27 marzo 1918

El periodista de Urgoiti acusa a su rival de ABC de no escribir sus artículos y este le considera un mero seguidor de las consignas que le dicta su empresario

Cruce de descalificaciones entre los directores de EL SOL, Félix Lorenzo, y ABC, Luca de Tena, por la subvención del Estado a prensa

Hechos

El 30.03.1918 el diario EL SOL publicó un artículo de su director D. Félix Lorenzo, sobre el director de ABC D. Torcuato Luca de Tena.

Lecturas

El director de El Sol, D. Félix Lorenzo ‘Heliófilo’ publica un artículo de ataques personales contra D. Torcuato Luca de Tena Álvarez-Ossorio. En su réplica, el director propietario de ABC no se dirige al Sr. Lorenzo, sino a Nicolás María de Urgoiti Achúcarro, al que considera detrás del ataque.

Durante el intercambio de cartas de febrero de 198 entre los propietarios de los diarios ABC, D. Torcuato Luca de Tena Álvarez Ossorio y de EL SOL, D. Nicolás María de Urgoiti por sus diferentes pareceres con respecto a la posibilidad de que el Estado subvencionara a la prensa con un anticipo reintegrable, el fundador de EL SOL quiere restar importancia a su condición de fundador y accionista de EL SOL y le pasa la bola al director de su periódico, don Félix Lorenzo “Heliófilo”.  Aunque la intervención de este no hará sino empeorar la situación, porque el 30 de marzo de 1918 el Sr. Lorenzo publicará en la portada de EL SOL un artículo contra el director-propietario de ABC, don Torcuato Luca de Tena achacándole cobardía por no atreverse a firmar sus artículos. Hasta entonces el ABC había actuado machaconamente contra EL SOL y La Papelera, pero no había recurrido a las descalificaciones personales. El hacha de guerra había sido desenterrada, a partir de ese momento el ABC se negó a publicar cualquier carta de réplica del Sr. Urgoitia.

El Sr. Luca de Tena es un periodista que no escribe, ignoro si por falta de tiempo o por incapacidad. Puede, porque es propietario, suplantar al director, porque el director es él mismo. Los demás propietarios sin doble personalidad –  aunque el dueño de ABC no se lo explique – suelen respetar el pensamiento de los directores. En este caso está EL SOL. El Sr. Luca de Tena, bien acompañado por toda  la prensa germanófila, ha hecho lo que nunca hará EL SOL: olvidar el respeto a los periodistas acordándose sólo de que es propietario. No es chocante esto en quién pedía a gritos una dictadura militar.  D. Félix Lorenzo, EL SOL, 30-3-1918

EL SOL es obra o instrumento del Sr. Urgoiti, lo sabe todo el mundo. Nunca nos prestaremos a que en sus campañas juegue con nosotros al escondite. Ha salido a escudarlo con humos de cómica bizarría el director putativo de EL SOL. Resulta nuevo y gracioso que nos increpe el Sr. Lorenzo acusándonos de atropellar el decoro de la profesión y el honor de los periodistas. Es una campaña de difamación y de ultraje contra toda la Prensa de España. Una campaña que está escrita en las páginas de EL SOL. ¿Quién ha impuesto y muchas veces ha redactado esta difamación? Sabemos que es el Sr. Urgoiti. Más el Sr. Lorenzo recaba para él el mérito de la campaña. Tenemos que decir muchas cosas del Sr. Urgoiti. (ABC, 31-3-1918)

Aquella polémico estuvo a punto de acabar en un duelo entre don Torcuato Luca de Tena y don Nicolás María de Urgoiti. Afortunadamente la sangre no llegó al río.

30 Marzo 1918

De ética profesional

Félix Lorenzo

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El Sr. Luca de Tena es un periodista que no escribe, ignoro si por falta de tiempo o por incapacidad. Cuando le acomete (que es a menudo) la irresistible comezón de dar en su periódico notas personales, un escritor se las redacta. Y como nadie soportar resignadamente la antipática tarea de poner en prosa galana los desahogos de la atrabilis o la vanidad ajena, las plumas sometidas a tal tortura muerden despechadas el papel y le llenan de trazos epilépticos. Esos accesos de vesania con que el ABC suele sobresaltar a sus lectores no tienen otra causa. Si el Sr. Luca de Tena se atreviese a escribir, vería como en el largo camino que hay entre el cerebro y los puntos de la pluma se templa la ira y se endulzan las malas intenciones.

El Sr. Luca de Tena, periodista que no escribe y que vino a nuestra profesión con la mesurada idea inicial de anunciar en cartelera propia los productos de sus fábricas, peridó la ecuanimidad el día en que vió que también había conseguido elaborar productos periodísticos. Se concedió a sí mismo todos los títulos profesionales necesarios y decidió dictar leyes a la Prensa en general.

No logró, sin embargo, asimilarse a la “sustapcia periodística” necesaria para comprender que los periodistas verdaderos saben anteponer el decoro de su oficio a la necesidad de vivir. Ni lo ha comprendido todavía.

El Sr. Luca de Tena puede, porque es propietario, suplantar al director, porque el director es él mismo. Los demás propietarios sin doble personalidad suelen respetar, aunque el dueño de ABC no se lo explique, el pensamiento de los directores. En este caso se encuentra EL SOL.

Como los propietarios de EL SOL saben escribir, escriben cuanto firman. Y cuando no firman es porque no escriben. No dictan ni hacen decir, sino cuando el criterio de la dirección está conforme con el suyo, y, por consiguiente, es el periódico el que dice.

Si el Sr. Luca de Tena supiese respetar a los periodistas profesionales, no habría incurrido en esta ocasión nuevamente en la inexactitud o en la insidia de atribuir campañas de EL SOL a personas que las ha conocido después de realizadas.

Bueno que al propietario de ABC le convenga llevar ciertas campañas por caminos menos peligrosos Lo que no puede hacer es desconocer la personalidad del periódico que las hace ni la integridad de los periodistas profesionales que las piensan, las realizan y las escriben.

En el caso presente, el Sr. Luca de Tena, bien acompañado por la Prensa germanófila y mejor desacompañado por una gran parte de la Prensa nacional, ha hecho lo que nunca hizo ni hará EL SOL: olvidar indiscretamente el respeto debido a los periodistas acordándose sólo de que es propietario y poniendo sobre todas las cosas sus artimañas de industrial.

Y no es chocante esto en quien hace pocos días pedía a gritos una dictadura militar a sabiendas – o sólo él lo ignoraba – de que el acto primero del dictador iba a ser la suspensión de periódicos que al ABC pueden estorbarle y la prisión y deportación en masa.

Félix Lorenzo

31 Marzo 1918

La andante escudería

Editorial (Director: Torcuato Luca de Tena Álvarez Ossorio)

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Para forzar su entrada en la Prensa el Sr. Urgoiti se prodigó en ruidos y exhibiciones hasta dar en la sección de sucesos después de pasar por sumarios, pleitos y polémicas. No hemos revelado ningún secreto al presentar como es al famoso financiero, con su desapoderado apetito de notoriedad, con su ambición de poseer un periódico y con sus ínfulas de hacer y acontecer en la Prensa. De tal presentación encargóse el propio interesado, que en poco tiempo y mientras no pudo instalar su tribuna, abrumó al público con un enorme muestrario de artículos, cartas, comunicados, etc., todo alrededor de sus planes editoriales y de sus concepciones de periodismo. Como el trust papelero, EL SOL es obra e instrumento del Sr. Urgoiti; lo sabe todo el mundo; nadie nos considerará temerarios en la afirmación; y nunca nos prestaremos  a que en sus campañas y en sus maquinaciones juegue con nosotros al escondite el habilidoso exterminador de periódicos y periodistas.

Ha salido a escudarlo con humos de cómica bizarría el director putativo de EL SOL, y tampoco son de ahora las pintorescas andanzas de escudería en que se ve metido el Sr. Lorenzo desde que por su malaventura tuvo que seguir al Sr. Urgoiti en asaltos y lances de todo género por caminos y encrucijadas. Lo que sí resulta nuevo y gracioso es que por haber buscado nosotros la cara y el cuerpo del adversario,  por no habernos prestado, en conciencia, en justicia y en generoso compañerismo, a confundir en las maniobras del señor Urgoiti, a los que nos parecían incapaces de sentirlas, ya que no pudiesen evitarlas nos increpe el Sr. Lorenzo, acusándonos de atropellar el decoro de la profesión y el honor de los periodistas… Y los que nos han leído saben perfectamente que, no con impaciencia, sino con fría serenidad, y al cabo de muchas insolentes provocaciones hemos acudido a defender ese decoro y ese honor. Es una campaña de difamación y de ultraje contra toda la Prensa de España la que hemos rechazado serenamente, con razones y con verdades incontrovertibles: una campaña que está escrita en las páginas de EL SOL, y en la que injustamente, falsamente, pérfidamente, se acusa de prevaricación a toda la Prensa, a todos los periódicos, porque a la luz del día suscriben la hipoteca de un préstamo sucumbiendo a un despojo increíble que realiza la Papelera, de que es órgano EL SOL. ¿Quién ha inspirado, ha impuesto y muchas veces ha redactado esa difamación? Sabemos cómo sabe todo el mundo, que es el Sr. Urgoiti. Más el Sr. Lorenzo recaba para él y para los periodistas de EL SOL el mérito de la campaña, y todavía siente disminuido su honor de periodista si se le niega el gusto y la voluntad de propalar la calumnia de que en España no quedan ya periódicos ni periodistas con decoro. Allá él.

Con el Sr. Urgoiti y con la Papelera seguiremos entendiéndonos, sin que nos, aparten de nuestro propósito tercerías desgraciadas y pintorescas hazañas de escudería. Dice EL SOL que pone punto a la campaña que inició él con tanta furia; no puede sostenerla y disimula su derrota y su retirada con una apelación al abogado. Nosotros no tenemos punto. Tenemos que decir todavía muchas cosas del Sr. Urgoiti y de la Papelera.

31 Marzo 1918

Carta de Urgoiti a Torcuato Luca de Tena

Nicolás María de Urgoiti

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Excelentísimo señor D. Torcuato Luca de Tena

Muy señor mío: La campaña de injurias y calumnias a que se consagra el ABC con referencia a mis asuntos, no me causa otro sentimiento que el de verle sin freno, en un desencadenamiento pasional.

Hace veinticinco años que terminé mis estudios y entré en la vida industrial, y estoy seguro de haber obrado siempre con una corrección y caballerosidad de las cuales usted más que nadie tiene pruebas elocuentísimas.

Uno de los párrafos de su artículo dice:

“Lo que sí resulta nuevo y gracioso es que, por haber buscado nosotros la cara y el cuerpo del adversario…”

Deseo, Sr. Luca de Tena, y si mi deseo no es bastante, pido, que me explique usted el alcance de esas grases, haciéndome la justicia de publicar esta carta y la respuesta que estime oportuna o procedente. Sou su atento seguro servidor, q. e. s. m.

Nicolás M. de Urgoiti.

02 Abril 1918

Carta Torcuato Luca de Tena a Urgoiti

Torcuato Luca de Tena Álvarez Ossorio

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Sr. D. Nicolás María de Urgoiti:

Muy señor mío: No hay en el artículo a que se refiere su carta de ayer ninguna confusión que justifique la pregunta de usted, ni es ahora la primera vez que hago la afirmación contenida en el párrafo que usted me señala: a saber, que, considerándolo a usted inspirador y único responsable de la injuriosa y calumniosa campaña de EL SOL contra la Prensa, hacia usted van mi réplica y mis cargos, y no admito otra responsabilidad ni la interposición de persona alguna en la contienda.

La publicación que usted me pide sería un favor que ya no estoy en caso de dispensarle, a pesar de tantos precedentes de mi condescendencia con sus muchas peticiones análogas. En lo sucesivo, tendrá usted que conformarse con la publicidad de EL SOL: y soy yo solo, sin la opinión de usted, quien puede decidir cuando sea justo otorgarle la de ABC.

Otros extremos de su carta son completamente ociosos en ésta, que reduzco a los estrictamente debidos, para seguir manteniendo ante el público el pleito que usted ha iniciado.

Es de usted s. s.

Torcuato Luca de Tena Álvarez Osorio

02 Abril 1918

Carta de Urgoiti a Félix Lorenzo

Nicolás María de Urgoiti

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La inusitada y extraña actitud del señor Luca de Tena al negarse a publicar mi carta me fuerza con gran pesar mío a solicitar de usted que acoja en las columnas de EL SOL lo que se niega a acoger el director de ABC, con el asombro natural de todos los que siempre tienen presentes las normas que impone la cortesía más elemental.

Si a las habilidades y retorceduras de que el Sr. Luca de Tena rodea las cuestiones, estuviese sometida la publica honorabilidad de cualquier ciudadano español, y en este caso la mía, podrían en estos momentos imaginar algunos suspicaces, que no he sabido responder a la agresión de que fui objetivo y que, con un silencio tembloroso había prestado otorgamiento y dado valor fehaciente a las expresiones de mal gusto con que estaba hilvanada dicha agresión.

Por mi carta del día 31 se advertirá que no hubo tal cosa, y que si ‘mi cara y mi cuerpo’ buscaba el Sr. Luca de Tena, no los he hurtado, aunque tal actitud me produjera cierta violencia.

Pero he aquí, que aquella baladronada que me apresuré a recoger y que parecía resumir todo un gesto de altiva provocación, no era, según parece, más que una fuerza literaria, una metáfora de claro abolengo. Porque, toda la carta del Sr. Luca de Tena se reduce a una sola cuestión, que con daño de la más caballeresca tradición y de las buenas maneras suscita el Sr. Luca de Tena: la de que el director de EL SOL no es tal director, sino una especie de figurón de feria que yo utilizo desconsiderablemente.

Pues bien: aunque no voy a descubrir nada que toda España no sepa desde hace tiempo, quiero hacer constar por centésima vez, que tengo tan alta estima de la dignidad del periodismo y tal respeto me merece esa profesión, que me parecería indigna la actitud del fundador de un periódico, dispuesto a mermar en lo más mínimo la libertad del director y de los redactores, a quienes se debe rodear de plena independencia, puesto que se les exige una responsabilidad determinada.

Y si viera que el fundador de un diario utiliza al os redactores del mismo como instrumentos de su rencor, de su rabia y de sus ambiciones, pensaría que el tal, o estaba loco de una locura peligrosa, o era un mixtificador.

EL SOL tiene un director de responsabilidad y solvencia moral que el señor Luca de Tena no podrá discutir jamás, tiene un Consejo de Administración que representa a la Empresa y una Junta de Accionistas que es la que en último término resuelve.

Por eso cuando he discutido sobre asuntos que me interesaban, he puesto mi firma al pie de mis escritos sin rehuir jamás ni ‘la cara’ ni ‘el cuerpo’.

Y claro es que si el Sr. Luca de Tena se obstina en buscar una y otro suponiéndome director de EL SOL, no los encontrará jamás, y perderá lamentablemente el tiempo persiguiendo fantasmas. A no ser que ahora resulte que el Sr. Luca de Tena es quien nombra y recusa directores y redactores en toda la Prensa de España.

La insidiosa especie de calumnia a la Prensa es digna de quien acusa muy pulcra y caballerosamente de tercería al periodista que ostenta la dirección de un periódico con absoluta libertad y responsabilidad. Pero bien se ve, y lo saben hasta los más torpes, cuál es, al decir eso, la santa intención del señor Luca de Tena lanzado a interpretar el peligroso papel de Caballero Mayor del Reino.

Por último: conste que no rehuyo polémicas, ni las he rehuido jamás, ni pienso rehuirlas en adelante, siempre que me crea en el deber de salir a la defensa de los intereses con cuya representación me han honrado. Pero conste también que en lo sucesivo no molestaré a los lectores de EL SOL con nuevas réplicas y nuevas disputas, porque veo que la publicidad aumenta considerablemente y sería doloroso dedicar parte del espacio que queda para el texto, a las actitudes, cada vez más patológicas del Sr. Luca de Tena.

Así, pues, suceda lo que suceda, si he de discutir con ese periódico o con cualquier otro que ataque los intereses representados por mí, lo haré en el mismo periódico que incite al combate, y para ello utilizaré todos los medios que la ley me concede.

Doy a usted las gracias anticipadas y sin otra cosa, quedo de usted amigo y afectísimo y s. s. q. e. s. m.

Nicolás María de Urgoiti