazo a torcer, con la servil complicidad del presidente de la Comisión de Economía, el converso Antonio Gutiérrez, Conthe se les apareció a los comisionados para presentar la memoria de la CNMV correspondiente al 2006 y «de paso» anunció su dimisión porque el Consejo del organismo que viene presidiendo se negó a abrir un expediente sancionador a Enel y Acciona por su inspirada, irregular y sospechosa presencia en el desarrollo de la Opa de E.ON a Endesa.
A mayor abundamiento, ya como disposición testamentaria, Conthe solicitó la dimisión de su hasta ahora vicepresidente, Carlos Arenillas, porque la independencia de los miembros de la CNMV «debe parecer que existe». No es el caso de quien es el marido de la ministra de Educación y compañero de fatigas de Miguel Sebastián y cuantos integran el grupo de los asesores económicos que Zapatero utiliza en la intimidad. El árbitro ha dado testimonio de independencia, como debe ser, y con ello ha subrayado las dependencias y la sucesión de irregularidades y despropósitos que, desde que Gas Natural presentara su opa sobre Endesa -al barato y con estampitas- para satisfacer el precio de un Govern tripartito, ha venido impulsando el equipo de Zapatero con el entusiasmo disciplinado del vicepresidente Pedro Solbes.
Cuando, en un marco como el de la UE, un Gobierno se desmelena y rompe las reglas del juego con perjuicio, primero, de los accionistas de una gran compañía nacional y, después, de alguna de las grandes operadoras continentales del sector sólo se consigue algo seguro: la merma del prestigio nacional. La certeza, hija de la observación de la Ley y de la limpieza del juego, es parte fundamental del patrimonio nacional. Zapatero la ha despilfarrado, pero encontrará la manera de que la culpa la tenga el PP.

25 Abril 2007

Una comparecencia devastadora para la credibilidad de Zapatero

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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El Gobierno ha vencido pero ha sido Manuel Conthe quien ha convencido en el enfrentamiento entre los intereses del Ejecutivo y la independencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Conthe presentó ayer por la tarde su dimisión tras comparecer horas antes ante la Comisión de Economía del Congreso, donde explicó las razones de su renuncia al puesto.

La intervención del presidente de la CNMV fue contundente, bien argumentada, convincente y hasta brillante, lo que es poco habitual en los altos cargos de las Administraciones Públicas. Conthe eludió los circunloquios y dejó meridianamente claro que abandona la CNMV al no haber podido cumplir con su obligación legal de sancionar el pacto entre Enel y Acciona para controlar Endesa, que suponía una flagrante vulneración de la ley.

Conthe explicó que la Comisión Ejecutiva de la CNMV estaba dispuesta el pasado 2 de abril a abrir una investigación, pero que el vicepresidente y los consejeros designados por el Gobierno frenaron en el Consejo esa iniciativa. Especialmente duro se mostró con Carlos Arenillas, vicepresidente de la CNMV, al que solicitó que dimita por su falta de neutralidad. Recordó que Arenillas está casado con la ministra Mercedes Cabrera, tiene fuertes vínculos con Miguel Sebastián y David Taguas, su sustituto en Moncloa, y sugirió que ha utilizado esas relaciones para sus intereses.

Conthe reconoció que ha sufrido muchas presiones en el ejercicio de su cargo y señaló especialmente a Sebastián y Taguas, a los que acusó de haber torpedeado la neutralidad de la CNMV cuando chocaba con los intereses del Gobierno, llegando incluso a participar en una campaña de desprestigio contra el presidente del BBVA.

Las revelaciones de Conthe en el Congreso suponen un escándalo porque, por primera vez en la historia de la CNMV, su presidente revela sin tapujos no ya sólo las continuas interferencias del Gobierno sino, sobre todo, sus presiones para obligarle a vulnerar la ley. Al final de su intervención, Conthe propuso la supresión del puesto de vicepresidente y pidió al Gobierno que renuncie a nombrar consejeros en la CNMV, puesto que su experiencia demuestra que anteponen la defensa de los intereses de sus jefes a sus obligaciones de velar por la transparencia y de proteger al inversor.

Las denuncias de Conthe ponen en evidencia una continua interferencia del Gobierno en organismos reguladores como la CNMV, lo que contrasta con el mensaje angélico de Zapatero de que el Ejecutivo no iba a inmiscuirse en la libertad de los agentes económicos. Zapatero ha respetado las líneas maestras de la política económica de Aznar pero ha permitido, aunque sea por omisión, que una serie de validos hayan antepuesto oscuros intereses personales y políticos en grandes operaciones económicas como las de Endesa. El testimonio de Conthe fue devastador para la credibilidad de Zapatero, al que apuntó como el guionista que, oculto en el trasfondo del escenario, mueve sus marionetas.

08 Mayo 2007

Más allá que la 'prensa del régimen'

Víctor de la Serna Arenillas

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Todo el mundo de la comunicación se quedó extrañadísimo, hace ya más de dos años, cuando la CNMV reveló que había sido un redactor jefe de la cadena SER, Javier Ruiz, quien había hecho entrega en la sede del órgano de control bursátil de la información sobre antiguos negocios y supuestas irregularidades del presidente del BBVA, Francisco González. La extrañeza venía de que la Ser no había ofrecido a sus oyentes ese importante dato, sino que venía trompeteando una «exclusiva» sobre una supuesta investigación motu proprio de González por la CNMV. Fue ésta, acosada y zaherida por los medios del grupo Prisa cuando decidió archivar una investigación que no parecía llevar a parte alguna, la que tuvo que revelar el papel de Ruiz.

Así que las declaraciones de Manuel Conthe, ayer, no hacen sino completar, para que los ciudadanos sientan pasmo o vean ratificadas sus sospechas -que de todo habrá habido-, aquella extraña información de enero de 2005. Ruiz portaba entonces el mismo expediente que en Moncloa le habían dado al vicepresdente de la CNMV, según lo ha explicado ahora Conthe, y entró en acción en cuanto éste dijo que sin que la denuncia tuviese entrada oficial en la Comisión nada podía investigarse.

Lo que parece ser un claro acto de cooperación, bajo la conocida modalidad del correveidile, de un medio informativo privado en una operación gubernamental de derribo de un banquero, no tiene precedentes que hayamos podido encontrar en la historia informativa reciente de Europa, donde los medios defienden celosamente su independencia.

El otro aspecto curioso de esta historia es cómo la cubre el poderoso grupo al que pertenece la SER: enterarse de todos estos datos sobre la participación de PRISA en lo que fue una de las más notorias operaciones dirigidas desde la asesoría económica de Zapatero ha sido, esta vez como en 2005, muy difícil.

Así, CUATRO, en su informativo de mediodía, ahora conducido -¡más morbo!- por ese mismo Javier Ruiz, ayer ofrecía una brevísima información sobre el acto de toma de posesión de Julio Segura, con la voz en off de Ruiz sobre imágenes del acto. Su última frase: «Quien se despide, Manuel Conthe, se ha despedido acusando a la Oficina Económica del presidente del Gobierno de intervencionismo y a los medios del Grupo PRISA». Discreto y modesto, ni se mencionaba a sí mismo.

En cuanto a la propia SER, obviaba este asunto (en 2005 justificaba sus gestiones ante la CNMV diciendo que sus normas de responsabilidad informativa exigen «un contraste riguroso de toda la información» que le llegaba) y elpais.com no mencionaba ayer las últimas acusaciones de Conthe sobre el papel de la SER como correa de transmisión de La Moncloa.

En su información, la versión electrónica de EL PAÍS recogía la reunión en casa del vicepresidente de la CNMV y agregaba: «Estos papeles también obraban en poder del periodista de la Cadena SER Javier Ruiz, quien, tras ser llamado por Arenillas, a los cinco minutos apareció en su casa con el citado documento, según la versión de Conthe. En este momento Conthe les trasladó que, aunque se hiciese público el documento, a efectos del regulador no tendría relevancia si no se registraba en la CNMV, algo que Javier Ruiz hizo, según Manuel Conthe, el lunes 17 de enero de 2005. Entonces, el regulador abrió una investigación que duró sólo tres días».